Consciencia y Ser XI
by Michael Dolan, B.V. Mahayogi
Traducido por Teresa Loret de Mola, Tapanandini DD
No estoy seguro de haberme mantenido
centrado, Pero debido a la naturaleza del blog, me he permitido una cierta
latitud en explorar estas cuestiones. Si mis meditaciones y reflexiones carecen
de cierta especie de disciplina se debe a que me permito un cierto rango de
libertad y porque espero volver más tarde y editar mis escritos.
Con esa idea empecé
a explorar el ser y la consciencia.
Pero, ya que la ontología del ser nos
conduce hacia una discusión de la ontología del Universo, me he desviado un
poco. La descripción de los planetas tiene su lugar; pienso que es justo decir
que el autor del Bhāgavatam tiene algo más en mente que la visión geográfica del
cosmos.
Sridhar Mahārāj ha hecho alusión de un
entendimiento más metafórico y no-lineal de las ideas cósmicas mencionadas en
el Bhāgavatam. A los físicos les gusta mirar el universo físico de tiempo y
espacio a un nivel macro cósmico y micro cósmico. Así es también en el universo
metafísico de energía. Lo veremos más adelante.
Pero retomemos la discusión de la propia
consciencia a nivel individual. En lugar de hablar al nivel teórico, hagamos un
ejercicio en consciencia.
Pregúntate la sencilla pregunta ¿Quién soy?
¿Soy Ruso? ¿Mexicano? ¿Americano? Pero
puedo cambiar mi nacionalidad. ¿Qué tal si me hago ciudadano de las Naciones
Unidas? La nacionalidad es importante. Pero ¿es eso lo que realmente soy? ¿Eso
responde mi pregunta?
¿Qué hay del género? ¿Soy hombre o mujer?
Pero ¿es eso el factor más importante para definir quién soy? ¿Qué hay de la
raza y el color de la piel? También es superficial. Profundicemos. Extiendan la
mano por un instante. Miren. ¿Qué ven? ¿Ese eres tú? La auto imagen es
importante. Siempre me veo como un hombre joven de pelo oscuro. Ve y mírate en
el espejo. ¿Es el mismo rostro que te ve el de tu auto-imagen? O ¿eres más
joven en los ojos de tu mente?
¿Qué tal si hacemos a un lado todo lo
superficial, la nacionalidad, el género, la religión, la identificación
política, el color de piel? ¿Quién eres entonces? Un conjunto de pensamientos e
impresiones? Pero cuando entras en el estado de consciencia llamado sueño
profundo no tienes pensamientos e impresiones, y sin embargo no cesas de ser.
Tu existencia no depende de tus pensamientos e impresiones. ¿Cuál es la esencia
verdadera del ser?
Energía, podrás decir. Pero, ¿qué clase de
energía? Podemos considerar que estamos hechos de energía, Toca tu mano. Las
neuronas de las huellas de tus dedos envían una señal eléctrica a través de tu
sistema nervioso, hacia la espina y luego al cerebro. Ahí, la electricidad es
convertida en experiencia de tocar. ¿Eres entonces electricidad?
Si eso fuera cierto, sería posible enviar
un impulso eléctrico a un cuerpo muerto y hacer que ría y cante de nuevo. Esta
era la tesis de Mary Shelley en su famoso libro “Frankenstein, o el moderno
Prometeo”. Pero la vida es aún más sutil. La energía viviente es de algún modo
más sutil que la energía eléctrica.
Pero de alguna forma tu energía de vida
conecta con los cinco sentidos para interpretar lo que ve, huelo, toca, saborea
y escucha, y así la consciencia puede interpretar las dimensiones “físicas” de
la materia sólida. Color, sabor, olor, sonido y textura. Nuestros cinco
sentidos pueden “sentir” el mundo de extensión y profundidad, la totalidad del
mundo tridimensional. Un aspecto más elevado de la naturaleza sutil organiza y
evalúa la experiencia sensual a través de la mente y la inteligencia.
इन्द्रियानी पराण्याहुर् इन्द्रियेभ्यः परम् मनः मनसस् तु परा बुद्धिर् यो बुद्धेआ परतस् तु सः
indriyānī parāṇyāhur
indriyebhyaḥ param manaḥ
manasas tu parā buddhir
yo buddheā paratas tu saḥ
Traducción (de A.C, Bhaktivedānta Swāmi)
“Los sentidos de trabajo son superiores a
la materia burda; la mente es más elevada que los sentidos; la inteligencia es
aún más elevada que la mente; y ella [el alma] es incluso más elevada que la
inteligencia.”
Cuando los antiguos videntes de la verdad
hablaron de la realidad metafísica, empezaron con esta especie de análisis
simple del ser. Antes de considerar la naturaleza de la realidad espiritual en
un sentido cósmico, empezaron con el microcosmos del ser individual. ¿Cuáles
son los nieles de consciencia, y dónde proceden? Antes de hacer ningún progreso
en la senda espiritual hacia la rendición, uno ha de empezar con esta clase de
investigación. Por desgracia, la corriente sensual que recibimos es a veces tan
abrumadora que fallamos en dar un paso atrás e inquirir. Los sentidos nos
ofrecen toda clase de delicias: sexo, drogas y rock and roll. Pero es
completamente posible perderse uno mismo
en la persecución de objetos de los sentidos.
Envuelto en una falsa identificación con el
ser, perdemos nuestro propio “interés propio”. Nos “programamos” a través de la
mente y los sentidos para buscar lo falso, el placer temporal en los objetos de
los sentidos.
El Bhagavad-gita nos enseña a desarrollar
inteligencia espiritual a través de la dedicación. Esta inteligencia espiritual
nos guiará. La inteligencia espiritual nacida del conocimiento nos puede guiar
hacia la liberación del falso sentido del ser.
एवं बुद्धेः परम् बुद्ध्वा संस्तभ्यात्मानम् आत्मना जहि शत्रुम् महा-बाहो काम-रूपम् दुरासदम्
evaṁ buddheḥ param buddhvā
saṁstabhyātmānam ātmanā
jahi śatrum mahā-bāho
kāma-rūpam durāsadam
Traducción:
Al conocer al Ser como trascendental a los
sentidos materiales, la mente y la inteligencia, uno ha de controlar al ser
inferior a través del ser superior y por ello- a través de la fuerza
espiritual. Conquistar esta lujuria insaciable por satisfacer los sentidos a
través de la explotación y la manipulación de los objetos de los sentidos.
Normalmente concebimos la evolución como
una especie de proceso que empieza a evolucionar de las formas de vida simpes
hacia una forma de vida más avanzada en la que los sentidos y la mente se hacen
más sofisticados, culminando en la forma humana de vida.
La evolución subjetiva de la consciencia
involucra un intento de evolución espiritual hacia un estado de consciencia
superior.
Por encima de la cognición sencilla, la meta
cognición nos permite examinar el interés de nuestro ser verdadero y llegar a
la idea de que ese ser tiene una naturaleza espiritual basada no solamente en
el ser (sat=, sino también en el concocimiento y la consciencia (cit) y
finalmente en el gozo o bienaventuranza espiritual (ānanda).
La simple meta cognición es insuficiente
para llegar a la evolución de consciencia más elevada la cual sólo puede
lograrse a través de la dedicación (bhakti) Entonces, buddh, o inteligencia ha
de ser útil como herramienta meta cognitiva, pero al final ha de ser guiada por
el amor con el fin de alcanzar el éxtasis disponible para el alma viviente.
Una meditación en la relación entre los
sentidos, la mente, la inteligencia, el ego y el ser ha de guiarnos al
descubrimiento del ser a través del estudio de la jerarquía de la consciencia.
A través de un análisis cuidadoso nos
encontramos con que las capas de conciencia están envueltas en una gran lucha
por existir. Sin una activación de un nivel elevado de consciencia a
través de la reverencia, las entidades
viviente se diluyen en el sentido falso del interés propio y envueltas casi en
exclusiva en una dura lucha por existir y una vida de explotación.
Esto se ve especialmente en el nivel de
consciencia animal en donde la atención
al comer, dormir, aparearse y defenderse es total. Por supuesto. En
ocasiones vemos emociones más sutiles en
animales, en especial en las vacas, los elefantes, los delfines, los
chimpancés, los perros y los gatos, y otras especies domésticas. Y sin embargo,
la consciencia animal tiende casi exclusivamente hacia la explotación,
especialmente los animales salvajes y los depredadores como lobos y tiburones.
Los seres humanos que tienen poco
entendimiento de sus vidas interiores, que están completamente guiados por la
necesidad de superviviencia y quienes carecen de reverencia y compasión también
están ocupados en una dura lucha por existir.
El olvido del propio interés propio
espiritual verdadero se ve cuando la propia consciencia se es conducida hasta
el nivel de la de los animales por condiciones duras de vida, como la pobreza,
o la adicción a las drogas y el alcohol. Vemos que cuando la reverencia está
ausente de las actividades de la vida, el resultado es la crueldad, la
violencia y la soledad.
La arena física es un magnífico ambiente de
aprendizaje. Es una escuela en la cual, a través de la experimentación, podemos
entender lo que causa que nos expandamos y lo que hace que nos contraigamos.,
lo que nos hace crecer y lo que nos lleva a marchitarnos, lo que nutre nuestras
lmas y lo que las agota, lo que funciona y lo que no. Un estudio científico
cercano de la naturaleza material nos conducirá hacia un entendimiento más
elevado del ser, al final.
Pero cuando el ambiente físico se ve
solamente desde el punto de vista de los cinco sentidos, la supervivencia
física parece ser el criterio fundamental de la evolución, pues no se detecta
ningún otro tipo de evolución.
Es desde este punto de vista que “la
supervivencia del más apto” parece un sinónimo de evolución, y el dominio
físico parece una característica avanzada de la evolución.
Cuando la percepción del mundo físico es
limitada por la modalidad sensorial quíntuple, las bases de la via en la arena
física se convierten en temor. El poder de controlar el ambiente, y a quienes
se hallan en el ambiente parece ser esencial. La necesidad de un dominio físico
produce una especie de competencia que afecta cada aspecto de nuestras vidas.
Esta obsesión con los cinco sentidos como
sus objetos de desarrollo hacia una tendencia explotadora que colorea todas
nuestras relaciones, desde la familia hasta la comunidad, desde el sexo y el
amor hasta la política y la guerra.
Por esta razón, la enseñanza Védica más
básica es el sacrificio.
El Bhagavad-Gita recapitula las enseñanzas
Védicas y del Upaniṣads al conducirnos a través del desarrollo de la evolución
de consciencia que ahí se ofrece. En el principio hay Sacrificio. El sacrificio
y el trabajo se convierten en acción apropiada, o karma-yoga. El sacrificio y
un entendimiento claro de la naturaleza eterna del ser se desarrolla hacia
jñāna-yoga. Una inteligencia más elevada (buddhi-yoga) que se informa a través
de la reverencia y la devoción. La forma más elevada de yoga y meditación que
combina la acción apropiada, el concomiento y reverencia por lo divino, en
dedicación, o bhakti-yoga. A través de la dedicación al Dios Supremo Personal
(Krishna) uno sobrepasa la tendencia hacia la explotación de los objetos de los
sentidos. Por esta razón, Bhakti yoga ha sido considerada como el más fuerte y
poderoso de los caminos hacia la evolución de la consciencia divina.
Yo no soy el Ser Supremo. El satán de
Milton dice que es mejor gobernar en el infierno que servir en el cielo. Esa es
nuestra posición, como jivas individuales hechizadas por la concepción errónea
de la realidad explotadora material queriendo jugar a ser Dios, queremos
gobernar en nuestro infierno de māya. Pero esta es una realidad falsa. Yo no
soy el Supremo. Es artificial que yo intente gobernar la naturaleza material.
El Ser Supremo es Dios. La unidad es una concepción equivocada. No soy uno con
Dios. Tampoco soy uno con la naturaleza material. El sujeto no es igual al
objeto. Existe la dualidad. Dualidad significa que Dios es diferente de mí. Él
es Supremo. Yo soy un subordinado. Él es grande, yo soy pequeño. Él es
infinito, yo soy infinitesimal. Esta es la relación entre la consciencia
Suprema infinita y la unidad individual de consciencia tal como se ha explicado
en los Upaniṣads
Entonces, debido a que somos
infinitesimales, debemos concentrar nuestra mente al infinito, Ser Supremo.
Siempre que se analiza la pregunta, “¿Quién
Soy?” debemos llegar a la conclusión “No estoy solo!. Existe un poder mayor a
mí. Esto lo lleva a uno hacia las bases naturales de la versión Védica:
sacrificio. Si hay un poder más grande que yo, he de tener un rol en un diseño
superior. Estas son las bases de todo pensamiento teístico y filosofía. El sacrificio se halla en el centro de todo
sistema religioso contemplado a través de la civilización humana.
Por supuesto, se puede argumentar que toda
está plática acerca de la así llamada “consciencia” es simplemente un juego de
palabras. Si ateos como Richar Dawkins tienen razón, entonces “consciencia” es
un término superfluo que no explica nada. Es sinónimo de la interacción de
impulso eléctricos a un nivel neuronal en el interior del cerebro que crea “la
mente”, y tal vez sea un problema para los micro biólogos, pero la ciencia
puede establecer estas cuestiones de una vez y para siempre sin la necesidad de
“Alma”, o “Dios”, o ninguna idea del siglo XIX.
En los Hermanos Karamazov, la última y más
compleja novela filosófica de Fyodor Dostoevski, encontramos el aforismo. “Si
no hay Dios- entonces todo está permitido”.
Con el Siglo XX a nuestras espaldas, muchos
podrían sostener ahora que esas palabras atribuidas a Iván Kramazov revelan una
penetrante verdad que no ha de hacerse a un lado. Para la personalidad de
Dostoevski. Y como escritor y pensador. Había una pregunta tormentosas: la de
la existencia de Dios. Todos estos grandes caracteres son conducidos, si no
obsesionados, por sus preguntas incendiarias y su solución.
Si Dios no existe. Si el ser no existe,
entonces todo carece de significado.
Todos nuestros valores y moral simplemente se convierten en una ilusión
de la experiencia humana. La única
verdad para la realidad es la materia y la energía, incluso nuestro concepto de
verdad se hace ilusorio, debido a que nuestra existencia no tiene fundamente en
un ser objetivo, nuestro entendimiento de la realidad es formado por un azar
ciego.
Mientras que Stephen Hawking enmarca la
cuestión, “no hay algo como la verdad, sólo la verdad útil”.
El aforismo de Hawking enmarca la verdad en
términos de “verdad útil”, en otras palabras, la verdad es útil cuando nos
ayuda a controlar, manipular y explotar el mundo físico. La verdad que no nos
asiste en la explotación de materia no tiene uso, así que no son “verdades
útiles”. Pero cualquier ciencia con base exclusiva en la explotación nos conducirá solamente hacia la degradación
del espíritu humano.
Cualquier ciencia que descarta la verdad
cuando no es “útil” traiciona a la filosofía utilitaria que la subraya. Y la
ciencia que procede de un sesgo hacia el utilitarismo no es ciencia en lo
absoluto, sino una mera investigación tecnológica orientada hacia la
explotación. La consecuencia de tal “ciencia”
no es un entendimiento más profundo de la verdad, sino el desarrollo de
logros monstruosos como las armas nuclearles, las armas virales, la ingeniería
genética y los drones asesinos empoderados por inteligencia artificial. Si
estas son las “verdades útiles” que ofrece la ciencia contemporánea, uno ha de
regresar a la fórmula de Dostoyevski: “Si Dios no existe, entonces todo está
permitido”.
En y a través de us personajes
inolvidables, Dostoievski demuestra que el libre albedrío para creer o rechazar
a Dios tendrá consecuencias profundas en la naturaleza moral y ética. Por ello,
el ciclo de sus novelas famosas- Crimen y Castigo, El Idiota, Demonios y Los
Hermanos Karamazov- es una exploración de las consecuencias de la existencia o
no existencia de Dios. Esta profunda transformación de la novela realista del
siglo XIX hacia el campo religo-filosófico artístico le otorga a sus novelas una
cualidad atemporal distintiva. Todos los amantes de la gran literatura, y
aquellos que están interesados en precisar estas cuestiones finales de Dios, el
significado de la vida, la salvación y el destino humano, serán bien
recompensados al ocupar el tiempo y la energía en una de sus obras mayores.
La obra de Dostoievski puede verse como una
reacción a los tiempos que vivió. Y sin embargo la pregunta que se eleva desde
cientos de años continúa con nosotros.
Después de todo el Siglo XIX fue testigo
del ascenso del sistema social, político, científico e ideológico que fueron
implícita o explícitamente ateos y que ha provisionado de combustible
intelectual a generaciones de pensadores, terminando con Dawkins y Hawkings.
Con una especie de visión profética, Dostoevsky imaginó las consecuencias
lógicas de estos sistemas que ignoraron o rechazaron a Dios y al ser.
En sus tiempos, los intelectuales europeos
declaraban abiertamente que Dios, y el creer en Él, eran reliquias del pasado.
La fe religiosa era un síntoma de la inmadurez de la humanidad, o a lo mucho
una etapa preparatoria en la liberación progresiva de la humanidad de una
dependencia en la ayuda sobrenatural. Y en el siglo XIX Rusia determinó
modernizarse, dejando atrás las supersticiones de la Vieja Rusia.
Y fue así que el humanismo ateo del
Occidente de Europa sedujo y obsesionó a la intelectualidad rusa. En todo esto,
Cristo fue contemplado en un ropaje romántico de maestro humanitario de
verdades morales- o un soñador peligros.
El famoso dictamen de Marx que la religión
era “el opio de los pueblos” pareció capturar su revuelta contra Dios de manera
convincente. Más adelante en ese siglo, Nietzsche declaró “Dios ha muerto”. Las
teorías de Darwin y Freud –la selección natural y el psicoanálisis- reduo más
adelante a la persona humana a un producto, si no es que a un juguete, del
ambiente, o a impulsos internos y deseos.
Estas dos teorías fascinaron a Dostoevsky y
lo aterraron. Estaba convencido de que un mundo sin dios previsto de estas
ideas se convertiría en un mundo inhumano en el que “todo está permitido” en
contra de los seres humanos de carne y hueso que no iban “al paso” con las
ideas reinantes del partido que reinaba. Dostoevski vio que el valor de un ser
humano está enraizado con la voluntad y el amor de Dios. Quien ha creado a
todas y cada una de las personas humanas a su imagen y semejanza. En la
dialéctica de la visión artística de Dostoevsky, el humano, un bes que ha sido
despojada de esa semejanza espiritual con Dios, eventualmente es esclavizado
por los “liberadores” de la humanidad. Como lo dijo el socialista teórico
Shigalev en Demonios: “Empecé con una libertad total y terminé totalmente
esclavizado”.
Entonces, ¿cómo funcionan estas ideas? La consecuencia
de las ideas de Marx como fueron expresadas a través del Leninismo y el
Stalinismo no condujeron a la iluminación, si no a la total esclavitud de la
gente rusa por más de una generación.
Negación del ser, lejos de conducir hacia
la libertad, conduce hacia la esclavitud; la esclavitud de los sentidos.
El ser que se rehusa al viaje de auto
descubrimiento que es la evolución subjetiva de la consciencia está sumido en
un pantano de ilusión sensual, a un infierno de auto encierro de alejamiento
tanto de Dios como del ser. La filosofía de “Si Dios no existe, entonces todo
está permitido”, nos conduce hacia la senda oscura, hacia el olvido de nuestro
propio y verdaderos interés.
Una sociedad basada en la negación del alma
ha d basarse en la explotación como se ha visto, no únicamente en los días más
oscuros del estalinismo con su ateísmo negador del alma sino también en la
visión demoniaca de evolución, “sólo los fuertes sobreviven”, o “supervivencia
del más apto” en la ley de la jungla.
Nuestras ciudades se parecen a las selvas,
en donde el “poder hace la justicia” Esta clase de vida pública y bestial ha
sido predicha por Thomas Hobbes:
“Durante un teimpo los hombres vivieron sin
un poder común para mantenerlos en el temor a todos, estaban en la condición
llamada guerra; y esa clase de guerra, como la de cada hombre, en contra de
todo hombre… Para esta guerra de todos contra todos, hay también en
consecuencia: que nada puede ser injusto. La noción del bien y el mal, la
justicia y la injusticia no tienen sitio. En donde no hay un poder común, no
hay ley, en donde no hay ley, no hay injusticia. La Fuerza y el fraud, están en
guerra las virtudes cardinales”.
“No hay artes; ni letras; ni sociedad; y lo
que es peor de todo ello, el miedo continuo, y el peligro de una muerte
violenta: y la vida del hombre, solitaria, pobre, desagradable, corta y
brutal.”
En donde no hay entendimiento del ser, o de
la evolución subjetiva de la consciencia, los seres humanos descienden hacia la
ignorancia, ignorando su propio interés. Esta condición no es evolución sino
corrupción.
Por ellos los griegos acuñaron el aforismo.
“Conócete a ti mismo” el autoexamen es esencial para la elevación espiritual,
Pero la dedicación a un poder superior es aún más importante que el
conocimiento del ser eterno.
Un trascendentalista, siempre intenta
concentrar su mente en el ser supremo. El ser Supremo significa Bhagavān Sri
Krisna. Los Upaniṣads dicen, nityo nityanam cetanas cetananam. Él es el ser
consciente eterno Supremo, la entidad viviente suprema. Nosotros somos seres
individuales conscientes. Hay ahí una relación entre la Consciencia Suprema
Absoluta la cual es eterna y la la unidad consciente individual, la cual
también es eterna.
Todo el sistema de yoga se basa en la
premisa de concentrar la propia mente en el Ser Supremo y dejar de lado la
fascinación por los objetos de los sentidos.