El Romance de Shakuntala
Una Historia Increible de Amor y Aventuras
Adaptado de Mahabharata,
Shakuntalabhijana de Kalidasa y otros fuentes por
Michael Dolan-- B.V. Mahayogi
y traducido en español por Teresa Loret de Mola, Tapanandini D.D.
Bhishma en la cama de flechas: "Dejame descansar un rato." |
Al recordar el voto de venganza que tomara
Amba, Bhiṣma hizo una pausa. El misterioso niño brahmán humedeció un paño. Lo
exprimió y limpió el sudor de la cabeza del hombre. Bhiṣma tosió. “Me ha
cansado el relato,” Dijo. El sol se sumergió en el horizonte. Apareció Venus en
los cielos. “Déjenme descansar un poco.”
"Que sus estrellas les guíen" |
“Volveremos a ti por la mañana,” dijo
Yudhisthira. “La historia de nuestra dinastía está llena de lecciones. Ansiamos
escuchar más.”
“Váyanse ahora,” dijo Bhishma. “Mañana les
diré cómo Amba fue transformado por el fuego en un guerrero de la familia de
Draupada y cómo halló su terrible final.
"Luego les cuento la historia de Ama y sus venganzas" |
Váyanse ahora y que sus estrellas les
guíen.”
Los Pāṇḍavas regresaron a su campamento.
Las tiendas de colores brillantes se veían pálidas a la luz de la hoguera.
Nakula y Sahadeva se sentaron junto al
fuego y les acompañaron Arjuna y Bhima. Después de tanta batalla, al fin un
momento de paz. Ahora Venus se había unido a miles de estrellas y los puntitos
de luz brillaban en los cielos de Kurukṣetra. Yudhiṣthira apareció con su madre
Kuntidevi. Y mientras se sentaban alrededor del fuego y miraban el movimiento
de los planetas a través del cielo, la conversación giró en torno a la dinastía
ancestral de los Kurus.
La guerra larga había terminado. Aśvatthāmā
se había desvanecido. Los fantasmas de los guerreros muertos, acechaban en el
campo de batalla, pero sus carrozas ya no harían estrépito sobre la tierra. Ya
no aterrorizarían los miles de carros de guerra a los pueblos y villas que
rodeaban Hastinapura. India conocería la paz bajo el gobierno de Yudhiṣthira, Parikṣit,
Janamejaya y los príncipes sucesores de la dinastía de Bharat.
"Cuales fueron los origenes de la dinastia de los Kuru?" |
Mientras ardía
un fuego manso, Yudhiṣthira se volvió hacia su madre Kuntidevi y antes de que
se sentaran los Pāṇḍavas le preguntó, “Oh Madre. Bhiṣma nos habló de
Vichitravirya y de Chitrangada, nuestros ancestros. Háblanos acerca de ellos.
Somos llamados los hijos de Bharata. Dinos cuál es el origen de la dinastía
Kuru y de Bharat, ¿Quién fue Bharat? ¿Cuáles fueron sus orígenes?”
Bharata Maharaja |
La sabia y experta Kunti explicó. “La dinastía
Kuru viene en la linea de Bharat, quien nación en la línea de Puru. Para poder
entender mejor su historia debo contarles la historia de Shakuntala.”
La Historia de Shakuntala
Y fue así como Kunti les contó la famosa
historia de Shakuntala tal como la había escuchado cuando era sólo una niña en
la corte del Rey Kambhoja. Ella dijo lo siguiente:
Shakuntala |
Kunti dijo:
“Hace mucho tiempo había un gran rey. Su
nombre era Dushyant y llegó por la línea de Puru.
Un día Dushyant cazaba con su auriga en el
interior del bosque y se encontró con un ciervo pinto. El venado escapó, internado
en lo profundo del bosque a Dushyant y su auriga.
Maharaja Dushyant |
Persiguieron al ciervo pinto hasta el interior
del bosque mientras Dushyan trazaba con su arco sus movimientos. Justo cuando
Dushyant estaba presto a lanzar una flecha fatal, un joven monje del ashram de
Kanva, apareció ante él, elevó las manos en una súplica. Y dijo “Por favor no
dispare, Oh rey o príncipe, quienquiera que seas, perdona la vida a este ciervo
pinto.
Este venado es la mascota favorita de
nuestro guru, Kanva. Estás cerca de su ashram. Aquí no hay cacería; sólo paz.
Los discípulos del humilde Kanva viven en tranquila contemplación de la verdad.
El ágil ciervo pinto es sagrado para Kanva y sus discípulos, Por favor no le
dispares. En cambio haz a un lado tus armas en el espíritu de ahimsa.”
Ram cazando el venado doradao, de Ramayana |
Ante esto, el rey, aún sonrojado con el
calor de la pasión y el ansia de sangre, tranquilizó su mente, descargó su arco
y sonrió. Si este cervatillo es el favorito de un hombre santo y de sus amigos,
que así sea. Nunca le haré daño a un animal inocente. Cuéntame de nuevo acerca
de tu maestro y su ashram. Hablemos de verdad y paz. No tendremos más violencia
o deporte sangriento.”
Cazando de Caballo, Pintura Miniatura |
El monje dio gracias al rey y lo alabó.
“Nuestro ashram queda cerca de aquí,” dijo. “Sigue por la orilla del río hasta
la sagrada tirtha: Justo ahí, arriba del camino hay un bosque de árboles de
tamarindo.
Kanva en su ashram |
En el interior de ese bosque secreto hallaras el refugio del santo
Kanva y sus discípulos. Agradezco tu noble gesto. Veo que eres un gran príncipe
y el protector de los indefensos. Si su Señoría así lo desea, ¿Por qué no se
queda a recibir prasadam, nuestra comida sagrada?”
El rey estaba ansioso por alcanzar a su
séquito quienes le esperaban en otra parte del bosque. Mañana sería el
aniversario del Príncipe, pero al escuchar las palabras del monje el rey se
dispuso a confirmarle que iría pronto a visitar el humilde ashram del santo
Kanva.
Se despidió del monje y dio órdenes a sus
hombres de conducir el carruaje hacia el interior del bosque en donde podrían
beber agua los caballos. Condujeron por un rato hasta que encontraron una buena
pastura verde al lado del río, y donde fluía agua dulce y cristalina.
El rey dio órdenes a sus hombres. “Desaten
los caballos y dejen que descansen a su placer por un rato. Vean que coman la
hierba fresca entre la pastura de allí y busquen sombra bajo esos árboles de
tamarindo. Estiraré las piernas, y después de caminar un poco, visitaré el
ashram del santo Kanva, para darle mis respetos. Si no he vuelto al atardecer,
me quedaré a descansar en el ashram y volveré en la mañana.”
Sus caballerangos accedieron y se alejaron
un poco con la carroza hacia los bosques. El Rey Dushyant decidió que la fiesta
de su hijo podía esperar y pensó que tal vez sería propicio hacer una visita al
ashram del santo Kanva. Empezó a caminar un poco y disfrutó de la atmosfera de
quietud del bosque. Una mariposa se colgó del aire ante él. Fragancia de miel
permeaba el aire. Caminó a través de los altos árboles junto al río donde pescaban las grullas temprano en la
mañana. El aire estaba fresco y el río bajo, la temporada de lluvias había
terminado.
Shakuntala y las devotas del Ashrama de Kanva. |
El Rey Dushyant entendió dónde estaba el
ashram según le dijera el monje así que cruzó el río, atravesó por donde estaba
menos profundo. Al otro lado se encontró con el viejo sagrado tirtha y sus
deidades y una escalinata para bañarse con escalones de mármol cerca del bosque
de tamarindos.
Mientras seguía la senda, el bosque de
árboles se hizo más espeso con enredaderas de jazmines florecientes. Había un
árbol de mango altísimo que cubría con su sombra el camino desde donde pudo ver
un poco hacia adelante un claro. En el claro había algunas chozas de bambú y
una senda. Había un jardín rústico con papayas y algunas mujeres trabajaban,
regaban las plantas y platicaban. Sorprendido ante el encantador jardín en
donde él esperaba hallar un austero cuartel de un viejo santo, el Rey Dushyant
se detuvo un rato junto al mango y se escondió, escuchaba. Pudo oír lo que
decían las mujeres del ashram.
Shakuntala en el ashrama de Kanva |
“¿A dónde se fue Kanva Prabhu?” dijo una de
las jóvenes, Priyamvada.
“Me dijo, Anasuya, que tenía que visitar un
sitio muy sagrado en el bosque.”
“Pero, Priyamvada, ¿por qué tuvo que irse
hoy si sabe que hay un sacrificio importante esta noche?”
“No puedo decirte, Anasuya. Me dijo que no
le contara a nadie.”
“Pero si no puedes confiar en mí, ¿en quién
lo harás?” dijo Anasuya.
“Bueno está bien, pero no le digas a
Shakuntala,” dijo Priyamvada. “Tiene que ver con ella. Algo acerca de su buena
fortuna.”
“Me preocupa esa chica,” dijo Anasuya.
“A mí también,” dijo Priyamvada. “Kanva la
ama como si fuera su propia hija.”
“Pero Kanva no es su padre, ¿o sí?”
“Claro que no, tonta, Kanva la adoptó. Su
madre la abandonó cuando apenas era un bebé. Es un gran misterio.”
Su madre era Menaka, la apsara, según supe.
¿tuvo algo que ver con Vishvamitra?”
“Te he contado la historia un millón de veces.
Vishvamitra era un gran guerrero determinado a convertirse en un brahmán
poderoso después de ver lo que podía hacer la vaca milagrosa Vasiṣṭha.”
“¿Y entonces?”
“Así que mucho tiempo practicó austeridades y sacrificios, hasta un
punto en que incluso los dioses le temieron.”
“¿Qué hicieron?”
“Bueno, cuando le vieron practicar un tipo
de yoga poderoso, se dieron cuenta de que seguía un voto estricto de
brahmacharya.”
“¿Brahmacharya?”
“Si, tonta, había renunciado a las mujeres.
En fin, él estaba en las orillas del Ganges practicando yoga y los dioses
decidieron romper su voto.”
“¿Por qué harían tal cosa?”
Vishvamitra se había hecho demasiado
poderoso. Si no hubieran roto su voto se hubiera hecho tan poderoso como los
dioses.”
“Enviaron a la más hermosa de todas las
ninfas del río, la delicada Menaka. Su belleza era reconocida entre los dioses.
Ningún hombre podría resistírsele. Vishvamitra estaba sentado practicando yoga.
Para entorpecer su concentración, Menaka la ninfa del agua llegó a las orillas
del Ganges y empezó a bañarse en un delicado sari de seda, sonriendo siempre
hacia el sabio.”