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Monday, September 5, 2016

Consciencia y Ser XI



Consciencia y Ser XI


by Michael Dolan, B.V. Mahayogi
Traducido por Teresa Loret de Mola, Tapanandini DD



No estoy seguro de haberme mantenido centrado, Pero debido a la naturaleza del blog, me he permitido una cierta latitud en explorar estas cuestiones. Si mis meditaciones y reflexiones carecen de cierta especie de disciplina se debe a que me permito un cierto rango de libertad y porque espero volver más tarde y editar mis escritos.


 Con esa idea empecé a explorar el ser y la consciencia.
Pero, ya que la ontología del ser nos conduce hacia una discusión de la ontología del Universo, me he desviado un poco. La descripción de los planetas tiene su lugar; pienso que es justo decir que el autor del Bhāgavatam tiene algo más en mente que la visión geográfica del cosmos.



Sridhar Mahārāj ha hecho alusión de un entendimiento más metafórico y no-lineal de las ideas cósmicas mencionadas en el Bhāgavatam. A los físicos les gusta mirar el universo físico de tiempo y espacio a un nivel macro cósmico y micro cósmico. Así es también en el universo metafísico de energía. Lo veremos más adelante.


Pero retomemos la discusión de la propia consciencia a nivel individual. En lugar de hablar al nivel teórico, hagamos un ejercicio en consciencia.
Pregúntate la sencilla pregunta ¿Quién soy?


¿Soy Ruso? ¿Mexicano? ¿Americano? Pero puedo cambiar mi nacionalidad. ¿Qué tal si me hago ciudadano de las Naciones Unidas? La nacionalidad es importante. Pero ¿es eso lo que realmente soy? ¿Eso responde mi pregunta?

¿Qué hay del género? ¿Soy hombre o mujer? Pero ¿es eso el factor más importante para definir quién soy? ¿Qué hay de la raza y el color de la piel? También es superficial. Profundicemos. Extiendan la mano por un instante. Miren. ¿Qué ven? ¿Ese eres tú? La auto imagen es importante. Siempre me veo como un hombre joven de pelo oscuro. Ve y mírate en el espejo. ¿Es el mismo rostro que te ve el de tu auto-imagen? O ¿eres más joven en los ojos de tu mente?

¿Qué tal si hacemos a un lado todo lo superficial, la nacionalidad, el género, la religión, la identificación política, el color de piel? ¿Quién eres entonces? Un conjunto de pensamientos e impresiones? Pero cuando entras en el estado de consciencia llamado sueño profundo no tienes pensamientos e impresiones, y sin embargo no cesas de ser. Tu existencia no depende de tus pensamientos e impresiones. ¿Cuál es la esencia verdadera del ser?


Energía, podrás decir. Pero, ¿qué clase de energía? Podemos considerar que estamos hechos de energía, Toca tu mano. Las neuronas de las huellas de tus dedos envían una señal eléctrica a través de tu sistema nervioso, hacia la espina y luego al cerebro. Ahí, la electricidad es convertida en experiencia de tocar. ¿Eres entonces electricidad?
Si eso fuera cierto, sería posible enviar un impulso eléctrico a un cuerpo muerto y hacer que ría y cante de nuevo. Esta era la tesis de Mary Shelley en su famoso libro “Frankenstein, o el moderno Prometeo”. Pero la vida es aún más sutil. La energía viviente es de algún modo más sutil que la energía eléctrica.
Pero de alguna forma tu energía de vida conecta con los cinco sentidos para interpretar lo que ve, huelo, toca, saborea y escucha, y así la consciencia puede interpretar las dimensiones “físicas” de la materia sólida. Color, sabor, olor, sonido y textura. Nuestros cinco sentidos pueden “sentir” el mundo de extensión y profundidad, la totalidad del mundo tridimensional. Un aspecto más elevado de la naturaleza sutil organiza y evalúa la experiencia sensual a través de la mente y la inteligencia.

इन्द्रियानी पराण्याहुर् इन्द्रियेभ्यः परम् मनः मनसस् तु परा बुद्धिर् यो बुद्धेआ परतस् तु सः
indriyānī parāṇyāhur
indriyebhyaḥ param manaḥ
manasas tu parā buddhir
yo buddheā paratas tu saḥ
Traducción (de A.C, Bhaktivedānta Swāmi)


“Los sentidos de trabajo son superiores a la materia burda; la mente es más elevada que los sentidos; la inteligencia es aún más elevada que la mente; y ella [el alma] es incluso más elevada que la inteligencia.”

Cuando los antiguos videntes de la verdad hablaron de la realidad metafísica, empezaron con esta especie de análisis simple del ser. Antes de considerar la naturaleza de la realidad espiritual en un sentido cósmico, empezaron con el microcosmos del ser individual. ¿Cuáles son los nieles de consciencia, y dónde proceden? Antes de hacer ningún progreso en la senda espiritual hacia la rendición, uno ha de empezar con esta clase de investigación. Por desgracia, la corriente sensual que recibimos es a veces tan abrumadora que fallamos en dar un paso atrás e inquirir. Los sentidos nos ofrecen toda clase de delicias: sexo, drogas y rock and roll. Pero es completamente posible perderse uno mismo  en la persecución de objetos de los sentidos.

Envuelto en una falsa identificación con el ser, perdemos nuestro propio “interés propio”. Nos “programamos” a través de la mente y los sentidos para buscar lo falso, el placer temporal en los objetos de los sentidos.
El Bhagavad-gita nos enseña a desarrollar inteligencia espiritual a través de la dedicación. Esta inteligencia espiritual nos guiará. La inteligencia espiritual nacida del conocimiento nos puede guiar hacia la liberación del falso sentido del ser.
एवं बुद्धेः परम् बुद्ध्वा संस्तभ्यात्मानम् आत्मना जहि शत्रुम् महा-बाहो काम-रूपम् दुरासदम्

evaṁ buddheḥ param buddhvā
saṁstabhyātmānam ātmanā
jahi śatrum mahā-bāho
kāma-rūpam durāsadam
Traducción:
Al conocer al Ser como trascendental a los sentidos materiales, la mente y la inteligencia, uno ha de controlar al ser inferior a través del ser superior y por ello- a través de la fuerza espiritual. Conquistar esta lujuria insaciable por satisfacer los sentidos a través de la explotación y la manipulación de los objetos de los sentidos.

Normalmente concebimos la evolución como una especie de proceso que empieza a evolucionar de las formas de vida simpes hacia una forma de vida más avanzada en la que los sentidos y la mente se hacen más sofisticados, culminando en la forma humana de vida.
La evolución subjetiva de la consciencia involucra un intento de evolución espiritual hacia un estado de consciencia superior.


Por encima de la cognición sencilla, la meta cognición nos permite examinar el interés de nuestro ser verdadero y llegar a la idea de que ese ser tiene una naturaleza espiritual basada no solamente en el ser (sat=, sino también en el concocimiento y la consciencia (cit) y finalmente en el gozo o bienaventuranza espiritual (ānanda).
La simple meta cognición es insuficiente para llegar a la evolución de consciencia más elevada la cual sólo puede lograrse a través de la dedicación (bhakti) Entonces, buddh, o inteligencia ha de ser útil como herramienta meta cognitiva, pero al final ha de ser guiada por el amor con el fin de alcanzar el éxtasis disponible para el alma viviente.

Una meditación en la relación entre los sentidos, la mente, la inteligencia, el ego y el ser ha de guiarnos al descubrimiento del ser a través del estudio de la jerarquía de la consciencia.
A través de un análisis cuidadoso nos encontramos con que las capas de conciencia están envueltas en una gran lucha por existir. Sin una activación de un nivel elevado de consciencia a través  de la reverencia, las entidades viviente se diluyen en el sentido falso del interés propio y envueltas casi en exclusiva en una dura lucha por existir y una vida de explotación.

Esto se ve especialmente en el nivel de consciencia animal en donde la atención  al comer, dormir, aparearse y defenderse es total. Por supuesto. En ocasiones vemos emociones más sutiles  en animales, en especial en las vacas, los elefantes, los delfines, los chimpancés, los perros y los gatos, y otras especies domésticas. Y sin embargo, la consciencia animal tiende casi exclusivamente hacia la explotación, especialmente los animales salvajes y los depredadores como lobos y tiburones.
Los seres humanos que tienen poco entendimiento de sus vidas interiores, que están completamente guiados por la necesidad de superviviencia y quienes carecen de reverencia y compasión también están ocupados en una dura lucha por existir.

El olvido del propio interés propio espiritual verdadero se ve cuando la propia consciencia se es conducida hasta el nivel de la de los animales por condiciones duras de vida, como la pobreza, o la adicción a las drogas y el alcohol. Vemos que cuando la reverencia está ausente de las actividades de la vida, el resultado es la crueldad, la violencia y la soledad.
La arena física es un magnífico ambiente de aprendizaje. Es una escuela en la cual, a través de la experimentación, podemos entender lo que causa que nos expandamos y lo que hace que nos contraigamos., lo que nos hace crecer y lo que nos lleva a marchitarnos, lo que nutre nuestras lmas y lo que las agota, lo que funciona y lo que no. Un estudio científico cercano de la naturaleza material nos conducirá hacia un entendimiento más elevado del ser, al final.
Pero cuando el ambiente físico se ve solamente desde el punto de vista de los cinco sentidos, la supervivencia física parece ser el criterio fundamental de la evolución, pues no se detecta ningún otro tipo de evolución.
Es desde este punto de vista que “la supervivencia del más apto” parece un sinónimo de evolución, y el dominio físico parece una característica avanzada de la evolución.
Cuando la percepción del mundo físico es limitada por la modalidad sensorial quíntuple, las bases de la via en la arena física se convierten en temor. El poder de controlar el ambiente, y a quienes se hallan en el ambiente parece ser esencial. La necesidad de un dominio físico produce una especie de competencia que afecta cada aspecto de nuestras vidas.
Esta obsesión con los cinco sentidos como sus objetos de desarrollo hacia una tendencia explotadora que colorea todas nuestras relaciones, desde la familia hasta la comunidad, desde el sexo y el amor hasta la política y la guerra.
Por esta razón, la enseñanza Védica más básica es el sacrificio.
El Bhagavad-Gita recapitula las enseñanzas Védicas y del Upaniṣads al conducirnos a través del desarrollo de la evolución de consciencia que ahí se ofrece. En el principio hay Sacrificio. El sacrificio y el trabajo se convierten en acción apropiada, o karma-yoga. El sacrificio y un entendimiento claro de la naturaleza eterna del ser se desarrolla hacia jñāna-yoga. Una inteligencia más elevada (buddhi-yoga) que se informa a través de la reverencia y la devoción. La forma más elevada de yoga y meditación que combina la acción apropiada, el concomiento y reverencia por lo divino, en dedicación, o bhakti-yoga. A través de la dedicación al Dios Supremo Personal (Krishna) uno sobrepasa la tendencia hacia la explotación de los objetos de los sentidos. Por esta razón, Bhakti yoga ha sido considerada como el más fuerte y poderoso de los caminos hacia la evolución de la consciencia divina.
Yo no soy el Ser Supremo. El satán de Milton dice que es mejor gobernar en el infierno que servir en el cielo. Esa es nuestra posición, como jivas individuales hechizadas por la concepción errónea de la realidad explotadora material queriendo jugar a ser Dios, queremos gobernar en nuestro infierno de māya. Pero esta es una realidad falsa. Yo no soy el Supremo. Es artificial que yo intente gobernar la naturaleza material. El Ser Supremo es Dios. La unidad es una concepción equivocada. No soy uno con Dios. Tampoco soy uno con la naturaleza material. El sujeto no es igual al objeto. Existe la dualidad. Dualidad significa que Dios es diferente de mí. Él es Supremo. Yo soy un subordinado. Él es grande, yo soy pequeño. Él es infinito, yo soy infinitesimal. Esta es la relación entre la consciencia Suprema infinita y la unidad individual de consciencia tal como se ha explicado en los Upaniṣads
Entonces, debido a que somos infinitesimales, debemos concentrar nuestra mente al infinito, Ser Supremo.
Siempre que se analiza la pregunta, “¿Quién Soy?” debemos llegar a la conclusión “No estoy solo!. Existe un poder mayor a mí. Esto lo lleva a uno hacia las bases naturales de la versión Védica: sacrificio. Si hay un poder más grande que yo, he de tener un rol en un diseño superior. Estas son las bases de todo pensamiento teístico y filosofía.  El sacrificio se halla en el centro de todo sistema religioso contemplado a través de la civilización humana.
Por supuesto, se puede argumentar que toda está plática acerca de la así llamada “consciencia” es simplemente un juego de palabras. Si ateos como Richar Dawkins tienen razón, entonces “consciencia” es un término superfluo que no explica nada. Es sinónimo de la interacción de impulso eléctricos a un nivel neuronal en el interior del cerebro que crea “la mente”, y tal vez sea un problema para los micro biólogos, pero la ciencia puede establecer estas cuestiones de una vez y para siempre sin la necesidad de “Alma”, o “Dios”, o ninguna idea del siglo XIX.
En los Hermanos Karamazov, la última y más compleja novela filosófica de Fyodor Dostoevski, encontramos el aforismo. “Si no hay Dios- entonces todo está permitido”.
Con el Siglo XX a nuestras espaldas, muchos podrían sostener ahora que esas palabras atribuidas a Iván Kramazov revelan una penetrante verdad que no ha de hacerse a un lado. Para la personalidad de Dostoevski. Y como escritor y pensador. Había una pregunta tormentosas: la de la existencia de Dios. Todos estos grandes caracteres son conducidos, si no obsesionados, por sus preguntas incendiarias y su solución.
Si Dios no existe. Si el ser no existe, entonces todo carece de significado.  Todos nuestros valores y moral simplemente se convierten en una ilusión de la experiencia humana.   La única verdad para la realidad es la materia y la energía, incluso nuestro concepto de verdad se hace ilusorio, debido a que nuestra existencia no tiene fundamente en un ser objetivo, nuestro entendimiento de la realidad es formado por un azar ciego.
Mientras que Stephen Hawking enmarca la cuestión, “no hay algo como la verdad, sólo la verdad útil”.
El aforismo de Hawking enmarca la verdad en términos de “verdad útil”, en otras palabras, la verdad es útil cuando nos ayuda a controlar, manipular y explotar el mundo físico. La verdad que no nos asiste en la explotación de materia no tiene uso, así que no son “verdades útiles”. Pero cualquier ciencia con base exclusiva en la explotación  nos conducirá solamente hacia la degradación del espíritu humano.
Cualquier ciencia que descarta la verdad cuando no es “útil” traiciona a la filosofía utilitaria que la subraya. Y la ciencia que procede de un sesgo hacia el utilitarismo no es ciencia en lo absoluto, sino una mera investigación tecnológica orientada hacia la explotación. La consecuencia de tal “ciencia”  no es un entendimiento más profundo de la verdad, sino el desarrollo de logros monstruosos como las armas nuclearles, las armas virales, la ingeniería genética y los drones asesinos empoderados por inteligencia artificial. Si estas son las “verdades útiles” que ofrece la ciencia contemporánea, uno ha de regresar a la fórmula de Dostoyevski: “Si Dios no existe, entonces todo está permitido”.
En y a través de us personajes inolvidables, Dostoievski demuestra que el libre albedrío para creer o rechazar a Dios tendrá consecuencias profundas en la naturaleza moral y ética. Por ello, el ciclo de sus novelas famosas- Crimen y Castigo, El Idiota, Demonios y Los Hermanos Karamazov- es una exploración de las consecuencias de la existencia o no existencia de Dios. Esta profunda transformación de la novela realista del siglo XIX hacia el campo religo-filosófico artístico le otorga a sus novelas una cualidad atemporal distintiva. Todos los amantes de la gran literatura, y aquellos que están interesados en precisar estas cuestiones finales de Dios, el significado de la vida, la salvación y el destino humano, serán bien recompensados al ocupar el tiempo y la energía en una de sus obras mayores.
La obra de Dostoievski puede verse como una reacción a los tiempos que vivió. Y sin embargo la pregunta que se eleva desde cientos de años continúa con nosotros.
Después de todo el Siglo XIX fue testigo del ascenso del sistema social, político, científico e ideológico que fueron implícita o explícitamente ateos y que ha provisionado de combustible intelectual a generaciones de pensadores, terminando con Dawkins y Hawkings. Con una especie de visión profética, Dostoevsky imaginó las consecuencias lógicas de estos sistemas que ignoraron o rechazaron a Dios y al ser.
En sus tiempos, los intelectuales europeos declaraban abiertamente que Dios, y el creer en Él, eran reliquias del pasado. La fe religiosa era un síntoma de la inmadurez de la humanidad, o a lo mucho una etapa preparatoria en la liberación progresiva de la humanidad de una dependencia en la ayuda sobrenatural. Y en el siglo XIX Rusia determinó modernizarse, dejando atrás las supersticiones de la Vieja Rusia.
Y fue así que el humanismo ateo del Occidente de Europa sedujo y obsesionó a la intelectualidad rusa. En todo esto, Cristo fue contemplado en un ropaje romántico de maestro humanitario de verdades morales- o un soñador peligros.
El famoso dictamen de Marx que la religión era “el opio de los pueblos” pareció capturar su revuelta contra Dios de manera convincente. Más adelante en ese siglo, Nietzsche declaró “Dios ha muerto”. Las teorías de Darwin y Freud –la selección natural y el psicoanálisis- reduo más adelante a la persona humana a un producto, si no es que a un juguete, del ambiente, o a impulsos internos y deseos.
Estas dos teorías fascinaron a Dostoevsky y lo aterraron. Estaba convencido de que un mundo sin dios previsto de estas ideas se convertiría en un mundo inhumano en el que “todo está permitido” en contra de los seres humanos de carne y hueso que no iban “al paso” con las ideas reinantes del partido que reinaba. Dostoevski vio que el valor de un ser humano está enraizado con la voluntad y el amor de Dios. Quien ha creado a todas y cada una de las personas humanas a su imagen y semejanza. En la dialéctica de la visión artística de Dostoevsky, el humano, un bes que ha sido despojada de esa semejanza espiritual con Dios, eventualmente es esclavizado por los “liberadores” de la humanidad. Como lo dijo el socialista teórico Shigalev en Demonios: “Empecé con una libertad total y terminé totalmente esclavizado”.
Entonces, ¿cómo funcionan estas ideas? La consecuencia de las ideas de Marx como fueron expresadas a través del Leninismo y el Stalinismo no condujeron a la iluminación, si no a la total esclavitud de la gente rusa por más de una generación.
Negación del ser, lejos de conducir hacia la libertad, conduce hacia la esclavitud; la esclavitud de los sentidos.
El ser que se rehusa al viaje de auto descubrimiento que es la evolución subjetiva de la consciencia está sumido en un pantano de ilusión sensual, a un infierno de auto encierro de alejamiento tanto de Dios como del ser. La filosofía de “Si Dios no existe, entonces todo está permitido”, nos conduce hacia la senda oscura, hacia el olvido de nuestro propio y verdaderos interés.
Una sociedad basada en la negación del alma ha d basarse en la explotación como se ha visto, no únicamente en los días más oscuros del estalinismo con su ateísmo negador del alma sino también en la visión demoniaca de evolución, “sólo los fuertes sobreviven”, o “supervivencia del más apto” en la ley de la jungla.
Nuestras ciudades se parecen a las selvas, en donde el “poder hace la justicia” Esta clase de vida pública y bestial ha sido predicha por Thomas Hobbes:
“Durante un teimpo los hombres vivieron sin un poder común para mantenerlos en el temor a todos, estaban en la condición llamada guerra; y esa clase de guerra, como la de cada hombre, en contra de todo hombre… Para esta guerra de todos contra todos, hay también en consecuencia: que nada puede ser injusto. La noción del bien y el mal, la justicia y la injusticia no tienen sitio. En donde no hay un poder común, no hay ley, en donde no hay ley, no hay injusticia. La Fuerza y el fraud, están en guerra las virtudes cardinales”.
“No hay artes; ni letras; ni sociedad; y lo que es peor de todo ello, el miedo continuo, y el peligro de una muerte violenta: y la vida del hombre, solitaria, pobre, desagradable, corta y brutal.”
En donde no hay entendimiento del ser, o de la evolución subjetiva de la consciencia, los seres humanos descienden hacia la ignorancia, ignorando su propio interés. Esta condición no es evolución sino corrupción.
Por ellos los griegos acuñaron el aforismo. “Conócete a ti mismo” el autoexamen es esencial para la elevación espiritual, Pero la dedicación a un poder superior es aún más importante que el conocimiento del ser eterno.
Un trascendentalista, siempre intenta concentrar su mente en el ser supremo. El ser Supremo significa Bhagavān Sri Krisna. Los Upaniṣads dicen, nityo nityanam cetanas cetananam. Él es el ser consciente eterno Supremo, la entidad viviente suprema. Nosotros somos seres individuales conscientes. Hay ahí una relación entre la Consciencia Suprema Absoluta la cual es eterna y la la unidad consciente individual, la cual también es eterna.
Todo el sistema de yoga se basa en la premisa de concentrar la propia mente en el Ser Supremo y dejar de lado la fascinación por los objetos de los sentidos.




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