Consciencia y Ser
“Sé tú mismo”. Escuchamos repetidamente en
todos lados. Pero ¿Qué significa exactamente esto? Se nos alienta a “Ser
nosotros mismos” pero hay que comprar ciertos productos o votar por un partido
político. Y sin embargo se le da poca atención a esta pregunta vital. En la era
de la duda y el materialismo, a la pregunta que tiene que ver con el ser se le
ha dado poca importancia.
Mientras que los griegos nos dieron el
aforismo, “Conócete a ti mismo”, este es difícilmente una materia en la
educación actual. En las escuelas, de la primaria a la universidad, se enseña a
los estudiantes a ser productivos, a pasar exámenes estandarizados, y a
conformarse. Nuestros foros públicos son una prohibición a la propia pregunta.
Pareciera que hay una especie de tabú ante la introspección. Si estás leyendo
esto, estas defendiendo ciertas convenciones al preguntarte quién eres.
Pero los ancestros consideraron que la
pregunta del ser es la filosofía más importante. De hecho, el conocimiento del
ser ha estado siempre en el centro de las tradiciones sabias antiguas.
La más conocida de estas tradiciones
continúa oculta, ya que es extranjera a la mente occidental. El sentido del ser
se ha torcido en la cultura moderna conforme se ha identificado con el individualismo,
y éste último con el consumismo.
Conforme crecemos más obsesionados con la
cultura del consumo, con la explotación. Y sus beneficios, nos arraigamos
profundamente al egoísmo el cual no tiene nada que ver con el ser verdadero.
Una sociedad basada enteramente en la explotación no puede sostenerse de pie. U
un concepto del ser basado en el egoísmo anula el interés verdadero del ser.
El pensamiento oriental fue rechazado como
fatalista por los filósofos materialistas de los siglos XVIII y XIX. Ahora, habiendo
alcanzado el modelo explotador de la civilización, será un buen momento para reconsiderar la
sabiduría de los ancestros.
Los Upaniṣads se escribieron hace miles de
años, y sin embargo guardan la llave a los secretos del ser sin contemplarse de
nuevo hasta los inventores de la física cuántica del siglo XX. Y sin embargo la pregunta, ahí situada, sigue
valiendo la pena de ser considerada por nosotros. Los buscadores sinceros de la antigüedad
descubrieron el conocimiento del ser como la raíz de todo conocimiento.
Entendieron profundamente el problema de la consciencia y su posición como
fundamento de toda la existencia.
La ciencia moderna intenta excluir la
consciencia de su análisis del macro del espacio-tiempo de la materia objetiva.
La física Cuántica ha demostrado su desconocimiento del este paradigma para
explicar la realidad. La sabiduría desarrollada por los pensadores de los Upaniṣads
no es más sectaria que la ciencia moderna. Provee un marco para entender mejor
el universo y nuestro sitio en él. Una
universalidad sin consciencia era inconcebible a loa antiguos. Ellos pensaban
que el conocimiento verdadero involucra un entendimiento profundo de la
interacción entre consciencia y realidad inconsciente. Mientras que los
visionarios antiguos de los Upaniṣads pudieron carecer de los avances
tecnológicos que nos permiten dividir átomos y explorar el universo material,
ellos tuvieron la visión trascendental para entender lo que involucra la propia
consciencia: hacia arriba y hacia adentro, hacia una realidad más espiritual;
hacia abajo y hacia afuera, hacia la existencia más material.
Los buscadores sinceros de la verdad
interesados en lo intelectual, moral y la evolución espiritual han de entender
las evoluciones de ambas consciencias, subjetivas y objetivas, para que puedan
sumergirse más profundamente en la realidad.
Consciencia y Mundo Subjetivo
“La materia o el Objeto se relación con el Espíritu o Sujeto; y el
sujeto o espíritu está igualmente relacionado con el objeto o materia, Si no
hubiera un objeto no habría un sujeto, no habría un objeto. Porque con sólo uno
de estos, nada puede alcanzarse.
Kauśitaki Upaniṣads 3.8.9
“Para resumir: los Upaniṣads investigan la naturaleza de la realidad
y su principal conclusión es que tanto el universo en lo general como en lo
individual del ser humano esta basado en el Ser puro, el cual es impermeable al
cambio”. R.C. Zaehner (Oxford, Everymans University Library, 1966)
Si examinamos la realidad a la luz de la consciencia (1) enfrentamos
el problema de materia y espíritu, de ser o no ser, conscientes o inconscientes
a los objetos materiales. ¿Cómo nos relacionamos? ¿Qué fue primero? ¿La materia
crea el espíritu? ¿Es la consciencia y el conocimiento un producto de funciones
cerebrales que han evolucionado del polvo de estrellas? ¿O es el mismísimo
polvo de las estrellas una construcción mental? ¿Está el mundo en la mente o la
mente en el mundo?
Estas preguntas acerca de la consciencia y materia se han discutido
extensamente a través de la historia de la ciencia, la filosofía y la religión.
¿Qué es materia y qué es espíritu? Los filósofos desde Platón hasta Hegel han
dicho que el espíritu o la mente o el ego es la causa de la materia, mientras
que otros invierten esta relación y creen que la materia es la causa del
espíritu o mente o ego.
Hay tres teorías principales acerca de consciencia y materia y su
relación que merecen considerarse: la visión espiritualista o idealista, la
filosofía materialista y la teoría monista.
La teoría espiritualista o idealista afirma que el espíritu o la
mente es el creador de la materia y energía, por lo tanto de todos los objetos
materiales; y niega la existencia de la materia como distinta y separada de su
modalidad o condición de espíritu o mente.
La teoría materialista, sostiene que la materia produce el espíritu,
la mente, el ego, o sujeto.
Ha habido muchos filósofos idealistas o espiritualistas en
diferentes países en distintas épocas. Desde la Antigua India a los
Neoplatónicos Griuegos como Plotinus (2) hasta el Arzobispo Bishop Berkely en
Inglaterra, una cierta clase de idealistas han llegado lejos al negar la propia
existencia del mundo externo y de la materia como una entidad separada de ideas
mentales.
Recientemente la Ciencia Cristiana, la cual enseña que no existe tal
cosa como la materia, surge a partir del punto de vista idealista. La idea de
que la materia no tienen ninguna existencia en lo absoluto es una versión
extrema del idealismo. El cual existe principalmente como una reacción al
materialismo extremo.
La teoría materialista del universo, por otro lado, se mantiene por
la mayoría de los filósofos científicos
en el presente. Ellos intentan deducir todo desde la materia y afirman que es
la causa de la consciencia, la mente, el ego o el espíritu, y que la consciencia
no es más que una función de la materia.
Al parecer la idea de que la
materia no existe es evidentemente absurda. Estamos tan seguros de que la
materia existe que estamos inclinados a apostar por ello. Y sin embargo, a
pesar de que está muy extendida y todos en la actualidad se auto nombran
materialistas, aun así, muy pocos pueden definir el término “materia” y dar una
idea clara de lo que entienden que es.
Así que tomemos un segundo antes de echar una segunda mirada a la
idea de que el mundo está hecho de ideas, miremos hacia la idea de materia.
¿Qué es la materia? ¿Alguien ha visto materia? Esta pregunta puede
ser hacerse a los materialistas. ¿Vemos la materia? No. Vemos el color. ¿Es el
color lo mismo que la materia? No. Es una cualidad. ¿En dónde existe? Un laico
poco sofisticado puede pensar que el color de una flor, tal cual se percibe,
existe en la flor.
Pero los científicos explican que el color que se percibe no existe
como tal en la flor. El color es una sensación causada por cierto orden de vibración
que entra en contacto con nuestra consciencia a través del medio de nos nervios
ópticos.
Esto puede parecer extraño, pero es verdad. La percepción del color
es una suma de efectos producido por la frecuencia de las ondas de luz las
cuales, entran a los nervios ópticos a través de los ojos, creando otro
conjunto de vibraciones en las células cerebrales; y esas vibraciones, entonces
se traducen a través de la entidad consciente, son llamadas sensaciones de
color.
Por ello el color, es el resultado de la mezcla de elementos
objetivos y subjetivos. Es el producto de la combinación en la cual surge el
mundo externo y aquello que es dado por las actividades subjetivas o mentales.
Por ello podemos entender que el color no descansa en la flor; sino que depende
de la retina; los nervios ópticos y las células cerebrales también, así que no
puede ser igual a la materia.
¿Qué hay del sonido?¿Es el sonido que escuchamos igual a la materia?
No. Es el resultado de ciertas clases de vibraciones más la actividad
consciente de la mente. La oreja del perro desarma la ola de sonido de forma
muy distinta que nuestra oreja. De nuevo, cuando dormimos, las vibraciones las
orejas vibran con el sonido y son conducidas a través de los nervios auditivos,
pero no lo escucharás; la mente perceptiva no se halla ahí para traducir la
vibración hacia la sensación del sonido. El sonido, por ello, no es lo mismo
que la materia.
Del mismo modo puede mostrarse que los otros sentidos no nos dan
ninguna información acerca de lo que llamamos materia.
Entonces, ¿qué es la materia? El muy práctico filósofo ingles, John
Stewart Mill define la materia como la “posibilidad permanente de la
sensación”, y a la mente como la
“permanente posibilidad de sentir”.
Toda la dificultar radica en la palabra “posibilidad”. Significa, la
materia e aquello que permanentemente crea la posibilidad de sentri: o, en
otras palabras la materia es aquella que puede ser permanentemente sentida o
percibida, aquello que es el objeto del sentimiento, y el espíritu es aquél que
puede sentir permanentemente o percibir, aquello que es el sujeto del sentir.
Aquello que permanentemente hace posible la sensación nunca pude ser
revelado por los sentidos, pues los sentidos no son más que puertas a nuestras
sensaciones. Todo lo que podemos predicar de la materia es que causa
sensaciones. Cuando intentamos conocer su naturaleza per se, o algún aspecto en
particular de ella, nuestros sentidos no nos ayudan.
Los ojos son sólo instrumentos en la percepción de la sensación del
color, los oídos del sonido, las fosas nasales del olor. Nuestra percepción del
mundo externo está limitada por estos poderes de los sentidos. Y todas las sensaciones son ya sea directa o
indirectamente el resultado de las actividades de nuestros sentidos. Aunque
sabemos que la materia es algo lo cual existe en el espacio y el tiempo y que
causa variedad de sensaciones, aún así no podemos verla ni tocarla. Aquello que
responde al nombre de “materia” siempre permanece intangible.
Entonces tal vez toquemos una silla, o una pieza de madera u oro,
pero no podemos tocar la propia materia. Esto es muy curioso. El oro o la
piedra no son materia, sino que es algo producido por la materia. La materia
aparece como madera o piedra. “”Tal vez sea interesante conocer la historia del
término materia. Esta palabra se deriva del Latín materies, significa “cosas”,
y originalmente se usó en el sentido de la madera sólida del árbol o una viga
de construcción. Gradualmente un concepto generalizado se formó que significaba
cualquier substancia manifiesta de la cual se confecciona otra cosa. Cuando se
hacía una estatua de madera, la forma se distinguía la substancia de la madera
o materiales. Seguía siendo madera. Pero cuando se hacía la estatua de piedra o
metal aún así se llamaban materiales. Entonces los materiales significan la
substancia de la cual algo se forma o confeccionada. Gradualmente cuando surgió
la pregunta, “De qué substancia fue hecho este mundo, la respuesta fue
materiales o materia.
Entonces tal vez objetemos el significado de “consciencia” o “alma”
la palabra “materia” no significa algo definido. Se usa para esa substancia
desconocida de la cual los objetos conocidos de la percepción se forman. Aquí
termina el significado literal y real del término. La materia puede usarse en
el sentido de cualquier substancia desconocida que descansa al final o se
fundamente en alguna forma u objeto.
John Stuart Mill ha definido materia como “la posibilidad permanente
de sensación”, y mente como la “posibilidad permanente de sentir”.
En Sánscrito la palabra posibilidad o potencial se traduce a veces
como śakti, la cual significa “poder”. La palabra de materia es considerada una
especie de potencia o energía que fluye de una realidad espiritual última. Para
que tanto la materia como el espíritu se levanten como potencias de la realidad
suprema. Energía que fluye desde la consciencia infinita, gradualmente cuajando
hacia la realidad subjetiva del mundo
material. La realidad sutil de la consciencia se endurece hacia la materia de
explotación tal como el vapor se solidifica en hielo.
Entonces ¿cómo se divide a sí misma la realidad suprema hacia la
materia y el espíritu? ¿Es incluso posible dividir lo indivisible? Por supuesto
que la naturaleza de la realidad suprema es acintya o inconcebible, Sin
embargo, estamos ocupados en el ejercicio dee contemplar la naturaleza de esta
realidad. ¿Qué dicen los Upaniṣads?
ॐ पूर्णम् अदः पूर्णम् इदं
पूर्णात् पूर्णम् उदच्यते
पूर्णस्य पूर्णम् आदाय
पूर्णम् एवावशिष्यते
oṁ pūrṇam adaḥ pūrṇam idaṁ
pūrṇāt pūrṇam udacyate
pūrṇasya pūrṇam ādāya
pūrṇam evāvaśiṣyate
(La palabra Oṁ es una afirmación que invoca al absoluto infinito
como la realidad suprema.) La Consciencia Suprema Infinita es perfecta y
completa; todas las emanaciones Suyas, tal como el mundo material, también son
de una escala infinita. Lo que es producido por el infinito también es completo
y perfecto. Porque Él es la Consciencia Suprema Completa, aunque tantas
unidades conscientes completas emanan de Él, Él es el Súper-infinito. Cuando el
Súper-infinito es dividido por el infinito. El infinito permanece y se
manifiesta a sí mismo de un modo infinito. Cualquier cosa que es producida del
infinito es también infinita. Si el Súper-infinito se reduce un número infinito
de veces. Permanece Absolutamente infinito. Tal es la naturaleza de la
Consciencia Divina Infinita. Iśopaṇiṣad.
En la evolución de la consciencia desde la consciencia
indiferenciada hacia el mundo de la concepción errónea, la materia no es
independiente del espíritu, sino que depende de él. Sin el espíritu, la materia
no puede existir. En el plano indiferenciado de la consciencia espiritual,
estamos ecuánimes en la potencia marginal como un número infinito de puntitos
de rayos espirituales, electrones de consciencia. Estos rayos espirituales son
proyectados hacia el mundo de la concepción
errónea por su propia tendencia explotadora. Las unidades de consciencia
que emanan desde el supremo son dotadas de libre albedrío, porque sin el libre
albedrío no se puede concebir consciencia. Este libre albedrío se concibe
erróneamente cuando uno quiere suplantar la posición de la elevada divinidad.
Por ello las unidades subordinadas de consciencia quedan perplejas, Hechizadas
por su propia divinidad se conciben a sí mismos como dios y evolucionan hacia
lo bajo. Se conciben a sí mismos como purusha, en lugar de prakriti, como disfrutadores
en lugar de disfrutados. Como poder masculino en lugar de poder femenino
divino. Así esas unidades de consciencia espiritual desarrollan su mundo
ilusorio como una especie de holograma.
Percepción es realidad.
Pero la realidad percibida es endurecida hacia la materia por la percepción divina. De
acuerdo con la mitología Hindú. Mahavishnu lanza una mirada hacia la energía
ilusoria o poder máyico y eso produce la existencia del mundo. La realidad no
es únicamente percibida por las almas finitas como una especie de hipnosis
masiva: es congelada por la mirada del mismísimo Dios. Entonces la materia no
existe. Su dureza es invencible. Pero existe como un producto del poder
espiritual.
Las almas individuales son cautivadas por la ilusión. Tal como lo
puso el Satán de Milton, “Mejor reinar en el infierno que servir en el cielo”.
En lugar de concebirse a sí mismos como unidades de servicio, subordinadas a la
voluntad Divina, los rayos individuales de consciencia ve su divinidad
reflejada en el espejo de la ilusión y quieren vivir como pequeños dioses en el
planeta de la concepción equivocada.
Una partícula atómica de consciencia tiene un libre albedrío magro,
y a través del uso equivocado de ese libre albedrío esas almas han tomado
oportunidad en este mundo material, el cual existe como un reino holográfico de
proyección de la energía divina mental. Ellos rechazan someterse a la autoridad
suprema: quieren dominar. Entonces, con esta idea germinal de dominación, la
jiva entra hacia el mundo de la explotación, el mundo de posibilidades, o como
lo puso Mill, el mundo de la “posibilidad permanente de sensación”, y la mente
como la “permanente posibilidad de sentir”.
Tal vez sea posible explicar la dicotomía entre la realidad
espiritual y material en otro sentido, pero esta es la esencia del enfoque del
acercamiento de los Upaniṣads. El mundo existe como una función dl espíritu; el
objeto es una función del objeto. Pero tanto el sujeto y el objeto son
funciones del Súper-sujeto. En el plano relativo muchas clases de infinito
pueden existir, pero al final tanto el universo infinito como las unidades
infinitas espirituales que lo pueblan son funciones del Supremo-infinito.
La búsqueda de la realidad espiritual ha de ser una parte esencial
en el auto-análisis. Queremos conocimiento. La ignorancia, después de todo es
esclavitud. El conocimiento es libertad. En el Brahma-sūtra dice, “Pregunta por
aquella causa suprema de este mundo. ¡Busca!” ¿De dónde ha venido todo? ¿Cómo
se mantiene todo lo que existe? ¿Quién lo mantiene? Y por último, ¿A dónde va
todo después de la muerte? Eso es brahma, espíritu, el plano más fundamental
desde donde todo surge, permanece y por último entra.
¿Dónde está brahma? El Brahma-sūtra
aconseja inquirir acerca de la causa primera, lo más grande, lo que acomoda
todo. Pero Śrī Chaitanya Mahāprabhu sustituye eso, el Srimad Bhagavatam
reemplaza eso con Kṛṣṇānusan-dhāna: la búsqueda de Sri Krsna. Brahmā-jijñāsā,
la búsquda del espíritu, es algo seco. Es sólo el ejercicio de la facultad de
pensar, un malabarismo de la razón. Deja eso atrás. Inicia la búsqueda de Śrī Kṛṣṇa
y calma la sed de tu corazón. Rasa jijñāsā, raso vai saḥ. Lo que adquieras por
la razón no te dará satisfacción. Jñāna, el conocimiento no puede disipar tu
sed, así que en lugar de brahma-jijñāsā acepta Kṛṣṇānusandhāna e inicia la
búsqueda de Śrī Kṛṣṇa.
¿En dónde está Kṛṣṇa? Nuestro deseo auténtico será satisfecho
únicamente al conseguir el servicio a Kṛṣṇa, por ningún otro medio. Queremos
satisfacer las demandas más íntimas de nuestros corazones. No nos preocupa
saber en dónde estamos o qué está controlando todo, pero realmente queremos
satisfacer nuestra sed por rasa, por mādhurya, por dulzura. Debemos buscar no
por conocimiento no por el controlador de este mundo; debemos ir en busca de
rasa, ānandam, tras la belleza y el encanto.
Tras las simples enseñanzas de los Upaniṣads, Sri Caitanya
Mahāprabhu y el Śrīmad Bhāgavatam han enseñado por qué suplicar, por qué orar,
qué desear. Nos han enseñado, “Si tú suplicas, suplica por Kṛṣṇa, por ninguna
otra cosa”. Entonces, el destino de los Vaiṣṇavas, los estudiantes del Bhāgavata
y los seguidores de Mahāprabhu, está sellado en la búsqueda de Śrī Kṛṣṇa. No
queremos nada excepto Kṛṣṇa.
Los Vedas dicen, sṛṇvantu viśve amṛtasya putrāḥ: “Oh, ustedes hijos
del néctar, hijos del océano nectarino: por favor escúchenme. Han nacido en el
néctar; nacieron para saborear el néctar, y no han de permitirse que les
satisfaga nada más que el néctar. Entonces, sin importar que tan mal guiado
estés por el momento, ¡despierta! ¡Levántate. Busca ese néctar, esa
satisfacción”. Los Vedas nos dicen. “¡Oṁ!” Oṁ quiere decir un gran “¡Sí!” “Lo
que estás buscando, ¡es eso! No te decepciones”. Los Vedas dicen que el objeto
de nuestra búsqueda interna existe. La búsqueda común de todos sus corazones
está existiendo, y tu sed será saciada, Debido a tu constitución estás
destinado a ello y lo mereces, entonces no temas, no te intimides. Ya está dado
en tu ser. Y nunca puedes satisfacerte con nada más. Así que prepárate, tras tu
larga búsqueda, a recibir ese néctar largamente perdido en su forma completa y
cualidad. ¡Despierta! ¡Levántate! Busca tu fortuna y no podrás sino tenerla. Es
tu derecho de nacimiento, Es el tesoro de tu propia alma, No puede sino estar
contigo. No tienes otros negocios, ni otra ocupación sino Kṛṣṇānusandhāna, la
búsqueda de Śrī Kṛṣṇa: La Hermosa Realidad. “
(1)
El término “consciencia” es
difícil de definir, En inglés puede significar el estado del ser despierto en
oposición al ser adormecido o inconsciente, pero también significa “consciente”
como en la consciencia política. Es tal vez un término demasiado flexible para
ser riguroso filosóficamente. Atma, por otro lado denota, “el ser más elevado,
el espíritu, la consciencia interior! Usamos la palabra “consciencia aquí tanto
como el atributo del alma o el espíritu viviente, al igual que como la propia
alma. Pero todas estas palabras en Inglés tienen la connotación particular pues
han sido largamente usadas en los argumentos religiosos y los debates. Y ya que
hemos evitado aquí la descripción sectaria. Atma esencia, aliento, alma, en
Sánscrito tiene una connotación más desarrollada, pero para efecto de evitar
demasiadas palabras en lengua extranjera, la palabra consciencia servirá como
variante de alma, espíritu, entidad viviente.
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