Agnósticos, Inacción y Conciencia
Los biólogos evolucionistas quienes se
ganan la vida estudiando la vida detestan la idea de conciencia viva.
Simplemente no encaja en ninguna ecuación. Ellos necesitan que la biología se
una ciencia dura, una que defina funciones y estructuras y explique su
dinamismo a través del tiempo. La conciencia no hace nada de eso.
La ciencia exige objetividad. Debido a que la conciencia es subjetiva, no puede clasificarse objetivamente. Los biólogos, quienes son inflexibles en su negación de la conciencia hacen fósiles de las cosas vivas, para estudiarlas mejor. La razón demanda que la vida sea reducida a las máquinas. Pero cuando la razón obliga a la subjetividad a encajar a sus moldes, petrifica los pensamientos. Los pensamientos petrificados son únicamente fósiles. Esto puede ser conveniente para los tecnólogos el reducir a los sujetos a objetos, pero al negar la conciencia evitamos la pregunta acerca del significado. Entonces, la ciencia en su búsqueda de objetividad se queda sin significado.
Aparentemente la objetividad es noble. Si
dejamos aparte el significado podemos llegar a los hechos. Los hechos son más
importantes que la verdad. La búsqueda de la verdad involucra el tomar un
partido, y debido que tomar partido es parcial, es mejor ser neutral.
Pero la inacción no es virtud. El Edmund
Burke lo pone así: “Todo lo que es necesario para el triunfo del mal es que los
hombres buenos no hagan nada”
El filósofo francés Blaise Pascal también nos advierte en contra
de rehusarse a actuar. Según su apuesta, si Dios no existe y no hacemos nada,
no se hace ningún daño. Pero si Dios existe y somos neutrales, estamos
condenados al estancamiento espiritual.
El problema de aceptar la idea de
conciencia es obvio. Mientras que la conciencia existe en todas partes en la
naturaleza, trasciende a la naturaleza. Para los ateos y los agnósticos no
puede haber trascendencia. Todo ha de explicarse con eventos físicos y
fenómenos naturales. La propia idea de conciencia implica lo sobrenatural, pues
si la conciencia existe, entonces una conciencia suprema y Divinidad existen.
Por esta razón los evolucionistas tienen que negar la existencia de la
conciencia incluso mientras el ser es evidente. Ellos insisten en una “objetividad”
escrupulosa incluo cuando tal neutralidad de hace deshonesta intelectualmente.
Ellos han de permanecer neutrales, porque entienden las consecuencias de
aceptar la realidad de la conciencia.
Pascal desafía esta neutralidad. La
realidad de la conciencia implica la realidad divina. Y si Dios existe, la
inacción se vuelve inaceptable. La neutralidad no es una opción. Si la
Divinidad existe, no podemos ser neutrales. Tenemos que actuar. La inacción
tendrá consecuencias. En el mejor de los casos, el agnosticismo nos
recompensará con nada. Y en el peor de los casos, tal ves perdamos la
oportunidad de desarrollar una conciencia superior. La neutralidad no es
aceptable, pues la inacción es una forma de acción. Al no hacer nada,
arriesgamos nuestra alma
Lo que tanto señala Shakespeare en Julio
César.
Hay una marea en los asuntos de los hombres que tomada en la alta
lleva a la fortuna
Omitida, todo el viaje de su vida se liga a bajezas e infortunios.
En un océano así flotamos ahora.
Y hemos de tomar la corriente cuando servimos, o perder nuestra
ventura.
The Agnostic Hero: Inaction is Tragic
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La ley de Darwin de la jungla atrapa a los pájaros y las bestias en
una lucha por sobrevivir; Y sin embargo la forma humana de vida ofrece la
oportunidad de buscar el significado. Los científicos evitan el significado; no
tiene sitio en el universo. Con el estudio podemos extraer los secretos de la
naturaleza; Podemos usar nuestras artes para explotar la tierra. Con fuego y
acero podemos conquistar los elementos y gobernar a los animales, Podemos crear
riqueza y valor. Pero el significado no tiene otro valor que el de ser
diversión.
Al evitar el significado, los ateos vestidos de científicos se
rehúsan la llamada de la forma humana de vida. Esto es cobardía. Aparentemente
neutral y “objetivo” el agnosticismo se cubre de inocencia. Pero la neutralidad
siniestra tiene consecuencias. En el análisis jungiano de la mitología, Joseph
Campbell señala que el rechazo del héroe al llamado a la aventura resulta en
tragedia. (Campbell, Joseph (1949), El héroe con mil caras, Princeton:
Princeton University Press, 23)
El rechazo de la convocatoria convierte la aventura en su negativo.
“Embebido en aburrimiento, el duro trabajo, o la ‘cultura’, el sujeto pierde el
poder de la acción de afirmación significativa y se convierte en una víctima
que ha de ser salvada. Y su vida se siente carente de significado- aunque, como
el rey Minos, puede, con esfuerzo titánico, tener éxito en construir un imperio
o renombre. Cualquier casa que construya, será la casa de la muerte: un laberinto
de paredes ciclópeas para ocultarlo de su minotauro. Todo lo que puede hacer es
crear nuevos problemas para sí y esperar la aproximación gradual de su
desintegración.
El Aquiles de Homero, fue el principal entre los guerreros de
Agamenón, quien se esforzó por derribar los muros de Troya. Un semidiós. Hijo
de Pele y de la diosa del mar, Tetis, se rehusó a pelear, se enfurruñó en su
tienda mientras la guerra se desencadenaba sobre él. Su rechazo a actuar es la
tragedia de la Iliada.
Arjuna despondent
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En el aún más antiguo Mahābharata de Vyāsa, cuando Arjuna es llamado
a actuar y presionar la batalla con sus primos rivales en la batalla de Kurukṣetra,
vacila. Su neutralidad es ridiculizada por Kṛṣṇa quien le señala que es
imposible el no actuar. Uno ha de actuar; No aprovechar la oportunidad es
cobardía. La forma humana de vida es un don poco común. La inacción de Arjuna
es agnóstica: tiene buenas razones para no comprometerse. Al final, su lucha
más heroica es consigo mismo. Renuncia a su inacción y se dedica a sí mismo.
Al final el objetivismo conduce ya sea a la acción hedonista en
persecución de disfrute sensual o a la inacción. El hedonismo no tiene sentido:
placer sensual animal. La inacción es aparentemente noble, pero al final es
mero estancamiento. El heroísmo de Arjuna es ejemplar: La acción en dedicación
es superior a la inacción.
La idea de consciencia como substancia trascendental, entonces,
tiene consecuencias tanto morales como éticas, es un juego de intercambio. Si
llegamos a la conclusión que la conciencia existe aparte de la materia, que
tiene un ser sobrenatural, nos tenemos que mover por encima de la lógica
ordinaria para ver las consecuencias de la conciencia.
La razón tal vez tenga un propósito útil en explotar la realidad
virtual que nos rodea. Pero cuando se trata de la conciencia, he de aprender a
trascender el uso de la razón. La realidad más la conciencia se refiere a una
percepción aumentada del mundo. La razón es solamente una función de
conciencia: no puede revelar el todo.
El ojo no puede verse a sí mismo. Sólo puede intuir o inferir su
existencia a través del poder de la visión. Con un espejo puedo inferir el
poder de la visión a partir de la imagen del espejo. Pero el ojo no puede verse
a sí mismo. No necesito una explicación racional para “probar” que el ojo ve.
No soy un agnóstico hasta que esa prueba es hecha. Del mismo modo, la razón
puede revelar muchas cosas a través de la visión lógica, pero no puede entender
de dónde surge.
El alma tal vez puede ver al ser a través de la introspección
espiritual, pero la razón es un instrumento pobre para la revelación
espiritual. La Razón avanza hacia la prueba a través del proceso de eliminación
y duda. Al entender lo que algo no es podemos rastrear el camino a través de la
oscuridad y descubrir lo que es. La razón nos dice lo que no es y al hacerlo
nos ayuda a llegar a conclusiones. Pero es difícil para la razón descubrir lo
que es la mente. La razón sólo puede decir lo que no es, eso no. El propio
poder analítico que nos ayuda a descubrir la actividad interna del átomo que
tiende a autodestruirse cuando se trata de entender la mente humana. Sólo
podemos diseccionar y diseccionar más hasta que no quede nada sino un cuerpo
destrozado. Ver la mente pensante es un ejercicio en regresión infinita, el
espejismo de Jorge Luis Borges. Si me siento en la silla del barbero y me
contemplo en el espejo, puedo ver un espejo atrás de mí. Mi propia imagen es
reflejada infinitamente espejo tras espejo. Cuando pienso ¿Quién está pensando¡
Y me atrapo a mí mismo pensando en el pensador que ha pensado el
pensamiento, quien está pensando en eso? La regresión infinita termina en una
paradoja que paraliza el pensamiento.
Es engorroso ser meta-cognitivo acerca de la meta-cognición: los
pensamientos se petrifican y fosilizan. El genio de Vauduville W.C. Fields
tenía un acto sorprendente de malabarismo. Como “El Gran McGonigle” hacía
malabares con 49 cajetillas de cigarros a la vez. Cuando más tarde le
preguntaron de por qué había abandonado el malabarismo, él explicó, “Bueno, yo
solía ser un gran malabarista. Pero cuando un día leí un libro de ello, Tras
pensé acerca de lo que hacía, y ya no me pude concentrar. Tuve que dejarlo. https://www.youtube.com/watch?v=gbDUqOwrtvI
Si un malabarista se para a pensar acerca de cada movimiento que
hace, no puede ya hacer malabares. También la meta-cognición mata la habilidad
de pensar. Una vez que fosilizamos la conciencia ya no podemos verla. La
disección del pensamiento crea un cuerpo destrozado. Un violinista virtuoso no
ha de detenerse a pensar acerca de la técnica involucrada en tocar cada nota.
Él ha de tocar música. No es posible alentar los pensamientos lo suficiente
para ver de dónde vienen, cómo fluyen, o cómo son las funciones dinámicas del
pensamiento.
El monitoreo del proceso mental llamado meta-cognición. De todos los
procesos mentales que desafían el entendimiento científíco, la memoria es Rey.
El desmantelamiento de la memoria puede ser un intento en retrospectiva; Marceo
Proust utilizó tres volúmenes de su novela “. La Búsqueda del Tiempo Perdido”
en reconstruir el recuerdo que brota de la fragancia de una madalena, una
especie de pan esponjoso. En Ficciones, el escritor y filósofo argentino Jorge
Luis Borges nos cuenta la historia de Funes el Memorioso, la historia de un
joven con una memoria fotográfica. Irineo Funes tiene tal capacidad meta-cognitiva
tan poderosa, que puede recordar con completo detalle todo lo que sucede en el
transcurso de un día aleatorio del pasado; pero la memoria de un día requiere
un período de 24 horas completas para reconstruir. James Joyce es más celebrado
por su novela Ulises en la cual reconstruye un día de conciencia en la vida de
su héroe Stephen Daedalus, el cual lleva 700 páginas para desarrollarse. La
meta-cognición no es hazaña pequeña. Le llevó al genio James Joyce siete años
de su vida el recapitular un día en la vida, o 24 horas de Irineo Funes para
reconstruir un día de memoria., nos llevaría idas recapitular una vida de
pensamiento consciente y memorias. El intento de desenrollar los laberintos de
conciencia a través de la meta-cognición es similar a la paradoja de Zeno de
Aquiles y la tortuga. Fue ese tipo de espejismo de regresión infinita la que
fascinó a Borges y frecuentemente fue el tema de sus historias como por ejemplo
La Librería de Babel. La reducción de la conciencia a una formula o meme nos conduce
hacia muchos espejismos como los hallados en
Borges, porque la conciencia es infinita. Mientras que estemos enfocados
en los problemas infinitos presentados por el mundo infinito, al menos podemos
consolarnos con progresar cuando los secretos de los elementos finitos de
desenvuelven solos. Pero para empezar a estudiar el infinito y caer en un
vórtice. El infinito dividido entre el infinito es infinito. El infinito menos
el infinito es infinito. Esto se describe en el Sri Isopanisad: oḿ pūrṇam adaḥ
pūrṇam idaḿ pūrṇāt pūrṇam udacyatepūrṇasya pūrṇam ādāya pūrṇam evāvaśiṣyate
Tome el infinito. Divida entre el infinito ¿qué queda? Infinito. Añadir
infinito al infinito. ¿Es eso menos que el infinito? Multiplica el infinito por
el infinito y seguirá quedando infinito. ¿Cómo analizar el infinito? Es
imposible, Los científicos resuelven la cuestión diciendo, “El infinito es
imposible. No existe”. Pero simplemente porque algo desafía el análisis no
prohíbe su existencia. Simplemente significa que careces de las herramientas
para diseccionar el infinito. Es arrogante pensar de otro modo. El método
científico presupone que el infinito no existe y que la conciencia no existe.
Debido a que estas suposiciones son prohibiciones a priori de cualquier
entendimiento de la conciencia, la ciencia es insuficiente como método para
entenderla. Esto no ha impedido que muchos pensadores hagan lo que pueden para
aplicar el método científico a un análisis de la conciencia o proveyéndonos con
una taxonomía de la conciencia. Ken Wilber, el autor de Psicología Integral por
ejemplo crea su llamada “Psicología Integral como una herramienta para
armonizar científica y psicológicamente los paradigmas con el conocimiento
místico de oriente, especialmente tomando prestado del pensador Bengalí Sri
Aurobindo. El análisis de Wilber del infinito dentro del infinito lo lleva a
pensar de la realidad como un sistema de ‘holones’ anidando componentes
individuales que acompasan y trascienden un sistema infinito de componentes y
partículas. Sus holones involucran desde sistemas en particular hasta el
sistema atómico y las entidades celulares bajo la influencia de la conciencia.
En las ciencias de la vida, las células evolucionan hacia organismos, los
cuales incluyen células y las trasciende a medida que evolucionan hacia seres
vivos en sociedad, y entidades más complejas como las civilizaciones. Pero
incluso el sistema de Wilber de cuadrantes tiende a depender del paradigma materialista que considera el
causante de una función de la materia. ¿Qué si el mundo consciente no fuera una
función de la realidad física. Qué si fuera al revés? Qué si en lugar de
aceptar a priori que la “materia” es el fundamento de la realidad, ¿qué pasaría
si basamos la regresión infinita de holones en una conciencia íntegra?
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