नारायणं नमस्कृत्य नरं चैव नरोत्तमम्
देवीं सरस्वतीं चैव ततो जयम् उदीरयेत्
महाभारत
Mahābhārata
Michael Dolan, B.V. Mahāyogī
Bhagavad-Gītā
Capítulo 16
Carácter De lo Divino y Perverso
Textos 1-3
श्री भगवान् उवाच
अभ्यं सत्त्व-संशुद्धिर् ज्ञान-योग-व्यवस्थिथिः
दनं दमश् च यज्ञस् च स्वाध्यायस् तप आर्जवम्
अहिंस सत्यम् अक्रोधास् त्यागः शान्तिर् अपैशुनम्
दया भूतेष्व् अलोलुप्त्वं मार्दवं ह्रीर् अचापलम्
śrī bhagavān uvāca
abhyaṃ sattva-saṃśuddhir
jñāna-yoga-vyavasthithiḥ
danaṃ damaś ca yajñas ca svādhyāyas tapa
ārjavam
ahiṃsa satyam akrodhās tyāgaḥ śāntir
apaiśunam
dayā bhūteṣv aloluptvaṃ mārdavaṃ hrīr
acāpalam
tejaḥ kṣama dhṛtiḥ śaucam adroho nāti māniā
bhavanti sampadaṃ daivim abhijātasya
bhārata
El Señor dice,
“Benditos aquellos que saben que el alma es
eterna, pues no tienen temor.
Benditos los que buscan la pureza en su
vida diaria.
Benditos los que caminan la senda del amor divino.
Los que encuentran sabiduría en el
conocimiento son divinos
El Sacrificio es bendecido, como lo es la
caridad, y el estudio de los Vedas.
Benditos aquellos que viven en paz y
armonía:
Lo austero y simple, el contento y la
verdad.
Todas estas son cualidades divinas.
Perdonar es divino,
Benditos los que están libres de ira,
porque la ira y el orgullo son perversos.
Benditos los renunciantes y pacíficos;
Benditos quienes no hallan faltas en los
demás.
Son piadosos y compasivos, no son
codiciosos.
Los justos son amables y modestos,
firmes en propósito, fuertes en espíritu.
La impecabilidad es piedad.
Y benditos los que están libres de envidia,
malicia y orgullo.”
Text 4-9
दैवी सम्पद् विमोक्षाय निबन्धायासुरि मता
मा शुचः सम्पदं दैवीम् अभिजातो ऽस् पाण्डव
द्वौ भूत-सर्गौ लोके ऽस्मिन् दैव आसुर एव च
दिअव विस्तरशः प्रोक्त आसुरम् पार्थ मे शृणु
प्रवृत्तिं च निवृत्तिं च जन न विदुर् आसुराः
न शौचं नापि चाचरो न सत्यं तेषु विद्यते
असत्यम् अप्रतिष्ठम् ते जगद् आहुर् अनीश्वरम्
अपरस्पर सम्बूतम् किम् अन्यत् काम हैतुकम्
daivī sampad vimokṣāya nibandhāyāsuri matā
mā śucaḥ sampadaṃ daivīm abhijāto 's pāṇḍava
dvau bhūta-sargau loke 'smin daiva āsura
eva ca
diava vistaraśaḥ prokta āsuram pārtha me śṛṇu
pravṛttiṃ ca nivṛttiṃ ca jana na vidur
āsurāḥ
na śaucaṃ nāpi cācaro na satyaṃ teṣu
vidyate
asatyam apratiṣṭham te
jagad āhur anīśvaram
aparaspara sambūtam kim anyat kāma haitukam
El Señor dice,
“Orgullosos son los perversos, su pecado es
el orgullo, la arrogancia, la ira y la soberbia.
El Señor dice, “No hay sitio para la ira,
la aspereza o la ignorancia en el corazón de las grandes almas. Ellos son
perversos en su ignorancia y evitan la
acción justa; Hacen el mal y piensan que están en lo correcto.”
Los demoniacos promueven la cultura de la
ignorancia.
“Ni pureza, ni verdad, ni comportamiento
adecuado se halla en ellos. Dicen que este mundo es irreal sin bases, sin
control de Dios, una consecuencia de la lujuria sin fundamento moral. Su
filosofía es la negación y la ignorancia.
El Señor dice, “Desconcertados por la lujuria,
la ira y la codicia estas almas perdidas de mentes débiles destruyen el mundo
con sus obras demoníacas.”
“Impulsados por la ambición, llenos de
hipocresía y avaricia, los perversos
actúan con impureza al decidir controlar el universo. Estas almas que
engañadas están comprometidas con el trabajo corrompido para la gratificación
de su deseos egoístas como única motivación.
“Controlados por sus deseos, atraen el
placer temporal de este mundo, su labor es amasar fortuna. Su dios es el
dinero; su religión el sexo, el dinero y el poder.
Creen que la meta de la civilización humana
es la diversión.
“Lujo, indulgencia, y placer sensual es su
necesidad primaria, sin pensamientos para el conocimiento, sacrificio o
caridad. La auto-gratificación es más importante para ellos que la
auto-realización, y por ello se vuelven hacia la oscuridad.”
“Atados por la lujuria, la ira, la avaricia
y el orgullo, usan prácticas virulentas para obtener ventajas y riquezas para
satisfacer sus ardientes deseos.
Los impíos piensan, “tengo tanto hoy, pero
pronto tendré más. Mis planes son invencibles.”
Esos demonios piensan, “Estos son mis
enemigos; mataré a mis rivales y planearé asesinar a quienes están en contra
mía. De este modo gobernaré. Soy el amo. Soy el centro del universo, Soy
exitoso y poderoso. Esto es la felicidad. Nadie es más fuerte o más feliz que
yo. Daré algo de caridad para incrementar mi fama, y así todos me adoraran como
el rey de todo.”
De este modo los perversos, llenos de ego y
encantados por sueños de grandeza y poder caen en la malla del engaño. Adictos
a sus propios deseos y desconcertados por el ego descienden hasta la oscuridad
del infierno.
Ensimismados, obstinados en su ignorancia,
arrogantes en su necedad, los perversos están engañados por el ego y la riqueza,
por la lujuria, ira y avaricia. Inventan religiones y sacrificios que van con
ellos para incrementar su orgullo. Creando tradiciones y doctrinas llevan a
cabo toda clase de ceremonias impías que no siguen ningún principio de pureza y
conocimiento.
Así confundidos por el ego, envidian a los
piadosos.
“Los que promueven la cultura de la
ignorancia odian la cultura de la devoción. Tales almas caídas y maliciosas
envidian la naturaleza divina. Tienen envidia de Mí. Odian al Mismísimo Dios,
quien habita en los corazones de todas las almas vivientes. Se convierten en
ateos y blasfeman de Dios.
Esta escoria humana, malvada y envidiosa es
arrojada por Mí hacia la profundidad del océano de nacimiento y muerte. Por sus
acciones perversas se colocan en el vientre de mujeres impías de la clase más
baja.
Viven en formas corruptas de vida, tales
almas se hunden más y más en la ignorancia. En tal oscuridad no pueden
alcanzarme. Sabe esto: La lujuria, la ira, la avaricia son las tres puertas al
infierno, Oh Arjuna. Abandónalas pues conducen hacia la ruina y la corrupción.
Benditos aquellos que escapan de estas tres
puertas del infierno.
Bendita es el alma noble que actúa para el
espíritu y logra la más alta heredad.
Las cualidades divinas conducen hacia la
forma más elevada de liberación: una naturaleza perversa conduce hacia la
esclavitud del nacimiento y la muerte. No temas, Arjuna, tú has nacido con
cualidades divinas. Uno que evita estas verdades que dan las escrituras y quien
actúa en la lujuria, la ira y el orgullo no alcanzará ni la perfección, ni la
felicidad, ni la heredad más elevada.
Conoce pues, lo que es la acción correcta y
la errónea. No actúes por instinto; estudia lo que está escrito en las
escrituras, entiende sus conclusiones y lleva a cabo la acción correcta en
conocimiento.