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Wednesday, December 14, 2016

Confianza y Certidumbre



Fe vs Fanatísmo

Nuestra conexión con los santos en nuestra entrada a la fe. Su compañía debe inspirarnos y guiarnos en el camino. Como hemos visto, la fe no es lo mismo que la ingenua confianza, basada en creencias, o confianza ciega. Y mientras los santos frecuentemente son comparados con pastores del rebaño. La fe es distinta de la ignorancia del cordero. La fe es una forma poderosa de confianza, pero la confianza es una lealtad ganada duramente, No viene de la noche a la mañana.
La fe es una convicción formada sobre la base de un profundo entendimiento espiritual; es tan auto-evidente como el ver y escuchar para aquellos que la tienen. Para uno que ha nacido ciego, la visión es una construcción teórica. La música es una idea abstracta vaga que no es evidente al sordo. Uno que ama la música puede no ser capaz de explicar su encanto al nombre sordo. U por otro lado, Beethoven, aun estando sordo, podría escuchar sinfonías en su cabeza. Su danza interior estaba en la fe del poder de la música; inexplicable pero tangible. No puede haber una puebla científica que pruebe que una serie de tonos generados con una cierta frecuencia y ritmo sea  encantador o poético, o lo que hará la gente baile.
No hay evidencia de que ciertas ondas de luz al combinarse puedan provocar una lágrima. Y sin embargo millones han visitado el retrato de Mona Lisa y escuchan el ballet de Tchaikovski. No hay una prueba objetiva o evidencia de que algo como el “arte” o la “música” existan, si por prueba nos referimos a una fórmula matemática sólida probada en el vacío en donde el pensamiento humano y el sentimiento no tengan influencia.  A pesar de los mejores escenarios de ciencia ficción de Philip K. Dick , Steven Spielberg, y Gerogre Lucas, los androides no sueñan con ovejas eléctricas. Los Robots no se emocionan leyendo a Shakespeare, ni bailando el tango o inyectándose cocaína. El difícil problema de la consciencia permanece siendo un reto a las mejores mentes de la inteligencia artificial.
La fe, al igual que las bellas artes o el buen jazz, como las ondas de radio, tiene una cualidad intangible. Cualquiera que no sepa sintonizar el radio, dudará de la existencia de las ondas de radio. Quien es sordo puede que no entienda el encanto de la música. Sentir es intangible para los científicos. ¿Qué explicación pueden dar los biólogos evolucionistas del encanto de soplar una vela de cumpleaños, o de lo divertido de usar sombreros  de papel en la fiesta de Año Nuevo? Hay algo más profundo en el carácter humano que incluso el sentido moral que Kant sufre tanto por justificar. Un de realidad y trascendencia más profundo que sólo la fe puede ver y desentrañar.
Los santos son quienes han desentrañado las profundidades de la fe y quienes han regresado del otro mundo con una confianza resplandeciente de lo que contiene. Su compañía nos reafirma que existe. Y sin embargo, nos cuidamos de los santos. La fe frecuentemente es vista como fanatismo.
Hay diferencias importantes entre la fe y el fanatismo. Y es esencial entender esta distinción. La fe y el fanatismos no son la misma cosa para nada. El fanatismo se cierra en sí mismo; la fe se abre. La fe en ideales más elevados conduce a una experiencia profunda de la realidad. El fanatismo es un celo acrítico y un entusiasmo obsesivo sin fundamento en la experiencia. Puede no estar basado en alguna evidencia en absoluto, sino más bien en la presión de los compañeros, la tradición. La sumisión intimidatoria, La actitud de fe de un buscador sincero es muy distinta a la de un creyente verdadero que sigue a un profeta carismático. El fanatismo niega la realidad y los hechos mientras se esconde tras doctrinas y dogmas. La fe es una forma personal de conocimiento, de comunidad con la divinidad y de una realidad profunda. La fe es experiencia auténtica de lo divino, el fanatismo es la imitación de esa experiencia, plagio existencial. Como Woody Allen lo expresó una vez. “Hice trampa en mi examen de filosofía: miré hacia el alma del niño junto a mí”.
Los Ceyentes Verdaderos
Aquellos con fe verdadera son diferentes de los “creyentes verdaderos” que siguen una causa ciegamente. El creyente verdadero es el enemigo de la fe. Los creyentes verdaderos usan el bullyng, la coerción y el odio para mantener casta una institución. Los que tienen fe buscan almas afines en una conexión de corazón a corazón de amigos hechizados por el mismo ideal. Los creyentes verdaderos ostracizan: incluyendo a los que tienen fe verdadera. Los verdaderos creyentes siguen el dogma, el fanático exhibe estándares  y muy poca tolerancia hacia ideas u opiniones contrarias. Carentes por completo de realización propia, los creyentes de verdad siguen al líder. Adoran al guru como a dios sin entender lo que el guru o dios significan. Los creyentes de verdad pueden provenir de las filas de ateos con la misma facilidad con la que forman rebaños de dogmáticos religiosos incapaces de distinguir entre el dogma y la realización.
Buscadores de la Verdad plenos de Fe
Los buscadores de la verdad que tienen fe. Por otro lado, siguen su principio rector. Entienden como abandona la forma ante la substancia. Esa luz guía, los conduce hacia la verdad tal como la Estrella del Norte guía en la oscuridad. Pero cuando alcanzan el ecuador han de abandonar la guía de la Estrella del Norte en busca de una brújula más adecuada. Por encima del ecuador, la Estrella del Norte nunca brilla, pero el marinero experto irá más allá en busca de una nueva estrella que le guíe: La Cruz del Sur. Los creyentes verdaderos no pueden cruzar los límites del ecuador: temen a los dragones del fin de la tierra. No han capturado el significado interno de las cosas: su fe es débil así que se aferran a fórmulas sin entender su auténtica luz. Los creyentes verdaderos confían en las habladurías del pueblo y el acoso (bullying), las fetuas y la censura para mantener en línea al borrego. Algunos de los mejores pastores son perros: pero los mejores pastores no son como perros, son líderes que saben cómo guiar. Valoran a su oveja como un tesoro.
Fantismo y Creatividad.
El que tiene  verdadera fe busca la compañía de santos y de aquellos que tienen un entendimiento profundo de la verdad. Los creyentes verdaderos y fanáticos usan tácticas de odio y pruebas de fuego para dividir y conquistar el rebaño. Usan artículos de fe para atrapar a los pensadores en situaciones imposibles, llevan a cabo espectáculos de perfección ritual para identificar disidentes y provocadores de problemas y eliminarlos. Los líderes entre los creyentes verdaderos no toleran el cuestionamiento. Ninguna pregunta ha de tolerarse. Debido a que inquirir no está permitido.
Los seguidores de tales charlatanes se hallan imposibilitados para pensar con creatividad. En lugar de trabajar con compañeros para descubrir situaciones nuevas, los fanáticos y los estudiantes inmaduros sólo pueden citar al maestro y decir, “Debemos hacer como hizo el maestro sin preguntar”. Soluciones nuevas no están permitidas y esos seguidores encaran las trampas del dogma.
Religión significa ajuste apropiado.
Cada panadero sabe que una buena receta ha de variar de acuerdo a la altitud. Al nivel del mar, el pan no se eleva del mismo modo que en las montañas. Un poco de sal puede añadirse o restarse. Pero si sólo podemos seguir la receta dada por el maestro, el pan no se logrará. Debemos entonces cuestionar la sabiduría del maestro diciendo: “ ¡Oye, el pan no quedó! El maestro estaba equivocado” O ¿será posible ajustar la receta suavemente usando el criterio del maestro? ¿No podemos aprender a ver lo que veía el maestro y ajustar nuestro juicio? ¿No es sabiduría hacer ajuste adecuado cuando debemos?
Mi guru fue Bhakti Rakshak Sridhar Dev Goswāmī. Él solía decir, “La religión significa ajuste apropiado”. Cuando no puedo ajustar los hechos con mi creencia. Debo permitir a mi fe conducirme hacia una conclusión más elevada y hacia un ajuste más perfecto. Esta es la idea tras el dialecto Hegeliano de tesis, antítesis y síntesis. Las recetas y fórmulas son valiosas: la visión correcta y el ajuste adecuado son esenciales. Tal como lo puso Sridhara Maharaja:
“El ideal es totalmente valioso, no los materiales que se reunieron para ayudar a predicar el ideal. Quienes están más interesados con los materiales que con lo espiritual, así que la insatisfacción espiritual llegará como una reacción general. Al darle tanta importancia al aspecto material, no puede satisfacer a los buscadores que están tras la verdad, ni saciarán su sed. En última instancia ninguno de ustedes ha llegado en busca de la grandeza material, han venido a rendirse ante la belleza del ideal. Es sin duda el ideal de la especie más elevada el que los ha traído a todos  con seguridad, no la grandeza externa. Y podremos ser bendecidos con esa clase de tendencia en nuestro corazón”. Śrīla B.R. Sridhar Dev Goswāmī Mahārāj (05.82/3)
Para evitar las trampas del fanatismo un estudiante reflexivo estuidará los modelos de historia. Ejemplos de creyentes verdaderos pueden ser hallados desde los días de los conquistadores Romanos hasta los bolcheviques; desde los súbditos de Hitler y los aduladores de Stalin hasta los seguidores modernos del KKK. Esos fanáticos son incapaces de interpretar; no son pensadores creativos. Son incapaces de ajustar las enseñanzas del maestro,  o dar una lectura profunda a las escrituras.
Castidad Verdadera
Aristóteles era un científico porque intentaba clasificar lo nuevo: el movimiento escolástico de la época medieval toma sus observaciones como dogmas verdaderos y fueron incapaces de hacer sus propias observaciones. “Es verdad porque lo dijo Aristóteles” era el dogma de los días que codificaron el paradigma de Ptolomeo como verdad absoluta. P                  ero Aristóteles se volcó hacia Galileo cuando éste apuntó un telescopio hacia el cielo. ¿Debemos dar honor al iedal de búsqueda de la verdad  mostrado por Aristóteles? O debemos honrar al maestro tomando literalmente cada una de sus palabras y gritar “¡Castidad al maestro! El maestro dijo que la tierra es plana. ¡Todo lo demás es herejía!”
¿Debemos quemar a Galileo en la hoguera por no estar de acuerdo con el maestro? ¿O tal vez deberíamos mejor contemplar a Galileo como un gran buscador de la verdad que desciende en la línea de Aristóteles? La fe en el ideal sigue el ideal de verdad tal como empezó con Platón y que mostraron y desarrollaron más adelante Aristóteles y Galileo. Los fanáticos se mantuvieron castos ante la institución de Aristóteles y su ley. Los fanáticos declararon que la tierra era plana sin necesidad de observación  ni prueba. “¡Lo dijo el maestro!”  Eso es suficiente. El fanatismo sigue a la institución de Aristóteles. Acepta su sistema de clasificación como perfecto sin considerar su amor a la verdad o la necesidad de ajustar su paradigma. El propósito del maestro es la verdad: sus seguidores apasionadamente insisten en sus palabras. Por lo tanto los seguidores de Aristóteles mantuvieron sus disparates mientras perdían la verdad la cual era, después de todo, el ideal de Aristóteles. La verdadera castidad al maestro incluye castidad hacia su ideal, no simplemente las palabras o la fórmula.
Tal como lo puso mi maestro, “Castidad significa nuestra adherencia a la verdad. La verdad que hemos venido a realizar, esa verdad está en la consciencia de Kṛṣṇa. La consciencia de Kṛṣṇa no es algo limitado que uno puede capturar en su mano y tragar. Es de un carácter infinito. Hay gradaciones y ahí hay lugar para el progreso de la consciencia de Kṛṣṇa. Diremos que alguien es casto debido a su propio progreso sincero, no por su adherencia a una figura, o a la concepción formal.” (Śrīdhara Mahārāja, Centenary Collection)

Uno requerirá sabiduría para distinguir entre la fe y el fanatismo, pero una vez más, ese es el punto. Nadie dijo que fuera fácil. El fanatismo se vita a través de la compasión por otros.

Tuesday, December 13, 2016

Meditación: Cosmos

Meditación: Cosmos




“Ver al Mundo en un Grano de Arena
Y al Cielo en la Flor Silvestre,
Sostener el Infinito en la palma de tu mano
Y la Eternidad en una hora”.

William Blake

La Forma Universal

Puesto que el enojo fue la raíz del predicamento de Parikṣit Mahārāja, está especialmente interesado en cómo controlar la mente. Ya sea que Parīkṣit Mahārāja hace esta pregunta para nuestro beneficio, al haber ya conquistado su propia ira, o ya sea que él mismo se halla en crisis, esta pregunta es especialmente valiosa. ¿Cómo podemos controlar nuestra ira? La ira es una emoción especialmente destructiva, capaz de arruinar nuestro progreso espiritual.

El Rey preguntó, “¿Puedes por favor explicar, Oh Santo, algo más acerca de la mente. ¿Cómo puedo aplicar mi mente para poder ver siempre a Dios? ¿Y qué puedo hacer para evitar el pensamiento negativo?”


En este punto, Śukadeva Goswāmī recomienda una forma de panteísmo, mediante la cual es posible ver a dos en todas partes. ¿Cómo intuir la presencia de Dios? De acuerdo a los Upaniṣads la presencia de Dios continúa a través de la creación en el interior y afuera.
El antiguo Śrī Iśopaṇiṣad  (mantra 5) dice:

तद् एजति तन् नैजति तद् दूरे तद् व् अन्तिके
तद् अन्तर् अस्य सर्वस्य तद् सर्वस्यास्य बाह्यतः
tad ejati tan naijati tad dūre tad v antike
tad antar asya sarvasya tad u sarvasyāsya bāhyataḥ

Dios está en todas partes, dentro y fuera, Pero ¿cómo ver que Él se manifiesta en cada situación? Ninguna molécula o átomo es tan pequeño para hallarse fuera de eso, ni una galaxia es tan vasta que la presencia de Dios no la circunscriba.

La definición de Dios como ‘una esfera infinita, cuyo centro está en todas partes y cuya circunferencia no está en ninguna parte’ frecuentemente ha sido atribuido a Ramkrishna, pero sus raíces se hallan en el Liber XXIV philosophorum, atribuido al gramático y filósofo del siglo cuarto Marius Victorinus.

Pero no es necesario llegar tan lejos en el tiempo o referirse a los escritos antiguos para tener una experiencia real de lo divino.

De hecho, una experiencia práctica de la divinidad se halla en el centro de las enseñanzas del Bhāgavat. El Bhāgavat es exclusivamente teísta: Mientras que el Mahābharata está interesado en la historia de reyes y sus luchas para establecer la sociedad India basada en los principios religiosos, el Bhāgavat está constantemente enfocado en el problema del entendimiento de Dios. Los principios “religiosos” comunes que regulan a la sociedad no están enfocados aquí. Lo que se halla enfocado es la comunión con lo divino, especialmente bhakti o amor divino. Las enseñanzas de Śukadeva acerca de esta comunión son tan vitales hoy como lo eran cuando se pronunciaron por primera vez hace miles de años.

La comunión involucra una experiencia de divinidad. El Bhāgavat describe distintos niveles de experiencia religiosa. Śukadeva le da una respuesta simple al rey aquí. “Dios está en todas partes,” dice. “Aprende a ver a Dios en todas partes y será fácil controlar la mente.”
La verdadera perfección en el yoga místico será posible únicamente por aquellos que desarrollan bhakti, amor divino, dedicación. Pero en ocasiones el progreso es gradual. Antes de continuar la descripción de los pasatiempos Personales de Dios Supremo en el Décimo Canto del  Bhāgavat, Śukadeva ayuda a aquellos en los niveles iniciales de consciencia superior.
“Aprende a ver a Dios en todas partes y en todas las cosas”, dice. Al sentir la presencia de Dios en todos lados la mente se acostumbrará a la concepción devocional y eventualmente hará posible la perfección en el amor divino.
Uno puede preguntarse por qué un devoto tan grande como Śukadeva Goswāmī se molestaría en abogar por un punto aparentemente trivial. Śukadeva está dando consuelo ahí a un hombre moribundo, desesperado por respuestas. Puesto que controlar la mente es un reto para todos nosotros, haríamos bien en prestar atención a lección. Aquí, Śukadeva nos enseña no sólo cómo controlar la mente recordando a Dios, sino cómo tener una experiencia verdadera de divinidad en el momento a través de la meditación en Su omnipresencia.
Śukadeva explica que mientras estamos ocupados en la práctica del yoga, uno ha de meditar de tal manera que uno pueda ver a Dios en todas partes y en todas las cosas.
Śukadeva dice, “Uno ha de sentarse en una postura de yoga apropiada, controlando la propia respiración a través del pranayama. Mientras controla la mente y los sentidos a través del yoga uno ha de meditar en el virat-rupa”.
“Piensa de este universo como la forma exterior de Dios. Piensa en el mundo fenomenal con los elementes universales como Su cuerpo con los planetas inferiores como sus pies y las estrellas más elevadas y las constelaciones como su cabeza. Piensa en los mundos sutiles más elevados como su mente e inteligencia y los planetas infernales como sus pies.
Śukadeva continúa: “El trueno, el relámpago, y todos los fenómenos materiales proceden de sus brazos que son los dioses, empezando con Indra. Las diez direcciones son Sus orejas y el sonido físico Su oído. El aroma es su sentido del olfato. En donde veas fuego, piensa en Él. El fuego es su boca que consume todo. Las galaxias que se expanden hacia la forma infinita del espacio son las orbitas de Sus ojos.
Piensa del sol como del ojo de Dios. Su ojo divino y vigilante siempre está sobre nosotros. El creador son Sus cejas enojadas y Sus párpados el día y la noche. Su paladar es el dios del agua, el jugo de la vida es Su lengua. Es el sabor del agua. Siempre que sabores el agua piensa en Él.
“Su pensamiento es el Veda; Sus fauces son la muerte, y maya Su sonrisa. La manifestación completa de la energía cósmica es Su mirada. La religión es Su pecho y la irreligión Su espalda. Piensa del océano como de Su ondulante derroche y de las montañas como la pila de Sus huesos.
“En tu meditación puedes pensar de los ríos como sus venas y arterias, de los bosque como los vellos de su cuerpo y del viento siempre presente como su aliento. Las eras del tiempo son los movimientos de la Mano de Dios, y las reacciones de las tres influencias de la naturaleza son los actos del Mismísimo Dios”.

Śukadeva dice, “Oh Rey, el mejor de los Kurus: de este modo puedes meditar en Dios en todas partes y a todo en Él. Cuando mires al cielo, piensa que de las nubes acuáticas como del cabello plateado en Su cabeza, y del amanecer y del atardecer como Sus ropas de oro.”
“Piensa del plano de creación como Su diseño, emblema de su inteligencia. Medita en la luna siempre cambiante con sus rayos de plata como Su mente. Las canciones de sus coloridos pájaros representan su arte. Dentro de la civilización humana los brahmanes representan Su cabeza, los Kṣatriyas Sus brazos, Sus piernas los vaiśyas y los śudras Sus pies.
Śukadeva dijo, “A través de esta clase de análisis y meditación uno podrá ver a Dios en todas partes y recordará que Su ojo vigilante está sobre nosotros, interna y externamente. A través de la meditación en esta concepción universal de la divinidad uno puede controlar la mente y en última instancia, alcanzar la liberación. Al ver de esta manera, uno eventualmente llegará, en lo que a la divinidad se refiere, al nivel más elevado de consciencia”.
En la enseñanza preliminar de Śukadeva, vemos que Dios puede percibirse directamente a través de los fenómenos naturales: el sol es el ojo de Dios; la lluvia que cae del cielo nos recuerda su misericordia; la sed refleja su rasa.

El virāta-rupa, sin embargo n ha de tomarse literalmente. No hay un dios de diez mil pies con montañas por huesos y lluvia por ojos para amenazarnos y mantenernos atemorizados. Este no es el significado de la parábola que enseña Śukadeva.
Śukadeva no dice que los árboles son “el cabello en la cabeza de Dios” o que la lluvia esta hecha de “lágrimas de Dios”. El sugiere que veamos a Dios en Sus diseños. Sus sugerencias están especialmente destinadas a los neófitos y materialistas quienes difícilmente creen en Dios sin una metáfora adecuada, Entonces, aquí, Śukadeva Goswāmī habla metafóricamente.  Por supuesto, Indra no es “el brazo de Dios,” en un sentido literal, sino en un sentido metafórico. Eso es para decir que cuando hablamos de un huracán como de un “Acto de Dios”, la persona responsable, es decir el dios de lluvia sería el instrumento o el “brazo” que provocó ese acto.
De otro modo hallaríamos una contradicción aquí en donde Śukadeva primero identifica a los árboles como “el cabello en la cabeza de Dios”. Y en el mismo aliento identifica a “las nubes como los cabellos en la cabeza de Dios”. Pero Śukadeva habla poéticamente, y debemos darle alguna licencia para que desarrolle su argumento: a través del curso de 18 mil versos del Bhāgavat su argumento se hará claro.
Śukadeva describe el método a través del cual un verdadero místico llega a lo que se llama “teofanía” o revelación divina, dejando claro que esa visión es accesible a cualquiera que desee concentrarse en la grandeza de Dios. Cuando se refiere al sol como “el Ojo de Dios”, es para sugerir que todos nos hallamos en el interior de Su visión divina. El sol representa la visión divina. Si existe la mínima consciencia o si existe la consciencia divina han de tener medios de comunión. Lo que significa que si nos es posible percibir a Dios, también Él puede percibirnos. Aunque el sol tal vez no sea el instrumento físico de la percepción de Dios, debido a que la comunión con lo divino es metafísica, aun así el sol sugiere la existencia de un poder superior. La luz del sol sugiere una clase de luz suprema. La idea de la meditación de Śukadeva es para hacer notar que Dios es grande.
Esta aproximación puede tener especial utilidad para los agnósticos y otros quienes cuestionan la idea de Dios. Los científicos están tan determinados para llegar a la conclusión a través del argumento y la lógica que ellos frecuentemente pierden las verdades auto-evidentes de la consciencia. Y sin embargo tienen aprecio por los aspectos de la “forma universal”.
Los científicos del Siglo XX  fueron muchas veces místicos, asombrados ante el universo. J. Robert Oppenheimer,  impresionado por el poder del átomo, había leído el Bhagavad-Gīta. Estaba familiarizado con el pasaje en donde Kṛṣṇa revela su forma universal y cita lo siguiente al instante de la primera explosión de la bomba atómica:
“Arjuna vio en esa forma universal bocas y ojos ilimitados. Todo era maravilloso. La forma estaba decorada con ornamentos divinos y muchas vestimentas deslumbrantes. Portando guirnaldas gloriosas, y muchas esencias perfumaban todo su cuerpo. Todo era magnífico, todo expansivo, ilimitado. Esto fue visto por Arjuna Si cientos de miles de soles se elevaran juntos al instante hacia el cielo, tal vez pudieran representar el brillo de la Persona Suprema en esa forma universal. El Señor bendito dijo: Soy el tiempo, destructor de los mundos, y he venido a ocupar a toda la gente”. El Virāta-rupa fue revelado una vez en su terrible totalidad a Arjuna quien temblaba de miedo. El autor de la bomba atómica Oppenheimer estaba igualmente impresionado y recordó el asombro de Arjuna. https://en.wikipedia.org/wiki/J._Robert_Oppenheimer#cite_note-quote-8
Grandes científicos ven a Dios en Su proyecto original del Universo.
Preguntándose por el microcosmos y el macrocosmos; explorando las partículas subatómicas a nivel microscópico del cosmos y mirando asombrado el poder del agujero negro al nivel macro cósmico, los científicos reflexivos ven la mando de Dios.
Einstein vio una mano divina que no “jugaba a los dados con el universo”.
Einstein haría referencia mística a una “mente superior”, o “un espíritu superior ilimitado”, o una “fuerza misteriosa que mueve las constelaciones”.
Einstein dijo, “Esa profunda convicción emocional de la presencia de un poder superior racional, el cual se revela en un universo incomprensible, forma mi idea de Dios”.
Este es un ejemplo de “ver a Dios” a través de la “forma universal”. En sus comentarios iniciales a los sabios de Naimisharanya,; en su introducción al Bhāgavat, Sūta Goswāmī enumera la variedad de encarnaciones de Dios, los avatāras de Kṛṣṇa. Luego explica cómo la divinidad se manifiesta en una variedad de encarnaciones, de paso menciona el Virāta-rupa, o Forma Universal.
एतद् रूपं भगवतो ह्य् अरूपस्य चिद्-आत्मनः माया-गुणैर् विरचितं महदादिभिर् आत्मनि
etad rūpaṁ bhagavato hy arūpasya cid-ātmanaḥ māyā-guṇair viracitaṁ mahadādibhir ātmani
La concepción del virāṭ la forma universal del Señor, tal como aparece en el mundo material, es imaginaria. Es para permitir que  los menos inteligentes (y neófitos) se ajusten a la idea de que el Señor tiene forma. Pero de hecho el Señor no tiene una forma material”.
La idea es la de que esas descripciones son útiles para los novatos en la senda. Debido a que es difícil para la gente común el concebir la realidad metafísica, han de ser alentados a pensar del propio universo como trascendental. La “forma universal de Dios” o Dios como universo es un ejercicio de la imaginación, ya que la Verdad absoluta trasciende la naturaleza material del universo, Y sin embargo, al concebir un poder superior, alcanzamos la trascendencia a través de la meditación.
Debido a que es imposible ver a Dios con nuestra mente y sentidos materiales, se nos anima a considerar su aspecto externo. Esto es algo como entender la presencia de un hombre importante al ver su avión. Escuchamos un sonido estruendoso y vemos el Air Force One surcando los cielos. Decimos, “Ahí va el Presidente”, Por supuesto que el presidente no es su avión.; Nosotros identificamos el avión con el presidente. Del mismo modo, quienes desean ver a Dios inmediatamente perciben Su existencia al meditar en el cosmos como su forma externa.