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Bhagavad-Gita
Capítulo Dos
La Ciencia del Atma
Por Michael Dolan/ B.V. Mahāyogi
Traducido por Teresa Loret de Mola, Tapanandini DD
A medida que el diálogo entre Kṛṣṇa y
Arjuna avanza, Arjuna se preocupa de lo que ha de hacer. Ante la guerra
inminente, quiere saber cuál es su posición ética.
Todos encaramos decisiones similares
cotidianamente. ¿Qué es correcto e incorrecto? La filosofía occidental le llama
“ética” a esto. En términos de la religión occidental es pecado o piedad. Ante
la ley las acciones legales o ilegales. En la sociedad lo correcto e
incorrecto, bien y mal, será incierto, dependiendo de la cultura. Algunos dicen
que todo esto es relativo.
Los pensadores occidentales se basan en las
tradiciones filosóficas y religiosas. Asi miden las teologías y mitologías extranjeras. Incluso los estudios comparativos de
religiones nos obligan a ver otros puntos de vista a través del lente de los
pensadores occidentales
Y, sin embargo, oriente tiene un punto de
vista muy distinto. El Mahābhārata, por ejemplo, está lleno de discusiones
acerca del karma y el dharma, pero las ideas son algo
diferentes de la visión occidental del bien y del mal. La cristiandad, por
ejemplo, pretende que sólo tenemos una vida para vivir, y que cualquier acción
equivocada nos puede conducir hacia la condenación eterna en el infierno. Esta
doctrina de la condenación eterna es esencial para los fundadores de la Iglesia
Católica. El alma también no es necesariamente eterna. La vida eterna está
supeditada a aceptar a Cristo como el salvador personal. La forma oriental es
diferente. En términos occidentales hablamos de acción ética y deberes
religiosos, pero en términos orientales estos son llamados karma y dharma.
Pero incluso antes de tocar temas prácticos
como la acción correcta, karma y dharma, la primera enseñanza de Kṛṣṇa a Arjuna
es ontológica. Su discusión acerca del alma tiene importancia trascendental.
Antes de hablar del karma, Kṛṣṇa
explica que el alma es eterna, a pesar de la propia preferencia religiosa. Es
la naturaleza constitucional del atma.
Antes de discutir acerca del dharma
en su posición ética, Kṛṣṇa nos habla acerca del dharma de la propia alma. Dharma
en realidad significa “lo que nos sostiene” “lo que nos mantiene unidos”.
Podemos decir que el dharma del
azúcar es ser dulce. Si el azúcar no tiene dulzura ya no es azúcar. Así que
cuál es el dharma del alma: existencia eterna en la dicha, sat-cit-ananda.
Pero Arjuna está preocupado acerca de lo
que mantiene unida a la sociedad. No le inquieta la espiritualidad. Quiere
entender el dharma en términos de
deber. Si “lo que hacemos,” “para lo que vivimos”, “nos sostiene y nos une”,
Arjuna quiere saber qué hacer y cómo vivir. Falla al ver la importancia de las
enseñanzas de Kṛṣṇa acerca del alma. Hablar del alma es abstracto. Quiere un
consejo concreto, no abstracciones ontológicas.
¿Entonces, qué son karma y dharma?
Normalmente se piensa en karma en términos de reacciones
negativas, pero karma no es una mera
reacción, es un rango entero de causa-efecto, y consecuencias. La acción o karma puede ser ética o antiética, buena o mala, de acuerdo a si dicha acción es
acorde con el deber, las leyes de la sociedad, las convenciones bíblicas o las
normas y tradiciones culturales.
La dicotomía es arcaica. Platón insiste en
un mundo ideal mientras que Aristóteles se enfoca en un mundo práctico. En la
pintura de Rafael, “La Escuela de Atenas”, vemos a un Platón sabio y anciano
que apunta a los cielos y a su discípulo Aristóteles señalando con las palmas
hacia abajo que hay que mantenernos pisando tierra.
Conforme Kṛṣṇa enseña que no se puede
controlar el medio ambiente a la fuerza, uno primero debe dominar el propio
desarrollo espiritual, Arjuna argumenta por la posición ética en este mundo.
Como veremos, los dos no se excluyen mutuamente. Pero una relación sana del guru con el discípulo ha de dejar
espacio para discutir así como observamos en el diálogo entre Kṛṣṇa y Arjuna.
Pero como maestro Kṛṣṇa no es insensible a
las necesidades de su estudiante. Anticipando su argumento, Kṛṣṇa regresa al
problema ético del cómo actuar.
Tras explicar que el alma es eterna y que
no puede ser asesinada, Kṛṣṇa señala que no hay necesidad de lamentarse. La
pena es natural, pero Arjuna puede llorar más tarde. Ha de cumplir con su deber
de guerrero, ya que está en la obligación de actuar; de hecho nada le dará
mayor gloria que el morir en la batalla, o la infamia mayor de rehuir a la
acción. Esa será la verdadera posición ética para Arjuna y su mejor acción kármica.
Hay algo de superficialidad aquí como
podremos ver más tarde, El deber o dharma tiene un significado más profundo. El
deber hacia la familia, la sociedad, la patria, tal vez ayudan a encontrar
protección al seguir el código de conducta. Pero hay un aspecto del dharma mucho más elevado, el deber hacia
el interés del propio ser espiritual. Así que antes de entrar en una discusión
del deber material de uno mismo, Kṛṣṇa le enseña que la percatación espiritual
va primero.
Entonces el dharma, tiene dos aspectos:
nuestro deber relativo hacia la familia, la sociedad, el país y los códigos de
conducta tradicionales y el deber absoluto hacia uno mismo y hacia el propio
Dios.
Arjuna tiene un dilema práctico. No está
muy interesado en una discusión ontológica. Quiere limitar el debate a una
discusión de valores más relativos.
En ese contexto, Kṛṣṇa le aconseja, “Cumple
tu deber como guerrero” Pero Kṛṣṇa le señala acerca de la necesidad de un
entendimiento más profundo: “Reconócete a ti mismo primero como un espíritu, un
atma, como alma eterna.”
Toda otra acción ha de estar precedida de
esta sabiduría.
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