Consciencia y Ser IV
Niveles de Consciencia
Consciencia Micro y Macro: Teoría Unificada
del Conocimiento.
El dilema moderno en la física es “la
teoría del campo unificado” o la “teoría del todo” una teoría que ate todos los
fenómenos para explicar la naturaleza y el comportamiento de la materia y la
energía en la existencia.
En física, un campo se refiera a un área
bajo la influencia de alguna fuerza, tal como la gravedad o la electricidad,
por ejemplo. Una teoría de un campo unificado podría reconciliar los aspectos
aparentemente incompatibles de la variedad de teorías de campo para crear un
conjunto único de ecuaciones. Una teoría así podría tener el potencial de
desbloquear todos los secretos de la naturaleza y provocar un sinfín de
posibles maravillas, incluyendo tantos beneficios como el viaje en el tiempo y
una inagotable fuente de energía limpia, entre otros.
De acuerdo con Michio Katu, un físico
teórico del City College, City University of New York, aquellos que persiguen
la teoría del campo unificado buscan “una ecuación de una pulgada de largo que
nos permita leer la mente de Dios”.
La teoría de la relatividad explica el
comportamiento del fenómeno a un nivel macroscópico, en el nivel de los eventos
planetarios, la teoría cuántica, por el otro lado, explica el comportamiento
del fenómeno a nivel microscópico, en el nivel atómico y subatómico. Perplejamente,
sin embargo, por razones que no tenemos tiempo de explorar aquí en su
totalidad, las dos teorías son incompatibles.
En resumen, las teorías que explican el
efecto de la gravedad en el tiempo, los agujeros negros y la velocidad de la
luz son incompatibles con las teorías que explican las leyes que gobiernan el
movimiento de los objetos subatómicos.
Uno podría pensar que las mismas leyes se
podrían aplicar tanto a lo subatómico como a los eventos cósmicos. Después de
todos, leyes son leyes. En un mundo perfecto, el microcosmos tendría que ser
gobernado por las mismas leyes que el macrocosmos.
Dejando a un lado los dilemas de la física
y las sutilezas de la metafísica, uno podría pensar que existe una “teoría de
campo unificado de la consciencia”. Pero si el mecanismo que gobierna los
movimientos de los objetos materiales es tan difícil d entender al nivel macro
y micro, descubrir el mecanismo exacto o el software tras la ingeniería del
universo metafísico presenta un problema aún mayor.
Este problema es conocido como ontología al
nivel de la consciencia individual y cosmológica de la consciencia universal.
La Ontología es el estudio del ser: puede incluir la existencia espiritual
personal al igual que la existencia de un ser superior o supremo. La cosmología
involucra el estudio de cómo nuestro universo llegó a existir y cómo
describirlo apropiadamente. Realmente son lados de la misma moneda en el
sentido de que estamos viendo el mismo problema desde dos extremos;
macro-existencia y micro-existencia.
De modo que una teoría de consciencia, o de
cómo la consciencia informa el universo, podría comenzar con la creación de la
materia a un nivel cósmico; pero también puede empezar con un estudio de cómo
la mente influye a la materia en nivel humano, personal.
Es difícil para mí concebir el cómo una
singularidad de consciencia puede haber creado la expansión infinito del
cosmos. Tal vez sería más fácil ver el desarrollo de la consciencia en el
interior de la vida humana.
Y así que es posible hablar de “niveles de
consciencia” tanto en niveles micro y macro. Cuando hablamos de “niveles de
consciencia” en el nivel macro o cósmico estamos tocando la versión del
Upanishad o la Védica de lo que Carl Jung llamó “Inconsciente Colectivo” En el
nivel “micro” o personal empezamos a entrar hacia el entendimiento de la
sicología espiritual.
La reiteración del cliché hace que parezca
trillado, un lugar común que ha perdido significado a través de la repetición.
Una película de Charlie Chaplin o de Buster Keaton nos parece primitiva, ya que
hemos visto las gracias que inventaron miles y miles de veces repetidas en películas y comerciales de TV. Hemos visto
el cliché tan frecuentemente repetido que cuando vemos el original, parece
trillado. Y sin embargo Chaplin y Keaton fueron genios, al haber inventado la
forma y el contenido del cine.
Del mismo modo, los aforismos de los Vedas
y los Upaniṣads podrán verse algunas veces “trillados” o parecernos un cliché.
Ahora que han sido re-empaquetados millones de veces en la forma de dogma religioso,
libros de texto de sicología e incluso en los slogans del Facebook. Y sin
embargo, es importante recordar que esas ideas se originaron en visionarios que
dedicaron sus vidas a la introspección y quienes descubrieron esas verdades.
De acuerdo con los propios videntes esta
sabiduría se les reveló a través de un proceso divino. Y tenemos buenas razones
para creer que fueron dotados con alguna forma de inteligencia divina, una que
les permitió un grado elevado de percepción hacia niveles de consciencia.
Últimamente se ha popularizado en los
círculos educacionales el hablar de “inteligencias múltiples”. El psicólogo
Howard Gardner ha identificado siete.
Esta teoría ha emergido a partir de
investigaciones cognitivas y “documenta la extensión a la que los humanos
poseen distintas clases de mentes y por ello aprenden, recuerdan, realizan, y
entienden de modos distintos,” según Gardner (1991). De acuerdo con esta
teoría, “somos capaces de conocer el mundo a través de lenguaje, el análisis de
la lógica matemática, la representación espacial, el pensamiento musical, el
uso del cuerpo para resolver los problemas o hacer cosas, un entendimiento de
otros individuos, y un entendimiento de nosotros mismos. En donde los
individuos difieren es en la fuerza de estas inteligencias -el así llamado
perfil de inteligencias- y en las formas en las cuales esas inteligencias son
invocadas y se combinan para llevar a cabo distintas tareas, resolver los
diversos problemas, y progresar en varias esferas.
Como ejemplo de perfección de estas
distintas inteligencias, podríamos hablar de una genial ajedrecista o del
brillante artista Picasso quien sería experto en inteligencia Visual-Espacial,
un gimnasta olímpico de Cinética-Corporal, o de Mozart de inteligencia
Audio-Musical. Podríamos decir que un líder como Alejandro el Grande sería un
ejemplo de inteligencia interpersonal, o de un Shakespeare o Cervantes de
inteligencia lingüística, y de un Einstein de inteligencia matemática.
Pero el genio de la inteligencia
interpersonal podría descubrirse en una persona como Freud quien probó su
propia mente y la mente de otros; o en la persona trascendental de Jesús o
Buda, quienes probaron aún mayor profundidad hacia la naturaleza de la eterna
verdad.
Así eran los visionarios de los Upaniṣads y
los maestros de la realidad Védica. Eran pensadores tan profundos que a pesar
de que carecían de la tecnología de la que disfrutamos hoy en día, eran capaces
de sumergirse hondo, hacia lo más profundo de las verdades.
Es interesante que muchas de las fórmulas y
teoremas que se enseñan de matemáticas derivas de los Griegos quienes
observaban las estrellas hace miles de años. No tenían internet, ni google;
sólo sus sentidos imperfectos a través de los cuales hacían sus observaciones.
Pero miles de años después nos basamos en sus observaciones.
Del mismo modo, mientras nuestra tecnología
moderna nos brinda lujos inaccesibles a los antiguos, nuestros poderes de
percepción y meditación se han debilitado por tanto lujo. El entendimiento de
los antiguos es tan claro hoy como cuando se desenvolvió en un principio hace
miles de años, y es igual de relevante.
Sigmund Freud y Carl Jung se dieron el lujo
de hacer referencia a siglos de sabiduría cuando desarrollaron sus psicologías.
Si la psicología de la conciencia se desarrolló por pensadores yóguicos hace
siglos parece menos científico en comparación es únicamente debido a que las
últimas versiones son más atractivas a nuestro estilo de vida moderno.
Echemos una mirada a la idea de “niveles de
consciencia” entonces, y veamos cómo puede aplicarse tanto a los niveles de lo
macro como de lo micro.
Estamos obsesionados con el conocimiento y
queremos saber, “Si la evolución subjetiva de consciencia es una posibilidad,
¿cómo funciona?” Tal vez argumentemos que en un sentido elevado, esta es una
cuestión de fe. Y sin embargo distintos filósofos trabajando por miles de años
han considerado el problema.
Entonces ¿cómo es que la “evolución
subjetiva de la consciencia” ocurre a nivel macro? En otras palabras. “¿Cómo
produce la conciencia materia?” Y ¿cómo se produce la evolución de la
conciencia a nivel “micro”? En otras palabras, “¿Cómo se desarrolla el ser
individual? ¿Cuáles son los distintos niveles de consciencia?” Tras
considerarlos cuidadosamente. Tras leer esto, tal vez descartes todas estas
ideas como pensamiento ilusorio, pero al menos haz de considerarlas
cuidadosamente. Tal vez te beneficiaras al reflejar las mismas ideas que
ocuparon a los grandes filósofos de India en el principio de los tiempos.
En cualquiera de los casos, “macro” o
“micro”, conforme entra la consciencia e influye al mundo, ha de existir una
especie de medio, un filtro entre la realidad metafísica divina y el mundo de māyā,
la concepción errónea o ilusión.
En “Evolución Subjetiva de la Consciencia”,
Śrīdhara Mahārāj dice, “Primero viene la consciencia y después la materia. Los
fundamentos de todas las cosas materiales es la consciencia, la cual es
espiritual. La consciencia puede ponerse en contacto directamente con la
consciencia. Cuando la consciencia llega hacia el estado de la materia, la
concepción material, experimentamos una especie de consciencia vaga: primero
hay una consciencia turbia y luego la consciencia material…El alma, entrando en
contacto con la consciencia material, ha de pasar a través de una reflexión
nebulosa de consciencia, cidābhāsa. Sólo entonces es que el alma puede
experimentar la consciencia material. ¿Qué es cidābhāsa? Algo como la “mente”.
(i)
Este cidābhāsa es descrito por Bhaktivinoda
Ṭhākura como una indicación del espíritu: Aparte de esto, en la existencia del
ser humano una indicación del espíritu (cidābhāsa) se halla en una forma de
ego, el cual impregna la inteligencia, la mente, y el cuerpo. De estos síntomas
un fuerte sentimiento del “Yo” y “mío” se acepta como parte de la existencia de
los seres humanos. Esto se conoce como ego falso. Ha de entenderse que el
conocimiento de los sujetos a partir del ego falso se conoce como conocimiento
material. Aunque el ego falso, la inteligencia, la mente y la destreza de los
sentidos no son totalmente materiales. En otras palabras, no consisten
totalmente de elementos materiales, sino que su existencia está enraizada en
elementos materiales. Dicho de otro modo, a menos que estén relacionados con
elementos materiales su existencia es incompleta. Se hallan bajo el refugio del
espíritu hasta cierto grado porque el acto de revelación es su propia vida y el
conocimiento material es el resultado. ¿De dónde se origina la consciencia? El
alma es pura y el fundamento de la consciencia. No es fácil para el alma
subordinarse a la materia. Por deseo del Señor Supremo-ciertamente por alguna
razón- un alma espiritual pura tiene contacto con la materia. A pesar de que en
nuestro estado condicionado es muy difícil investigar la causa. Si consideramos
la carencia de felicidad en nuestro estado condicionado, podemos ciertamente
entender que nuestra condición presente es una degradación de nuestra
consciencia original (ii)
Aunque podemos objetar en el uso de “mente”
vs “espíritu”, el vocabulario usado en inglés para definir asuntos de
consciencia es vago. Por ejemplo la distinción entre “mente y espíritu” la “Phänomenologie
des Geistes” ha sido traducida tanto como Fenomenología del Espíritu o como
Fenomenología de la Mente. Así que entonces las palabra “mente” y “espíritu”
son confusas.
Aquí el propio Śrīdhara Mahārāj hace una
distinción clara entre la “mente” y el “espíritu”, diciendo en esencia que la
“materia” es la consecuencia del “espíritu”, la propia “mente” actúa como una
especie de filtro entre las dos.
¿Qué es entonces la “mente”? Mi diccionario
da lo siguiente: “el elemento de una persona que le permite estar consciente
del mundo y sus experiencias, para pensar, y para sentir; la facultad de
consciencia y pensamiento”. Entonces aquí hay una distinción ente “la persona”
y el “elemento que le permite estar consciente”, o en lenguaje de Śrīdhara
Mahārāj, “consciencia” y cidābhāsa o “algo como la mente”, “un filtro”.
En términos del proceso macro-cósmicos de
la evolución subjetiva de la conciencia, del “espíritu” a la “mente” a la
“materia”, en su comentario del Śrīmad-Bhāgavatam (2.2.28) (iii) Śrīla Sridhar Swāmi
confirma que una parte de la naturaleza material, tras ser iniciada por el
Señor, se conoce como el mahat-tattva. Una parte fraccional del mahat-tattva es
llamado el ego falso. En el macro nivel, el filtro que interviene entonces
entre el espíritu y la mente es llamado mahat-tattva y desarrolla el ego falso.
En cualquier caso, a medida que la consciencia altamente desarrollada se
degrada se envuelve en distintos niveles de coberturas. Estas son llamadas
“koshas” en Sánscrito, de las cuales hay cinco: annamaya, pranamaya, manomaya,
vijñā-maya y anandamāya. Así como es posible para la conciencia el degradarse a
través del medio de la mente y el ego falso, así mismo es posible para nosotros
evolucionar hacia una plataforma elevada de dichosa consciencia divina, como
veremos más adelante.
En el análisis del “ser” de Freud, habla
del “Yo, el Ego y el Superyó,” en donde
el Ego es “la parte de la psique que experimenta el mundo externo y reacciona
ante él, interviniendo entre los impulsos primitivos del yo y las demandas del
entorno social representado por el superego”, el “Yo” es “la parte de la mente
en la que se manifiestan los impulsos inherentes instintivos y los procesos
primarios”. Y “Superyó” es “el componente ético de la personalidad que provee
los estándares morales a través de los cuales opera el ego. Las críticas,
prohibiciones e inhibiciones del superyó forman la consciencia de una persona,
y en sus aspiraciones e ideales representa la propia idealización de la
auto-imagen, o “ego ideal”.
En lenguaje Freudiano, el “Yo” tiene la
función de los sentidos y de la mente incontrolada, el “Superyó” ocupa el rol
de la inteligencia e incluso de Paramātmā, en donde el Ego juega el rol de la
mente consciente. Pero el análisis Freudiano emplea su propio lenguaje técnico
y está apenas y estamos tocando el entendimiento superficial y popular de su
contribución.
Es más importante para nosotros el análisis
de los niveles de consciencia hallados en los Upaniṣads y en los textos
Yóguicos.
La filosofía del yoga enseña que la mente
es conciencia pura que ha sido filtrada a traves de una concepción falsa del
ego y la mente y como consecuencia de esa proceso de filtrado han sido creadas
cinco capas distintas de consciencia:
Estas se conocen como annamāya, pranamāya,
manomāya, vijnanamāya, y anandamāyakoshas, o cubiertas.
La división de la mente en cinco capas es
similar a la estructura de una cebolla- cuando se pela una capa se revela la
siguiente y así hasta que se alcanza la última capa interior. La parte más
exterior es la de esta consciencia pervertida, es el propio cuerpo físico. Este
cuerpo físico es formado del alimento que comemos y este nivel de conciencia
“corporal” se conoce en Sánscrito como annamāya “alimento consciente”. El
siguiente nivel de consciencia es llamado prānamāya y corresponde al “Yo” de
Freud. Tal como en el Yo de Freud, el estado prānamāya funciona durante nuestro
andar consciente. En este estado, la mente y los sentidos se ocupan con el
mundo exterior y reaccionan a los estímulos. Esto también puede llamarse “mente
consciente”.
Cuando pasamos por una panadería, huele a
pan fresco, vemos un montón de galletas y las queremos, las compramos y las
comemos, todas estas actividades que caen dentro del estado de consciencia
llamado el prānamaya el cual puede traducirse como “aire-vital” consciente o consciencia
de “supervivencia”.
Avanzando un poco más hacia la mente
hallamos otra capa conocida como el nivel manomaya el cual también es conocido
como mente sutil. Esta es la capa que gobierna la memoria. Toda la memoria está
almacenada aquí. Y podemos recordar una experiencia previa debido a la
capacidad de esta cobertura. Además la habilidad de la mente es el procesar y
usar los datos previamente adquiridos también dependen de esta capa.
Un ejemplo de cómo opera se halla en un
estudiante universitario quien lee muchos libros para preparase para un examen.
Al momento del examen pueden haber una o dos preguntas y será la el nivel de
consciencia manomaya el cual recolectará los diversos hechos de os libros y
ayudará a sintetizarlos hacia una respuesta coherente. El manomaya puede
corresponder en psicología a lo que Jung llama “la mente subconsciente”. La
mente subconsciente se activa durante el sueño mientras que la mente consciente
(pranamaya) está activa. Los sueños se llevan acabo en esta cobertura. Una más
de las funciones de manomaya es que los placeres y el dolor se experimentan
aquí. Por encima de manomaya o “plataforma mental” la etapa de consciencia es el plano vijñāna en donde uno puede
realmente hacerse consciente de la realidad espiritual. Y por encima de éste,
el plano de anandamaya en donde uno experimente el éxtasis espiritual. Esto se
define como la etapa más elevada en la evolución de la consciencia.
Śrīla Prabhupāda ha argumentado acerca del
tópico de estas cinco etapas de consciencia en su Libro de Krsna(iv) de la
manera siguiente:
“Dentro del cuerpo hay cinco diferentes
departamentos de existencia, conocidos como anna-maya, prana-maya, mano-maya,
vijnana-maya, y por último, ananda-maya.En el principio de la vida, cada
entidad viviente es alimento consciente. Un infante o un animal se satisfacen
únicamente obteniendo buena comida. Esta etapa de consciencia, en la cual la
meta es comer suntuosamente, se llama anna-maya. Anna quiere decir “alimento”.
Tras esta uno vive en la consciencia de estar vivo. Si uno puede continuar su
vida sin ser atacado o destruido, se considera feliz.
Esta etapa es llamada prana-maya o
conciencia de la propia existencia. Tras esta etapa, cuando uno se sitúa en la
plataforma mental, su consciencia es llamada mano-maya. La civilización
materialista está primeramente situada en estas tres etapas, anna-maya,
prana-maya, y mano-maya.
La primera preocupación de una persona
civilizada es el desarrollo económico, la siguiente preocupación es la defensa
en contra de la aniquilación, y la siguiente consciencia es la especulación
mental, la aproximación filosófica a los valores de la vida. Si a través del
proceso evolutivo de la vida filosófica sucede que uno alcanza la plataforma de
la vida intelectual y entiende que no es este cuerpo material sino un alma
espiritual, estará situado en la plataforma vijnana-maya.
Entonces, a través de la evolución en la
vida espiritual, llegará a la comprensión del Señor Supremo, o del Alma
Suprema. Cuando uno desarrolla su relación con Él y ejecuta servicio
devocional, esa plataforma de vida es llamada consciencia de Krishna, la
plataforma de ānanda-maya. Ananda-maya tal como se ha dicho en el
Vedanta-sutra, ānanda-mayo ‘bhyasat.
El Brahmán Supremo y el Brahmán
subordinado, o la Suprema Personalidad de Dios y las entidades vivientes, son
ambas gozosas por naturaleza, Mientras las entidades vivientes están situadas
en las cuatro etapas de la vida —amma-maya, prana-maya, mano-maya y
vijnana-maya— se considera que están en una condición de vida material, pero
tan pronto uno alcanza la plataforma de ānanda-maya, es un alma liberada.
Esta etapa ananda-maya se explica en el
Bhagavad-Gīta como la etapa brahma-bhuta. Ahí se dice que en la etapa
brahma-bhuta de vida no hay ansiedad ni anhelo. Esta etapa empieza cuando uno
está igualmente dispuesto hacia todas las entidades vivientes, y entonces se
expande hacia la etapa de consciencia de Krishna, en la cual uno siempre anhela
prestar servicio hacia la Suprema Personalidad de Dios.
Este anhelo por avanzar en el servicio
devocional no es igual al anhelo por la gratificación de la existencia
material, En otras palabras, el ansia queda en la vida espiritual, pero es
purificada. Similarmente, cuando nuestros sentidos son purificado, se liberan
de todas las etapas materiales, llamadas anna-maya, prana-maya, mano-maya, y
vijnana-maya, y se sitúan en la etapa más elevada —ananda-maya, o vida dichosa
en la consciencia de Krsna.
[i] (Evolución Subjetiva de la Consciencia,
Por Bhakti Rakshak Sridhar Guardian of Devotion Press, 1989 P. 2)
[ii] Bhaktivinoda Thakura, Krishna-Samhita,
traducido por Kushakratha p. 99.
[iii] ततो विशेषं प्रतिपद्य निर्भयस्तेनात्मनापोऽनलमूर्तिरत्वरन् ।
ज्योतिर्मयो वायुमुपेत्य काले वाय्वात्मना खं बृहदात्मलिङ्गम् ॥२८॥
tato viśeṣaḿ pratipadya nirbhayas
tenātmanāpo 'nala-mūrtir atvaran
jyotirmayo vāyum upetya kāle
vāyv-ātmanā khaḿ bṛhad ātma-lińgam
[iv]
http://btg.krishna.com/stages-consciousness