En la Iglesia Ortodoxa Oriental, el culto
del santo nombre ha sido una práctica esotérica al menos desde los tiempos de
San Juan Crisóstomo de Grecia. El padre de la Iglesia de Oriente primitiva,
nació en el 349 DC, fue arzobispo de Constantinopla, Mientras que se le conocía
por su oratoria “boca de oro” y por sus denuncias de los abusos de las
autoridades de la Iglesia, fue tal vez mejor conocido como un contribuyente a
la Filocalia, una obra teológica importante en la tradición Oriental Ortodoxa.
Mientras Crisóstomo fue un iniciador del culto del santo nombre en la
Cristiandad Ortodoxa, la Filocalia fue recolectada por diversos maestros orientales
de la tradición ortodoxa aproximadamente entre el S IV y el XV.
En el S XVIII dos monjes griegos, San
Nicodemo y San Macario, recogieron los textos y las reflexiones que forman la
base de la Filocalia y los hicieron públicos en Venecia en 1782. El texto fue
publicado originalmente en griego. Pero sería la traducción al ruso de este
libro la que captaría la imaginación del mundo oriental. Paisius Velichkovsky,
el traductor, era un monje ruso que había visitado la montaña sagrada de Atos
en donde viviera y trabajara Nicodemo. Velichkovsky apreció el carácter
trascendental de la obra y tradujo uDobrotolubiye.na sección de la obra al
eslavo. Su selección fue publicada en 1793 en Moscú con el título Dobrotolubiye.
Una
novela popular, La Senda del Peregrino, o el Cuento del Peregrino incorpora
este fragmento de la Filocalia en su historia. La Senda del Peregrino recuenta
la historia de un buscador sincero de la verdad
espiritual y el peregrino que vaga a través de Rusia mientras canta el
santo nombre de Jesús. En la fórmula mencionada primeramente en la Filocalia.
El peregrino lleva consigo una copia del fragmento de Filocalia, citado
anteriormente como el Dorbrotolubiye.
La historia de ficción del peregrino es un
dispositivo para explorar las enseñanzas de la Filokalia acerca de la oración
interna constante, usando el santo nombre de Dios, al igual que de la
rendición. La versión de la oración del santo nombre hallada en La senda del
Peregrino fue ampliamente leída y conocida en Rusia en el Siglo XIX. Secciones
del libro pueden haber servido como modelos para Dostoyevsksy para su Padre
Zossima en los Hermanos Karamazov.
La pasión religiosa que anima la Senda del
Peregino resuena a través de las novelas de Tolstoy y Dostoyevsksy y hace eco a
través incluso de obras modernas como las de Pasternak y Solzhenitsyn. La Senda
del Peregrino devela una iniciación mística profunda hacia el éxtasis y la
realidad del Reino de Dios prometido por Jesucristo y promete elevar al
practicante hacia el estado trascendental de conocimiento divino y amor.
En su prefacio a la “Senda del Peregrino”,
el Diario de Oración de Jesús- Anotado y explicado, traducido por Gleb
Pokrovsky, 2013, Andrew Harvey explica su experiencia comparando la oración de
Jesús con la práctica del canto de la japa que ha descubierto en India:
“He hallado en India por primera vez la
práctica de la japa. De repetir el nombre de Dios en el corazón- y ahora
entiendo que en la oración de Jesús. “Señor Jesucristo, ten misericordia de mí”
la tradición oriental ortodoxa ha hecho el mismo simple y totalmente
transformador descubrimiento del poder del nombre divino.
Los éxtasis y revelaciones del narrador
anónimo de la Senda del Peregrino no fueron menos profundos y conmovedores que
aquellos que sacudieron a Mirabai, Kavir y Toukaram, los grandes místicos
hindúes y sufíes cuyo descubrimiento ha cambiado mi vida. Y en la cadena de citas
de la Filocalia- desde figuras como Symeon, la Nueva Teología, Isaac el Sirio y
Gregorio Palamas- entonces totalmente desconocidos para mí- He reconocido la
nota pura y sobria de la certeza mística y el rigor que me había emocionado en
el Bhagavad-Gita y los Upaniṣads”.
El camino esotérico seguido en La Senda del
Peregrino no debe ser penetrado por los no iniciados. El peregrino o buscador
de la verdad está insatisfecho hasta que se encuentra con los starets- el
equivalente ruso de santo místico del guru. Debido a que sus intentos eran
incursiones sin control en la sabiduría antes de encontrarse con los starets,
el peregrino no podía penetrar los secretos de la vida santa. La mera
curiosidad no era suficiente para la iluminación divina. Pero cuando el mentor
espiritual guía los pasos del peregrino, él entiende la necesidad de la
humildad y la rendición. El guru le instruye. “Es el corazón humilde y sencillo
el que alcanza esa oración, a través de la pobreza de espíritu y la experiencia
viva de ella”. El peregrino se rinde a Dios y su comunión a través de la
oración se logra a través de tomar constantemente el santo nombre.
La senda del Peregrino podría haber sido
arrumbada en los polvorientos estantes traseros de las librerías y bibliotecas
universitarias si no fuera por los escritos de J.D. Salinger. Salinger fue el
notable autor recluso del Guardián del Centeno, una novela corta acerca de un
adolescente loco y confundido en los 50’s. Aunque desarma al adolescente en su
reclamo, la novela fue escrita originalmente para adultos. Salinger había sido
bombardeado durante la Segunda Guerra Mundial y regresó sacudido de la
violencia. Su adolescente inadaptado era una metáfora de los adultos que fueron
devastados por los estragos de la guerra. La generación de la segunda Guerra
Mundial, la “Gran Generación” que peleó y venció el programa genocida de
Hitler, pero que regresó marcada y herida de la experiencia.
La América de la posguerra hizo todo lo
posible para consolarse con gasolina barata, comedias de televisión y Rock and
Roll, pero el daño psicológico estaba hecho. La prometedora carrera de Salinger
nunca logró cuajar pues nunca pudo superar el trauma de la guerra. Salinger
estuvo presente en la liberación del campo de la muerte de Dachau y más tarde
le dijo a su hija: “Podrás vivir toda una vida y nunca podrás lograr realmente
que el olor de la carne quemada salga de tus fosas nasales”. Invirtió la
psicología traumática oscura de una Europa desgarrada por la guerra en la
psiquis de su héroe adolescente, Holden Caulfield.
El síndrome del “adolescente problema” de
su libro fue un éxito instantáneo. Holden Caulfield ejemplificaba a los adolescentes
de los 50’s “Rebelde sin Causa” más tarde encarnado por James Dean. Guardián
del Centeno sigue vendiendo millones y frecuentemente se asigna como lectura
obligatoria en las clases de secundaria, tanto por su prosa alegre y su estilo
conversacional como por su tema de juventud inadaptada. Su crítica a la gene
“falsa” llegó a la meta. Holden Caulfield se hizo emblema de la angustia
adolescente existencial por generaciones. Pero los admiradores de Salinger
esperaron en vano por el siguiente libro que siguiera y superara al Guardián
del Centeno. Salinger nunca publicó otra novela tan importante tras su primera
ofrenda.
Los lectores que amaron Guardián del
Centono esperaron por años una secuela o una nueva novela, solo para que se les
ofreciera un cuento curioso, llamado Franny. Más tarde publicada como un pequeño
libro con la novela Zooey bajo el título Franny y Zooey. Franny cuenta otra
historia de angustia adolescente. En esta ocasión la protagonista es una
universitaria intelectual, una mujer, quien, alejada de la falsedad de la
sociedad consumista que la rodea tiene un colapso nervioso. En la historia,
escapa de la tensión y ansiedad al seguir una disciplina espiritual explicada
en el libro que lee, La Senda del Peregrino.
Al igual que el peregrino en busca de la
verdad lleva con él el Dorbrotolubiye dado por su mentor, Franny lleva consigo
en su bolsa La Senda del Peregrino y se refugio en la oración de Jesús cuando
no puede seguir tolerando la hipocresía de la sociedad de clase media americana
de los 50’s Franny se preocupa por superar el ego, “Me enferma no tener el
coraje de ser absolutamente nadie”, dice. “Estoy enferma de ego, ego, ego. Del
mío y el de todos los demás. Estoy harta de que todo el mundo quiera llegar a
alguna parte, hacerse distinguido y demás, ser alguien interesante. Es
asqueroso”.
En un intento por lograr un mínimo de paz
psíquica, Salinger había pasado del misticismo judío al budismo zen a las
enseñanzas del místico bengalí Ramkrishna y Kriya-yoga. Y tal como Franny
recupera la compostura la tomar refugio en las oraciones de Jesús, el propio
Salinger pasó horas en meditación entonando los antiguos mantras de los vedas.
Su vida reclusa impide que entremos profundamente en su propia búsqueda mística
de la verdad, pero es bastante claro que esta quintaesencia de los autores
americanos, cuya obra es lectura obligatoria para los estudiantes de secundaria
en todas partes, tomó un gran interés no sólo en la tradición mística cristiana
del santo nombre, sino que profundizó en la versión Hindú, el canto del santo
nombre de Kṛṣṇa. La Franny de Salinger explica el poder de la oración de Jesús
en la voz de una estudiante sin gradurar que comparte una sonda con un amigo.
“De cualquier forma” ella continúa, “los starets le dicen al peregrino que
continúe diciendo esa oración una y otra vez- al principio debes hacerlo sólo
con los labios- luego, eventualmente lo que ocurre es que la oración se
auto-activa.
Algo apsa después de un tiempo. No sé qué,
pero algo ocurre y las palabras se sincronizan con el latido de la persona, y
entonces de hecho orarás sin cesar. Lo cual tiene un tremendo auténtico efecto
místico en toda tu perspectiva. Quiero decir, ese es su punto, más o menos,
Quiero decir que lo haces para purificar toda tu perspectiva y obtener una
completa concepción nueva acerca de qué se trata todo”.
Este diálogo se lleva a cabo en un
restaurant. Franny intenta explicarle a su novio cómo funciona el misticismo,
mientras él come un plato de ancas de rana y ella fuma.
“De hecho, eso absolutamente que tiene
sentido” dice Franny, “porque en la secta busdista Nemubutsu, la gente dice
‘Namu Amida Butsu’ una y otra vez- lo cual significa ‘alabanzas a Buda’ o algo
parecido- y sucede exactamente lo mismo. Exactamente lo mismo—“.
Si tienes en cuenta que Franny se publicó
en 1955, el diálogo parece bastante avanzado, considerando que un amigo mío fue
arrestado recientemente en Rusia por discutir del yoga.
“Llegas a ver a Dios. Algo ocurre en una
parte absolutamente no física del corazón—donde dicen los Hindúes que reside
Atman, si alguna vez tomases alguna religión – y ves a Dios, eso es todo”,
sacude la ceniza de su cigarrillo que cae fuera del cenicero y que ella recoge
con los dedos y la coloca dentro. “Y no me preguntes quién o qué es Dios.
Quiero decir que ni siquiera sé si existe. Cuando era pequeña, solía pensar—“
Se detuvo. El mesero llegó a recoger los platos y a redistribuir los menús.
“¿Quieres postre o café?” Preguntó Lane.
Salinger hizo lo que pudo para ocultarse de
la publicidad, de la prensa y del mundo exterior, viviendo como recluso en el
norte de Nueva York y dedicado a su estudio religioso. Se dice que tal vez haya
entrado en contacto con las enseñanzas de A.C Bhaktivedānta Swāmi Prabhupāda
quien defendía una vida de estricta disciplina y dedicación al canto del santo
nombre.
Bhaktivedānta Swāmi llegó primero a Nueva
York en 1960 en donde su movimiento Hare Kṛṣṇa influyó a poetas como Alan
Ginsberg, Bob Dylan y más tarde a los Beatles.
Pero tal vez su influencia se profundizó en
J.D. Salinger cuya fascinación con el santo nombre ya estaba manifiesta en sus
novelas. Si la llave a la iluminación está expresada en Filocalia y la Senda
del Peregrino involucra la humildad, la rendición y la absorción constante en
el santo nombre, Bhaktivedānta Swāmi subrayó exactamente estos elementos a sus
estudiantes y en sus libros.
Bhaktivedanta Swami era un exponente
incansable del santo nombre de Krsna y dejó atrás volúmenes y escritos que
soportaban la tésis de que el santo nombre otorga liberación de todo mal. Como
soporte a sus tesis, por ejemplo, cita a distintas autoridades. Podrán
encontrar lo siguiente en sus escritos.
Śrīla Viśvanātha Cakravartī Ṭhākura cita
los siguientes versos de las escrituras:
नाम्नो हि यावती शक्तिः पाप-निर्हरणे हरेः
तावत् कर्तुं न शक्नोति पातकं पातकी नरः
nāmno hi yāvatī śaktiḥ pāpa-nirharaṇe hareḥ
tāvat kartuṁ na śaknoti pātakaṁ pātakī naraḥ
बृहद्-विष्णु पुराण
“Simplemente
por cantar un santo nombre de Hari, un hombre pecador puede evadir las
reacciones de más pecados de los que puede cometer”. (Bṛhad-viṣṇu Purāṇa)
अवशेनापि यन्-नाम्नि कीर्तिते सर्व-पातकैः
पुमान् विमुच्यते सद्यः सिंह-त्रस्तैर् मृगैर् इव
avaśenāpi yan-nāmni
kīrtite sarva-pātakaiḥ
pumān vimucyate sadyaḥ
siṁha-trastair mṛgair iva
गरुड पुराण
“Si uno
canta el santo nombre, incluso en una condición desesperada o sin desar
hacerlo, todas las reacciones pecaminosas parten de inmediato, tal como el rugir
del león provoca a los pequeños animales de la selva a que huyan temerosos”. (Garuḍa
Purāṇa)
सकृद् उच्चारितं येन हरिर् इत्य् अक्षर-द्वयम्
बद्ध-परिकरस् तेन मोक्षाय गमनं प्रति
sakṛd uccāritaṁ yena harir ity akṣara-dvayam
baddha-parikaras tena mokṣāya gamanaṁ prati
स्कन्द पुराण
“Una
persona que canta solamente una vez el nombre del Señor, que consiste en las
dos sílabas h-ri garantiza su senda a la liberación”. (Skanda Purāṇa)
Bhaktivedānta Swāmi fundador de la
asociación mundial de buscadores de la verdad dedicados al canto del santo
nombre de Krsna, la Suprema Personalidad de Dios. El propósito principal del
movimiento es el promover el bienestar de la sociedad humana enseñando la
ciencia de la Consciencia de Dios (Consciencia de Krsna) de acuerdo a las atemporales
escrituras Védicas de la India. Pero mientras las antiguas escrituras Vedicas
definen las verdades y valores universales, el Dios Supremo puede conocerse por
muchos nombres, de acuerdo a Sus distintas cualidades y actividades. En la
Biblia es conocido como Jehovah (“el todo poderoso”), en el Corán es Alá (“el
grandioso”).
La Senda del Peregrino y El Filocalia
abogan por la oración de Jesús y la toma del santo nombre de esa manera. El
antiguo Bhagavad-Gita revela a Dios como Krsna. La palabra Krsna significa
“amor y belleza infinitos” un nombre sánscrito que significa “quien es todo
atractivo” Hay muchas concepciones del infinito- tiempo infinito, espacio
infinito, poder infinito. Pero estas son externas a la realidad última. El amor
infinito atrae amor infinito y rendición infinita e irresistible. El Santo
nombre clama por la misericordia de Dios y su misericordia y amor infinitos.
Este es el concepto más elevado del infinito- el amor divino. Y quien invoca
ese amor divino sumergiéndose en el santo nombre de Dios, ya sea Krsna o
cristo- alcanzara finalmente el objetivo.
Bhaktivedānta recomendó el canto y la
vibración del santo nombre de Kṛṣṇa: Hare Kṛṣṇa, Hare Kṛṣṇa, Kṛṣṇa Kṛṣṇa, Hare
Hare / Hare Rāma, Hare Rāma, Rāma Rāma, Hare Hare. Esta es la vibración sonora
trascendental. Nos ayudará a limpiar el polvo del espejo de la mente. En el
presente hemos acumulado tanto polvo en el espejo de la mente, y como
consecuencia somos incapaces de ver las cosas en perspectiva. Esta vibración
del sonido trascendental (el mantra Hare Krsna) limpiará ese polvo y nos
permitirá ver claramente nuestra posición constitucional verdadera. Conforme la
consciencia es purificada por el proceso del canto Hare Krsna, todas nuestras
miserias materiales desaparecerán.