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Thursday, August 11, 2016

Consciencia y Ser

Consciencia y Ser



“Sé tú mismo”. Escuchamos repetidamente en todos lados. Pero ¿Qué significa exactamente esto? Se nos alienta a “Ser nosotros mismos” pero hay que comprar ciertos productos o votar por un partido político. Y sin embargo se le da poca atención a esta pregunta vital. En la era de la duda y el materialismo, a la pregunta que tiene que ver con el ser se le ha dado poca importancia.
Mientras que los griegos nos dieron el aforismo, “Conócete a ti mismo”, este es difícilmente una materia en la educación actual. En las escuelas, de la primaria a la universidad, se enseña a los estudiantes a ser productivos, a pasar exámenes estandarizados, y a conformarse. Nuestros foros públicos son una prohibición a la propia pregunta. Pareciera que hay una especie de tabú ante la introspección. Si estás leyendo esto, estas defendiendo ciertas convenciones al preguntarte quién eres.
Pero los ancestros consideraron que la pregunta del ser es la filosofía más importante. De hecho, el conocimiento del ser ha estado siempre en el centro de las tradiciones sabias antiguas.
La más conocida de estas tradiciones continúa oculta, ya que es extranjera a la mente occidental. El sentido del ser se ha torcido en la cultura moderna conforme se ha identificado con el individualismo, y éste último con el consumismo.


Conforme crecemos más obsesionados con la cultura del consumo, con la explotación. Y sus beneficios, nos arraigamos profundamente al egoísmo el cual no tiene nada que ver con el ser verdadero. Una sociedad basada enteramente en la explotación no puede sostenerse de pie. U un concepto del ser basado en el egoísmo anula el interés verdadero del ser.
El pensamiento oriental fue rechazado como fatalista por los filósofos materialistas de los siglos XVIII y XIX. Ahora, habiendo alcanzado el modelo explotador de la civilización,  será un buen momento para reconsiderar la sabiduría de los ancestros.

Los Upaniṣads se escribieron hace miles de años, y sin embargo guardan la llave a los secretos del ser sin contemplarse de nuevo hasta los inventores de la física cuántica del siglo XX.  Y sin embargo la pregunta, ahí situada, sigue valiendo la pena de ser considerada por nosotros.  Los buscadores sinceros de la antigüedad descubrieron el conocimiento del ser como la raíz de todo conocimiento. Entendieron profundamente el problema de la consciencia y su posición como fundamento de toda la existencia.


La ciencia moderna intenta excluir la consciencia de su análisis del macro del espacio-tiempo de la materia objetiva. La física Cuántica ha demostrado su desconocimiento del este paradigma para explicar la realidad. La sabiduría desarrollada por los pensadores de los Upaniṣads no es más sectaria que la ciencia moderna. Provee un marco para entender mejor el universo y nuestro sitio en él.  Una universalidad sin consciencia era inconcebible a loa antiguos. Ellos pensaban que el conocimiento verdadero involucra un entendimiento profundo de la interacción entre consciencia y realidad inconsciente. Mientras que los visionarios antiguos de los Upaniṣads pudieron carecer de los avances tecnológicos que nos permiten dividir átomos y explorar el universo material, ellos tuvieron la visión trascendental para entender lo que involucra la propia consciencia: hacia arriba y hacia adentro, hacia una realidad más espiritual; hacia abajo y hacia afuera, hacia la existencia más material.
Los buscadores sinceros de la verdad interesados en lo intelectual, moral y la evolución espiritual han de entender las evoluciones de ambas consciencias, subjetivas y objetivas, para que puedan sumergirse más profundamente en la realidad.


Consciencia y Mundo Subjetivo

“La materia o el Objeto se relación con el Espíritu o Sujeto; y el sujeto o espíritu está igualmente relacionado con el objeto o materia, Si no hubiera un objeto no habría un sujeto, no habría un objeto. Porque con sólo uno de estos, nada puede alcanzarse.
Kauśitaki Upaniṣads 3.8.9

“Para resumir: los Upaniṣads investigan la naturaleza de la realidad y su principal conclusión es que tanto el universo en lo general como en lo individual del ser humano esta basado en el Ser puro, el cual es impermeable al cambio”. R.C. Zaehner (Oxford, Everymans University Library, 1966)



Si examinamos la realidad a la luz de la consciencia (1) enfrentamos el problema de materia y espíritu, de ser o no ser, conscientes o inconscientes a los objetos materiales. ¿Cómo nos relacionamos? ¿Qué fue primero? ¿La materia crea el espíritu? ¿Es la consciencia y el conocimiento un producto de funciones cerebrales que han evolucionado del polvo de estrellas? ¿O es el mismísimo polvo de las estrellas una construcción mental? ¿Está el mundo en la mente o la mente en el mundo?
Estas preguntas acerca de la consciencia y materia se han discutido extensamente a través de la historia de la ciencia, la filosofía y la religión. ¿Qué es materia y qué es espíritu? Los filósofos desde Platón hasta Hegel han dicho que el espíritu o la mente o el ego es la causa de la materia, mientras que otros invierten esta relación y creen que la materia es la causa del espíritu o mente o ego.


Hay tres teorías principales acerca de consciencia y materia y su relación que merecen considerarse: la visión espiritualista o idealista, la filosofía materialista y la teoría monista.
La teoría espiritualista o idealista afirma que el espíritu o la mente es el creador de la materia y energía, por lo tanto de todos los objetos materiales; y niega la existencia de la materia como distinta y separada de su modalidad o condición de espíritu o mente.
La teoría materialista, sostiene que la materia produce el espíritu, la mente, el ego, o sujeto.
Ha habido muchos filósofos idealistas o espiritualistas en diferentes países en distintas épocas. Desde la Antigua India a los Neoplatónicos Griuegos como Plotinus (2) hasta el Arzobispo Bishop Berkely en Inglaterra, una cierta clase de idealistas han llegado lejos al negar la propia existencia del mundo externo y de la materia como una entidad separada de ideas mentales.


Recientemente la Ciencia Cristiana, la cual enseña que no existe tal cosa como la materia, surge a partir del punto de vista idealista. La idea de que la materia no tienen ninguna existencia en lo absoluto es una versión extrema del idealismo. El cual existe principalmente como una reacción al materialismo extremo.
La teoría materialista del universo, por otro lado, se mantiene por la mayoría de los filósofos  científicos en el presente. Ellos intentan deducir todo desde la materia y afirman que es la causa de la consciencia, la mente, el ego o el espíritu, y que la consciencia no es más que una función de la materia.
Al parecer  la idea de que la materia no existe es evidentemente absurda. Estamos tan seguros de que la materia existe que estamos inclinados a apostar por ello. Y sin embargo, a pesar de que está muy extendida y todos en la actualidad se auto nombran materialistas, aun así, muy pocos pueden definir el término “materia” y dar una idea clara de lo que entienden que es.
Así que tomemos un segundo antes de echar una segunda mirada a la idea de que el mundo está hecho de ideas, miremos hacia la idea de materia.
¿Qué es la materia? ¿Alguien ha visto materia? Esta pregunta puede ser hacerse a los materialistas. ¿Vemos la materia? No. Vemos el color. ¿Es el color lo mismo que la materia? No. Es una cualidad. ¿En dónde existe? Un laico poco sofisticado puede pensar que el color de una flor, tal cual se percibe, existe en la flor.
Pero los científicos explican que el color que se percibe no existe como tal en la flor. El color es una sensación causada por cierto orden de vibración que entra en contacto con nuestra consciencia a través del medio de nos nervios ópticos.
Esto puede parecer extraño, pero es verdad. La percepción del color es una suma de efectos producido por la frecuencia de las ondas de luz las cuales, entran a los nervios ópticos a través de los ojos, creando otro conjunto de vibraciones en las células cerebrales; y esas vibraciones, entonces se traducen a través de la entidad consciente, son llamadas sensaciones de color.
Por ello el color, es el resultado de la mezcla de elementos objetivos y subjetivos. Es el producto de la combinación en la cual surge el mundo externo y aquello que es dado por las actividades subjetivas o mentales. Por ello podemos entender que el color no descansa en la flor; sino que depende de la retina; los nervios ópticos y las células cerebrales también, así que no puede ser igual a la materia.
¿Qué hay del sonido?¿Es el sonido que escuchamos igual a la materia? No. Es el resultado de ciertas clases de vibraciones más la actividad consciente de la mente. La oreja del perro desarma la ola de sonido de forma muy distinta que nuestra oreja. De nuevo, cuando dormimos, las vibraciones las orejas vibran con el sonido y son conducidas a través de los nervios auditivos, pero no lo escucharás; la mente perceptiva no se halla ahí para traducir la vibración hacia la sensación del sonido. El sonido, por ello, no es lo mismo que la materia.
Del mismo modo puede mostrarse que los otros sentidos no nos dan ninguna información acerca de lo que llamamos materia.
Entonces, ¿qué es la materia? El muy práctico filósofo ingles, John Stewart Mill define la materia como la “posibilidad permanente de la sensación”, y a la mente como  la “permanente posibilidad de sentir”.
Toda la dificultar radica en la palabra “posibilidad”. Significa, la materia e aquello que permanentemente crea la posibilidad de sentri: o, en otras palabras la materia es aquella que puede ser permanentemente sentida o percibida, aquello que es el objeto del sentimiento, y el espíritu es aquél que puede sentir permanentemente o percibir, aquello que es el sujeto del sentir.
Aquello que permanentemente hace posible la sensación nunca pude ser revelado por los sentidos, pues los sentidos no son más que puertas a nuestras sensaciones. Todo lo que podemos predicar de la materia es que causa sensaciones. Cuando intentamos conocer su naturaleza per se, o algún aspecto en particular de ella, nuestros sentidos no nos ayudan.
Los ojos son sólo instrumentos en la percepción de la sensación del color, los oídos del sonido, las fosas nasales del olor. Nuestra percepción del mundo externo está limitada por estos poderes de los sentidos.  Y todas las sensaciones son ya sea directa o indirectamente el resultado de las actividades de nuestros sentidos. Aunque sabemos que la materia es algo lo cual existe en el espacio y el tiempo y que causa variedad de sensaciones, aún así no podemos verla ni tocarla. Aquello que responde al nombre de “materia” siempre permanece intangible.
Entonces tal vez toquemos una silla, o una pieza de madera u oro, pero no podemos tocar la propia materia. Esto es muy curioso. El oro o la piedra no son materia, sino que es algo producido por la materia. La materia aparece como madera o piedra. “”Tal vez sea interesante conocer la historia del término materia. Esta palabra se deriva del Latín materies, significa “cosas”, y originalmente se usó en el sentido de la madera sólida del árbol o una viga de construcción. Gradualmente un concepto generalizado se formó que significaba cualquier substancia manifiesta de la cual se confecciona otra cosa. Cuando se hacía una estatua de madera, la forma se distinguía la substancia de la madera o materiales. Seguía siendo madera. Pero cuando se hacía la estatua de piedra o metal aún así se llamaban materiales. Entonces los materiales significan la substancia de la cual algo se forma o confeccionada. Gradualmente cuando surgió la pregunta, “De qué substancia fue hecho este mundo, la respuesta fue materiales o materia.
Entonces tal vez objetemos el significado de “consciencia” o “alma” la palabra “materia” no significa algo definido. Se usa para esa substancia desconocida de la cual los objetos conocidos de la percepción se forman. Aquí termina el significado literal y real del término. La materia puede usarse en el sentido de cualquier substancia desconocida que descansa al final o se fundamente en alguna forma u objeto.
John Stuart Mill ha definido materia como “la posibilidad permanente de sensación”, y mente como la “posibilidad permanente de sentir”.
En Sánscrito la palabra posibilidad o potencial se traduce a veces como śakti, la cual significa “poder”. La palabra de materia es considerada una especie de potencia o energía que fluye de una realidad espiritual última. Para que tanto la materia como el espíritu se levanten como potencias de la realidad suprema. Energía que fluye desde la consciencia infinita, gradualmente cuajando  hacia la realidad subjetiva del mundo material. La realidad sutil de la consciencia se endurece hacia la materia de explotación tal como el vapor se solidifica en hielo.
Entonces ¿cómo se divide a sí misma la realidad suprema hacia la materia y el espíritu? ¿Es incluso posible dividir lo indivisible? Por supuesto que la naturaleza de la realidad suprema es acintya o inconcebible, Sin embargo, estamos ocupados en el ejercicio dee contemplar la naturaleza de esta realidad. ¿Qué dicen los Upaniṣads?

पूर्णम् अदः पूर्णम् इदं
पूर्णात् पूर्णम् उदच्यते
पूर्णस्य पूर्णम् आदाय
पूर्णम् एवावशिष्यते

oṁ pūrṇam adaḥ pūrṇam idaṁ
pūrṇāt pūrṇam udacyate
pūrṇasya pūrṇam ādāya
pūrṇam evāvaśiṣyate

(La palabra Oṁ es una afirmación que invoca al absoluto infinito como la realidad suprema.) La Consciencia Suprema Infinita es perfecta y completa; todas las emanaciones Suyas, tal como el mundo material, también son de una escala infinita. Lo que es producido por el infinito también es completo y perfecto. Porque Él es la Consciencia Suprema Completa, aunque tantas unidades conscientes completas emanan de Él, Él es el Súper-infinito. Cuando el Súper-infinito es dividido por el infinito. El infinito permanece y se manifiesta a sí mismo de un modo infinito. Cualquier cosa que es producida del infinito es también infinita. Si el Súper-infinito se reduce un número infinito de veces. Permanece Absolutamente infinito. Tal es la naturaleza de la Consciencia Divina Infinita. Iśopaṇiṣad.
En la evolución de la consciencia desde la consciencia indiferenciada hacia el mundo de la concepción errónea, la materia no es independiente del espíritu, sino que depende de él. Sin el espíritu, la materia no puede existir. En el plano indiferenciado de la consciencia espiritual, estamos ecuánimes en la potencia marginal como un número infinito de puntitos de rayos espirituales, electrones de consciencia. Estos rayos espirituales son proyectados hacia el mundo de la concepción  errónea por su propia tendencia explotadora. Las unidades de consciencia que emanan desde el supremo son dotadas de libre albedrío, porque sin el libre albedrío no se puede concebir consciencia. Este libre albedrío se concibe erróneamente cuando uno quiere suplantar la posición de la elevada divinidad. Por ello las unidades subordinadas de consciencia quedan perplejas, Hechizadas por su propia divinidad se conciben a sí mismos como dios y evolucionan hacia lo bajo. Se conciben a sí mismos como purusha, en lugar de prakriti, como disfrutadores en lugar de disfrutados. Como poder masculino en lugar de poder femenino divino. Así esas unidades de consciencia espiritual desarrollan su mundo ilusorio como una especie de holograma.
Percepción es realidad.
Pero la realidad percibida es endurecida  hacia la materia por la percepción divina. De acuerdo con la mitología Hindú. Mahavishnu lanza una mirada hacia la energía ilusoria o poder máyico y eso produce la existencia del mundo. La realidad no es únicamente percibida por las almas finitas como una especie de hipnosis masiva: es congelada por la mirada del mismísimo Dios. Entonces la materia no existe. Su dureza es invencible. Pero existe como un producto del poder espiritual.
Las almas individuales son cautivadas por la ilusión. Tal como lo puso el Satán de Milton, “Mejor reinar en el infierno que servir en el cielo”. En lugar de concebirse a sí mismos como unidades de servicio, subordinadas a la voluntad Divina, los rayos individuales de consciencia ve su divinidad reflejada en el espejo de la ilusión y quieren vivir como pequeños dioses en el planeta de la concepción equivocada.
Una partícula atómica de consciencia tiene un libre albedrío magro, y a través del uso equivocado de ese libre albedrío esas almas han tomado oportunidad en este mundo material, el cual existe como un reino holográfico de proyección de la energía divina mental. Ellos rechazan someterse a la autoridad suprema: quieren dominar. Entonces, con esta idea germinal de dominación, la jiva entra hacia el mundo de la explotación, el mundo de posibilidades, o como lo puso Mill, el mundo de la “posibilidad permanente de sensación”, y la mente como la “permanente posibilidad de sentir”.
Tal vez sea posible explicar la dicotomía entre la realidad espiritual y material en otro sentido, pero esta es la esencia del enfoque del acercamiento de los Upaniṣads. El mundo existe como una función dl espíritu; el objeto es una función del objeto. Pero tanto el sujeto y el objeto son funciones del Súper-sujeto. En el plano relativo muchas clases de infinito pueden existir, pero al final tanto el universo infinito como las unidades infinitas espirituales que lo pueblan son funciones del Supremo-infinito.
La búsqueda de la realidad espiritual ha de ser una parte esencial en el auto-análisis. Queremos conocimiento. La ignorancia, después de todo es esclavitud. El conocimiento es libertad. En el Brahma-sūtra dice, “Pregunta por aquella causa suprema de este mundo. ¡Busca!” ¿De dónde ha venido todo? ¿Cómo se mantiene todo lo que existe? ¿Quién lo mantiene? Y por último, ¿A dónde va todo después de la muerte? Eso es brahma, espíritu, el plano más fundamental desde donde todo surge, permanece y por último entra.
¿Dónde está brahma? El  Brahma-sūtra aconseja inquirir acerca de la causa primera, lo más grande, lo que acomoda todo. Pero Śrī Chaitanya Mahāprabhu sustituye eso, el Srimad Bhagavatam reemplaza eso con Kṛṣṇānusan-dhāna: la búsqueda de Sri Krsna. Brahmā-jijñāsā, la búsquda del espíritu, es algo seco. Es sólo el ejercicio de la facultad de pensar, un malabarismo de la razón. Deja eso atrás. Inicia la búsqueda de Śrī Kṛṣṇa y calma la sed de tu corazón. Rasa jijñāsā, raso vai saḥ. Lo que adquieras por la razón no te dará satisfacción. Jñāna, el conocimiento no puede disipar tu sed, así que en lugar de brahma-jijñāsā acepta Kṛṣṇānusandhāna e inicia la búsqueda de Śrī Kṛṣṇa.
¿En dónde está Kṛṣṇa? Nuestro deseo auténtico será satisfecho únicamente al conseguir el servicio a Kṛṣṇa, por ningún otro medio. Queremos satisfacer las demandas más íntimas de nuestros corazones. No nos preocupa saber en dónde estamos o qué está controlando todo, pero realmente queremos satisfacer nuestra sed por rasa, por mādhurya, por dulzura. Debemos buscar no por conocimiento no por el controlador de este mundo; debemos ir en busca de rasa, ānandam, tras la belleza y el encanto.
Tras las simples enseñanzas de los Upaniṣads, Sri Caitanya Mahāprabhu y el Śrīmad Bhāgavatam han enseñado por qué suplicar, por qué orar, qué desear. Nos han enseñado, “Si tú suplicas, suplica por Kṛṣṇa, por ninguna otra cosa”. Entonces, el destino de los Vaiṣṇavas, los estudiantes del Bhāgavata y los seguidores de Mahāprabhu, está sellado en la búsqueda de Śrī Kṛṣṇa. No queremos nada excepto Kṛṣṇa. 



Los Vedas dicen, sṛṇvantu viśve amṛtasya putrāḥ: “Oh, ustedes hijos del néctar, hijos del océano nectarino: por favor escúchenme. Han nacido en el néctar; nacieron para saborear el néctar, y no han de permitirse que les satisfaga nada más que el néctar. Entonces, sin importar que tan mal guiado estés por el momento, ¡despierta! ¡Levántate. Busca ese néctar, esa satisfacción”. Los Vedas nos dicen. “¡Oṁ!” Oṁ quiere decir un gran “¡Sí!” “Lo que estás buscando, ¡es eso! No te decepciones”. Los Vedas dicen que el objeto de nuestra búsqueda interna existe. La búsqueda común de todos sus corazones está existiendo, y tu sed será saciada, Debido a tu constitución estás destinado a ello y lo mereces, entonces no temas, no te intimides. Ya está dado en tu ser. Y nunca puedes satisfacerte con nada más. Así que prepárate, tras tu larga búsqueda, a recibir ese néctar largamente perdido en su forma completa y cualidad. ¡Despierta! ¡Levántate! Busca tu fortuna y no podrás sino tenerla. Es tu derecho de nacimiento, Es el tesoro de tu propia alma, No puede sino estar contigo. No tienes otros negocios, ni otra ocupación sino Kṛṣṇānusandhāna, la búsqueda de Śrī Kṛṣṇa: La Hermosa Realidad. “
(1)       El término “consciencia” es difícil de definir, En inglés puede significar el estado del ser despierto en oposición al ser adormecido o inconsciente, pero también significa “consciente” como en la consciencia política. Es tal vez un término demasiado flexible para ser riguroso filosóficamente. Atma, por otro lado denota, “el ser más elevado, el espíritu, la consciencia interior! Usamos la palabra “consciencia aquí tanto como el atributo del alma o el espíritu viviente, al igual que como la propia alma. Pero todas estas palabras en Inglés tienen la connotación particular pues han sido largamente usadas en los argumentos religiosos y los debates. Y ya que hemos evitado aquí la descripción sectaria. Atma esencia, aliento, alma, en Sánscrito tiene una connotación más desarrollada, pero para efecto de evitar demasiadas palabras en lengua extranjera, la palabra consciencia servirá como variante de alma, espíritu, entidad viviente.



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