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Tuesday, August 18, 2015

Evolución Cósmica

Evolución Cósmica
Capítulo VIII del Bhagavad-Gītā Resumido
Un Resumen de Michael Dolan/Bhakti Vidhan Mahayogi


Según Yamunacharya, “El Octavo Capítulo del Bhagavad-Gita trata de las 3 divisiones de los buscadores auténticos: menciona a los que buscan aiśvarya, o los que buscan conocimiento del ser indestructible y aquellos que desean alcanzar al Supremo, o Bhagavan. Este capítulo explica el conocimiento que serán alcanzadas y las cualidades que serán adquiridas por estas tres distintas clases de aspirantes. (Gitasaṁgraha 12 aiśvaryākṣarayāthātmyaṁ bhagavaccaraṇārthiṇām vedyopādeyabhāvānam astame bheda ucyate. ऐश्वर्याक्षरयाथात्म्यं भगवच्चरणार्थिणाम् वेद्योपादेयभावानम् अस्तमे भेद उच्यते)

Bhaktivedānta Swāmi titula el capítulo “Alcanzando al Supremo,” en concordancia con el antiguo comentador Yamunacharya. El traductor de Śrīdhara Mahārāja lo llama “La Senda de la Libertad Absoluta.”

Arjuna le pide a Kṛṣṇa que defina los términos, hasta ahora hemos visto la explicación de Brahmán y ātmā, o Dios y el Ser. Él también está interesado en entender el karma, y las influencias sobrenaturales, especialmente aquellas de los dioses Védicos. Empecemos con karma.
La palabra karma puede definirse de varias maneras. Viene de la raíz Sánscrita kri que es el verbo “hacer.”

Normalmente pensamos del karma en términos de acción y reacción; hablamos del buen karma y del mal karma. Karma también significa “trabajo, acción, energía creadora.” Aquí, Kṛṣṇa asocia karma con procreación. Dice que el karma es bhūta-bhāvodbhava-karo visargaḥ o “esa energía procreadora a través de la cual los cuerpos materiales de las entidades vivientes son creados.” 

Hemos visto el significado de “karma-yoga” como trabajo en sacrificio. Cuando el karma se equilibra en el yoga a través del sacrificio puede dirigirse hacia la dedicación o bhakti. Pero cuando el karma es un fin en sí mismo, significa que las acciones se hacen perpetuas en la cadena de nacimiento y muerte.

Aquí, Kṛṣṇa usa la palabra karma para describir toda la evolución subjetiva de la consciencia a través de la cual las almas vivientes generan las condiciones para la variedad de especies vivientes en el mundo cósmico con la ayuda de una multitud de dioses y otros seres progenitores. (bhūta-bhāvodbhava-karo visargaḥ karma-saṁjñitaḥ) Bhaktivedānta Swāmī traduce esto, “la acción perteneciente al desarrollo de los cuerpos materiales de las entidades vivientes es llamado karma…” mientras que S.Radhakrishna dice, “karma es el impulso creativo el cual es la parte central del patrón del cosmos, es la expresión de Brahmán, el Espíritu Absoluto, el cual está por encima de la diferenciación de sujeto y objeto” 

De acuerdo al traductor del comentario de Śridhara Mahārāja, el mundo visagra quiere decir “creación,” y bhūta-bhāvodbhava-karo significa “quien cuya acción produce los cuerpos humanos y las especies secundarias a través de la agencia de elementos burdos y substancia material.”
S. Radhakrishna titula el capítulo, “el Curso de la Evolución Cósmica,”
Kṛṣṇa continúa: “Adhibhutam o la manifestación cósmica de tiempo y espacio es impermanente. La naturaleza física o adhibhutam está sujeta a cambio en todo momento. Los propios elementos físicos son transitorios y destructibles. La concepción de toda la experiencia universal junto con todas las entidades vivientes, el sol, las estrellas, y la luna junto con sus dioses es una forma cósmica de la divinidad llamada adhidaivatam. Tal como los cuerpos materiales están habitados por el alma espiritual individual, así habito Yo el cuerpo cósmico universal o forma cósmica, adhidaivatam, como Paramātmā o alma Suprema. Como tal, Soy el sujeto original al igual que el objeto de todo sacrificio, el Adhiyajña.
Aquí el Sánscrito es escueto, pero con profundo significado: Adhibhuta se refiere a la naturaleza transitoria de los elementos y al continuo espacio-tiempo que es akṣara, destructible, mutable, perecedero. Aquellos que andan tras aiśvarya o la opulencia material y la riqueza se frustrarán en su sacrificio. Alcanzarán únicamente resultados temporales, ya que todo en el mundo es temporal. 

Un intento más digno sería ofrecer sacrificio al plano más elevado, adhidaivata, más allá de los bienes de este mundo efímero. La mejor ofrenda se hará ante el sujeto de todo sacrificio, el Adhiyajña, el Puruṣa Supremo, el Mismísimo Kṛṣṇa, En su Gīta-bhāṣya, Ramanuja comenta, el Adhiyajña es una connotación de Dios; Ha de ser propiciado en sacrificio, es decir, Dios, quien es el atman de los dioses que constituyen su cuerpo, ha de ser propiciado mediante el sacrificio. Esto ha de ser conocido comúnmente por los tres grupos de buscadores auténticos (materialistas, espiritualistas, y quienes han tomado la senda de la dedicación) cuando llevan a cabo cualquier sacrificio.

Kṛṣṇa le asegura a Arjuna, “Y, quienquiera que, al momento de la muerte, abandona este cuerpo, recordándome únicamente a Mí, de inmediato alcanza Mi naturaleza. De eso no hay duda.” Ya que la convicción última de uno es determinada por los hábitos regulares en vida, uno ha de recordar siempre a Dios, Kṛṣṇa, en el diario vivir. “Aquél que medita en la Suprema Personalidad de Dios, cuya mente  se ocupa constantemente en recordarme, quien no se desvía de la senda, Oh Arjuna, con seguridad me alcanza.”
Kṛṣṇa continúa describiendo los destinos respectivos de las tres clases de religiosos: aquellos que luchan por la ganancia kármica, quienes desean tener una recompensa en la próxima vida, aquellos que buscan alivio espiritual de la ansiedad material, y aquellos que desean entrar a una relación amorosa con Dios. Estos respectivamente son llamados karmis, jñānīs, and bhaktas. La religión Kármica involucra la adoración a Dios a cambio de algún beneficio material en esta vida o en la próxima, Puesto que están apegados a adorar a cambio de una ganancia material, los religiosos kármicos regresarán a disfrutar los beneficios de su sacrificio. Puesto que no tienen interés en abandonar el mundo del nacimiento y la muerte están condenados a renacer en samsara. Los  jñānīs desean la liberación a través del surgimiento de su existencia individual en el espíritu no diferenciado llamado Brahmán. Ellos alcanzarán la liberación, pero a expensas de su propia individualidad. Absortos en el espíritu infinito como gotas de agua que absorbe el océano, ellos entrarán al Brahmán impersonal. Por otro lado, aquellos devotos del Señor Supremo entrarán a su planeta divino en una forma espiritual, llamada svarūpa. Al haber alcanzado el plano más elevado de la existencia espiritual en devoción, los bhaktas podrán servir ahí en dedicación. Ellos nunca regresan al mundo material.
Kṛṣṇa explica los parámetros del cosmos material, calculando el marco del tiempo desde el principio hasta el fin del universo en aproximadamente 311,000,000,000,000 de años de acuerdo a los cálculos Védicos. El creador del universo, llamado Señor Brahma, es también temporal y vive y muere con su creación. Las entidades vivientes toman nacimiento y mueren una y otra vez en el ciclo del renacimiento hasta que entienden la verdad revelada en los Vedas y explicada por Kṛṣṇa aquí en el Gītā.
Cuando un Brahma muere, otro renace y el universo es creado de nuevo en un bucle infinito de 311,000,000,000,000 de ciclos de creación universal. El mundo espiritual se halla por encima de los universos de realidad cósmica manifestados y no manifestados. Esta Morada Suprema es no manifestada e infalible. Kṛṣṇa dice, “Es el destino Supremo. Cuando uno va allá, nunca regresa. Esa es Mi morada suprema.”
Bhaktivedānta Swāmī comenta: “La morada suprema de la Personalidad de Dios, Kṛṣṇa, se describe en el Brahma-saṁhitā  como cintāmaṇi-dhāma, un sitio en donde todos los deseos son satisfechos. La suprema morada del Señor Kṛṣṇa conocida como Goloka Vṛndāvana está repleta de piedras de toque. También hay unos árboles ahí llamados ‘árboles de deseos’ que suministran todo tipo de alimentos que se les pidan, y ahí están las vacas conocidas como vacas surabhi que proporcionan un suministro ilimitado de leche. En esta morada, el Señor es servido por cientos de miles de diosas de la fortuna (Lakṣmīs), y ahí es llamado Govinda, el dios primaveral y la causa de todas las causas. El Señor acostumbra tocar Su flauta (venum kvanantam). Su forma trascendental es la más atractiva en todos los mundos— Sus ojos son como pétalos de loto y el color de su cuerpo es como el de las nubes. Es tan atractivo y Su belleza sobrepasa a la de miles de cupidos. Viste ropa color azafrán, una guirnalda alrededor de Su cuello y una pluma de pavorreal en Su cabello. En el Gītā el Señor Kṛṣṇa otorga apenas un pedacito de su morada personal (Goloka Vṛndāvana) la cual es el planeta supremo del reino espiritual. Una descripción muy vívida está dada en el Brahma-saṁhitā. La literatura Védica declara que no hay nada superior a la morada del Dios Supremo, que esa morada es el destino último. Cuando uno lo alcanza, nunca regresa al mundo material. La morada suprema de Kṛṣṇa y el propio Kṛṣṇa no son diferentes, ambos tienen la misma cualidad. Esta tierra, Vṛndāvana, a noventa millas al sureste de Delhi, es una réplica de esa suprema Goloka Vṛndāvana situada en el cielo espiritual. Cuando Kṛṣṇa desciende a la tierra, Él juega en ese lugar en particular de la tierra conocido como Vṛndāvana en el distrito de  Mathurā, India.”



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