Quiero dejar claro que no estoy haciendo un
argumento en contra de la ciencia. Nos comunicamos por la tecnología vía
satélite a través del internet. No creo que la Tierra sea plano ni que el
vinagre de sidra sea la cura del cáncer. Tampoco sostengo la opinión de los “creacionistas”
de que la tierra se creó en de la nada en siete días. Mi objeción es lo que
llamamos “cientificismo” o la creencia de que el llamado método científico de
razonamiento es capaz de responder todas las preguntas.
Estoy interesado en el conocimiento Védico.
En cierto sentido aquí hay una redundancia en la expresión Conocimiento Védico,
ya que la palabra “Védico” significa “conocimiento” no creo que haya una contradicción
entre el “conocimiento Védico” y el “conocimiento científico” El conocimiento
Védico incluye el conocimiento esotérico, espiritual y metafísico, pero también
revela la sabiduría de cómo poder interpretar el fenómeno de este mundo. La
sabiduría involucra significado. Saber la diferencia entre lo correcto y lo
incorrecto, entre la materia y el espíritu, no impide que uno tenga
conocimiento material o práctico para vivir y trabajar en la sociedad moderna-
La ciencia no es capaz de resolver todas las
preguntas, puesto que no se interesa en preguntar ninguna cuestión acerca del
significado. Las preguntas acerca del significado son dejadas a los filósofos
que difieren de los físicos. En la academia, las llamadas “ciencias suaves”
como la psicología reduce el significado al comportamiento. Los psicólogos no
pueden explotar el significado de la vida, sólo pueden explorar el cómo actúa
la gente. Esto es llamado “conductismo”, y fue promovido por B.F Skinner quien
intentó entender la idea de Pavlovian estímulo-respuesta a todos los aspectos
del comportamiento humano. Ya que los psicólogos quieren un pedazo del pie de
la investigación científica hacen todo lo posible por ser “objetivos” incluso
cunado trabajan en el campo más subjetivo de todos- la mente humana.
Admitir la existencia de la “subjetividad”
en la ciencia es una herejía. Rupert Sheldrake, interesado en cómo la
subjetividad impacta a la biología, ha sido expulsado y desaparecido de los
salones de la academia científica. Ninguna pregunta acerca del paradigma
científico es tolerada por loa altos sacerdotes de la ciencia.
Dawkins y Sam Harris ya no son científicos
haciendo investigaciones. No han contribuido con nada valioso a su campo en los
años recientes. Han pasado el tiempo haciendo debates públicos con los
cristianos, ridiculizando la idea de la fe o de Dios. El debate se ha emitido
en blanco y negro: ya sea que apoyes a los avances de la ciencia o la idea de
que Moisés partió el Mar Rojo. Que Jonás vivió en el vientre de una ballena
durante semanas, y que Dios creo el mundo en siete días hace cinco mil años.
Uno o lo otro. Esta es la misma mentalidad que insiste en que o bien apoyas al
candidato Rojo o al Azul sin lugar para sutilezas.
No me intereso en debatir con los ateos; me
parece que su visión no está bien pensada ni disciplinada.
Yo no creo que “has de aceptar la ciencia o
la fe”. No pienso que sean mutuamente excluyentes. Pienso que los científicos
inquieren si es útil en revelar muchos secretos acerca del “cómo” funciona el
mundo. Pero pienso que se queda corta en ayudarnos a entender el “porqué”
existe. Creo que ya que la ciencia transfiere las preguntas de significado a
los filósofos es labor de los filósofos el investigar el significado.
Los psicólogos nos dirán que la vida sin
significado es insoportable. Por ello, al menos debemos “creer” que la vida
tiene un significado, de otro modo caeremos en depresión. Los psicólogos luchan
para tratar la epidemia de depresión que enfrenta la sociedad moderna. El dolor
de la falta de sentido de la vida ha llevado a millones hacia las drogas. Las
drogas son una industria multimillonaria impulsada por el dolor, la
frustración, y la depresión de una vida sin sentido. Drogas antidepresivas como
el Prozac se prescriben por doctores para tratar la depresión; los
narco-traficantes manejan una economía subterránea en Metanfetamina, marihuana
, heroína y opio para tratar el mismo problema. La desesperanza conduce a la
gente no sólo hacia las píldoras, la medicación y las drogas ilegales. El alcoholismo
se ha generalizado, impulsando por la angustia. No sorprende que tanta gente se
refugie en las drogas y el alcohol cuando se nos ha dicho que la vida y el
universo no tienen sentido.
No estoy en contra de la observación de la
realidad y el examen de los hechos. No tengo nada contra los logros
científicos. Objeto cuando la ideología científica promueve la tendencia
explotadora de excluir toda otra visión del mundo. Objeto cuando se exalta el
paradigma positivista como la única forma de conocimiento. Claramente la
ciencia es inadecuada en detectar el “significado”- tanto en el universo físico
como en el medio social humano.
Los ateos como Dawkins, Harris, y Hawking
claman que están siendo “objetivos”, pero pasan por alto el hecho de que su
punto de vista es “subjetivo” No hay cosa alguna como la “objetividad”, debido
a que nadie tiene la misma experiencia que alguien más. La “Objetividad” es un
paradigma defectuoso, tal como la física cuántica lo demuestra. La física
cuántica demuestra que la objetividad a nivel subatómico es imposible. Esto no
prueba la existencia del “alma” o “espíritu”, simplemente que el universo
físico, al igual que el metafísico se hallan más allá del conocimiento. ¿En qué
campo de la observación sensorial existe el mundo realmente? No es posible
saberlo. Un filósofo decente o un físico cuántico honesto ha de admitir que el
mundo físico es incognoscible, ya se que se trate del macro del nivel macro de
los hoyos negros o del micro de la energía oscura y de las partículas
subatómicas. Si la “realidad” incluye el concepto del tiempo como la cuarta
dimensión se convierte en incognoscible debido a que todo fenómeno es temporal
y se desvanece pronto luego de haber existido. La naturaleza temporal de la
realidad hace imposible la causalidad para medir todos los fenómenos ya que los fenómenos
desaparecen con el tiempo. Debido a que la menta de la ciencia es medir, su
meta nunca puede alcanzarse.
Los límites de la razón tal como estableció
Kant evitan los problemas metafísicos. El mayor problema metafísico es el de la
conciencia. La conciencia ha eludido el estudio de los racionalistas: en los
círculos científicos se conoce como un problema “duro” Es un problema que la
física no tocará., por considerarse que pertenece a las tales ciencias “suaves”
como la biología.
Y sin embargo, mientras que la neurociencia
reducirá la conciencia a un epifenómeno del cerebro, la aproximación de los
materialistas modernos a la vida ha fracasado visiblemente al explicar la
conciencia. Esto deja otros problemas pegajosos y difíciles de explicar
también: por ejemplo, el lenguaje, la intencionalidad, el significado, el valor
y el sentido moral en los humanos.
Mente y Cosmos: Imposible borrar la
subjetividad
El fracaso para explicar algo tan integral
a la naturaleza como la mente, sostiene el filósofo Thomas Nagel, es un
problema importante, que amenaza con desentrañar toda la imagen naturalista del
mundo, extendiéndolo a la biología, la teoría evolutiva y la cosmología. En su
libro Mente y Cosmos: Por qué la concepción Neo-darwiniana es ciertamente casi falsa.
Thomas Nagel escribe:
“La conciencia es el obstáculo más
conspicuo a un naturalismo integral basado sólo en los recursos de la ciencia
física. La existencia de la conciencia parece que implica que la descripción
física del universo, a pesar de su riqueza y poder explicativo, es sólo una
parte de la verdad, y que el orden natural es mucho menos austero que lo sería
si la física y la química representaran todo. Si tomamos este problema en
serio, y seguimos sus implicaciones. Este amenaza desentrañar toda la imagen
del mundo naturalista”.
La Realidad Subjetiva Existe
El ateísmo de Nagel no le impide defender
la consciencia, la realidad mental o subjetiva. Él razona que el océano de las
percepciones, la ideas, y las emociones en la mente humana son mucho más que la
suma total de las sinapsis de los estímulos eléctricos del cerebro. Nagel
determina que la conciencia existe y que
es tan real como cualquier cosa física. De acuerdo a Nagel, incluso si
pudiéramos hacer un mapa de la panoplia de pensamientos en una red de
percatación, nuestro mapa podría mostrar solamente en dónde se llevan a cabo
los pensamientos. Pero los propios pensamientos son una realidad distinta;
difieren de la localización de los impulsos eléctricos y los movimientos de las
neuronas. No sentimos los patrones eléctricos en nuestros cerebros; nuestros
pensamientos son una realidad superior. Esta percatación mental o conciencia es
un reino espacial del ser y ha de entenderse y estudiarse como tal. Nagel
sostiene que el estudio de la conciencia ha de considerarse primordial, tal
como la biología toma en ocnsideración los elementos que no pueden hallarse en
la física.
Sri
Aurobindo, una de las mentes más brillantes del S.XX lleva más lejos la idea de la mente. De acuerdo
a sus visiones como expresa en su obra Concepto de una Vida Divina, la
subjetividad y la objetividad son dos lados de la moneda que conocemos como
conciencia. En su visión, la evolución no es totalmente un proceso objetivo,
sino subjetivo, lo que el filósofo francés Henri Bergson llama “Evolución
Creativa”. Aurobindo sostiene que la conciencia, a la cual llama “jiva.shakti”
se conoce a sí misma y evoluciona subjetivamente a través de los distintos
aspectos de la materia y la mente. La mente es un principio materialista de
esta ilusión consciente de separación y división, pero no está realizada en
última instancia, debido a que está contaminada por el ego. La mente no es nada
más la causa del conocimiento limitado y dividido en las mentes en evolución, sino
el principio meditativo para el descenso del espíritu hacia la forma
substancial. Sri Aurobindo escribe:
Si vamos hacia el fundamento espiritual de
las cosas, la substancia en su pureza absoluta se resuelva a sí misma hacia la
conciencia pura del ser, la propia existencia, la inherente auto percatación
por identidad, pero aún no volviendo su conciencia sobre sí como objeto.
El oficio de Kant era el de apartar a Dios
de la consideración total de los fundamentos epistemológicos. Lo que no puede
descubrirse a través de la epistemología apropiada no tiene ontología de
acuerdo a su razonamiento. Lo que no podemos conocer no ha de existir. Debido a
que no podemos “conocer” a Dios en el sentido técnico de la “razón” defendida
por Kant, su existencia está fuera de la cuestión.
La metafísica de Kant no sólo está matizada
de agnosticismo sino que está llena de tonos ateos. Su llamada filosofía de las
religiones en realidad un ataque a las religiones de su tiempo. Parece intentar
remover la religión y la teología de cualquier discusión seria académica. Su
genio quedó demostrado al tener éxito, especialmente en Occidente.
La filosofía oriental lo toma de forma
diferente. Para la filosofía oriental, especialmente los puntos de vista que
fluyen desde el Vedānta y los Upaniṣads, la conciencia existe antes y después
la razón y trasciende la mera racionalidad. El alma, el ser, es un hecho
auto-evidente que ha de ser tomado en consideración antes que cualquier intento
de racionalización.
La Versión Vedānta
En la filosofía Occidental y la teología,
uno de los intentos más robustos para refutar de Kant vino de otro pensador
alemán: Rudolf Otto. Otto era un teólogo luterano y un académico de la
comparación de religiones. Él sentía que a pesar del hecho de que uno pueda
hablar de la función o de los niveles de conciencia, la propia conciencia se
halla más allá de la clasificación, es irracional, “completamente extraña”,
“completamente otra”, no deducible, irreductible e inclasificable. Otto estaba
intrigado por el misticismo que halló en India como estudiante de sánscrito y
de el Viṣṇu-bhakti de la escuela Śrī Vaiṣṇava. Él estudió el sistema de
dualismo calificado promovido por Ramanuja y tradujo las obras de Viṣṇu Nārāyaṇa
al alemán.
El libro de Otto, La idea de lo Sagrado, es
una obra teológica importante, leída tanto por católicos como protestantes.
Desde su publicación en 1917 ha sido popular como una respuesta sentida a la
crítica de Kant.
La idea de lo Sagrado promueve la idea de
que lo “santo” a lo que él llama, “numinoso” En su intento de explicar la
experiencia mística auto-evidente, emplea un vocabulario filosófico especial.
El numioso de Otto es una experiencia
“no racional y no sensorial o sentida cuyo objetivo primario e inmediato
se halla fuera del ser”
Su término deriva del numen del latín el
cual significa “poder divino”. Curiosamente, escoge el término que hace eco al noúmeno
de Kant, un término griego que se refiere a la realidad incognoscible. Para
Otto, el numinoso o “experiencia mística intuitiva y divina” se caracteriza por
el temor y la reverencia. Basado en su visión de bhakti del sur de la India,
este extraño maestro de filosofía alemán halla que la experiencia de Dios se
caracteriza por un sentido de misterio el cual llama mysterium tremendum e fascinans,
temor y reverencia y fascinación al mismo tiempo.
Otto señala que el estado de consciencia de
temor y reverencia alcanzado a través de la comunión mística con lo divino se
halla por encima de la clasificación y no puede entenderse racionalmente. El
numinoso por lo tanto no puede conocerse.
Rudolf Otto (25 de Septiembre de 1869 – 6
de Marzo de 1937) trabajó y escribió después de Nietzsche y marcó el comienzo
en mucho de la reacción del S XX al agnosticismo de Kant y el ateísmo de
Nietzsche. Darwin y Marx hicieron su impacto. Los ideales de Marx fueron
tomados apasionadamente por Lenin quien trató de fundar una sociedad comunista
en Rusia basada en sus enseñanzas. El ateísmo de “La Religión es el Opio de las
masas” fue hecho doctrina oficial del estado de Lenin y Stalin en Rusia y a una
generación entera le fue negada la libertad de adoración. Sin embargo de algún
modo el teísmo y el misticismo sobrevivieron.
Mientras las enseñanzas de Kant, Nietzsche,
Darwin y Marx dejaron una huella indeleble en la ciencia, la cultura y la
política, la tranquila visión de Rudolf Otto influyó el teísmo del S.XX
El teólogo Karl Bart aprobó a Otto como lo
hizo Freud con su rival en Psico-análisis Karl Jung, quien tomó prestada la
idea de “numinoso”. Entre los teólogos y filósofos influenciados por Otto
estaban Paul Tillich, Martín Heidegger y Joseph Needham. Rudolf Otto montó una
defensa efectiva en contra del racionalismo materialista del S. XIX al transmitir la importancia del “misticismo
religioso”. Su experiencia personal de misticismo fue salpicada por su contacto
con los Vaiṣṇavas del Sur de la India, Estaba fascinado con el modelo de
adoración que halló allí el cual enfatiza en el temor y la reverencia de Dios.
Y sin embargo su fascinación con refutar la crítica de Kant al enfatizar en
elemento “no racional” lo condujeron hacia conclusiones insípidas. Por útil que
haya sido su refutación, su propia experiencia mística parece empobrecida en
comparación con el verdadero Vaiṣṇavismo.
La idea de Otto de lo Divino o Numinoso se
asemeja mucho más al Dios del Antiguo Testamento del temor y reverencia que a
la benéfica Hermosa Realidad tal como se ve en la adoración a Sri Kṛṣṇa, Este
temor a Dios se parece más a la adoración aterrada y fantasmal que a alguna
relación amorosa hallada en la tradición bhakti.
Otto destaca, el misterio, el terror y la
fascinación de cara a la Majestad Suprema de lo Divino. Y sin embargo es este
entendimiento superficial de la Personalidad Suprema de Dios. Aunque halló
alivio en el misticismo de India, fundaba su concepto de divinidad en la
tradición Judeo-Cristiana-Islámica en donde la versión del Antiguo Testamento
concibe a Dios como “El Padre Todopoderoso del Cielo”, y a la humanidad como
absolutamente contaminada por el pecado original. Puesto que los cristianos
insisten en la necesidad de expiación de los pecados del hombre a través de la
sangre de Cristo, la mediación de Cristo es esencial para la redención. La
brecha entre el Poder Absoluto de la Divinidad en la Paternidad de Dios y la
impotencia del hombre, caído en el pecado, es tremenda y temible. Otto sólo
encuentra la virata-rupa de Krishna como se ve en el Bhagavad. Gita que produce
la especie de terror que corresponde al poder con la deidad cristiana.
La versión de Rudolf Otto del misticismo fue
útil para muchos teístas que vivieron y escribieron en el S. XX desde Karl
Barth hasta C.S Lewis. Pero podemos profundizar. Como lingüista competente,
Otto no sólo conocía el sánscrito sino también el Bengalí. No sólo tradujo el
Bhagavad Gita, El Gita Original: La Canción del Exaltado Supremo, Londres 1939
sino que también estaba interesado en la relación entre el cristianismo y el
bhakti, también sirvió de interprete a Rabindranath Tagore durante su última
visita a Marburg, Alemania. Aún así su versión de bhakti quedó corta.
Otto tiene mucho para recomendarle,
especialmente su intento noble de revivir a Dios tras el intento de asesinato
de Kant, Aun así deja de lado muchas explicaciones de la verdad esenciales. Su
concepción de la divinidad como “más allá de la razón” es valiosa. Los modernos
primero apoyaron al “Dios mecánico” de Newton y final mente rechazaron que la
deidad del Señor de las leyes naturales como ya no útil. Otto trata de apoyar
la Paternidad de Dios, y sin embargo fall al tratar con los aspectos más
elevados de la realidad. La paternidad de Dios como la concibe Otto puede
afirmar la visión de Cristo de un dios amoroso, la idea de que Dios ama a sus
hijos pero su versión hace poco por explicar el amor de los hombres por Dios.
Un objeto aterrador no puede ser considerado adecuadamente como un objeto de
amor.
No hay necesidad de definir la divinidad
exclusiva en términos de terror, misterio y fascinación o mysterium, trememdum
fascinatum, como hace él. Otto parece incapaz de entender a Dios como amor.
Establece en su lugar el terror y el misterio.
Y sin embargo la historia nos ha dado
muchos ejemplos de santos en la tradición mística del cristianismo quienes
reclaman una comunión con el Amor de Dios. San Juan Crisóstomo alcanza el amor
divino a través del santo nombre de Cristo. San Francisco, inmerso en el amor,
expresa amor por todos los seres, incluyendo a los animales más indefensos. La
experiencia de Dios como amor no está limitada al mundo cristiano.
Rudolf Otto, fascinado por el racionalismo
se concentra en los aspectos cognoscibles de la divinidad y concluye en el
terror. Pero en bhakti-yoga, Dios es experimentado a través del amor divino y
la dedicación.
Sin embargo el toma y daca entre ateos y
teístas ha dado muchas variaciones de estos de tesis, antítesis y síntesis.
Otto influyó a los teólogos del S. XX, al
notable Karl Barth, y a C.S, Lewis. Mientras que él halla “Temor” como la base
de la convicción religiosa, al menos percibe que Dios sigue lo suficientemente
vivo como para provocar miedo. Su análisis de la divinidad puede ser útil como
respuesta al ateísmo, pero está lejos de una visión saludable desarrollada de
una conciencia iluminada, debido a la carencia de dicha. El temor y la sumisión
a Dios desde el temor y la reverencia tal vez sea superior a la ausencia
completa de conciencia, pero la verdadera comunión con la divinidad ha de
involucrar el amor, la dedicación y la auto-abnegación voluntaria.
En cualquier caso, la oposición atea ha
resultado en la elucidación gradual y ulterior de la posición teísta. Pero
aunque los oponentes al teísmo han sido silenciados de cuándo en cuándo, no
siempre están verdaderamente cubiertos ante la visión de su rival. La visión
del racionalismo material en ocasiones parece conquistar toda oposición hasta
que un protagonismo maduro y dotado de la realización mística reaparece en
escena.
Otto estaba interesado en bhakti, pero el
amor verdadero por Dios sólo es posible en la ausencia de miedo y reverencia. Y
sin embargo, aunque su definición carece de una perspectiva más elevada. Otto
fue útil en influir a los teólogos del S. XX como C.S: Lewis para preservar y
defender el teísmo de la oscuridad del ateísmo.
En su trabajo seminal, Evolución Subjetiva
de la Conciencia, Sridhar Maharaja comenta,
“Todo viene de arriba, Lo que
experimentamos en el presente es una especie de resultado de hipnosis. En el
proceso de hipnosis, el hipnotista puede retirar nuestra conciencia de
cualquier cosa en cualquier momento y mostrarnos otra forma de ver la realidad.
Del mismo modo Dios es libre, y cualquier cosa que desee se hace realidad.
Cualquier cosa que imagine se convierte en realidad. Él puede forzarnos a ver
algo, y al hacerlo puede hacer que lo veamos de una forma y no de ningún otro
modo.
Si puedes entender este principio puedes
entender como cualquier cosa es posible en la divinidad. Entonces puedes tener
algo de fe en lo que Dios es. En un sentido el Dios supremo significa esto: el
origen de la creación. Y sin embargo esta creación es una parte insignificante de
su naturaleza divina. Tiene cualidades y actividades infinitas.
Este mundo en el que vivimos es únicamente
una parte insignificante de la manifestación cósmica. Todas las bases del todo
está ahí en una mano. Desciende desde arriba y no viceversa. La idea de que
todo se desarrolla desde abajo hacia arriba habremos de decir que la materia no
crea el espíritu, el decir que la inteligencia fósil puede hacerlo es una
concepción absurda.
Conciencia, espíritu, todo lo impregna.
Está presente incluso en los árboles, las piedras, La Tierra, el éter, el aire-
en todas partes. Y para conocer la verdad, tenemos que conectar con el
principio consciente del infinito.
¿Qué es el infinito? Es Todopoderoso,
omnisciente, omnipotente, todo simpatizante, todo amoroso. Nuestra verdadera
aspiración ha de ser una conexión directa con él, dejar de lado el encanto de
su substancia creada. Debemos anhelar negociar el cómo podemos tener una
conexión con el propio creador.
Y su posición no es simplemente la de creador.
Este mundo es una creación de un orden degradado. Pero la creación más elevada
existe también en el plano de la realidad infinitamente superior a este mundo
de experiencia.
Debemos inquirir si es posible para
nosotros tener una vida en ese suelo. Debemos intentar de entender que hay
capas de realidad en ese reino de conciencia, y cómo podemos subir y subir en
ese plano.
Debemos inquirir acerca de eso y averiguar
cómo podemos entrar ahí. Debemos intentar entender cuál es la llave de entrada
hacia la morada trascendental. Esto ha de ser la base para buscar la verdad.
Debemos inquirir cómo liberarnos tanto del plano de la renunciación como del
plano de la explotación”.
Bhaktivedanta Swami comenta acerca del
verso ates citado:
Esta es una explicación del mundo; todo lo
que tiene lugar es debido a la combinación de kṣetra and kṣetrajṇa, el cuerpo y el alma
espiritual. Esta combinación de la naturaleza material y la entidad viviente la
hace posible el propio Dios Supremo. El mahat-tattva es la causa total de la
toda la manifestación cósmica, y debido a la sustancia total de la cusa
material hay tres modos de la naturaleza , en ocasiones es llamado Brahmán. La
Suprema Personalidad impregna la substancia total y por ello innumerables
universos se hacen posibles. Esta substancia completa material, el
mahat-tattva, se escribe como el Brahmán el la literatura Védica: tasmād etad
brahma nāma-rūpam annaṃ ca jayate. En este Brahmán las semillas de todas las
entidades vivientes son impregnadas por la Persona Suprema. El escorpión pone
huevos en pilas de arroz, y algunas veces se dice que el escorpión nace del
arroz. Pero el arroz no es la causa del escorpión. De hecho los huevos fueron
dejados ahí por la madre. Similarmente, la naturaleza material no es la causa
del nacimiento de las entidades vivientes. La semilla es otorgada por la
Suprema Personalidad de Dios y ellos sólo parecen surgir como productos de la
naturaleza material. Por ello toda entidad viviente, de acuerdo a sus
actividades pasadas, tiene cuerpos distintos, creados por su naturaleza
material y la entidad puede disfrutar o sufrir de acuerdo a sus hechos pasados.
El Señor es la causa de todas las manifestaciones de las entidades vivientes en
este mundo material.
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