Según los antiguos, el sonido divino es todopoderoso. En todas partes
de la cultura de civilizaciones olvidadas el sonido es la clave para comprender
el universo. Desde los mundos sagrados de los aztecas adoradores del sol hasta
los mantras de los budistas tibetanos y los hechizos místicos de los
alquimistas, el sonido siempre ha tenido un poder trascendental.
La Biblia equipara logos, la palabra, el sonido sagrado, el mantram,
con la divinidad y la creación. En el Evangelio de San Juan, la Biblia nos
dice, “En el principio estaba el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo
era Dios”.
El Verbo se identifica con la creación y el agente creador, el
mismísimo Dios. El verbo aquí se refiere a λόγος (logos).
Logos se traduce como “Verbo” en casi todas las versiones españolas de
la Biblia, pero los antiguos lectores podrían haber tenido una concepción más
sutil. El Logos griego también quiere decir “Lógico”, como función de una
“Idea”, “Pensamiento”, y “Discurso”. Ya que el pensamiento, el lenguaje y el
habla son los medios para las ideas, Logos también significa idea.
En el principio estaba la idea, Logos, comunicada a través del sonido
Logos hacia la realidad. En Sánscrito Logos es sonido, el sonido primordial es
Om, ॐ
No hay distinción alguna entre el sonido divino Om ॐ y el propio Dios. El sonido es una
manifestación de lo divino que se mueve a través de ondas y vibraciones para
influenciar la propia creación. Los escépticos señalarán que el sonido no puede
existir en el vacío. El sonido depende de un medio como el aire o el agua para
moverse, de otro modo sus ondas no pueden escucharse. Y sin embargo, Beethoven
estaba completamente sordo cuando compuso sus obras mejores y más complejas.
Sus oídos eran impermeables al sonido. Compuso sus cuartetos de cuerdas
mentalmente.
El sonido es escuchado incluso por los sordos, a través del lenguaje.
El lenguaje es el medio más potente para las ideas, sobrepasa incluso al medio.
Una imagen puede ser que valga mil palabras, pero la mente es capaz de procesar
millones de palabras en un momento, analizar miles de imágenes en lenguaje y
palabras.
Algunos conceptos desafían a las imágenes, pero se manifiestan en
sonido. Tal vez representemos ॐ como una
imagen, pero la experiencia de Om como sonido divino es lo que penetra la mente
y toca el alma. Sin la estimulación del nervio óptico un ciego puede comunicar
el sofisticado laberinto de la mente a través de la poesía del lenguaje tal
como lo hace Borges en sus Ficciones. La imagen está sobre valorada. La Biblia
nos dice, al igual que todas las literaturas antiguas que surgen de la
realización de grandes santos, que los pensamientos cuando se mueven desde la
idea hacia el lenguaje y luego hacia el sonido es la fuente primordial de la
creación.
La Biblia nos dice que dios dijo, “Hágase la luz”, y la luz se hizo.
Primero la idea de luz, luego en orden, el sonido, la palabra y después la luz.
Esta imagen está subordinada al sonido, el mantra divino.
Hemos visto que el clamor al santo nombre de Dios traspasa todas las
culturas y lenguajes. Tal vez pueda ser llamado “God” en Inglés, “Dios” en
Español o “Dieu” en Francés. Hay muchos nombres de Dios. El tetragrammaton
deletrea el nombre con cinco letras YHWH, también llamado Yahweh o Jehova, Es
llamado Adonai, Abba, “El Más Elevado”, “Señor de señores” o “El Padre”.
El nombre en particular con que la divinidad es mencionada en toda
lengua evoca la concepción ontológica de
la divinidad a través de la cual Él es entendido. Estas distintas concepciones
han sido analizadas por Sanātana Goswāmī en su Brihad
Bhagavatamritam y también por Bhaktivinod Ṭhākura en su Krishna Saṁhitā.
Los ateos y los agnósticos no reconocen ninguna divinidad última; A
veces consideran al Universo como Dios. Este es un entendimiento vago de su
Virata-rupa o Forma Universal de la divinidad, la cual en el análisis más
generoso, puede ser considerado como un entendimiento alejado de Dios: Dios
como el Cosmos. Hay muchos nombres para esta concepción.
Los monistas y los no-dualistas piensan que más allá de esta
manifestación material ha de haber una especie de verdad espiritual o realidad
inmortal, pero la conciben en términos impersonales. Esta realización de la
espiritualidad niega la personalidad de Dios, Ellos hablan del “Uno”, o de “La
Luz” y su idea de unidad no tiene distinciones. Los budistas los advaitavaids y
otros buscadores impersonalistas de la verdad puede que adoren distintas
deidades como un foco intermedio para su meditación, o como una especie de
estación en la senda de la unidad, pero en el análisis final estas formas se
disuelven. Nirvana implica la nada, como meta última.
La disolución del ego ya sea hacia la unidad eterna espiritual o hacia
la nada absoluta es la finalidad de estos sistemas. Los nombres de la divinidad
pueden variar, pero la práctica termina en una especie de samādhi estático: la unidad
no diferenciada o el no ser. Esta clase de samādhi no admite una
expresión personal o una dicha dinámica.
No es una inmortalidad positiva o progresiva, debido a que ni es una
expresión personal, ni es dinámica. Tal samadhi es meramente un ser eternamente
sin personalidad o sat, en el caso de los advaitavadis ni de ser en el caso de
la escuela Budista que elimina el ego para siempre. Los nombres de Dios que son
usados como mantras para alcanzar esas plataforma de ser o no ser son por ello
temporales. Como una escalera que se hace a un lado al alcanzar la meta, estos
mantram son dejados atrás al momento del nirvana.
Puesto que la identidad eterna del alma viviente o Jīva es de hecho
cualitativa, es decir diferenciada, tal estado de samadhi es artificial y no
puede mantenerse por siempre. La tal llamada inmortalidad es temporal, ya que a
la larga la permanencia del alma en la negatividad absoluta es imposible. Según
el análisis de Ramanuja y de los eruditos Vedánticos de la escuela Vaiṣṇava encabezados por Śrī Caitanya, esa alma o Jīva que se detienen durante
millones de siglos en el samadhi impersonal eventualmente despertarán el ego.
Este ego invocará al alma condicionada hacia nuevas aventuras en la explotación
del mundo de las sombras llamado maya en una búsqueda infinita por rasa o ānanda. Todos los grandes
santos y eruditos de la escuela no dual, incluyendo a su fundador Śaṅkara regresarán al mundo
dual para descubrir su dicha personal.
Sólo tras muchos nacimientos y muertes, alcanzarán de nuevo una forma
humana de vida y una oportunidad para entrar en contacto con los nombres
eternos de Dios.
El Brihad Bhagavatamrta de Sanātana Goswāmī describe la curva del
carácter de un buscador de la verdad quien profundiza en su búsqueda por la
realidad última. Él halla que más alla del mundo no diferenciado de
inmortalidad estática, hay un mundo más elevado de inmortalidad positiva y
progresiva.
La tésis de Sanatana Goswami nos dice que somos capaces de interpretar
la realidad de acuerdo a distintos niveles de conciencia. El que haya
diferentes niveles de conciencia no es una idea nueva.
Flotamos en un mar de conciencia. Los materialistas cree que vivimos en
un mundo de cosas. Pero esas cosas flotan en un mar de conciencia. Estamos
rodeados por y permanentemente por conciencia. Hay diferentes niveles de conciencia.
Los científicos tienen una definición estrecha de conciencia como formas de
vida soportadas con base en una matriz de carbón. Pero ¿es la conciencia un
subproducto de una matriz de moléculas basadas en carbón o es algo más sutil? ¿Y
qué si existen matrices basadas en carbóno de impulsos electromagnéticos de
materia consciente? ¿Qué si el nivel más primitivo de consciencia es algo como
una estrella, algo como el sol, cuyo metabolismo es tan lento como indetectable
como forma viviente, pero cuya luz y calor es capaz de sostener millares de
formas de vida?
Tal vez clasifiquemos la conciencia fenomenológicamente. No tengo idea
de cómo se siente el dolor en otros, pero puedo inferir la conciencia del dolor
a través de su expresión. En otras palabras, podríamos medir la consciencia y
entenderla a través de sus efectos y funciones. Entonces el análisis más básico
de la conciencia será destrozado a través de sus efectos y funciones. Si
empezamos con las formas más básicas de conciencia, lo que vemos no es la
propia conciencia, sino su revestimiento. Estos revestimientos son llamados
“koshas” en Sánscrito, de las cuales hay cinco: annamaya, pranamaya, manomaya,
vijñāna-maya y anandamāya. Conforme se degrada la conciencia a través del medio de la mente,
la inteligencia descarriada y el ego falso, se instala en el “mundo de la
concepción errónea” o el mundo de māya.
Por supuesto, tal como es posible involucionar hacia la sensualidad
material, también es posible evolucionar a través de los diferentes niveles de conciencia
hacia una plataforma de iluminación hallada en la dicha divina, tal como
veremos más adelante. Pero los distintos niveles de conciencia tal como son
descritos por las antiguas tradiciones de sabiduría son instructivas en
ayudarnos a entender el despliegue de la cadena del ser.
La filosofía del yoga enseña que la mente es conciencia pura la cual ha
sido filtrada a través de la concepción falsa del ego y la mente y como
consecuencia de ese proceso de filtración surge la creación de cinco cubiertas
de conciencia, Estas son llamadas annamaya, pranamaya manomaya, jananamaya,
vijnanamaya y anandamaya koshas, o cubiertas.
La forma más primitiva de estas es annamaya “alimento consciente” Aquí,
la entidad viviente tiene una función metabólica. No hay una meta-cognición o
autoconsciencia, pera la entidad es capaz de descubrir la comida y la
metabolización. Esta etapa de la conciencia se encuentra en plantas
helocéntricas, en organismos unicelulares llamados medusas. Una medusa no tiene
cerebro, y sin embargo muestra conciencia.
Conciencia pranamaya significa “conciencia de supervivencia” Prana es
el aire de la vida. La conciencia del propio aliento de vida y la determinación
a sobrevivir se halla en muchas formas primitivas de vida las cuales pueden
resistir ataques y defenderse a sí mismas. Vemos conciencia prnamaya incluso en
perros y gatos. Los animales tienen emociones y un sentido de
auto-preservación. El sentido de auto-preservación es llamado pranamaya.
Los seres humanos quienes funcionan en el nivel de metabolismo o
supervivencia son ciertamente no vive a todo su potencial. Los seres humanos,
sin embargo recapitulan estas formas de conciencia del embrión hasta la
infancia. Ciertamente anhelamos que los seres humanos progresen más allá del
cerebro de la medusa, y del nivel de los perros y gatos.
Manomaya es el siguiente nivel, e implica la actividad mental. Muchos
mamíferos del orden superior como los delfines, los perros entrenados y los
caballos, los chimpancés, exhiben algunos dignos de una actividad mental más
elevada. Pero la conciencia manomaya en general puede extenderse a todas las
funciones sicológicas de la vida humano que no impliquen la auto-realización.
Todas ls funciones mentales están involucradas en la auto-preservación,
habilidades para sobrevivir, comportamiento sexual, seguridad, defensa,
protección de la familia, e incluso la diversión cae dentro de la categoría
manomaya.
Por encima de manomaya, o “conciencia mental” está vijnanamaya, la cual
es la conciencia que inicia con las ciencias lógicas e intelectuales y culmina
en la ciencia del ser, o la realización del “ser”. Finalmente está anandamaya o conciencia de
“dicha” la cual sólo está disponible en las etapas más elevadas de realización.
Una vez que uno está seriamente situado en el nivel vijnanamaya o la búsqueda
filosófica del conocimiento meta-cognitivo—por encima de los niveles primitivos
de la medusa, los animales y la vida humana cotidiana—uno puede considerar los
diversos niveles ontológicos de conocimiento, siguiendo el análisis de Sanātana Goswāmī y de Bhaktivinod Ṭhākura en el Volcán Dorado
del Amor Divino, Sridhara Maharaja describe los niveles de conocimiento.
El conocimiento ha sido clasificad bajo cinco encabezados. El más bajo
es el conocimiento adquirido a través de la propia experiencia sensorial:
pratyaksa—el cual hemos experimentado a través de nuestros sentidos. Esa es la
primera etapa, La siguiente etapa que es más elevada es el conocimiento que no
hemos experimentado a través d nuestros
sentidos, sino que hemos obtenido de la experiencia de otros (paroksa), tal
como los científicos tienen sus experiencias y hemos obtenido algo de su
conocimiento a partir de sus invenciones y descubrimientos.
Estos cinco niveles de conocimiento en ocasiones son considerados como
las diferentes formas de obtener evidencia. Pero estos no son únicamente
niveles de evidencia, o etapas epistemológicas: estas categorías de conocimiento
tienen un valor tanto epistemológico como ontológico. Epistemológico, ya que
describe lo que sabemos y podemos saber: ontológico porque describen niveles
del ser, desde el sensual, hacia el mental, al espiritual hasta lo subordinado
a Dios y finalmente hacia la participación en una relación amorosa con Dios.
Volviendo al problema de la inmortalidad diferenciada y no-diferenciada,
podemos considerar el conflicto entre la escuela Ramanuja vs la escuela de Śaṅkara
De acuerdo a la escuela bhakti de Ramanuja Ācārya, el no dualismo se
halla en el nivel más elevado de la realización espiritual. De hecho es
superficial.
En la visión de Śaṅkara está el mundo
sensual, por encima del mundo sensual está el mental. En su opinión el mundo
sensual y el mundo mental son productos de maya. Este es el porqué de que su
filosofía o vada es la de maya, ilusión. De acuerdo a Śaṅkara, brahma-satyam,
jagan-mithya: El Bramán o espíritu es verdad; el mundo es falso. Así que no hay
dualismo de acuerdo a la escuela Advaitin de Śaṅkara. Él dice que la
idea de dualismo es ilusión o maya. En la visión de Śaṅkara del Vedānta, uno que llega a
entender la no-dual o visión de Advaita de la realidad alcanzará la etapa más
elevada, la “unidad”.
Ramanuja no está de acuerdo. En su visión, Dios es una categoría más
elevada de la realidad que tú y yo. Por encima de nuestra existencia espiritual
individual está la realidad última, la de la divinidad. Ramanuja halla esta
divinidad en la adoración de Viṣṇu en Vaikuṇṭha. La idea de Viṣṇu corresponde
generalmente a la de Dios como el “Gran Padre”, el “Rey de Reyes”, el
“Gobernante Absoluto del Cielo”.
Así que, los nombres de Dios que corresponden al nivel de adhokshaka
pueden elevarnos a esa etapa. Mientras estemos ocupados con los nombres mundanos
de Dios, pidiendo recompensa en este mundo de nuestras deidades mundanas,
podremos esperar ser recompensados en el plano de conciencia annamaya,
pranamaya o manomaya, el mundo sensual y mental de los placeres temporales.
Todos esos nombres temporales de Dios los cuales corresponden
ontológicamente al mundo de los sentidos, el cuerpo y la mente pueden
proveernos con la alquimia adecuada para liberar la energía kármica que
necesitamos para vivir felices en el mundo de nacimiento y muerte. Aquellos que
invocan al dios de la lluvia y al dios del rayo para el cultivo y cosecha, al
dios del mar para un viaje seguro o al dios de la guerra para conquistar a los
propios enemigos tal vez hallen que sus oraciones han sido respondidas y sus
deseos otorgados. Aquellos oran a Tláloc o Quetzalcóatl, a Thor o a Odín, a
Marte o Júpiter pueden hallar un refugio temporal. La felicidad en el mundo del
nacimiento y muerte es tanto temporal como mitológica: las oraciones a los
dioses mitológicos en el mundo de nacimiento y muerte tal vez provean un
consuelo temporal y mitológico al suplicante. Pero la posición ontológica más
elevada requiere una oración más elevada.
Aquellos que emergen hacia la divinidad de Shiva pueden adorar a Shiva,
considerando que Jīva es Śiva, el alma finalmente
regresa a la conciencia universal del alma. Pero su adoración a Śiva también es temporal.
Al alcanzar a Shiva, ellos dejarán de lado su adoración. Una vez que se han
convertido en uno ya no necesitan a su dios, así que la adoración del nombre,
el mantra de Siva, es temporal.
Más tarde, los seguidores de Caitanya Mahāprabhu descubrieron un
nivel aún más elevado: el nivel supra-mundano o aprakrita. Este es el plano del
amor divino, en donde es posible tener una relación amorosa con Dios, Krishna.
Debido a que el amor carece de temor y reverencia, pero es semejante al
mundano, la concepción del amor divino ha sido llamada aprākrta por los seguidores
de Caitanya Mahāprabhu. El
notable Jīva Goswāmī en su Bhakti Sandarbha,
como también más tarde Viśvanātha Cakravartī Ṭhākura, Bhaktivinod Ṭhākura en sus libros,
Caitanya Shikshamrita y Jaiva Dharma. Sridhar Mahārāja, por supuesto, hacen
referencia a los ācāryas previos al abordar
esta cuestión.
Aprakrita tiene un sentido sublime. Aquí el alma puede alcanzar la
etapa más elevada de concienci, la conciencia de dicha o conciencia de Krsna.
Debido a que Krsna es Dios como el difrutador del placer más elevado, Él es por
sí mismo y para Sí mismo. La concepción de Krsna de Dios Supremo existe más
allá de las ideas de majestuosidad de Dios como Padre. A-prakrita significa
“aparentemente material”. La idea es que la Suprema Personalidad de Dios es
trascendental a las consideraciones mundanas de personalidad. Hay muchos avatāras o personalidades de
Dios, pero la concepción de Kṛṣṇa es suprema,
debido a que él es el emporio de todo rasa. No tiene deberes como creador o
juez, o como padre. Él es el príncipe de Vrindavan la cual existe únicamente
para su propio placer.
Para resumir lo que he dicho acerca de los niveles de conciencia, como
etapas o niveles de conciencia, caminar, soñar, sueño profundo, e incluso la
meditación, pertenecen al conocimiento adquirido a través de la propia
experiencia sensual y mental. Esto ha sido llamado pratyaksa de acuerdo con la
taxonomía de conciencia tal como fue dada tanto por Śaṅkara, Ramanuja, y los
seguidores de Caitanya Mahāprabhu incluyendo a Jīva Goswāmī. Este es el nivel
básico de conciencia, epistemología y ser espiritual. Un nivel de conciencia
más elevado opera en la obtención de experiencia de otros (paroksa), la cual
significa educación, leer, en resumen, “lo que hemos obtenido de otros en la
visión de Shankara el despertar espiritual
más elevado es la realización de la conciencia unificada, la que es
llamada Aparoksha, Debido a que esta conciencia es nebulosa, no diferenciada,
una conciencia unida. El análisis de Śaṅkara termina
aquí. Él siente que todo lo demás es un producto mental. La versión de Śaṅkara entonces va hacia
Aparoksha.
En este punto Ramanuja descubre algo nuevo: el sentido numioso del
absoluto. Como conciencia individual, descubro que no estoy solo en el
universo, sino que hay un poder más elevado. Y yo no soy “uno” con ese poder.
Estoy en una posición subordinada. Este “temor y reverencia” o “temor y
temblor” de Dios es un nivel más elevado del ser, ya que es el principio de una
relación personal con la divinidad. Ramanuja llama a esto Adhokshaja. Está más allá
del nivel de los sentidos, la mente, la inteligencia, e incluso la realización
espiritual generalizada. Esto es accesible a través de la fe.
La concepción cristiana de Dios habla de “el creador” Dios como
“creador no puede ser la concepción más elevada del Dios supremo, porque relativiza
su posición. Le da a importancia a Dios únicamente porque tiene la importante
función de crear a la humanidad. Pero la concepción de Krsna existe más allá de
alguna función. No tiene ningún papel qué jugar en la creación. Él es por Sí
mismo y para Sí mismo, en lenguaje Hegeliano. El plano “adhokshaja” de Ramanuja
corresponde al del “Padre Supremo” del cristianismo, en donde Dios es la
Personalidad Suprema y el centro de toda existencia y es adorado con temor y
reverencia. El plano adhokshaja es el cuarto plano de conciencia.
Como lo coloca Śrīdhara Maharaja, “Es el
cuarto plano de concienci, y es muy grandioso, todopoderoso, y todo inspirador.
Sólo si se revela a Sí mismo a nosotros podemos tener alguna experiencia de ese
plano conocido como Vaikuṇṭha, la región
espiritual ilimitada de temor y poder.
El plano Vaikuntha es el plano de conciencia dichosa, debido a que las
almas comulgan con el Dios supremo a través del temor y la reverencia. Pero el
nivel más elevado de conciencia dichosa se halla por encima de del nivel de ser
de Adhoksha o Vaikuṇṭha,
conciencia, entendimiento, percatación. Este nivel (más elevado) es llamado
Aprakrita, y ahí uno puede comulgar con Dios a través de una intimidad
verdadera de amor divino.
Sridhar Mahārāja describe el quinto
nivel:
“Pero a través del Śrīmad-Bhāgavatam y de Sri
Caitanya Mahāprabhu,
llegamos a conocer que hay una quinta entapa de conocimiento que es muy similar
al plano mundano, sin embargo no es mundana. Es llamada aprākrta. Esa es Goloka, la
completa concepción teísta completamente desarrollada la cual es hallada
únicamente en el dominio de Kṛṣṇa. El
conocimiento central del absoluto ha de tener una conexión incluso con los
niveles más bajos de la creación mundana; ha de ser capaz de armonizar la peor
porción del mundo ilusorio. Esto se conoce como aprākrta, supra-mundano.
Entrar a ese reino más elevado sólo es posible a través del amor divino”.
Una vez más, la idea es que por encima del mundo del ser sensual mental
o conciencia (pratyaksha) hay un mundo de inteligencia y educación. Un nivel
más elevado de epistemología (pratyoksha) el cual termina para Śaṅkara en unidad
(Aparaksha). Este es una especie de sueño profundo para el alma pues ahí no hay
dinamismo. No dinamismo significa, no dolor, no sufrimiento, no nacimiento, no
muerte. Entonces conciencia de unidad es una especie de “sueño profundo”
Ramanuja descubre el mundo más elevado de Vaikuṇṭha (adhoksaja) amor por
Dios pero teñido de majestad e incluso miedo. El verdadero amor divino está por
encima de este. Es llamado “aprakrita” debido a que para el ojo desentrenado
pudiera parecer mundano.
Pero el plano de amor divino en Vrindavan es supra-mundano. Más allá de
la ausencia de dinamismo de la conciencia de unidad, por encima incluso de la
dedicación servil al majestuoso “Dios Padre” de Vaikuntha, la devoción hallada
en la concepción de Vrindavan se lleva a cabo en el nivel de amor íntimo. Este
fue el descubrimiento de la escuela de Caitanya o Vaiṣṇavismo, particularmente encarnado
en las enseñanzas de Sanātana Goswāmī en el Brihad
Bhagavatamritam y Bhaktivinod Ṭhākura en el Krishna Saṁhita.
Hay varias clasificaciones o análisis de conciencia. Pero el análisis
de Śrīdhara Mahārāja de la visión Vaiṣṇava tal como la exponen
Sanātana Goswāmī y Bhaktivinod Ṭhākura es profunda y
particularmente digna de análisis. Él nos informa que por encima del nivel del
ser de Adhokshaka o Vaikuṇṭha, de la
conciencia, del entendimiento y la percatación, se halla lo que es llamado Aprākrta.
Aquí la versión de Śrīdhara Mahārāja en el Volcán Dorado:
El conocimiento se ha clasificado bajo cinco encabezados. El más bajo
es el conocimiento adquirido a través de los propia experiencia sensorial:
pratyaksa— lo que hemos experimentado a través de nuestros sentidos. Esa es la
primera etapa. La siguiente etapa más elevada es el conocimiento que no hemos
experimentado con nuestros sentidos pero que hemos obtenido de la experiencia de otros (paroksa), tal
como los científicos experimentan, y nosotros obtenemos algo de ese
conocimiento de sus inventos y descubrimientos, La tercera etapa está por
encima de la experiencia humana (aparoksa) Es algo parecido a un sueño
profundo. “Pero en la profundidad, en el sueño sin sueños, no tenemos
conciencia de ese estado. Cuando regresamos de ese sueño carente de sueños,
expresamos una percatación de esa experiencia, pero es nebulosa. Aparoksa es
una especie de experiencia nebulos la cual es indistinta, en donde el sujeto y
el objeto material se juntan, y el objeto material se desvanece en el sujeto. Śaṅkārācārya, el grande exponente
del impersonalismo, explica los grados de conciencia hasta este punto. Por otro
lado el gran devoto erudito Ramanujacarya, al igual que otros Vaiṣṇavas ācārya son de la opinión
que hay un cuarto plano por encima de éste. Este plano es llamado adhoksaja.
Trascendental o aquél que existe más allá del alcance de nuestros sentidos, ya
sean éstos burdos o sutiles. Es un plano que podemos experimentar únicamente
cuando, por su dulce voluntad, desciende hacia nuestro plano burdo de entendimiento.
Si se retira, estamos desamparados; no podremos hallarlo.
No podemos decir que la Verdad Absoluta se halla bajo el control de
nuestro conocimiento. No podemos medirlo de ese modo. Es independiente. Por su
dulce voluntad puede descender y podremos tal vez experimentar ese reino
supremo, pero si se retira, estaremos desamparados; nada podremos hacer. Tal
vez lloremos o recemos, pro ahí no podemos entrar por la fuerza con nuestro
poder personal. Este es el cuarto plano de conciencia, y es grandioso, todo
poderoso y todo inspirador. Sólo si se revela a sí mismo podemos nosotros tener
alguna experiencia de ese plano conocido como Vaikuṇṭha. La región espiritual
última de temor y poder.
Ese es el plano adhoksaja. Entonces, hay pratyaksa la experiencia
directa a través del sentido de percepción, luego paroksa, aprendiendo a través
de la experiencia de otros, luego aparoksa, el plano negativo de conciencia no
diferenciada y luego la cuarta dimensión: adhoksaja. Estamos bajo tierra. El
verdadero conocimiento se halla arriba, en la superficie, más allá de nuestra
experiencia. Si podemos perforar a través de las gruesas cubiertas que cercan
nuestra experiencia, podemos llegar a conectar con otro plano de conciencia eso
es adhoksaja.
Adho-krtam indriya-jam jnanam: adhoksaja significa el conocimiento
superior el cual puede derrocar nuestro conocimiento de la experiencia de este
mundo. Ese conocimiento trascendental, supra-mental es la cuarta etapa de
conocimiento. Ese plano es distinto en todas las formas, no es similar a este
mundo.
Pero a través del Śrīmad-Bhāgavatam y de Sri
Caitanya Mahāprabhu,
llegamos a conocer que hay una quinta entapa de conocimiento que es muy similar
al plano mundano, sin embargo no es mundana. Es llamada aprākrta. Esa es Goloka, la completa
concepción teísta completamente desarrollada la cual es hallada únicamente en
el dominio de Kṛṣṇa. El
conocimiento central del absoluto ha de tener una conexión incluso con los
niveles más bajos de la creación mundana; ha de ser capaz de armonizar la peor
porción del mundo ilusorio. Esto se conoce como aprākrta, supra-mundano.
Entrar a ese reino más elevado sólo es posible a través del amor divino. Todo
puede ser compensado únicamente a través del amor. Se dice que una madre
amorosa piensa que su hijo tiene hermosos ojos de loto. Ella está cegada por el
afecto. Entonces, lo que es mezquino y bajo sólo puede ser compensado por el
amor—el cual brilla hermosamente. Esto es prema, o amor divino. A través de la
misericordia, a través de la piedad, por la gracia, un rey puede llegar a jugar
con un niño de la calle. El afecto puede hacerlo posible. La diferencia entre
lo alto y lo bajo desaparece en esa etapa. Los residentes de Vṛndāvana se consideran ordinarios.
Esto es jñāna-sunya-bhakti,
amor divino el cual está libre de cualquier cálculo y no considera ni la
opulencia ni el poder del Señor. Esa devoción está por encima incluso de Vaikuṇṭha y continúa bajo el
hechizo de Yogamaya, la potencia encantadora del Señor. Es un arte especial de
yogamaya que quienes poseen la posición más elevada se consideren a sí mismos
muy insignificantes. El amor borra la diferencia de grande y pequeño, alto y
bajo. Vṛndāvana es un plano de
existencia así. Ahí hallamos devoción libre de ningún cálculo
(janana-sunya-bhakti). Incluso puede ser que los residentes de Vṛndāvana no sepan de su
posición exaltada.
Resumiendo, la división general fenomenológica de la conciencia en
cinco capas o koshas es similar a la estructura de una cebolla—conforme una
capa es retirada la siguiente capa es revelada hasta que uno alcanza la capa
última en el interior. La última capa del interior de la conciencia es llamada
anandamaya. Una vez que la conciencia es descubierta a través de la
auto-realización. , uno halla la unidad en armonía con la Suprema Personalidad
de Dios. El nivel más elevado de conciencia se caracteriza por el gozo debido a
que el alma iluminada es por naturaleza gozosa. La felicidad divina es el
alimento del alma iluminada. Tan pronto como uno alcanza el estado de ānanda-maya, se convierte
en un alma liberada. Pero mientras las entidades vivientes estén situadas en
las etapas inferiores de vida, por ejemplo, anna-maya, prana-maya, mano-maya y
vijnana-maya- son consideradas como perdidas en el mundo de la concepción
errónea, en su condición de vida material.
Podemos también dividir las etapas conciencia entre vijnana maya y
anandamaya. Mirando hacia la conciencia como epistemología, podemos decir que
los seres realizados con evidencia personal (pratyaksha) y evidencia obtenida
de otros (paraksha) pero finalmente han de culminar en el conocimiento
trascendental o espiritual el cual se hall por encima de los sentidos
(aparoksha). Incluso más elevado que el entendimiento trascendental está la realización
del Dios Personal Todopoderoso (adhokshaja ), mientras que la conciencia
dichosa de anandamaya puede experimentarse con temor y reverencia. Pero la
forma más elevada de entendimiento es aprakrita la realización supra-mundana
que corresponde a la realización completa de la conciencia dichosa de
anandamaya con la intimidad completa con Dios Supremo Personal. La tesis de Sanātana Goswāmī se
desarrolla con referencia al Śrīmad Bhāgavat Purāṇa el cual
describe la longitud de la posición
ontológica de los avatāras de Dios,
culminando en la concepción de Kṛṣṇa de la cual se ocupa el décimo canto de la obra,
su súmmum bonum (en latín, "el sumo bien" o "el bien
supremo" N/T).Puesto que el Bhāgavat Purana esboza toda la variedad de avataras
de Dios, pudiera haber alguna confusión como la importancia relativa de estas
manifestaciones del absoluto. Sanātana Goswāmī ha dejado
claro que la concepción Kṛṣṇa debe ser la
concepción más elevada y esto es confirmado por Rūpa Goswāmī quien dice que Kṛṣṇa es la versión suprema
del Absoluto puesto que Él es el emporio de todo rasa, akhila-rasamrita-murti.
Regresando a nuestra consideración acerca del poder del sonido divino,
esto significa que los nombres de Dios los cuales se refieren exclusivamente a Krsna
nos dirigirán hacia una meta más elvada que los nombres temporales de dios.
Mientras que “Él el creador” o “Él quien juzga a los Muertos” o “Dador
de Lluvia” denotas varias formas de Dios correspondiendo a las experiencias del
inconsciente colectivo de la humanidad y puede ser entonado en varias lenguas
para solicitar a varias deidades temporales, el nombre Kṛṣṇa se refiere al
Principio del Placer Absoluto quien es por Sí mismo y para Sí mismo.
Por esta razón, los seguidores de la escuela de Vaiṣṇavismo de Caitanya
consideran que el mantra que solicita exclusivamente a Kṛṣṇa es el mejor de todos
los sonidos divinos. Este mantra no se usa para solicitar a dios o dioses para
obtener una remuneración mundana. Se invoca únicamente en el proceso de
desarrollar rendición y amor divino.
Por esta razón, el Maha-mantra o gran mantra que se canta:
Hare Krishna, Hare Krishna, Krishna Krishna Hare Hare
Hare Krishna, Hare Krishna, Krishna Krishna Hare Hare
Hare Rama, Hare Rama, Rama Rama Hare Hare
Es altamente confidencial, No ha de otorgarse a cualquiera El problema es, ellos pueden mal interpetarlo
y cometer ofensas contra el santo nombre de Dios pensando que es trivial. Y sin
embargo, nos atrevemos a publicar este nombre sagrado aquí. ¿Cómo es que
tomamos tal riesgo?Cuando me sente ante los pies de mi maestro divino, Bhakti
Raksaka Śrīdhara dev Goswāmī en noviembre de 1982,
me contó esta historia acerca del gran Ramanuja Ācārya. A Ramanuja Ācārya su guru le habló
acerca del poder del santo nombre de Dios. Él había sido iniciado en los
secretos y en el que nunca lo revelaría a nadie.
Tras tomar el mantra y meditar en el Señor Supremo, Ramanuja sintió el
impuslo de subir a la torre más alta del templo y gritar el mantra a la gente
de abajo:
“¡Tomen el nombre sagrado de Dios y libérense!” proclamó.
Su gurudeva se escandalizó. Llamó a Ramanuja ante él.
“¿Cómo te has atrevido a desobedecer mi órden” le reclamó su guru.
Ramanuja le dijo a su guru: “Maestro mío, tu mantra es infalible,
producirá su resultado deseable, estoy seguro, así que dejemos que estas
personas sean liberadas. Estén satisfechos con la plenitud de la vida. Y por
romper tu orden, yo iré al infierno eterno. Estoy listo para eso, maestro mío”.
Incluso a riesgo de ser condenados por las autoridades más elevadas, publicamos
aquí el nombre sagrado de Krishna para que todos puedan beneficiarse,
conociendo su valor eterno.
El canto del nombre sagrado no tiene límites ni fronteras. No es
sectario. Mientras que el mayor protagonista
del santo nombre fue Śrī Caitanya, el mayor
oponente del nombre sagrado fue Hari Das Ṭhākura, quien empezó su
vida como seguidor del Islam. Que alguien nacido en una familia islámica pueda
convertirse en el mayor de los maestros del santo nombre de Krishna prueba que
no es un clamor sectário. Hari Das Ṭhākura fue
reconocido como el harināma ācārya por su humildad y su
constante canto del nombre divino de Krishna.
El propio Caitanya Mahāprabhu
enseñó:
चेतो-दर्पण-मार्जनं भव-महा-दावाग्नि-निर्वापणं
श्रेयः-कैरव-चन्द्रिका-वितरणं विद्या-वधू-जीवनम्
आनन्दाम्बुधि-वर्धनं प्रति-पदं पूर्णामृतास्वादनं
सर्वात्म-स्नपनं परं विजयते श्री-कृष्ण-सण्कीर्तनम्
ceto-darpaṇa-mārjanaṁ
bhava-mahā-dāvāgni-nirvāpaṇaṁ
śreyaḥ-kairava-candrikā-vitaraṇaṁ vidyā-vadhū-jīvanam
ānandāmbudhi-vardhanaṁ prati-padaṁ pūrṇāmṛtāsvādanaṁ
sarvātma-snapanaṁ paraṁ vijayate śrī-kṛṣṇa-saṇkīrtanam
“Sea toda la victoria para el canto del
santo nombre del Señor Kṛṣṇa, el cual puede limpiar el espejo del corazón y
detener las miserias del fuego ardiente de la existencia material. El canto es
la luna creciente que extiende el loto blanco de la buena fortuna a todas las
entidades vivientes. Es la vida y el alma de toda la educación. El canto dl
santo nombre de Kṛṣṇa expande el océano dichoso de la vida trascendental.
Otorga un efecto refrescante a todos y permite degustar un néctar completo a
cada paso.
Traducido por A.C. Bhaktivedānta Swāmi.
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