Himalayas: La Educacion de Bhishma
La Historia Continúa
Los Himalayas
El pequeño niño brahmán permaneció junto al
guerrero ancestral “Dime, oh abuelo, ¿qué pasó después? Cuando tu madre te
llevó hacia el río, ¿a dónde fueron? ¿Cómo fue que viviste? ¿Quiénes son tus
maestros?”
Bhiṣma miró alrededor. El sol se había
movido. Kṛṣṇa y Arjuna escuchaban atentos. Sorbió nuevamente de las claras
aguas del Ganges que fluían en una delicada fuente desde donde Arjuna perforara
la tierra con una flecha. Retomó su historia.
Bhiṣma dijo, “Empezaré con contarles la
historia de mi guru militar, tal como él me la contó. Mi guru era el gran Paraśurāma,
azote de los kshatriyas, héroe revolucionario para los piadosos brahmanes. Mi
maestro Paraśurāma, era un hombre valiente. Aunque había nacido brahmán, se
hizo guerrero para acabar con los príncipes déspotas quienes explotaban a la
gente pobre y humilde de Narmada.
“Les contaré su historia tal cual la
escuché de él siendo un niño y cuando me convertí en su discípulo en su ashram
ubicado en las faldas de los montes Himalayas, hace mucho tiempo."
BHIṢMA APRENDE EL ARTE DE LA GUERRA DE
PARASHURAMA
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Parashurama: Avatar of Vishnu who exterminated impious warriors, totalitarian kings and despotic princes. |
“Al poco tiempo de haber nacido, mi madre-
Ganges, la diosa del río, me llevó hacia las montañas, montañas en donde tiene
su origen la tierra, muchos santos y Rishis tienen ahí sus ashrams. Este país
montañoso tiene muchos árboles que dan sombra y arroyos. Ahí bajo el cuidado de
Vasiṣṭha Muni, cuya vaca mágica yo había robado en otra vida. Aprendí los
secretos de los vedas y los Upaniṣads.
Mientras en mi vida pasada ofendí a ese santo, él fue lo suficientemente
generoso para entrenarme en las distintas prácticas del yoga y la meditación.
Me enseñó el significado del dharma, cómo enfocar la mente, y la importancia de
la verdad eterna. En el Ashram de Vasiṣṭha, siendo niño, aprendí todas las importantes formas de la disciplina
espiritual.
Por supuesto, yo soy el hijo del gran rey
Shantanu y pertenezco a los kshatriya, la clase guerrera. Así que, finalmente,
cuando llegó el momento de que aprendiese el arte de la guerra y las armas fui
enviado con Vasiṣṭha al ashram del gran Parasurama, el más grande guerrero que
haya vivido nunca. Él era el asesino de
reyes tiranos y príncipes despóticos.
Ahora bien, hace mucho, en las altas
colinas de los Himalayas, vivía en soledad el Gran Paraśurāma. Su ashram era
conocido únicamente por escasos grandes eruditos del bosque. Ahí nace el
sagrado Río, que desciende desde las nieves en riachuelos. La nieve que se
derrite brota de los palacios de hielo glacial de los Rishis y se une en arroyos,
convierte los incipientes riachuelos en corrientes de agua. Cada primavera,
estos arroyuelos, encuentran sus huellas en las rocas estériles y fluyen hacia
abajo desde las rocas hasta que se convierten en furiosas aguas blancas que en
su curso a través de las montañas caen como cascadas de niebla.
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Himalayan cascades |
Los escondites de los grandes sabios
quienes se ocupan en atormentarse a sí mismos con sacrificios son conocidos
únicamente por los pocos privilegiados quienes buscan el favor de estas almas
eruditas.
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Yogi meditating and performing austerities at Kbal Spean, Cambodia |
Sus nombres fueron leyenda, Vasiṣṭha,
Visvamitra, Vaishampayana, y Vyāsa. Yo fui enviado con Vasiṣṭha a tomar refugio
en el gran guerrero Paraśurāma, quien únicamente había nacido para vengar las
injusticias cometidas contra los humildes e inocentes brahmanes.
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Parashurama and Kartavirya Arjuna, Indian Miniature, Punjab |
En ese entonces, cuando era apenas un niño,
recién llegado a este ashram a aprender las artes marciales, mi maestro se
hallaba harto de la guerra y la violencia. Se suavizó al verme, un niño
indefenso, acabado de llegar a su puerta. Estaba cansado de sangre, de
matanzas. Entonces el terrible Paraśurāma, temido por los reyes, quien había
llenado veintiún lagos con la sangre de sus adversarios, me miró y prometió que
me enseñaría sus artes militares.
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practicing martial arts |
El gran guerrero no tenía interés en la
guerra. No quería aceptar a nadie que hubiera nacido de la casta kshatriya. Me
preguntó por mi origen, e hice lo mejor que pude para decirle, pues en
realidad, yo sabía muy poco de la historia de mi nacimiento. Eso llegaría a
saberlo más adelante. Le dije cómo había sido criado en el ashram de Vasiṣṭha
Muni y cómo le serví y cómo me había esforzado por aprender los Vedas y por ser
un discípulo útil.
Puesto que era apenas un niño y anhelaba
entender el arte y la ciencia de la guerra militar, le pedí a mi gurudeva, Paraśurāma,
que me contara su historia. Tenía curiosidad por saber cómo se había convertido
en un guerrero tan grande y poderoso. Ahora se los revelaré, exactamente como
él me lo contó.
No pierdes el proximo capitulo de Mahabharata. Comparte con amigos.