Credo
La palabra Sánscrita dharma provoca una
cierta fascinación en Occidente: rima con karma. Dharma y Karma están
relacionados. Simplemente sitúa, karma es “lo que haces”, mientras que dharma
“es lo que tú eres”, es decir, “lo que te define# Karma se piensa mayormente
como la ley de acción y reacción. Karma se deriva de la Sánscrito krit que se
convierte en la palabra “crear” en
Inglés. Karma no sólo es la reacción del trabajo, sino la propia acción, la
energía creativas.
Entonces “lo que haces” es una buena forma
de pensar de karma.
Dharma es diferente. Tiene que ver con lo
que le da sustento a una cosa, dhrit. Significa “esencia, naturaleza interna o
característica, núcleo orgánico, rasgos innatos, puede significar “quién eres”
en un sentido general: tu nacimiento, tu nacionalidad, y tu religión. En la
medida que un destino o karma determina la propia existencia o dharma, los dos
están relacionados. Pero en un sentido superior, es el ser innato propio
espiritual. Puesto que el karma siempre involucra la acción y la reacción
dentro del mundo material siempre es una consideración material. Puesto que
nuestro carácter innato espiritual está atado con nuestras acciones y
reacciones en el mundo material, el karma influye en el dharma.
El uso común de la palabra dharma en
realidad se refiere a la religión, en especial a la colección de acciones y
deberes que son conductivos hacia un estado de existencia superior. De acuerdo
ocn la propia concepción “religiosa” el estado más elevado ha de ser el cielo o
un estado de conciencia superior, o la disolución hacia el monismo no
diferenciado. Así las distintas prácticas religiosas incorporan tanto al dharma
como al karma como una forma de
progresar a lo largo de la senda.
Según la escuela Vaiṣṇava de Caitanya Mahāprabhu
hasta Bhaktivinod Ṭhākura y sus seguidores, el verdadero dharma va más allá de
la mera religión mundana. Mientras que las manifestaciones espirituales
diferentes pueden ser el resultado de las diferentes prácticas como una
cuestión de desarrollo de niveles de conciencia. El verdadero dharma ha de
tomar en consideración la condición innata y eterna del alma.
Esto puede decirse que es el “credo” de
Gaudiya Vaiṣṇava. He adaptado este resumen de las enseñanzas de Bhaktivinod
halladas en su Krishna Saṁhita al igual que de la antigua fuente del Brahama-Samhita.
Nuestra realización personal de Dios. Los
materialistas ordinarios son incapaces de comprender la Personalidad de Dios,
quien es trascendental a las formas materiales, pero es la personificación de
belleza absoluta en la divinidad. El nombre de Dios asociado con la hermosa
realidad es Krishna. Y la encarnación del dulce absoluto, Krishna invita a las
almas caídas condicionadas atrapadas en el ciclo vicioso del karma a unirse a
él en una danza divina a través de la rendición y la dedicación.
Desafortunadamente las almas condicionadas
(jīvas) hipnotizadas por el milagro de la atracción fenomenal se han hecho
adictas al disfrute de los sentidos en el mundo del karma, y así sufren el
nacimiento y la muerte repetidos. Incluso grandes filósofos están sujetos a la
esclavitud, especulando acerca de la naturaleza del mundo fenoménico, incapaces
de ver más allá de la jurisdicción transitoria del conocimiento empírico.
Incluso el misticismo esotérico no es capaz de llegar a los niveles más altos
de conciencia conocidos como sat-chit-ananda.
Cuando la meditación los conduce
hacia la contemplación de lo eterno, frecuentemente identifican el alma
inmortal con Dios y caen bajo el dominio del monismo. Bajo la influencia de
esta noción, asignan como la divinidad al monismo impersonal no diferenciado. Y
por eso ellos consideran que la divinidad última carente de forma, inmortal e
incapaz de ser conocida a través de la percepción de los sentidos. Nosotros
sostenemos que el Absoluto Supremo, es la Hermosa Realidad, Kṛṣṇa. Como el
sublime Govinda, Él es el Dios Supremo. Su forma es trascendental,
bienaventurada y eterna (Sat-Cit-Ananda). Él es el origen de toda realidad, espiritual y material. No
tiene otro origen. Él es la causa primera de todas las causas. Kṛṣṇa es la
entidad Suprema exaltada quien posee un nombre eterno, una forma eterna,
atributos eternos y pasatiempos eternos. El propio nombre “Kṛṣṇa” implica la naturaleza
amorosa-atrayente del dulce Absoluto.
La forma humana de vida ha de ocuparse en
redescubrir la propia posición constitucional en relación a la Verdad Absoluta.
El dharma verdadero o completo del alma humana es el de reencontrar la propia
relación con la divinidad, la hermosa realidad, el dulce absoluto, Śrī Kṛṣṇa.
El verdadero dharma significa ocuparse en la búsqueda de Śrī Kṛṣṇa a través de la rendición y la
dedicación. Este es el propósito del
verdadero auto-conocimiento.
Atma-jñana o auto-conocimiento encuentra su
desenlace en el conocimiento e Paramātmā. El verdadero conocimiento del ser
halla su culminación en la realización del Ser Supremo. No somos “Uno con Dios”
Compartimos algunas características de divinidad tal como los rayos del sol comparten
algunas características con el propio sol, pero son distintas. Hay una
distinción entre el sol energético y la energía del sol en la forma de rayos.
Bajo el mismo entendimiento, el Paramātmā o súper-consciencia Súper-sujeto es
distinto de y superior a la jiva individual. Tal vez puedan considerarse como
energía prakṛti u “objetos” del Sujeto Supremo.
Cuando el alma individual queda
atrapada en la ilusión hipnótica de maya, se considera a sí misma el centro del
universo, actúan como “sujetos”. Aparentemente nosotros somos los sujetos y el
mundo es una realidad “objetiva”. Pero en realidad, somos los objetos o energía
prakṛti del Súper-Sujeto. Cuando las entidades vivientes se conciben a sí
mismas como los sujetos del mundo material conjurado por la energía externa del
Súper-sujeto interpreta el papel de una “realidad objetiva”. Pero todo el
cosmos existe como una forma de un holograma cuántico traído a la existencia a
través de la hinópsis de las entidades vivientes. Esta hipnosis es creada a
través de la agencia del Súper-sujeto cuya creación del universo material se
lleva a cabo en una especie de sueño místico o trance a través de la evolución
subjetiva de la conciencia.
Así las miríadas de formas y especies llegan a
existir. Este cosmos material entero es una proyección holográfica, una imagen
espejo de la realidad espiritual en donde las entidades vivientes, o la
energía-objeto (prakṛti) del Súper-sujeto que se concibe a sí misma como el
“sujeto” tomando el mundo inconsciente como la “realidad objetiva” Este mundo
no puede existir sin la conciencia y depende de ella como una máquina de
cómputo depende de su software. La materia no crea conciencia. Lo que se llama
“materia” es un subproducto de una evolución subjetiva de conciencia el cual se
inicia con el Súper-sujeto. Cuando el alma condicionada pervierte la relación
sujeto-objeto y trata de experimentar la realidad como sujeto, la experiencia
de ānanda o el principio del éxtasis atraviesa el prisma del ego falso como
como felicidad material y angustia en el
mundo del nacimiento y muerte. Obsesionados con la idea de disfrutar de la
ilusión en el plano de la explotación, los seres vivientes cabalgan la rueda
del nacimiento y muerte repetidas llamado saṁsāra, atrapados en un ciclo sin
fin de mortalidad.
Las entidades vivientes o jīvatma siendo conciencia pura
espiritual, (chit) en su posición orgánica como energía del Súper-sujeto no
tiene nada que ver con el llamado “mundo material” o proyección holográfica
cuántica. Encantada por esta ilusión, maya, atma- la conciencia asistida por Paramātmā
refuerza la realidad del “mundo-objeto” el cual existe como una función de la
evolución de la conciencia. El mundo material sin embargo, existe sólo en el
plano temporal; se manifiesta y se retira durante un período de millones de
billones de años y luego se manifiesta y retrae de nuevo, mientras que la
conciencia es eterna. Lo temporal no posee existencia absoluta. La conciencia
eterna no es el producto de este mundo ilusorio temporal. El mundo material es
una residencia temporal para la conciencia de las entidades vivientes ocupadas
en jugar el papel de Sujetos. La absorción en el plano material es causado por
el ego. La reintegración hacia la conciencia espiritual verdadera involucra el
reconocimiento del plano Súper-subjetivo y la sumisión o rendición ante Dios (Kṛṣṇa)
a través de su agente y representante, el guru. El verdadero dharma o religión
es hallado a través de la rendición Śaraṇāgati.
La rendición es la senda verdadera
para la iluminación espiritual y ānanda, bienaventuranza. Esta senda lo llevará
a uno por encima de los planos de la iluminación y conocimiento ordinarios
hacia el plano más elevado de éxtasis. La verdadera liberación es el logro de
la realidad innata propia a través del abandono del ego falso y la realización
de la senda séxtuple de la dedicación. Esto significa hacer todo lo favorable
por el amor divino y evitar aquello desfavorable; depender de la voluntad de
Dios y arriesgarse a uno mismo mientras se espera su protección, la completa
auto-abnegación, y la humildad total. La liberación es la verdadera libertad
espiritual como es expresada a través de servir a Dios en rendición y el
descubrir la propia posición innata de servicio en la senda devocional. El
servicio de uno será finalmente revelado a través de la ayuda y la intervención
divina del guru quien otorga tanto el santo nombre y mantra divino.
De acuerdo
a la propia cualificación y la propia necesidad interna, la posición de uno de
servicio en el mundo de Kṛṣṇa será revelada. Esto ha sido elaborado en el
Bhakti-rasamrta-sindhu de Rūpa Goswāmī al igual que en su Upadeshamrita. El
cultivo del sistema arriba mencionado de Amor Divino se realiza a través de la
práctica del sādhana. Esto involucra la vibración del santo nombre, el mantra
divino y las 64 variedades de prácticas devocionales mencionadas por Rupa
Goswami. Esto incluye el escuchar, el cantar y el recordar a Kṛṣṇa
especialmente a través del mantra: Hare Kṛṣṇa Hare Kṛṣṇa, Kṛṣṇa Kṛṣṇa Hare
Hare, Hare Rama Hare Rama, Rama Rama Hare Hare.
Otro proceso incluido es la dedicación a sus pies sagrados, la
adoración, la oración, el servicio personal, la amistad y la rendición
completa. Cuando se practica perfectamente, la devoción regulativa puede
convertirse en espontánea únicamente cuando la misericordia es otorgada por el
plano elevado.
Y así la devoción puede desarrollarse de acuerdo a los distintos
humores como por ejemplo, neutralidad, servicio, amistad, paternidad e incluso
amor conyugal divino. A través de la práctica de la devoción uno eventualmente
empieza a cultivar intuición y atracción espontánea y devoción la cual puede
culminar en prema o amor divino. Cuando uno está completamente absorto en el
amor divino se puede decir que ha alcanzado la “conciencia de Kṛṣṇa”, la cual
es la forma más elevada de samādhi o iluminación divina. Esto es altamente
confidencial y no es fácil de alcanzar. Es la perfección del dharma, la
perfección de la entidad viviente, alcanzar este samādhi perfecto en conciencia
de Kṛṣṇa, siguiendo el humor de los residentes de Vrindaban por la práctica del
kīrtana inspirado por Śrī Caitanya Mahāprabhu, el avatar dorado de Kṛṣṇa por
Nityananda Prabhu ylos residentes de Nabadwip-dham.
Al entender los principios
arriba mencionados, por realizar la propia naturaleza de la relación con Dios,
Kṛṣṇa y la ontología del amor divino, uno puede iniciar la práctica perfecta de
Śaraṇāgati, rendición la cual lo conduce a uno hacia la meta última, el amor
divino de Rādhā y Kṛṣṇa al seguir la
práctica otorgada por gurudeva quien es un representante autorizado de Śrī Caitanya
cuyas enseñanzas fueron registradas por Kaviraja Goswāmī y difundidas a través
de Bhaktivinod Ṭhākura, Sarasvatī Ṭhākura, Bhakti Raksaka Sridhar dev Goswāmī y
Bhakti Sundar Govinda Mahārāj y sus
seguidores.
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