En el Siglo Primero vio numerosos profetas
y mesías que vagaban por los desiertos de Galilea despotricando contra los
romanos y llamando al fin del mundo. Entre ellos estaba Jesús de Nazaret, un
rabino judío de una pequeña ciudad quien desafiaba a la autoridad imperial y
quien fue juzgado por traición y crucificado por Poncio Pilatos. Roma se había
acostumbrado a los fanáticos que caminaban el desierto en el tiempo de Jesús.
Profetas y Falsos Profetas
La Biblia registra el destino que halló
Teudas, un profeta falso con más de cuatrocientos discípulos. Predicó su propia
versión apocalíptica antes de que los centuriones romanos lo cazaran y lo
decapitaran en el desierto. Un pastor llamado Athrogenes se coronó “Rey de los Judíos”
y murió a manos de los soldados romanos. Un profeta que se hacía llamado
“Samaritano” fue crucificado por Poncio Pilato en 4 AC, poco antes del
nacimiento del propio Jesús.
La historia ha olvidado a los falsos
profetas y fanáticos de segunda categoría y ha exaltado a Jesús. Poco después
de su crucifixión, fue divinizado por sus discípulos quienes lo consideraron un
ser divino. Un siglo más tarde la iglesia cristiana que había crecido en torno
a este profeta lo elevó al nivel del mismísimo Dios. Ya no era únicamente un
profeta o un hombre sabio; mucho más que un ángel que descendiera del cielo.
Jesús era Cristo, el mismísimo Dios hecho carne. ¿Cuál era la naturaleza de
esta evolución?
La Busca del Jesús Histórico
Para efecto de este artículo he consultado
a Zealot: la Vida en Tiempos de Jesús de Nazaret, de Reza Aslan; y “Cómo Jesús
se Convirtió en Dios: Una Exaltación del Predicador Judío de Galilea por Bart
D. Ehrman. Estos son dos de los nuevos y bien documentados best-sellers en la
materia del Jesús histórico. También he releído el evangelio de Mateo, Marco,
Lucas y Juan, consultado la Imitación de Cristo de Tomas á Kempis.
Ambos aborda la cuestión de cómo Jesús se
convirtió en el Señor del Cielo. Cómo fue que un hombre aparentemente común,
Jesús, hijo de María y de José de Nazaret, se elevó en la imaginación y la fe
de la cristiandad hasta el nivel del mismísimo Dios.
Por favor no se ofendan conmigo si ustedes
se ofenden al considerar los aspectos históricos de la vida de Jesús. No lean
más. No estoy desarrollando ningún argumento aquí como abogado, pero estoy
interesado en las implicaciones de que esta evolución en la fe tuvo en el
desarrollo de la cultura y la civilización tanto en Europa como así mismo en
las Américas como por ejemplo en la Conquista de los Mayas por misioneros
católicos quienes llevaran la fe a ese continente.
¿Cómo se convirtió Jesús en Dios?
Pero sí que es una pregunta curiosa. ¿Cómo
es que la divinidad se reconoce? ¿Cómo fue que la consciencia del Occidente va
desde el registro de Jesús como cabecilla popular judío culpable de sedición y
quien es castigado con la ejecución a ser el profeta con las enseñanzas de la
brillante sabiduría para ser el Señor del Cielo y de la Tierra?
La idea de que un hombre se transforme en
dios ha fascinado a los mitólogos por siglos.
En la mitología griega dios se transforma
en hombre y hombres a menudo se convierten en dioses, como es celebrado en los
cuentos poéticos en la Metamorfosis de Ovidio. ¿Cuándo se convierte un profeta
en un santo? Y ¿cuándo un santo se hace dios? ¿Cómo es que una civilización se
mueve desde el politeísmo de muchos dioses hacia el henoteísmo en donde un Dios
predomina sobre dioses y ángeles hacia el monoteísmo en donde no hay sino un
Dios y nada más?
Tal vez una vista hacia el Jesús histórico
y la fe religiosa que se desarrolló a su alrededor pueda ser ilustrativa.
¿Cómo va Jesús de ser un ser humano a ser
“El Hijo del Hombre”, a ser el “Hijo de Dios”, la “Mano Derecha de Dios”, a ser
el “Mismísimo Dios?
Lean con Cuidado.
De nuevo, si no están dispuestos a desafiar
su fe, no vayan más allá.
Jesús, de acuerdo con la versión bíblica es
“engendrado, no creado… descendido del cielo a través del poder del espíritu
santo…nació de una madre vírgen”.
Entonces ¿cómo se desenvuelve la historia
de Jesús? ¿Cómo crece un hombre de predicador a leyenda a mito a doctrina
religiosa? La cuestión me interesa ya que a través de la luz no sólo en el
Cristianismo sino en el desarrollo de muchos movimientos religiosos, tales como
por el ejemplo el del Budismo.
El propio Buda, recuerda, el nunca
promoverse a sí mismo como un dios, mucho menos el mismísimo Dios. Sin embargo,
su imagen es adorada en busca de favores desde Sri Lanka hasta Tailandia, Cómo
un grupo de seguidores o adoradores religiosos llegan a abrazar a un hombre
como dios? Aparte de la historia de Jesús hay muchos profetas cuyos seguidores
más tarde les estimaron como divinos. Cómo pasa este suceso. Tal vez el mejor
sitio para hallar el entendimiento de este fenómeno cultural es en la historia
del propio Jesús.
Apoteosis; Exaltación vs Avatar: Descenso
Parece que hay dos caminos hacia la
divinidad. Uno es llamado apoteosis. Significa que alguien es elevado al nivel
de dios o Dios. El otro es llamado avatāra. Esto es cuando Dios o dioses
descienden. Elevación vs Descenso. Un ejemplo de apoteosis en un sentido
estricto sería cuando Jesús asciende hacia el cielo al tercer día. Literalmente
se eleva hacia los cielos. Pero en un sentido más amplio, apoteosis es deificación.
Evidencia de Santos
Antes de la beatificación está la deificación
y antes de la canonización está la beatificación. La madre Teresa de Calcuta
nació como Agnus Gonxhe en Albania. Era considerada santa durante su vida.
Desde su muerte la iglesia ha iniciado el proceso de beatificación. El tercer
paso hacia la posible canonización como una santa aceptada por la iglesia.
Si una vida sata es una virtud, tal vez
deberíamos de estudiar el ejemplo de los santos. Cierta beatificación puede ser
un paso hacia una futura apoteosis.
San Juana de Arco de Francia es un caso
interesante de como una chica ordinaria se convierte en profeta, después es
juzgada por herejía y quemada en la hoguera por hereje por la propia iglesia en
1431, más tarde es declarada mártir, un símbolo de Francia y, finalmente es
beatificada y canonizada como santa siglos después en 1920.
San patricio, el santo patrón de Irlanda no
fue tan afortunado. El misionero, quien pudiera haber predicado en la Gran
Bretaña romana en algún momento entre el 496 y el 508 se dice que condujo a
todas las serpientes venenosas y a las serpientes de la isla esmeralda. Usaba
el trébol para enseñar la Santa Trinidad. Su famoso bastón que retoñara un
árbol. Desafortunadamente San Patricio nunca fue canonizado como un santo.
Nunca fue reconocido por la Iglesia Católica, y tristemente para los
irlandeses, es santo sólo de nombre.
Un número de santos son mártires. San
Sebastián fue atado a un árbol y estacado con flechas. San Bartolomé fue
despellejado vivo. San Esteban apedreado hasta morir. San Andrés crucificado en
una cruz en forma de X en la costa norte del Peloponeso. Simón fue crucificado
de cabeza. Se dice que se negó a ser ejecutado en la misma forma que Cristo
pues no merecía ser ejecutado igual que el Señor. San Policarpo fue condenado a
la hoguera por negarse a encender incienso a los dioses romanos. La tradición
dice que las llamas no le quemaron y que entonces fue apuñalado hasta la
muerte.
La imitación de los santos, evidentemente,
es peligrosa. Para seguir los pasos de los santos antes mencionados uno ha de
ser calificado como hereje o traidor y ser ejecutado con fuego, crucifixión o
algo peor.
Para otros, sin embargo, la imitación es
virtud. Tomas de Kempis, era un prelado de Holanda del siglo XV. Escribió un
libro importante titulado, “La Imitación de Cristo”.
Tomas de Kempis
Con los años su libro ha sido superado en
influencia entre los pensadores bíblicos únicamente por la propia Biblia. Su
meditación en la vida espiritual ha inspirado a lectores desde Tomas Moro a San
Ignacio de Loyola, a Thomas Mertosn y al Papa Juan Pablo I.
Escrito entre 1420 y 1427, “La Imitación de
Cristo” contiene instrucciones claras para renunciar a las vanidades del mundo
y localizarse en las verdades eternas. Mientras que Kempis nunca alcanzó las
alturas de canonización, ningún libro ha sido más explícito y conmovedor al
describir el ideal cristiano de sacrificio y entrega: “Hijo mío, en la medida
en que puedas dejar tu ser atrás, es en la medida en que serás capaz de entrar
hacia Mí”.
De acuerdo con mi versión la cual sigue la
traducción inglesa de 1603, Kempis escribe: “EN LA IMITACIÓN DE CRISTO Y EL
DESPRECIO DE TODAS LAS VANIDADES DEL MUNDO
Aquél que me siga, no andará en la
oscuridad (Juan 8.12) dice el Señor. Estas son las palabras de Cristo, las
cuales nos exhortan a imitar Su vida y maneras, si seremos verdaderamente
iluminados, y liberados de la ceguera de corazón. Dejemos, por lo tanto, que
nuestro principal esfuerzo sea el meditar acerca de la vida de Jesucristo”.
Mi meditación aquí es con relación al
Apoteosis vs Avatar. Si iniciamos nuestra meditación a través de un estudio
cercano y apreciación de los Evangelios, hallaremos matices de distintas
interpretaciones de apoteosis vs avatares de la divinidad de Cristo.
Los Evangelio del apóstol Marco parece
sostener la visión de que Jesús se ha exaltado durante su vida a través del
ejemplo de sacrificio. Su sacrificio supremo fue el aceptar sobre Sí mismo
todos los pecados del mundo. Y sin embargo, aún antes de su crucifixión se
revela a sí mismo como humano. Su momento de desesperación en el Jardín de
Getsemaní lo define como a un humano con todas las debilidades y dudas que
heredamos los humanos. Al saber que enfrentará una prueba o ejecución por
crucifixión, Jesús pide al Señor, “¡Oh Padre mío! ¿Por qué me has abandonado?”
Este es un momento completamente humano. Un avatar divino, sabiendo que su
sitio eterno se halla a la derecha del Dios Padre, no tendría tal recelo. ¿Por
qué duda Jesús, si no es para darnos esperanza quienes perdemos la fe? Y si en
el huerto de Getsemaní muestra a Jesús en un momento humano, en la crucifixión
muestra un momento divino. Su compasión es súper-humana y divina. La
misericordia de Cristo hacia nuestros pecados es un acto divino que surge de su
elevado nivel de divinidad de acuerdo con la lectura crítica de la versión de
Marco del Evangelio.
Jesús parece ver a Jesús a través de lentes
distintos. Define a Jesús como un avatar. Quien ha nacido santo, quien es la
manifestación terrenal de logos, la palabra divina. El Logos que es uno con el Mismísimo Dios descendiendo
en la compasiva forma de Jesús, Misericordia Encarnada, Nacida de una Virgen.
¿Cuál es entonces la versión correcta? ¿Los
santos nacen o se hacen? ¿Los hombres se divinizan o Dios se hace Hombre?
¿Apoteosis o Avatar?