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Wednesday, January 24, 2018

Dharma en la Sociedad

Manu y el Varnāśrama-dharma


Por Michael Dolan, B.V. Mahayogi,  traducido por Teresa Loret de Mola, Tapanandini
Buda explica el dharma en términos de “práctica”.  Su dharma es la práctica que sostiene la senda de la iluminación. El marco de referencia budista se usa a menudo cuando se discute el dharma. El budismo fue una reacción en contra de una clase sacerdotal corrompida la cual ejercía el control sobre muchos aspectos de la vida cotidiana. Su dharma era la respuesta a una visión anticuada y bien establecida del dharma.
El antiguo período Védico en India vio el surgimiento y caída de reyes en un área cercana al día de hoy a Nueva Delhi. La guerra del Mahābharata se peleó en Kurukṣetra, cerca a Hastinapura, la Ciudad de los Elefantes. Las antiguas escrituras del dharma fueron escritas mucho antes del choque entre los reyes. El concepto Védico de dharma se basa en la visión del mundo hallada en los vedas y los Upaniṣads y codificada como ley en el Manu-Smriti.
Las Leyes de Manu consisten en cerca de 2700 versos sánscritos acerca del dharma de las distintas clases sociales. Los estudiosos occidentales creen sinceramente que viven en una sociedad sin clases, han desdeñado el llamado sistema de “castas” de la India por generaciones. Ha sido visto como la raíz de todo mal del subcontinente Indio. Los excesos de sistema de “castas”  ha conducido hacia un completo  rechazo del pensamiento Indio como “supersticioso”. Esta es una de las razones por las cuales Buda pareciera haber ganado el debate acerca del significado del dharma.
Pero Manu define la idea de dharma de forma muy distinta a la que lo hace Buda. Para Manu, el propio dharma tiene que ver con el sitio propio en la sociedad. Halla que el deber de cada uno en la vida es hallar su función social. Pecado y piedad no son absolutos en su visión, sino que están atados a qué tan bien uno realiza su deber. Los valores éticos no son absolutos de acuerdo a Manu. El deber propio en una sociedad determinará el comportamiento ético adecuado de acuerdo a su “ley”. Manu quiere decir “humano” Así que la “ley de Manu” es otra forma de decir “ley humana”,
Manu ubica las distintas clases sociales, de acuerdo a las cualidades personales y el trabajo. Cada clase social tendrá un dharma distinto. Aquí, dharma significa “práctica”, pero también “características”. La práctica característica de una clase social determinada define su deber hacia la sociedad.
Hay una antigua historia hallada en los Puranas acerca de las partes del cuerpo y del estómago. Un día, al ver cómo el estómago estaba disfrutando un banquete delicioso, la mano objetó. “Yo trabajo tan duro para que tú puedas comer”, dijo la mano. “Esto es injusto”. Las piernas siguieron a las manos. “Es cierto, yo camino todo el día para que las manos puedan trabajar. Mientras nosotros trabajamos, tu comes. Ya tuvimos suficiente”. Y así, las diferentes partes del cuerpo iniciaron una huelga: los brazos, las piernas, el cerebro y demás. Finalmente el estómago señaló: “Es verdad que ustedes reúnen el alimento para que yo pueda digerirlo. Pero yo les doy fuerza a todos ustedes. Tenemos que trabajar juntos o pereceremos”. De acuerdo a Manu, las distintas partes del cuerpo político están destinadas a trabajar juntas en una sociedad armónica. Puesto que cada miembro de la sociedad, de acuerdo a sus cualidades y trabajo tiene una particular contribución que hacer, Esta idea de Manu del dharma está relacionada a la sociedad.
El sistema que él consagra en el Manu-Smriti, es entonces llamado varnāśrama-dharma o deber dhármico pues se realiza en la sociedad de acuerdo al propio dharma social. Buda basa su sistema ético y visión del dharma en la idea de que podemos evitar el sufrimiento deshaciéndonos del ego. El propio dharma o deber, de acuerdo a Buda es reducir el sufrimiento, aceptar un sistema saludable de vida y un medio de vida basado en la no violencia.
Manu halla que hay roles básicos en la sociedad: intelectuales, líderes, mercaderes y obreros. Cada uno tiene subdivisiones. Y cada clase social tiene sus propias prioridades, valores y ética.

Mientras que los maestros valoran la educación, un buen obrero valora la práctica y la producción por encima de desarrollo de la ideas. El poeta visionario William Blake señala que la misma ley pare el león y el cordero es una tiranía. Todos tienen un conjunto de cualidades. Es injusto y arbitrario forzar un estándar de deber para todos. Así que la “ley” de Manu es flexible. Recomienda diferentes maneras de lidiar con situaciones en el interior de la sociedad- una serpenteante escala de éticas, leyes morales, crimen y castigo- basado en las cualidades relativas de los individuos en la sociedad. Su versión de deber significa diferentes estándares de excelencia y logro de acuerdo a la propia habilidad. La degradación India del llamado “sistema de castas” frecuentemente ha sido ridiculizado por su rigidez y carencia de movimiento social. Pero el análisis de Manu es cierto. Cada tipo dharmico, intelectual, líder, comerciante o artesano nutre a la sociedad del mismo modo que cada parte del cuerpo ofrece algo al estómago y el estómago proporciona energía a los miembros del cuerpo. Manu encuentra que la sociedad está en armonía cuando los diferentes tipos dharmicos cumplen sus deberes con integridad. Cuando cada miembro de la sociedad es aceptado y alentado. Cuando algunos miembros de la sociedad no están sincronizados con el dharma, hay tiranía. Cuando el poder y el privilegio son mal utilizados, el sistema se rompe. India es criticada frecuentemente por su sistema de castas. Buda fue el primer reformador poderoso del sistema Indio. Pero India no está sola. Améridca está orgullosa de su sistema de clases. Pero el inhumano sistema mercantil permite que el 1% de la población posea y controle la mayoría de la riqueza. Mientras que, la discriminación despiadada y el racismo evita la movilidad de la sociedad- encerrando a la gente en generaciones de pobreza a pesar de los pocos individuos que ganan la lotería del “Sueño Americano”. La promesa de democracia ha quedado incumplida conforme se corrompen los sistemas por el materialismo que ejercen los vulgares billonarios de la Casa Blanca mientras deportan inmigrantes y encarcelan a las minorías. India está difícilmente sola en la división del abuso social. La Era Védica valora a los pensadores espirituales como Vyāsa.  La edad de oro de Platón y Sócrates valora a los reyes filósofos. Los tiempos medievales valoran a los reyes nobles. Vyāsa profetiza la Era de Hierro de Kalī, como el invierno del alma. Nuestro tiempo es gobernado por los dólares, la diplomacia, el despotismo. El materialismo ha permitido a la clase mercantil definir  al dinero como nuestro valor dominante. Al igual que las enseñanzas de Buda, las Leyes de Manu son idealistas. Si Buda promueve el ideal humano, Manu promueve el ideal social. La visión de Manu acerca del dharma puede no haber funcionado tan bien como la visualizó, como tampoco ha funcionado la democracia Jeffersoniana. Y sin embargo, sus puntos de vista acerca del dharma son importantes. Él es la autoridad estándar sobre el varnāśrama-dharma, los conceptos sociales y éticos  de dharma hallados en el Mahābharata de Vyāsa. Hemos intentado explicar que Vyāsa promueve la idea de dharma en el Mahābharata y que su visión del dharma es compleja. Si Buda establece el dharma como la práctica que lo libera a uno del sufrimiento y Manu basa su dharma en el deber del cuerpo político, Vyāsa introduce el elemento trascendental. El Dharma es el deber hacia el interés de nuestro ser eterno y trascendental. De acuerdo con Vyāsa, el dharma último ha de ser teísta. El centro de la enseñanza de Vyāsa acerca del dharma se halla en las palabras de Kṛṣṇa en el Bhagavad-Gīta. Cuando Arjuna tiene objeciones acerca de la pelea, y hace referencia al dharma, Kṛṣṇa explica catur-varnyam maya srstam guna-karma-vibhagasah “De acuerdo a las tres modalidades de la naturaleza material y el trabajo adscrito a ellas, las cuatro divisiones de la sociedad humana fueron creadas por Mí”. (B.G: 4.13) El propio Dios ha creado el sistema social. Cualquier concepto de “deber “  entonces, tiene por ello tomar a Dios en consideración. El dharma carente de Dios no es dharma en lo absoluto. Al final, el verdadero dharma es la rendición ante Dios, más allá de todas las consideraciones sociales.  Y así al concluir el Bhagavad-Gitaa, Kṛṣṇa dice: sarva-dharman parityajya mam ekam saranam vraja "Renuncia a todas las demás ideas sobre dharma. Ríndete a Mí. "(B.G.18.66) Mientras que a lo largo de millones de palabras en el Mahābhārata el dharma se busca y se promueve, rendirse a Dios, Krishna, es el ideal más elevado del dharma perseguido por Vyāsa.

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