Puesto que repasamos el Nama-tattva del
Gaudiya-Kanthahara , pensé que a los lectores les beneficiaría escuchar la
versión madura de Sridhar Maharaja que explica las glorias y las diez ofensas
al santo nombre. Esto es un extracto de:
La Búsqueda de Sri Krsna
La Hermosa Realidad
Su Divina Gracia
Śrīla Bhakti Rakṣak
Śrīdhar Dev-Goswami Mahārāj
Antes de cantar el santo nombre de Kṛṣṇa,
debemos primero cantar el mantra Pañcha-tattva:
শ্রী কৃষ্ণ ছৈতন্য প্রভু নিত্যানন্দ
শ্রী অদ্ৱৈত গদাধর শ্রীৱাসাদি গৌর-ভক্ত-ৱৃন্দ
śrī kṛṣṇa chaitanya prabhu nityānanda
śrī advaita gadādhara śrīvāsādi
gaura-bhakta-vṛnda
El Pañcha-tattva, o los cinco aspectos de
la Verdad Absoluta, vienen a otorgar el mahā-mantra Hare Kṛṣṇa a los devotos
caídos de esta era, pues ellos son la representación general del Guru para
nosotros. Ellos nos ayudan a entrar en el dominio de Krsna y en el plano de Sri
Caitanya Mahāprabhu.
Luego de cantar el mantra Pañcha-tattva,
debemos contar nuestras cuentas de la japa-mālā y cantar el mahā-mantra:
हरे कृष्ण हरे कृष्ण कृष्ण कृष्ण हरे हरे
हरे राम हरे राम राम राम हरे हरे
Hare Kṛṣṇa Hare Kṛṣṇa Kṛṣṇa Kṛṣṇa Hare Hare
Hare Rāma Hare Rāma Rāma Rāma Hare Hare
Mientras contamos las cuentas y cantamos el
santo nombre, las cuentas han de colocarse en el interior de una bolsa de
algodón, y el dedo índice, el cual se considera por lo general desfavorable ha
de permanecer fuera de la bolsa. Generalmente utilizamos el dedo anular y el
pulgar para contar. Uno ha de cantar dieciséis rondas, tal como recomienda Bhaktivedānta
Swāmī, pero si hay alguna emergencia, ha de cantar al menos cuatro rondas, la
mālā no debe de ayunar.
En el proceso de contar, empezaremos por la
cuenta más grande e iremos hasta la más pequeña, y de nuevo regresaremos sobre
la misma línea. La gran cuenta en el centro es llamada Monte Sumeru. No debemos
cruzarla.
Este harināma mahā-mantra se halla en los
Upaniṣads, al igual que en el Agni Purāṇa y en el Brahmāṇḍa Purāṇa. En el
Kalisantaraṇa Upaniṣad, es recomendado como el mantra más elevado, y los
estudiosos han mencionado este mantra como el medio de la única dirección,
ninguna solicitud debe incluirse ahí.
Este Hare Kṛṣṇa mahā-mantra, es el yuga
dharma nāma, o el proceso para la realización de dios en especial para la
presente era, Kali-yuga. Hallamos que se menciona el mahā-mantra en todos los
Puranas. Este mantra puede cantarse en silencio, mentalmente y en voz alta. Fue
otorgado a nosotros por Mahāprabhu como una recomendación general para las alamas
caídas. Lo ha otorgado para todos, ya sea que sean calificados o
descalificados. Con la única condición de que haya śraddhā, fe.
Se menciona en el Padma Purāṇa, que hay
diez clases de ofensas que debemos evitar al cantar el mahā-mantra Hare Kṛṣṇa. Hay también cuatro clase de nāmābhāsa, o canto
apático, que no nos dará entrada en el dominio de la misericordia, La mera
liberación será efectiva a través de ese tipo de invocación.
Estas dos clases de canto impropio se
derivan de nuestra tendencia hacia la explotación y la renuncia. Hay que cantar
el nombre con espíritu de servicio y evitar las diez ofensas.
La primera ofensa es abusar de los devotos
quienes son los agentes de difusión de la grandeza y nobleza del Señor Supremo,
Kṛṣṇa. Si abusamos o deshonramos a Sus agentes, entonces el nombre no estará
satisfecho.
Únicamente los devotos de Kṛṣṇa son verdaderos santos, porque
persiguen la vida eterna. Las personas que adoran a los semidioses por una
ganancia temporal no son considerados santos. Ellos pueden abandonarse, puesto
que no son devotos santos, es decir Vaiṣṇavas, o devotos. Todos los demás,
tales como los adoradores de los semidioses, no son considerados santos.
Evitémoslos. Un santo es uno que no tiene ambiciones en su vida pero que tiene
una conexión de servicio amoroso con el Señor Supremo. Solo esos quienes son
agentes de la verdad absoluta, el bien absoluto han de considerarse santos. No
debemos abusar de esas personas santos.
La Segunda Ofensa tiene que ver en cómo
habremos de tratar a los semidioses, incluyendo a Śiva, Śakti, el Dios del Solo
y los demás. Ellos no han de considerarse iguales o más grandes que Viṣṇu o Kṛṣṇa.
Ellos se hallan por debajo de Él, y son inferiores a Él. Sus ocupaciones les
son conferidas por el Señor Supremo, Kṛṣṇa, y tienen que realizar sus
obligaciones como corresponde con Su orden. Nunca son iguales o superiores a Kṛṣṇa.
La Tercera Ofensa es considera al Guru un
ser humano, A pesar de que puedan hallarse muchos síntomas humanos en él, aun
así, de acuerdo con nuestra sinceridad de encontrarnos con el Señor Supremo, el
Señor desciende y se representa a Sí mismo en el Guru para satisfacer nuestra
hambre por la verdad.
Debemos verlo como agente del Señor. Se nos ha aconsejado
de forma general no pensar en el Guru como un ser mortal, porque si nuestro
intento por alcanzar el Absoluto es sincero, entonces Él vendrá a nosotros para
liberarnos. Dios es omnisciente, entonces a través de una agente en particular
quien actúa en Su representación, viene aquí a aceptarnos para conducirnos
hacia el plano más elevado. Se nos ordena a través del consejo de las
escrituras el ver al Guru como la representación del Absoluto, porque nadie
puede otorgar a Kṛṣṇa excepto Él mismo.
La presencia de Dios ha de percibirse en
nuestro Gurudeva. Debemos ver que Dios ha llegado a darse a Sí mismo a
nosotros. Generalmente hallamos signos
mortales en el cuerpo del maestro espiritual, pero debemos trascender eso. El
agua del Ganges puede en apariencia verse sucia en el exterior, pero aun así
las sucias aguas del Ganges pueden purificarnos al tocarla. Para nuestros
sentidos materiales la Deidad parece ser de madera, piedra, o barro, pero esa
es nuestra visión contaminada. Kṛṣṇa está ahí, y en ocasiones Él es visto
caminando o hablando con los devotos de la orden más elevad.
No debemos pensar
que es está hecha de substancia material. Cuando vamos y nos colocamos ante la
Deidad, no debemos pensar que podemos verlo a Él, sino que Él nos está viendo a
nosotros. Él se halla en el plano subjetivo; Yo soy Su objeto.
Misericordiosamente nos ve para
purificarnos. De este modo nuestra visión ha de ajustarse. Kṛṣṇa fue asesinado
por un cazador: los ateos podrán interpretar esto como un incidente ordinario,
pero no es así. Rāvaṇa robó a Sītā. Esto es externo, totalmente ilusorio. La
verdad es superior. En el reino trascendental. Así que necesitamos de los trascendentalistas
expertos y del śāstra para ver que nuestro Gurudeva se halla por encima de esos
síntomas materiales.
Kṛṣṇa dice:
āchāryaṁ māṁ vijānīyān
“nāvanmanyeta karhichit
na martya-buddhyāsūyeta
sarva-deva-mayo guruḥ
“Yo mismo soy el ācārya. No piensen que el
Guru es un hombre ordinario. Yo mismo resido en el corazón de Gurudeva junto
con todas mis partes y porciones, para beneficio del discípulo”.
La Cuarta Ofensa es el śāstra nindā:
blasfemar del sastra, las escrituras, Por supuesto esto se refiere a las
escrituras que alaban la grandeza y nobleza de Kṛṣṇa, no otras. No debemos de
abusar de esas escrituras que nos enseñan de Dios y Sus devotos, y que nos
enseñan el eterno bien.
La Quinta Ofensa es interpretar el santo
nombre de Kṛṣṇa con la ayuda de un diccionario y la gramática, para hallar
diversos significados en las palabras del nombre. El sonido es trascendental.
El diccionario de gramática, y cualquier otro libro de conocimiento mundano no
puede limitar o calificar el santo nombre. Por encima del sonido material se
halla la encarnación de la Persona Suprema de acuerdo a Su propio libre deseo.
Es inseparable de Su nombre y completamente presente en la forma de Su sonido.
El vaikuṇṭha-śabda, sonido trascendental es distinto del sonido mundano que puede producirse con la lengua y labios. En
la medicina homeopática, todos los globulitos son aparentemente iguales, pero
la potencia en el interior es lo que importa. Es algo así. El sonido ordinario
del nombre, y el sonido vibrado por un devoto puro viene de distintos planos.
La diferencia es la potencia en su interior. El santo nombre desciende desde el
mundo espiritual y llega a expresarse a sí mismo al bailar en la lengua. El
sonido trascendental del santo nombre está conectado inseparablemente con la
persona que lo representa.
La Sexta Ofensa es el considerar las
glorias del santo nombre de Kṛṣṇa como una invención.
La Séptima Ofensa es pecar en la fuerza del
santo nombre. Las escrituras declaran que el nombre es suficiente para limpiar
todo pecado que uno pueda cometer, así que si vas en pro de cometer muchos
pecados con la idea de que cantaras el nombre para limpiar el pecado, eso será
una ofensa para el nombre y no un nombre apropiado. No podemos tratar de
utilizarlo para nuestro servicio; Se halla por encima de toda esta māyā.
El verdadero nombre no aparecerá ahí. No
debemos pensar, “Puedo hacer cualquier cosa y todo, y el nombre me purificará.
Está escrito en las escrituras que si vas con ese espíritu será suicida.
La Octava Ofensa es pensar que cantar el
santo nombre es otra actividad piadosa como una penitencia, una peregrinación,
dar caridad, servicio al país, y demás. Si pensamos así, a la ligera del santo
nombre, entonces cometemos ofensas, porque el santo nombre es absoluto y estos
otros procesos son solo parciales, de posición relativa. Otros procesos son
parciales; otorgan algún éxito en el mundo material, pero el nombre puede
otorgar el Mismísimo Señor.
Entonces, ningún otro proceso de purificación puede
tener la misma posición que cantar el santo nombre de Krsna. Es lo supremo y
nada puede acercársele.
La Novena Ofensa es darle al nombre a
quienes no lo merecen, quienes no tienen fe en cantar el nombre. Si los
presionamos a cantar el santo nombre, una mala reacción vendrá a nosotros.. También,
sin obtener ninguna inspiración, no debemos hacer discípulos y dar iniciación
al harināma. Cometeremos ofensas contra el nombre si hacemos negocios o
comercio al dar el nombre. Si damos el nombre a todo el mundo, por codicia de
convertirnos en un guru para obtener fama y renombre con algún propósito
mundano entonces es una gran ofensa.
La Décima Ofensa es ser muy adicto a algo
en particular, o tener mucha afinidad hacia el cuerpo o la riqueza corporal.
Cuando se ancla un bote, el remo sólo moverá el barco alrededor del ancla. El
ancla ha de levantarse, entonces el boto podrá moverse hacia adelante.
Entonces, no debemos anclarnos a nosotros mismos con algo en particular.
Debemos estar abiertos. El nombre creará alguna transformación en el interior
del sistema mental, y debemos estar abiertos y suficientemente desprejuiciados
para ir hacia donde nos conduzca el nombre. Si precavidamente tratamos de
evitar esa transformación y nos adherimos a nuestra vida presente, esa es una
ofensa en contra del nombre: Invitarlo y luego ignorarlo.
No debemos aceptar el nombre como algo
externo: Es nuestro amigo. Debemos estar muy a gusto con él. Vamos a alcanzar
una conexión muy relajante y amigable a través de la realización del santo
nombre de Kṛṣṇa, el cual es todo bondad, todo belleza y todo encantador. Al
cantar el santo nombre alcanzaremos nuestro fin más deseable de vida e iremos
de regreso a Dios, de regreso al hogar, y no a un país extranjero.
Debemos tomar el nombre de una manera
amistosa y afectuosa. El nombre es el único objeto de nuestro amor. Es nuestro
amigo, y no un anti-partido. Entonces, el nombre nos llevará a nuestro hogar…
no a una tierra extraña. Ese es nuestro dulce hogar, y Él es nuestro dulce
guardián. Con este espíritu debemos ir a cantar el santo nombre de Kṛṣṇa.
Estas son las diez ofensas que hay que
evitar al cantar el maga-mantra:
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