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Monday, September 19, 2016

Ser y Conciencia XV Conversaciones Profundas

Consciencia y Ser XIV: Evidencia, el Bhāgavat
Conversación y el Bhāgavat
Como ya hemos visto, la conversación acerca del alma ha iluminado a la humanidad desde tiempo inmemorial. Y sin embargo la cualidad de una conversación se denomina por el nivel de sus participantes.
La Biblia surgió de las enseñanzas de los profetas que vagaban en el desierto buscando la verdad. La Academia griega de Platón estaba basada en la idea de sostener conversaciones con los jóvenes de la élite de Atenas, mientras que Jesús conversaba con carpinteros y pescadores.
La Enseñanza de Cristo
Mahoma tal vez pudo haber conversado con el ángel Gabriel, pero las enseñanzas del Corán apuntan a las tribus nómadas árabes del siglo IX.
El contraste es sorprendente. Y aunque cada religión aspira a la universalidad, muchas doctrinas se desenvuelven entre las leyes morales y éticas. Estas doctrinas guían a la sociedad secular en establecer los principios en los que la sociedad se gobierna. Pero mientras las leyes religiosas no dan un marco a través del cual juzgar el pecado y la piedad, el bien y el mal, lo bueno y lo malo, estas reglas se quedan cortas para poder contemplar la realidad última.
El dharma social, o “consciencia social” es un componente esencial de una civilización saludable, de acuerdo con Rousseau y otros. El Mahābharata está lleno de reglas y consejos acerca de cómo debemos vivir. Tal como la Biblia tiene el Levítico, el cual está lleno de leyes dietéticas y proscripciones sexuales, el Bhisma Parva del Mahābharata tiene largos pasajes de las reglas para vivir, la etiqueta apropiada, e incluso el comportamiento imperial.
Los sabios de Naimisharanya entendieron esas reglas; conocían su lugar. Conocían el valor de esas leyes como “No matarás; no robarás; honrar a tu padre y a tu madre; no codiciar la mujer del prójimo. No cometer adulterio. No dar falso testimonio”, y demás.
Pero estos hombres no tenían interés en la violencia. No eran ladrones. No necesitaban que les digan que la honestidad era una virtud; eran honestos por naturaleza. Estos grandes yoguis y sabios estaban libres de lujuria: habían pasado muchos años en meditación. No estaban encantados con los objetos de los sentidos: ya estaban auto-satisfechos e iluminados. Estaban interesados en una enseñanza más elevada, algo que trascendía las leyes del gobierno mentiroso, el engaño y el robo.
Interesarse en lo elevado, en la verdad trascendental no significa que esos pensadores estaban en contra de las leyes. Como lo explica Bhaktivinod Ṭhākura. Los grandes reformadores siempre afirman que no han venido a destruir la ley sino a cumplirla. Valmiki, Vyāsa, Platón, Jesús, Mahoma, Confucio y Caitanya Mahāprabhu afirman este hecho ya sea a través de expresarlo o a través de su conducta.
Como lo dice el propio Cristo en Mateo 5.17, “No piensen que he venido a destruir la ley o lo profetas: No he venido a destruirla, sino a cumplirla.” Pero Cristo no procalmó la ley, sino que declaró como lo hizo en Lucas 10.27 “Amar a tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tus fuerzas y con toda tu mente; y ‘ama a tu prójimo como a ti mismo’”.
Pero ¿Qué es “Amar a Dios?” ¿Cómo puede ser alcanzado?  Mientras Cristo proclama el amor por Dios como la verdad más elevada, no elabora su significado; más bien habla en parábolas.
Después de todo está hablando con gente sencilla. Su mensaje sencillo de Amor está mezclado con una amonestación para seguir la ley. Tiene que considerar a su audiencia. Incluso entonces, por la simple proclamación de amor como la nueva ley fue considerado por los romanos que obligaban a la ley como un transgresor. Mientras que el propio Jesús proclamaba no destruir la ley, los Romanos hallaron lo contrario. De hecho, lo trataron y condenaron a muerte por traición a causa de sus enseñanzas y ministerio.
¿Qué hubiera pasado si Cristo hubiera vivido y enseñado hasta su vejez? ¿Qué si se hubiera rodeado de almas dedicadas a los principios que él enseñó?
¿Qué clase de conversación hubiera sostenido?
Así, nos quedamos con el anhelo.
Pero la profunda conversación espiritual depende de la calidad de aquellos que contribuyen al diálogo.
Los “Diálogos” son interesantes, no únicamente porque Sócrates conduce la discusión, sino también porque los participantes en el diálogo: líderes de la antigua Atenas, estudiantes de Sócrates, el propio Platón, Jenofonte y Alcibíades.
¿Qué pasaría si tuviéramos acceso a un diálogo entre santos realizados e iluminados? ¿Qué si seres iluminados, libres de lujuria, ira, codicia, y una tendencia hacia la explotación conversaran acerca de la naturaleza de Dios, el Ser y las almas?
¿Qué pasaría si miles de grandes yoguis y sabios que nunca han pisado la tierra se reunieran? ¿Qué clase de conversación tendrían? ¿Qué si hubiera una reunión de verdaderas almas “parecidos a Cristo”  se reunieran a considerar asuntos como “¿Cuál es el bien absoluto?” y “¿Cual es la esencia del conocimiento de las Escrituras?” Y ¿qué si no tuvieran una agenda sectaria y estuvieran abiertos a escuchar, incluso a un niño de dieciséis años?
Esta conversación está extensamente registrada en el Bhāgavat Purana, el Bhāgavat anuncia en su primer verso que su único propósito es una discusión profunda de la verdad.
El libro descarta el “dharma social” como útil pero limitado y por ello no es digno de discusión. El Bhāgavat no es un libro de reglas lleno de dietas, y los síes y noes, Es un tratado de la mismísima naturaleza de la verdad espiritual.
¿Qué clase de libro es el Bhāgavat?
निगम-कल्प-तरोर् गलितं फलं
शुक-मुखाद् अमृत-द्रव-संयुतम्
पिबत भागवतं रसम् आलयम्
मुहुर् अहो रसिका भुवि भावुकाः

nigama-kalpa-taror galitaṁ phalaṁ
 śuka-mukhād amṛta-drava-saṁyutam
pibata bhāgavataṁ rasam ālayam
 muhur aho rasikā bhuvi bhāvukāḥ..
“Es el fruto del árbol del pensamiento (Vedas= mezclado con el néctar del discurso de Sukadeva. ¡Es el templo del amor espiritual! ¡Oh! ¡Hombres Piadosos! Beban profunda y repetidamente éste néctar del Bhāgavat  hasta que sean tomados de este cuerpo mortal”.
El Garuda-purana, otro antiguo texto dice:
अर्थो ऽयं ब्रह्म-सूत्राणां
भारतार्थ-विनिर्णयः
गायत्री-भाष्य-रूपो ऽसौ
वेदार्थ-परिबृंहितः
पुराणानां साम-रूपः
साक्षाद्-भगवतोदितः
द्वादश-स्कन्ध-युक्तो ऽयं
शत-विच्छेद-संयुतः
ग्रन्थो ऽष्टादश-साहस्रः
श्रीमद्-भागवताभिधः
artho 'yaṁ brahma-sūtrāṇāṁ
bhāratārtha-vinirṇayaḥ
gāyatrī-bhāṣya-rūpo 'sau
vedārtha-paribṛṁhitaḥ
purāṇānāṁ sāma-rūpaḥ
sākṣād-bhagavatoditaḥ
dvādaśa-skandha-yukto 'yaṁ
śata-viccheda-saṁyutaḥ
grantho 'ṣṭādaśa-sāhasraḥ
śrīmad-bhāgavatābhidhaḥ
El significado del Vedānta-sūtra está presente en el Śrīmad-Bhāgavatam. Todo el propósito del Mahābharata también se halla ahí. El comentario del Brahma-gāyatrī está ahí y completamente extendido junto con el conocimiento védico completo. El Śrīmad-Bhāgavatam es el Purana supremo, y fue compilado por la Suprema Personalidad de Dios en Su encarnación de Vyāsadeva. Contiene doce cantos, 335 capítulos y dieciocho mil versos. El Bhāgavat está compuesto de 18 mil ślokas. Contiene las mejores partes de los vedas y el Vedānta. Quienquiera que ha saboreado su dulce néctar, nunca más disfrutará leer ningún otro libro religioso. (Garuda Purana)
Bhaktivinod Ṭhākura dice, “El Bhāgavat es el libro preeminente de India. Una vez que entras en él, y que eres transportado, por así decirlo, hacia el mundo espiritual en donde no existe la materia burda. El verdadero seguidor del Bhāgavat es un hombre espiritual quien ha cortado ya su conexión temporal con la naturaleza fenomenal y quien se ha hecho un habitante de la región en donde Dios existe y ama eternamente. Esta poderosa obra se funda en la inspiración y su superestructura es la reflexión.
Para el lector ordinario no tiene ningún encanto y está lleno de dificultades. Nosotros, por ello, estamos obligados a estudiar su profundidad a través de la ayuda de esos grandes comentadores como Śrīdhara Swāmi y el divino Caitanya y Sus seguidores contemporáneos.”
Nadie puede decir hace cuántos siglos fue escrito el Bhāgavat. A través de los siglos, esos registros históricos se han perdido. Pero mientras nadie sepa la fecha exacta en que se compuso el Bhāgavat, el conocimiento y la sabiduría registrados ahí son eternos.
De acuerdo a la evidencia del Bhāgavat estas grandes series de conversaciones y diálogos entre los yoguis y los sabios se realizaron en un sitio antiguo de peregrinación llamado Naimisharanya.
Por ello en el sagrado bosque estos visionarios avanzados de la verdad se reunieron con el propósito del sacrificio. Como orador, escogieron a Śaunaka, quien era el más anciano y sabio, para que les representase.
Al escuchar la narración completa del Mahābharata, tenían algunas preguntas específicas para Suta.
Mientras que el Mahābharata se ocupa de las reglas y regulaciones de una sociedad humana apropiada, no penetra en lo profundo de la naturaleza de la realidad trascendental.
Estos santos estaban ansiosos de escuchar los verdaderos secretos del alma, especialmente con relación al amor divino, la etapa más elevada de consciencia. Ellos deseaban conocer acerca del Dios Supremo, la Persona conocida como Kṛṣṇa.
¿Cuál era la razón de los avatares? ¿Por qué Dios aparece y cuál es la enseñanza más elevada?





Questions and Answers

The Moment of Truth



एतन् निर्विद्यमानानाम् इच्छताम् अकुतो-भयम्
योगिनां नृप निर्णीतं हरेर् नामानुकीर्तनम्

etan nirvidyamānānām
icchatām akuto-bhayam
yogināṁ nṛpa nirṇītaṁ
harer nāmānukīrtanam

Śrī Kṛṣṇa: Reality the Beautiful

“O King, constant chanting of the holy name of the Lord after the ways of the great authorities is the doubtless and fearless way of success for all, including those who are free from all material desires, those who are desirous of all material enjoyment, and also those who are self-satisfied by dint of transcendental knowledge.”
~Srimad Bhagavatam 2.1.11 translated by A.C. Bhaktivedānta Swāmī Prabhupāda

By this system of remembrance, by understanding the Personal conception of Godhead and by fixing oneself in meditation, O King a yogi can very soon achieve success in bhakti.

The King asked, “Can you please explain more about the mind, O saintly one. How can I apply my mind so that I can always see God? And what can I do to avoid negative thinking?”

Now, many will point out that Mahārāja Parīkṣita was no ordinary king. In fact, he was the grandson of Arjuna, an eternal associate of Kṛṣṇa Himself. Indeed he must be a mahā-bhāgavata, an extremely qualified pure devotee. Why would he be in need of instruction? And from a boy, no more than sixteen or seventeen years old?

It is thought that Mahārāja Parīkṣita is an eternally perfect soul. And yet the great souls teach us through their example. And Parīkṣita Mahārāja’s example is listening. Mahārāja Parīkṣita achieves perfection through listening. 

This is confirmed in an oft quoted verse from Caitanya Caritamṛta Madhya 22.136 which also appears in Rupa Goswāmī’s Padyāvalī (53) as well as in Bhakti-rasāmṛta-sindhu (1.2.265). Here, Caitanya Mahāprabhu is explaining the processes of bhakti to Sanātana Goswāmī.

श्री-विष्णोः श्रवणे परीक्षिद् अभवद् वैयासकिः कीर्तने 
प्रह्लादः स्मरणे तद्-अङ्घ्रि-भजने लक्ष्मीः पृथुः पूजने
अक्रूरस् त्व् अभिवन्दने कपि-पतिर् दास्ये ‘थ सख्ये ‘र्जुनः 
सर्व-स्वात्म-निवेदने बलिर् अभूत् कृष्णाप्तिर् एषां परा

śrī-viṣṇoḥ śravaṇe parīkṣid abhavad vaiyāsakiḥ kīrtane
prahlādaḥ smaraṇe tad-aṅghri-bhajane lakṣmīḥ pṛthuḥ pūjane
akrūras tv abhivandane kapi-patir dāsye ‘tha sakhye ‘rjunaḥ
sarva-svātma-nivedane balir abhūt kṛṣṇāptir eṣāṁ parā

Mahārāja Parīkṣit attained the highest perfection, shelter at Lord Kṛṣṇa’s lotus feet, simply by hearing about Lord Viṣṇu. Śukadeva Gosvāmī attained perfection simply by reciting Śrīmad-Bhāgavatam. Prahlāda Mahārāja attained perfection by remembering the Lord. 

The goddess of fortune attained perfection by massaging the transcendental legs of Mahā-Viṣṇu. Mahārāja Pṛthu attained perfection by worshiping the Deity, and Akrūra attained perfection by offering prayers unto the Lord. Vajrāṅgajī [Hanumān] attained perfection by rendering service to Lord Rāmacandra, and Arjuna attained perfection simply by being Kṛṣṇa’s friend. Bali Mahārāja attained perfection by dedicating everything to the lotus feet of Kṛṣṇa. (Translation by A.C. Bhaktivedānta Swāmī Prabhupāda)


But, if Mahārāja Parīkṣita is no ordinary king, but a highly realized soul, why would he be in need of instruction? Perhaps he had no need to inquire from Śukadeva Goswāmī about where and how to apply the mind in meditation; perhaps he is only inquiring into this matter for our own benefit.

Jesus Christ had no need of personal salvation. He descends as the Son of God to take upon Himself the sin of the worlds out of his divine compassion. In a similar way, Parīkṣita Mahārāja, thousands of years before Christ, shows his compassion to humanity by inquiring into the eternal nature of the soul and Godhead.

And yet, even the great souls have moments of doubt. It may be all a show, a question of divine lila, the pastimes of an eternally liberated soul. Just as a method actor throws himself into his role so much as to forget himself, even an advanced soul may invest himself so deeply into the part he is playing that he forgets himself.

The example is given of Jaya and Vijaya the gatekeepers of Vaikuntha who later took birth as demons: Hiranyakṣa and Hiranyakaṣipu in Satya-yuga, Ravana and Kumbhakarana in Treta-yuta, Shishupala and Dantavakra in Dvapara-yuga, and Jagai and Madhai in Kali-yuga. Eventually they were liberated, but as were key players in the pastimes of the Lord, they identified completely with the role they had to play.

Parīkṣit may have been entirely enlightened at the time of hearing the Śrīmad-Bhāgavatam and his questions might have merely been asked for our benefit. And yet, it is also instructive if we consider that he himself was experiencing a moment of need.

If such a great soul as Parīkṣit could have fallen under the sway of anger, then we are not alone. Who has not lost his temper? We know that anger leads one on the path to degradation. But who is free from such a sin? Even the great Parīkṣit became enraged.

The Bhagavata tells us as much. After insulting the brahmana, Parīkṣita knew that what he had done was abominable and became depressed. He knew that his anger was wrong. After all it was the cause of the brahmana’s curse.

It may be argued that Parīkṣit, being perfect, never has any doubt. Many believe that Jesus, being divine himself, never has a moment of doubt before his crucifixion; as perfect savior, he merely shows us how to pray. And yet when Jesus is in the Garden of Gethsemane, he tells his Father in heaven, “Take this cup from me!”
"Take this cup from me!"
This is his final act, before He is arrested, tried, and put to death. Just as King Parīkṣita, who had been cursed three thousand years before him, condemned to die by the snake-bird, Jesus Christ knows that he will be condemned to death and crucified by the Romans.


And in his great moment of peril, Jesus cast Himself to the ground, agonizing in prayer.

The Bible says, “And it came to pass, when Jesus had finished all these sayings, he said unto his disciples, Ye know that after two days is the feast of the passover, and the Son of man is betrayed to be crucified. (Matt 22.6) Jesus went out as usual to the Mount of Olives, and his disciples followed him. On reaching the place, he said to them, ‘Pray that you will not fall into temptation.’ He withdrew about a stone’s throw beyond them, knelt down and prayed, ‘Father, if you are willing, take this cup from me; yet not my will, but yours be done.’ An angel from heaven appeared to him and strengthened him. And being in anguish, he prayed more earnestly, and his sweat was like drops of blood falling to the ground.” (New Testament, Luke 22:39-44)


Matthew gives a slightly different description with similar details: Then cometh Jesus with them unto a place called Gethsemane, and saith unto the disciples, “Sit ye here, while I go and pray yonder.” And he took with him Peter and the two sons of Zebedee, and began to be sorrowful and very heavy. Then saith he unto them, “My soul is exceeding sorrowful, even unto death: tarry ye here, and watch with me.” And he went a little further, and fell on his face, and prayed, saying, “O my Father, if it be possible, let this cup pass from me: nevertheless not as I will, but as thou wilt.” And he cometh unto the disciples, and findeth them asleep, and saith unto Peter, What, could ye not watch with me one hour? “Watch and pray, that ye enter not into temptation: the spirit indeed is willing, but the flesh is weak.” (Matthew 26-41)

My reading of this is that Jesus is sincere in his despair, just as Parikṣita before him.

We may compare Parīkṣit’s moment of doubt and pain to Arjuna’s: Unlike Christ who is condemned to crucifixion for his preaching, Arjuna finds himself forced into fratricidal warfare, confronted by armies headed by his friends, family, teachers, and leaders bent on world destruction.

Arjuna is overwhelmed with despair. He sees no point in warfare when the victory will be empty. He sees no good from any action. Both action and inaction will be sinful. What can he do?
He sees the annihilation of family, the corruption of morals and and the destruction of society. He sits down on his chariot and buries his face in his hands.

Arjuna turns to Kṛṣṇa and says, ”I can find no means to drive away this grief which is drying up my senses. I will not be able to destroy it even if I win an unrivalled kingdom on the earth with sovereignty like that of the demigods in heaven. Now I am confused about my duty and have lost all composure because of weakness. In this condition I am asking You to tell me clearly what is best for me. Now I am Your disciple, and a soul surrendered unto You. Please instruct me.”
Śrī Caitanya: "Be Thou Humble."
It is in this spirit of humility and surrender that one can receive instruction. Caitanya Mahāprabhu identifies this as tṛṇad api sunicena...or humility. This spirit of despair and helplessness is described in Śaranāgati of Bhaktivinoda Ṭhākura as dainya, and is found as well as in the teachings of Śridhar Mahārāja:

“...Our progress depends on the favor of the higher side. It must have that connection, so surrender is required. Then the Lord will approach us and take us up to that higher plane. Somehow, we have to persuade the highest authority to favor us. We must invite the higher authority to accept us. It does not depend so much on our own ability, but on our submission and surrender, our hankering for mercy – not our positive capacity but our negative character, our surrender. As a subject, I cannot make the Infinite the object of my discrimination; He is always the super-subject. I cannot make God the object of my discrimination. He is super-subjective. 

My position, my attitude, must invite the higher authority to come down to my level and help me, favor me. Real discrimination or knowledge should take us to self-surrender. Surrender is necessary to attract the attention of the Lord. Everything depends on His sweet will. He is an autocrat: His sweet will is everything. To attract His sweet will, to increase our negative side, our tendency for surrender, to attract His favor, this will be our real problem if we wish to progress in spiritual life. And to attract the Lord’s attention, all our qualifications must be of a negative character: we shall require surrender, submission, humility. And then we can press our position by praying, “O my Lord, I’m in the worst need; without Your grace I can’t stand. I am helpless. I cannot endure without Your favor.” That sort of hankering, earnestness, and necessity for His mercy will help us. In other words, we are to improve our negative character, and in that way we shall attract the positive, Krishna. (http://www.mahamandala.com/en/audios/99)

Mahārāja Parīkṣita was a powerful and wealthy king. And yet his humility is such that he leaves aside everything and listens quietly to the teachings of a sixteen year old boy. His need is great; Śrīla Bhaktivinod Ṭhakur has written that in general, the measurement of a Vaishnava is according to his degree of humility—his natural, real humility. While Parīkṣita Mahārāja demonstrated great arrogance in his treatment of the brahmana, provoking the curse of his son, Śṛṇgi, here he shows real humility by submitting before Śukadeva and accepting him as his guru. 

Śukadeva and Parīkṣita

As Śukadeva has recommended above,  harer nāmānukīrtanam, Parīkṣit Mahārāja understands that proper harer nāmānukīrtanam begins with humility and listening. So, according to Rūpa Goswāmī, in the eternal relationship between the condemned king and the boy sage, Parīkṣita Mahārāja achieves perfection by hearing (śravana) and Śukadeva by speaking and chanting (kīrtana). 






Friday, September 16, 2016

¿Quienes Son Los Profetas?

Libros sobre Consciencia y Vida Espiritual:

Biblia, Corán, Bhagavat…


Libros diferentes toman enfoques distintos del entendimiento espiritual. Puede proporcionar cuentas diversas de la experiencia de lo divino. Muchos libros de auto-ayuda, por ejemplo se publican libros que describen cómo recuperarse del abuso sexual, el trauma la adicción la enfermedad, o incluso de las experiencias cercanas a la muerte. Muchos libros pretenden curar nuestra alma.

Y sin embargo muchos de estos libros carecen de fundamento para un verdadero entendimiento de la consciencia. Esto es entendible, ya que los textos originales en los que se ha basado la cultura Judeocristiana están primeramente interesados en los preceptos morales y éticos, no en los verdaderamente espirituales.

El Antiguo Testamento de la Biblia mayormente es un conjunto de textos escritos por variedad de Profetas preocupados por seguir la Ley de Dios. Mi diccionario Miriam-Webster dice, “un miembro de alguna religión (tal sea Cristiana, Judía, e Islam) que entrega un mensaje que cree que viene de Dios.”

La mayoría de los profetas del Antiguo Testamento eran habitantes del desierto.

Vivian entre las tribus nómadas lejanas de Arabia hace unos dos o tres mil años.

Llamados por Dios y llenos del Espíritu de Dios, los profetas bíblicos hablaban lo que consideraban “la palabra de Dios” a la gente que de un modo u otro se había distanciado de Dios. Un profeta era un predicador, incluso un fanático al sentir que una tribu entera o nación se había alejado de Dios, como se define por la negación de la ley de Dios.



La antigua Babilonia desafió la voluntad de Dios al construir una torre hacia los cielos. Más tarde el profeta Moisés rescató a los hebreos de la esclavitud en Egipto y los condujo hacia la tierra prometida.





Pero después de todo, la “tierra prometida” nunca fue considerada un sitio divino en el mundo trascendental, sino un paisaje político real en el mundo antiguo.

El Dios del Antiguo Testamento estaba interesado en recuperar las tierras de “Su” pueblo.

Moisés era representante de Dios: no únicamente ayudó a recuperar la tierra para los “elegidos”, también entregó los Diez Mandamientos, las bases de la ética judeocristiana. Pero los diez mandamientos carecían de una meditación profunda acerca de la verdad espiritual. 

Muchos de esos profetas del libro de historia del Antiguo Testamento (Josué, Jueces, 1 y 2 de Samuel, 1 y 2 de Reyes, 1 y 2 de Crónicas, Esdras, Nehemías), donde los profetas como Débora, Samuel, Natán, Elías, Hulda y otros se presentaban para hablar la palabra de Dios y establecer sus leyes. Los libros que escribieron fueron reflejos de esas ideas.


Pero al final, parece que muchos de esos profetas y maestros están preocupados con los preceptos éticos y morales, como por ejemplo “No Matarás”.




Cuando es necesario enseñar “No Matarás” los ciudadanos ha de ser unos bárbaros sin duda.

La religión tradicional de los Judíos era honrar a los sacerdotes, quienes estaban involucrados en matanza, mutilación y tostado de animales de sacrificio llevados por fieles. Por supuesto, “No matarás” no se extendía a la vida animal de la antigua Judea. 

El sacrificio se veía como un aspecto importante de la adoración, pero la idea de sacrificio empezó con el significado del sacrificio de los animales. El sacrificio animal tenía que pagarse, y el sacerdote también cobraba dinero a los diferentes peregrinos y muchas veces tenía que cambiar el dinero de monedas diversas a la moneda local.
Las tareas de un sacerdote iban más allá del pesado trabajo físico de lidiar con miles de animales de sacrificio. 

Un sacerdote sería también necesario para dar guía moral y ética a la gente común. “No matarás”, “No robarás”, y “No cometerás adulterio” serían la piedra angular de la ley de Dios, tal como fue enseñado por los antiguos profetas bíblicos. Y los sacerdotes eran los responsables de enseñar la ley de Dios a la gente (Levítico 10:11, Deuteronomio 17: 8-10. 33:10; Ezra 7:10)


Y sin embargo estos preceptos se ven especialmente débiles para un entendimiento serio de la naturaleza divina del ser.





Debido a que estas leyes de Dios, “No matar, no robar, no cometer adulterio”, eran especialmente difícil para la gente común de seguir, los propios sacerdotes se corrompían y se alejaban de Dios rompiendo esas leyes.

Profetas posteriores llegaron a predicar la ley, especialmente cuando los sacerdotes fallaron en enseñar la ley de Dios al pueblo. Entonces, en el transcurso de la historia, el Dios hebreo llamó y habló a través de generaciones de profetas como maestros y predicadores conforme se descomponía la sociedad. Y conforme leyes nuevas y nuevas se registraban, se hicieron más difíciles de seguir. Aquí un conjunto de leyes de Levítico: http://leviticusbans.tumblr.com/post/23730370413/76-things-banned-in-leviticus


En el Nuevo Testamento, el mayor de todos los maestros bíblicos es celebrado como el Hijo de Dios, Jesús, el Cristo.


Jesucristo revela su profecía a inicios del Nuevo Milenio, diciendo que en donde los profetas predicaban “Ojo por ojo, y diente por diente” él había llegado a predicar la nueva ley. Cuando le preguntaron a Cristo, “Maestro, ¿cuál es el mandamiento más grande de la Ley?” Jesús contestó “Amar al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente” Este es el primero y más grande de todos los mandamientos. Y el segundo es parecido ‘Ama a tus enemigo como a ti mismo” Toda la Ley y los profetas dependen de estos dos mandamientos-2, “Amar al Señor tu Dios como tu propia vida y alma, y amar a tu prójimo como a ti mismo”.

Su nueva doctrina de amaor llegó a rremplazar la vieja ley de los profetas. Y sin embargo muchas preguntas quedaron sin respuesta en sus enseñanzas. Por ejempl: Si el poder y la presencia de Dos son reales y efectivos, ¿qué significa para la experiencia humana? ¿Qué le ofrece Dios a los hombres y mujeres, y qué pide a cambio? ¿Cómo reconocerlo? ¿Cómo conocerlo? ¿Qué es el ser? Y ¿Qué relación tiene el ser con Dios? Si Dios existe, ¿Por qué ha sufrimiento en el mundo? ¿Qué es el alma y de dónde viene? ¿Cómo ha de practicarse el amor?



Babilonia Antigua


Ninguna de estas cuestiones se tocaron verdaderamente o respondieron en la Biblia. Se dejó a San Agustín, a Santo Tomás Aquino el escribir muy posteriormente para formular la teología católica que podría abordar este tipo de preguntas.
Pero muchas de estas preguntas sólo se respondieron con parábolas. Después de todo. Cristo conversaba con pescadores, carpinteros y prostitutas. Mientras que nosotros valoramos sus sermones, especialmente los de los Evangelios, ¿será posible profundizar?


El Corán afirma que se dio una última conversación entre Mahoma y el arcángel Gabriel. Y sin embargo, esta conversación es también profundamente insatisfactoria. La insistencia del Corán en la ley conduce a los creyentes hacia un sistema ético-moral con mucho énfasis en una especie de dharma islámico llamdo Sharia. Y practicar la ley del Sharia tiene poco que ver con la contemplación del ser. Para una tradición mística en el interior del Islam uno ha de investigar el Sufismo. Puesto que mientras que el Corán menciona los sufrimientos del infierno y recomienda la salvación a través de la obediencia a las leyes de Dios, no se le da una atención significativa a la naturaleza de la consciencia y el alma en ese antiguo texto.

Los textos yóguicos como los Upaniṣads, por el otro lado nos ofrecen respuestas a esas cuestiones que nunca son abordadas por los profetas de la Biblia y el Corán. Es cierto que “todo el sistema de yoga se basa en la premisa de concentrar la propia mente en el Ser Supremo y dejar de lado la fascinación por los objetos de los sentidos”. Nosotros tal vez preferimos los textos que profundizan en la naturaleza de la realidad sobre los que se leen como libro de recetas de leyes a obedecer.


Christo en el Templo por Giotto

La imitación de Cristo, uno de los escritos más populares cristianos de todos los tiempos, atesorado por creyentes a lo largo de seis siglos y surcando dominios. Tiene más de 2 mil ediciones impresas, En su trabajo “la Imitación de Cristo, Thomas Kempis hace hincapié en el yoga de Cristo poniendo al frente la idea de que uno puede llegar a ser como Cristo al seguir Su ejemplo.



¿Y si hubiera un grupo de hombres parecidos a Cristo? ¿Y qué si ese grupo se encuentra con buscadores de la verdad similares? ¿Qué si los grandes profetas, yoguis, pensadores y hombres como Cristo se reunieran y tuvieran una conversación?


¿Qué clase de conversación tendrían? ¿Qué clase de libro escribirían? ¿Y qué si pudiéramos leer ese libro?
Imagínese a sí mismo en el bosque ideal para meditar.
Es verde y lleno de árboles frutales. Uno nunca puede llegar a sentir hambre aquí puesto que el bosque está lleno de árboles de mango. Hay bosquecillos de cocos, Esto no es un duro desierto con animales de presa. Vacas pastan tranquila y felizmente dan leche a las personas santas quienes viven tranquilas en sus chozas de pasto junto al río.




Los sabios y los santos han llegado aquí en una peregrinación y llevan a cabo su meditación tranquilamente. Los brāmaṇas mantienen el fuego sagrado y dan la bienvendia a quien necesita alivio, consejo, o el calor de un hogar.
El río cercano es sagrado y provee agua pura y cristalina. El agua no está demasiado fría; es perfecta para tomar un baño. Los peregrinos atraviesan y ofrecen nueces, bayas, frutos, arroz y pasteles a los hombres santos que habitan aquí en busca de la verdad.

Has llegado a Naimisharanya. Coloca tu máquina del tiempo unos cuantos milenios atrás. La cualidad del silencio es prístino. Se puede oír cómo cae una hoja en el bosquecillo de mangos. El bosque es antiguo. Estas cerca de las orillas del río Gomti en algún lugar entre el Reino Panchala que algún día gobernara Drupada y el Reino Kosala regido por Raghava rama, hace mucho tiempo.
La guerra del Mahābhārata fue un conflicto grande y sangriento, resuelto no hace tanto tiempo por los hijos de Paṇḍu. Parikṣit reina pacíficamente, pero sucumbe ante la mordedura de la serpiente Takshaka, a causa de la maldición de un brahmán.

Y ahora los más grandes de entre todos los santos se han reunido a discutir el significado de la vida. Un cónclave de sabios encabezados por el sabio Śaunaka, han llegado al sacrificio para la causa de la paz del mundo. Grandes yoguis, expertos y eruditos brahmanes, y Rishis, visionarios de la verdad están ahí. Ellos se sientan en círculo sobre alfombras de hierba kusha y escuchan al orador.
El discípulo grande y erudito del mismísimo Vyāsa, Ugrasrava Sauti ha narrado todo el Mahābharata, la historia de los grandes reyes de la dinastía Bharata ante los sabios encabezados por Śaunaka. Han escuchado la elaborada historia de los Kurus y los Pāṇḍavas y su batalla de Kurukṣetra conocida como la Guerra de Kurukṣetra.
Sauti o Sūta Goswāmī tal como se le conoce entre la compañía de los yoguis y los santos ha desenvuelto una historia de 100 mil versos de poesía sánscrita.
Sus enseñanzas del Mahābhārata comprenden no sólo la historia de India, sino la historia del universo y la obra del karma. Dentro del Mahābhārata están las enseñanzas de Kṛṣṇa en el Bhagavad-Gita, y los sabios escuchan de Dios, el cosmos, el tiempo, el alma, y el karma, junto con muchas otras verdades profundas.




Y sin embargo, mientras Parikṣit, el nieto de Arjuna ha gobernado en paz, la historia de la gran batalla entre los Kurus y los Pāṇḍavas a dejado a los sabios insatisfechos. Ellos saben que la nueva era está amaneciendo: la era de Kalī, la era de la guerra de hierro.
Y así, han iniciado un gran sacrificio por la paz,, uno que durará años. Los ancianos se han acercado a Brahma el creador mientras se preocupan del despertar de la era de hierro. Saben que la civilización humana está por entrar a un tiempo de conflicto y de dudas, de guerra y de oscuridad espiritual. Le han pedido al creador de cuatro cabezas, el Señor Brahma que les muestre un sitio sagrado intocable por los efectos de Kali.

En ese momento Brahma crea un disco de su propio corazón y lo hace rodar por toda la tierra diciendo. “Donde este chakra se detenga será un lugar auspicioso para su sacrificio. Los sabios siguen el chakra. Después de rodar en las cuatro direcciones llega al bosque (aranya) en un sitio llamado Naimisha, un antiguo sitio de peregrinación y de estudio del Sánscrito que ha atraído a sabios, académicos y a laicos por igual desde tiempo inmemorial.
Entonces, cuando el chakra se detuvo en los bosques de la selva Naimisharanya, los sabios establecieron ahí el sitio de su sacrificio por la paz y la auto-realización.
Ahora el sacrificio se ha realizado por algún tiempo. Los sabios han escuchado las historias del Mahābhārata, pero siguen sin estar completamente satisfechos. Grandes almas se reúnen ahí: Kashyapa, Atri, Vashista, Vishvamitra, Gautama Maharishi, Jamadagni y Bharadvaja, los siete grandes Rishis. Todos ellos han escuchado cuidadosamente las pláticas de Sūta. El propio Nārada se dice que los ha visitado durante las conferencias. Aun así, algo acerca del Mahābhārata ha quedad inconcluso. La discusión de Sūta Goswāmī los ha dejado en espera de algo más, algo más profundo.
Por supuesto, Nārada sabía que Vyāsa había compuesto una literatura más significativa, una que no deja sitio a las ideas “religiosas” externas. Sabía que el propio Vyāsa estaba insatisfecho con su obra. Después de todos, Vyāsa había llegado a él en busca de consejo espiritual después de componer el Mahābhārata y Nārada, el guru de los dioses, le había instruido para que diera las verdades más profundas del Bhāgavat Purana. Pero él había llegado a escuchar la versión de Sūta, para ver cómo podía representar las ideas de su maestro, Vyāsa.
Por su parte los yoguis y sabios reunidos ahí,  habían elegido a Śaunaka , quien era el mayor y más sabio para representarlos. Tenían algunas preguntas específicas para Suta.
Estaban especialmente curiosos por saber, “¿Qué es el bien absoluto?” y “¿Cuál es la esencia del conocimiento de las escrituras?” Algunos sabios querían entender acerca del porqué de las apariciones de Dios, en qué forma y con qué propósito. Estaban particularmente interesados en entender más acerca de Kṛṣṇa y cómo se manifiesta el Dios Supremo Personal, no sólo en diferentes encarnaciones y avatāras, sino “¿Por qué Kṛṣṇa parece Él mismo?” y “¿Cuáles son los pasatiempos de Kṛṣṇa?”  “¿Cuál es el propósito  de sus encarnaciones?” También querían saber el verdadero significado de dharma especialmente en la era de hierro.