Consciencia y Ser II
Quantum Models of Reality |
La búsqueda de la realidad espiritual ha de
ser una parte esencial de cualquier auto análisis. Queremos conocimiento. La
ignorancia después de todo es una esclavitud. El conocimiento es libertad. En
el Brahma-sūtra dice. “Inquiera acerca de la causa suprema de este mundo.
¡Busca!” ¿De dónde ha venido todo? ¿Cómo es que todo mantiene su existencia? ¿A
través de quién? Y finalmente, ¿hacia dónde va todo después de la muerte? Eso
es brahma, espíritu, el plano más fundamental en donde todo surge, permanece y
al final entra.
¿Dónde está brahma? El Brahma-sūtra nos
aconseja preguntar acerca de la causa primera. La mayor, la que todo lo
acomoda.
En un sentido, esta concepción del ser
también es superficial. El argumento y la meta-cognición sólo pueden revelar un
entendimiento parcial de la verdad.
La existencia desprovista de consciencia no
tiene significado. Sin embargo, una visión más completa de la consciencia
tendrá que tomar en consideración el propio alimento de consciencia, el cual es
el éxtasis. En Sánscrito, esto es llamado sat, o ser, cit, o consciencia
despierta de ese ser, y ānanda, o éxtasis. La iluminación y consciencia
desprovista de éxtasis y gozo es una experiencia vacía de la realidad
espiritual. Pero dejando de lado por un memento la cuestión de ānanda o
éxtasis, permíteme continuar mis reflexiones acerca del ser y la auto
realización.
¿Cómo podemos conocer al ser?
¿Estoy solo en esta búsqueda?
¿Estoy solo en el universo?
El problema de la auto realización es que a
menudo se cree que es completamente personal. Después de todo, seré yo quien
muera cuando llegue el momento de morir. Soy yo quien he de vivir y tomar
decisiones para mí mismo. La auto-realización puede parecer ser el acto más
egoísta.
Y sin embargo, es inevitable para un
buscador honesto el considerar el sitio del infinito. Si yo soy una partícula
del infinito consciente, ¿cuál es mi relación con el infinito? Es esta una
cuestión que puedo responder por mí mismo, o es posible el buscar ayuda del infinito.
La perfección infinita no es tal si carece
de la capacidad de revelarse a sí misma al infinito perfecto. Si la
comunicación es posible para la consciencia individual finita ¿por qué habría
de ser imposible para el infinito perfecto?
Continuemos nuestra consideración de la
versión del Upaniṣads. Por favor sean pacientes si la respuesta no se ve tan
simple. En ocasiones las preguntas son más poderosas.
De acuerdo a los Upaniṣads esta
comunicación toma la forma de sonido divino.
En una conferencia reciente fui confrontado
por una intelectual quien exigía saber cómo puede mantenerse la fe en la vida
espiritual, cuando el universo está en silencio.
Ella quería saber ¿qué evidencia tenemos de
que el universo nos escucha? A pesar de todas nuestras oraciones y
meditaciones, el universo en respuesta está en silencio.
Encuentro su respuesta en una palabra: Oṁ, ॐ. Le dije que tenía que escuchar de cerca al universo y
automáticamente obtendría su respuesta. Oṁ es el sonido universal, el zumbido
de fondo de la existencia.
La sílaba Oṁ se caracteriza como sonido
divino en los Upaniṣads, Una sílaba mística, considerada el mantra más sagrado,
la palabra Oṁ aparece en el principio y final de la mayoría de los versos
sánscritos, las oraciones y los textos. ¿Y cuál es el significado de este
“sonido divino”? Oṁ significa “Sí”.
Puedes intentar esto como un ejercicio de
meditación mientras tratas de entender la naturaleza de la consciencia. Cierra
los ojos y escucha. Ve si puedes escuchar el sonido universal, Oṁ. Si escuchas,
podrás oírlo.
Entonces, si escuchamos de cerca el
universo, tendremos nuestra respuesta, y esa respuesta es “sí”.
Mientras meditamos en el sonido divino y la
consciencia podemos hallar nuestra respuesta en el sonido universal de ॐ. De acuerdo con la sabiduría de los Upaniṣads, este sonido confirma
algo. El sonido ॐ dice, “¡Sí! Aquello que buscas existe. Estás buscando felicidad,
placer, gozo, satisfacción. Estás seseando, y en una palabra –sí- ॐ la satisfacción está ahí.”
Por supuesto que la sílaba ॐ tiene un significado esotérico más profundo. Eso lo retomaremos
después.
Pero la idea es la de que la consciencia es
una verdad auto-evidente; la consciencia infinita es otra verdad auto-evidente.
Estas verdades aparecen ante quien escucha. El Universo no es un vacío, carente
de significado. Sólo los filósofos altamente desarrollados, altamente educados
pudieron inventar una teoría nihilista. Todas las formas de vida experimentan
la existencia de una fuerza superior, desde las amibas hasta los mamíferos. Sólo
los seres humanos, en su arrogancia extrema postulan la no existencia de un
poder superior. Pero la sílaba divina ॐ provee la
experiencia auto-evidente de consciencia y su conexión a una consciencia más
elevada para cualquiera que medite en el sonido divino. Prueben.
De nuevo, estamos defendiendo la
experiencia de la verdad divina tal cual sintieron los antiguos visionarios
quienes compusieron los Upaniṣads. Esta no es una experiencia dogmática ni
sectaria. ¿Hay algo más que opera en el universo aparte de los átomos en el
vacío? El punto de vista védico determina que sí lo hay.
¿Es la consciencia únicamente un
epifenómeno (N/T : http://www.webdianoia.com/glosario/display.php?action=view&id=388&from=action=search%7Cby=E
) de las funciones neuronales del cerebro? Los físicos cuánticos como Paul
Davies han concluido que las demandas del Siglo XXI exigen una “nueva forma de
pensa que sea más cercana al misticismo que al materialismo”. Fritjof Capra
explora la idea en “El Tao de la Física”, y muchas obras populares en la nueva
ciencia han dibujado los claros paralelos entre la ciencia occidental y el
misticismo oriental.
Comencemos entonces estipulando la
sabiduría de la versión de los Upaniṣads, sólo para beneficio del argumento.
Girando en sus cabezas, un momento, la visión moderna materialista del
universo, consideremos a la consciencia como el fondo de la realidad.
Los buenos científicos tienen buenas
preguntas. Obviamente el popularizar las ideas científicas se deja para
defender muchos de los avances hechos a través de la investigación científica.
En su entusiasmo para asegurar el no retorno a las eras oscurantistas de
Galileo frente a la Iglesia Católica, hombres como Richard Dawkins y otros
ateos atacan el dogma y defienden lo que consideran es la ciencia.
Curiosamente, la ciencia se convierte en su propio dogma, como “paradigmas”,
modelos científicos que se han probado útiles a través del tiempo. Pero los
científicos verdaderos son capaces incluso de cuestionar los paradigmas sobre
lo que se basan las teorías.
Un ejemplo sería el paradigma de Ptolomeo
que sostuvo la astronomía hasta que se desarrollaron técnicas y herramientas
mejores de observación como el telescopio que revelaron el universo de
Copérnico. El paradigma fue “desplazado” de la visión de una “tierra plana como
centro del universo” defendida por los seguidores de Ptolomeo hacia la idea del
“globo terráqueo que circunda al sol”. Hoy en día sólo un tonto o un loco pude
cuestionar la visión de Copérnico, pero en 1633 el famoso juicio de Galileo por
herejía fue a causa de tal noción.
Pronto, Newton desarrolló sus teorías de la
gravedad y las leyes de la física y la termodinámica que gobiernan los objetos
ordinarios. Generaciones de observaciones demuestran la validez de sus
conclusiones a la exclusión de otros paradigmas.
Y sin embargo, las teorías de la
relatividad de Einstein cambiaron nuestras ideas acerca de cómo opera la
gravedad. Y el avance en la física cuántica y la relatividad de Einstein
hicieron a un lado el paradigma de Newton. (1) Sabemos ahora que la gravedad
pude afectar al tiempo y que la velocidad y la posición de las partículas
subatómicas dependen de la observación subjetiva.
Sin referencia de los Upaniṣads el Físico
Sir James Jeans llegó a una conclusión similar a sus conclusiones:
“La corriente del conocimiento se dirige
hacia una realidad no-mecánica: el Universo empieza a verse más como un gran
pensamiento que como una gran máquina. La mente no parece ya ser un intruso
accidental en el reino de la materia… deberíamos en cambio llamarle el creador
y gobernador del reino de la materia.
“Me inclino hacia la teoría idealista de
que la consciencia es fundamental, y que el universo es derivado de la
consciencia, no la consciencia del universo material… En general el Universo me
parece más cercano a un gran pensamiento que a una gran máquina.
“Bien puede ser, a mi entender, que cada
individuo consciente debe ser comparado a una célula cerebral en una mente
universal. Lo que queda es en todo caso muy diferente de la materia pura sangre
y el materialismo prohibido de los científicos victorianos. Su universo
objetivo y materialista ha probado ser un poco más que la mera construcción de
nuestra propia mente. En este sentido, entonces la física moderna se ha movido
en la dirección del idealismo filosófico. Mente y materia, si no se ha probado
que sean de naturaleza similar, al menos hemos hallado los ingredientes de un
sistema singular. Ya no hay sitio para la clase de dualismo perseguida por la
filosofía desde los días de Descartes.” (2)
Como señala Fritzof Capra, las dos teorías
básicas físicas del siglo XX, la teoría cuántica y la teoría de la relatividad,
trascendieron los principales aspectos de la visión mundial Cartesiana y de la
física Newtoniana. La teoría cuántica muestra que las partículas subatómicas no
son partículas aisladas de la materia sino probables patrones, interconexiones
en una red cósmica inseparable que incluye al observador humano y su
consciencia. La teoría de la relatividad revela el carácter dinámico intrínseco
de esta red cósmica al mostrar que sus actividades son la propia esencia del
ser.
La actual investigación científica apunta
hacia la teoría cuántica de unificación y hacia la teoría de la relatividad
hacia una teoría completa de una materia subatómica.
Pero esto es un dilema. Los físicos
modernos están bloqueados en el avance de la llamada “teoría unificada” o
“teoría del todo” precisamente debido a que fallan en incorporar apropiadamente
la idea de la consciencia en sus cálculos.
Por supuesto, se puede argumentar que la
física generalmente sólo se ocupa con el espacio tiempo continuum de átomos y
partículas subatómicas y su movimiento a través del tiempo. Mientras que las
fuerzas externas tales como la gravedad tal vez ocupen un rol en el universo
físico, no hay una gramática o vocabulario científico que contemple incluir la
metafísica del universo, si de hecho existe. El escepticismo extremo que
requiere la rigurosa disciplina de la ciencia que nos ha otorgado tantos
avances tecnológicos exige una distancia de la introspección personal o la
consideración subjetiva de la realidad.
Por desgracia, la realidad subjetiva juega
un papel tan importante en la física cuántica que resulta imposible determinar
ni la velocidad o posición de una
partícula subatómica sin tener en consideración al observador del fenómeno.
Y entonces regresamos hacia los Upaniṣads
para una visión interior mayor de la naturaleza de la consciencia y de su
evolución como facetas inherentes de la realidad que demanda nuestra atención.
La evolución usualmente es concebida de una
forma objetiva. Una concentración infinita de masa explotó en el big bang,
creando esferas de gas caliente el cual se congela en estrellas. Polvo de
estrellas solidificado en planetas, los gases se enfrían y se convierten en
agua, y aprece la vida como consecuencia de la combinación apropiada de
aminoácidos electrificados por los rayos en una especie de sopa primordial. Los
océanos fueron la fuente original de la vida que evolucionó a través de
millones de años desde la bacteria primitiva y las formas acuáticas hacia las
plantas y las medusas, seguidas tras millones de años por los anfibios. Los
anfibios se arrastraron fuera de los mares y evolucionaron hacia los ancestros
de los dinosaurios. Y etcétera. Los monos evolucionaron hacia los seres
humanos. Podemos establecer sin mucha dificultad que la idea de que las formas
de mono precedieron a las formas humanas, pero no podemos precisar el mecanismo
exacto por el cual funciona la “evolución”, Parece tener que ver con la
“supervivencia del más apto” o la “selección natural” pero lo que significa
exactamente es dejado a los biólogos evolucionistas como Dawkins quien insiste
en que este paradigma es correcto, incluso cuando deja muchas preguntas sin
responder.
Una de esas preguntas sin respuesta es el
cómo el “espacio-gas” o “el polvo de estrellas” se convirtió en “vida”. Si sólo
tenemos acceso a la “construcción de bloques de vida” original, podremos
solucionar el enigma, se nos dice. Y sin embargo, puede parecer algo simple el
crear vida a partir de “bloques de construcción” dado que tenemos muchos
millones de ejemplos de formas de vida. Tras haber invertido millones de
dólares en científicos como Dawkins ¿sería mucho pedirle que hiciera a un lado
la conferencia acerca de la importancia de Darwin y que produjera una sola
forma de vida viable en el laboratorio?
En cualquier caso, los científicos del
fosilismo es una ciencia material y a nosotros estamos preocupados con la
consciencia y su evolución.
Cómo la materia inerte evoluciona hacia el
tejido vivo es una pregunta fascinante la cual se nos pide que no preguntemos, pues
violaría el tabú al cuestionar la autoridad del paradigma establecido.
Muy bien, Evolución, entonces, es
normalmente concebida como un proceso a través del cual la materia crea la
vida, en otras palabras un proceso “objetivo”.
De acuerdo con la antigua sabiduría
tradicional de India, sin embargo, esto es una concepción equivocada, Es
inadecuado pensar que la “materia” crea el “espíritu” o que el “objeto” crea al
“sujeto” La evolución objetiva es una concepción errónea de la realidad.
Por “Evolución Subjetiva” entendemos el
proceso a través del cual la consciencia evoluciona hacia la realidad objetiva.
Aunque puede perturbar al popular paradigma
científico, el pensar que el “diseño” en el universo puede ser evidencia de un
“creador” la alternativa, es decir, el atribuir las propiedades del diseño de
la creación a la materia inerte es francamente absurdo.
Y esto no es únicamente un ejercicio de
argumentación académica. Si el alma, o consciencia, existe y negamos nuestra
participación en la vida espiritual con base en una filosofía equivocada ¿nos
estamos engañando a nosotros mismos?
Difícilmente es sectario el afirmar que la
consciencia existe y que es la fibra misma de la existencia. La consciencia
viene primero y luego la materia. Las bases de todas las cosas materiales, de
acuerdo con la antigua sabiduría tradicional de India e incluso de muchos
científicos modernos es la consciencia, la cual es espiritual.
Por supuesto que no estamos totalmente
satisfechos intelectualmente con este conocimiento. Vivimos en la sociedad tecnológica. Queremos saber cómo operan las
cosas. Sabiendo que podemos manipular la materia, Entonces ¿cómo es que la
conciencia evoluciona o “deriva” hacia la materia? ¿A través de qué mecanismo
la realidad metafísica influye en la realidad física?
[1]
http://www.fritjofcapra.net/the-unification-of-physics/
[2] https://en.wikipedia.org/wiki/Idealism
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