La Senda de la Devoción
Evolución Subjetiva de la Consciencia
El 13º capítulo del Bhagavad-Gīta regresa
hacia las cuestiones ontológicas y cosmológicas. Arjuna ha experimentado una
epifanía profunda; ha presenciado, de primera mano, la divinidad. Está
preparado para rendirse completamente. Y sin embargo para su propia edificación
al igual que para el beneficio de quienes escuchen este diálogo, ha continuado
con sus preguntas.
Le pide a Kṛṣṇa que defina mejor los
términos filosóficos. Quiere que Kṛṣṇa le explique la palabra prakṛti, (materia) la palabra puruṣa,
(espíritu) al igual que kṣetra y kṣetrajña,
el conocido y el conocedor (el “campo,” y el “conocedor del campo,”) o en
términos filosóficos “sujeto”,” El conocedor, kṣetrajña, y “objeto" lo conocido,
kśetra.
Uno no necesita ser un filósofo para
aceptar la senda de la devoción, bhakti. Kṛṣṇa ha dado argumentos extensos para
que entendamos el valor de la dedicación.
Pero el Bhagavad-Gīta, al igual que el
Vedanta, no es un libro para fanáticos religiosos. Una ontología profunda y
bien considerada del ser es lo que aquí se discute.
Aquellos que no están interesados en la
ontología o la cosmogonía pueden saltarse este capítulo. Y sin embargo, dado
que India es acusada con frecuencia de supersticiosa, uno haría bien en
recorrer este capítulo, para aclarar acerca de la naturaleza del “Ser y
No-Ser.”
Arjuna dice, “Oh Kṛṣṇa, deseo saber acerca
de prakṛti, puruṣa, kṣetra, kṣetrajña, al igual que del conocedor y el
conocido, (prakṛtiṃ purusaṃ caiva kṣetraṃ kṣetrajñam eva ca, etad veditum
icchāmi jñānam jñeyaṃ ca keśava. BG
13.1)
La definición de estos términos filosóficos
es antigua. Incluso un dato muy reciente del Bhagavad-Gīta hace la definición
de estos términos filosóficos de al menos 3 mil años de antigüedad. Ningún
diccionario sánscrito puede evitar el significado de estas palabras de Kṛṣṇa en
el Bhagavad-Gīta.
Los términos prakṛti y puruṣa pueden
definirse de varias maneras. En el sentido general, la palabra prakṛti se
refiere a la materia primordial o substancia a partir de la cual se desarrolla
el universo físico, bajo la influencia de puruṣa.
En su Bhagavad-Gīta tal como es, Bhaktivedānta
Swāmi titula a este capítulo La Naturaleza, El Disfrutador y La Consciencia.
La palabra prakṛti, aquí se refiere a
“Naturaleza.” Algunas veces la palabra prakṛti se refiere a “materia” o al
“continuum tiempo-espacio,” mientras que la palabra puruṣa se refiere a la
“consciencia.” (Puruṣa también se refiere al “Disfrutador” como podemos ver.)
Desgraciadamente en el idioma Inglés, la
palabra “consciencia” carece de un significado real tanto científico como
filosófico. “”Consciencia” puede referirse a una sensación nerviosa, un
sentimiento, emociones, entendimiento mental, inteligencia, auto-consciencia meta
cognitiva, realidad espiritual, o incluso el ser supremo.
Aunque claramente capaz de algunas formas
de sensación nerviosa, una medusa carece de cerebro. Sin adjetivos
calificativos es difícil utilizar la palabra “consciencia” con relación a una
medusa. Muchos científicos, incluyo biólogos evolucionistas, creen que la así
llamada “consciencia” es un subproducto de la actividad eléctrica en el
cerebro. Puesto que la medusa no tiene cerebro, de acuerdo con su definición no
está “consciente” Ya que el cerebro es el centro de la sensación nerviosa, es
difícil entender cómo sobrevive una medusa.
Mientras que la palabra “consciencia” es la
mejor palabra que tenemos en Inglés para describir la “fenomenología del alma”,
como Hegel lo ha puesto, debido a la tremenda flexibilidad del Inglés, y la
influencia que la cultura popular ejerce en él, es imprecisa filosóficamente.
Usar la palabra “consciencia” para describir la totalidad de la naturaleza del
ser, entonces, es problemático.
En un sentido general, sin embargo, puede
decirse que este capítulo retoma la cuestión de materia y consciencia, o
materia y espíritu en donde Prakṛti es la materia y Puruṣa el espíritu. Este es
un sentido general aceptado.
Ahora Arjuna, hablando hace miles de años,
está consciente del significado general de esas palabras. Sabe que prakṛti
significa materia, Sabe que puruṣa significa espíritu. Arjuna no es un hombre
ignorante. Pero busca una definición que profundice en esos términos.
Una forma más filosófica de sondear puruṣa
y prakṛti sería pensar en términos de sujeto y objeto: El plano consciente, es
el del sujeto consciente, y el plano no consciente es el del objeto.
Es interesante ver estas palabras de otro
modo: un debate profundo sobre el “ser” y la “realidad” se vuelve hacia la
cuestión del sujeto y el objeto. El filósofo idealista Berkerley postula que la
realidad es subjetiva: el mundo está en la mente. En lenguaje Berekelyano todos
somos “sujetos” que percibimos el mundo. El mundo conocido, estrictamente
hablando, es el “objeto” de nuestra percepción. Este argumento es algo
pegajoso, con ramificaciones en la física cuántica en donde las entidades
atómicas son ya sea olas o partículas de acuerdo a cómo se perciban; en donde
podemos saber la ubicación o la velocidad de una entidad, pero no ambos, de
acuerdo con nuestra “percepción” de un evento subatómico.
Una reducción al absurdo de este argumento
deriva en decir que este mundo no es otra cosa que un producto de mi
consciencia personal. Si yo soy el sujeto entonces el mundo es mi objeto, Entonces
en este caso, he de ser Dios.
Obviamente el mundo no es un producto de mi
imaginación. Yo no soy el creador.
Y sin embargo el otro lado del argumento
también puede reducirse, Si el mundo es objetivo, existe sin la necesidad de la
consciencia.
Si escuchamos con frecuencia el meme de que
no somos más que las consecuencias de estrellas muertas, que a su vez se han
convertido en la consciencia del universo. Polvo de estrellas que de algún modo se convirtieron en auto
conscientes.
Pero ¿cómo se convierte la materia en
consciencia? Este es un problema que se supone se ha ido resolviendo desde hace
millones de años cuando las moléculas primigenias de los antiguos cometas de
algún modo conjugaron la vida. Nuestros científicos están investigando los
secretos de esos cuerpos celestes usando la última tecnología. Pero
curiosamente, con todos los avances de inteligencia artificial, no hay
respuesta en cuanto al origen de la consciencia. ¿Cómo produce el mundo
objetivo el mundo subjetivo? O para ponerlo más claro, ¿Cómo puede la piedra
producir consciencia?
Entonces ¿Qué surge primero, el mundo de la
materia o el mundo subjetivo de la consciencia?
Arjuna entiende la relación entre los
mundos subjetivo y objetivo. Tras su conversación con Kṛṣṇa, entiende algo de
la relación entre la materia y el espíritu. Aquí le pide a Kṛṣṇa una
explicación más profunda.
En la Evolución Subjetiva de la
Consciencia, B.R. Sridhar explica, “Primero viene la consciencia y después la
materia. El fundamento de todas las cosas materiales es consciente, lo cual es
espiritual.
“La consciencia puede ponerse en contacto
directamente con la consciencia. Cuando la consciencia alcanza el estado de
materia, la “concepción material” experimentamos una especie de consciencia
vaga; primero hay una “consciencia vaga” y luego “consciencia material.” Pero
todo tiene un lado espiritual.
“Y como almas eternas, nuestra conexión
directa con el aspecto consciente de la existencia.
“El alma, entrando hacia la consciencia
material, ha de atravesar una reflexión nebulosa de la consciencia.
“Sólo entonces puede el alma experimentar
la consciencia material; antes de que la consciencia pura evolucione hacia la
consciencia material, atravesará un estado confuso, “cidābhāsa.” Así que en el
fondo de toda cosa material hay una concepción espiritual. Esto no puede ser
sino cierto.”
Este estado confuso de la consciencia o cidābhāsa
es algo como la mente.
“Supongamos que la consciencia llega a
sentir la materia. Cuando la consciencia está llegando hacia el mundo material
para conocer el mundo material tiene que pasar a través de una especie de
“consciencia material,” y entonces puede sentir lo que es la materia.
“De acuerdo con la teoría de Darwin, la
materia gradualmente produce consciencia, pero antes de producir consciencia
tiene que producir una especie de conciencia turbia, entonces la mente, y
entonces el alma, Pero en realidad, es justamente lo opuesto.”
“Así que la evolución subjetiva es paralela
a la evolución objetiva o material. Pero en la evolución de la consciencia, el Súper
sujeto es primero, entonces el alma individual o jiva subjetiva es después.
Entonces desde la consciencia subjetiva de las jivas, se produce la materia.”
Arjuna le ha pedido a Kṛṣṇa que defina prakṛti
y puruṣa, al igual que la naturaleza de la relación entre el conocedor y lo
conocido o el sujeto y el objeto. Aquí Sridhar Maharaja describe otra idea, el
“Súper sujeto.”
De acuerdo con biólogos evolucionistas
ateos, la consciencia evoluciona desde lo animales unicelulares primitivos a
las medusas a los seres humanos a lo largo de miles de años; desde la
consciencia primitiva a lamente adaptada a filósofos auto conscientes. Tal vez
en el futuro desarrollemos máquinas auto conscientes con inteligencia artificial.
En esta visión, la consciencia evoluciona desde la inconsciencia.
B.R. Sridhar argumenta justamente lo
opuesto. Para resumir su punto, empezando con el Súper sujeto, la consciencia
se expande hacia los sujetos individuales, los cuales al entregarse a la
explotación caen hacia la concepción errónea.
Los mundos de concepción errónea son
consecuencia de esa percepción errónea. La consciencia se opaca, y a través de
esa concepción errónea confusa de la realidad genera el mundo que se percibe.
El mundo percibido no es abandonado por el Súper
Sujeto. Sin la percepción divina del Súper sujeto, el mundo percibido se
desvanece hacia la inexistencia. El mundo objetivo es el objeto tanto de la
concepción errónea de las jivas como de la percepción del Súper Sujeto.
La metáfora a través de la cual esto puede
entenderse está dada por la concepción de Mahavishnu, el avatar durmiente que
sueña el mundo hacia la existencia. La consciencia suprema entra en una especie
de estado de ensueño a través del cual se le permite a la consciencia confusa
congelarse hacia la existencia material. Este es un entendimiento muy sutil de
la relación entre el Sujeto y el Objeto, o la Materia y el Espíritu.
La idea de Sujeto y Objeto es doble; la
relación entre el alma individual y su mundo percibido: el clásico problema
“mente-cuerpo” del pensamiento Cartesiano, y la relación entre la Súper-alma,
el alma individual y lo percibido o el mundo objetivo.
Bhaktivedānta Swāmi comenta, “Al discutir
el tema del cuerpo y del propietario del cuerpo, el alma y la Súper-alma,
encontraremos tres tópicos diferentes de estudio: el Señor, la entidad viviente
y la materia. En todo campo de actividades, en cada cuerpo, hay dos almas: el
alma individual y la Súper-alma.
“Debido a que la Súper-alma es una
expansión plenaria de la Personalidad Suprema de Dios, Kṛṣṇa, Kṛṣṇa dice,
“También soy el conocedor, pero no soy el dueño individual del cuerpo. Soy el Súper-conocedor.
Estoy presente en todo cuerpo como Paramātmā, o Súper-alma.’ Quien estudia al sujeto material del campo de
la actividad y al conocedor del campo muy minuciosamente, en los términos del
Bhagavad-Gīta, puede alcanzar el conocimiento.”
Escribiendo en el libro Evolución Subjetiva
de la Consciencia, Sridhar Maharaj continúa, “Yo digo que el proceso de la
evolución se mueve desde lo alto hacia abajo. La realidad absoluta- si todos
afirmamos que hay algo que es la realidad absoluta- ha de poseer cualidades-
¿Cuáles son? Primero, en palabras de Hegel, ha de ser, “Por Sí mismo.” Segundo-
y más importante para nosotros, él es “Para Sí mismo,” Existe para satisfacer
su propio propósito. No está subordinado a ninguna otra entidad, porque
entonces su posición sería secundaria. La Realidad absoluta está completa en él
mismo. Todas las demás cosas vienen de él. La substancia perfecta ya existe. Lo
que aparenta ante nosotros ser imperfecto desciende en función de sus propios
sentidos defectuosos.”
Lo imperfecto ha de depender de lo
perfecto, la realidad última. Y lo imperfecto puede ser reparado por ellos para
probar su perfección. Para probar la perfección del absoluto, hay lo
condicionado y lo no condicionado, la realidad finita y la infinita. El mundo
defectuoso por ello no tiene una relación directa con la verdad.
“Sin embargo la consciencia no puede brincar
de pronto hacia la concepción de la materia, ha de pasar a través de un proceso
para convertirse en consciencia material.
Desde la posición marginal, desde el borde
de la potencia más elevada, la evolución y la disolución de este mundo material
comenzó. La Evolución y la disolución se refieren sólo a la degradación del
espíritu afligido hacia la plataforma de la materia burda y su evolución hacia
la perfección.
“Toma el ejemplo del hipnotismo. A través
de la forma mística del “hipnotismo”, el Súper sujeto controla al sujeto a que
vea una cosa en particular, está atado a ver eso.
“Uno puede pensar que cuando vemos una
piedra, por ejemplo, la piedra nos obliga a verla como una piedra, pero es todo
lo contrario; estamos obligados a verla como una piedra bajo la influencia del Súper
sujeto quien nos muestra todo tal como desea. Cuando ordena “ve la piedra,”
entonces veremos una piedra. El control completo hacia todo lo que vemos
descansa en sus manos. Ningún poder para controlar lo que vemos descansa en el
mundo objetivo. El mundo objetivo es completamente controlado por el sujeto
esto se confirma en el Bhagavad-Gīta, cuando Kṛṣṇa dice paśya me yogam
aiśvayram. Si Yo digo, “he aquí mi poder místico,” estás obligado a verlo. No
tienes elección.”
“La realidad es subjetiva. Está basada en
la consciencia. El color se percibe a través del ojo. No es que el color esté
ahí y yo pueda cogerlo. Pero el observador ve a través del ojo y percibe el
color. Así que el color es una percepción. Su posición como una verdadera
sustancia ha de ser rastreado hacia el plano sutil de la existencia es la
naturaleza de la realidad: lo burdo proviene de lo sutil.