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Monday, August 31, 2015

La Forma Universal

नारायणं नमस्कृत्य नरं चैव नरोत्तमम्

 देवीं सरस्वतीं चैव ततो जयम् उदीरयेत्


महाभारत
Mahābhārata
Bhagavad-gītā 
Guia de Estudios
por Michael Dolan/ B.V. Mahāyogī
traducida por Tapanandini D.D. Teresa Loret de Mola

Capítulo 11

La Forma Universal



El capítulo usualmente es llamado La Forma Universal, o la visión de Arjuna de la Forma Universal. Inicia con el deseo de Arjuna de ver la forma ilimitada de Dios. Para millones de hindús, el Bhagavad-Gītā responde a la pregunta, “¿Qué diría el Señor si hablar con nosotros?” Aquí también encontramos una respuesta a la pregunta, “¿Qué quisieras ver de Dios?”
En el 10º capítulo, Arjuna ha aceptado en principio la divinidad de Kṛṣṇa. Entiende que ha de actuar con devoción. Sin embargo, siente curiosidad. Tal vez aún haya algo de duda en él. Quiere ver. Ver es creer. Así que le pide a Kṛṣṇa que se revele a sí mismo como el Dios ilimitado.
Se nos ha dicho que Dios oculta esta visión de los hombres ordinarios para no intervenir en el libre albedrío. Si nos muestra Su poder ilimitado, entonces no tendremos otra opción más que adorarle, cancelando así nuestro libre albedrío. El amor ha de ser voluntario. Si Dios nos demostrara su poder ilimitado, entonces lo adoraríamos forzadamente y no por amor.
Pero Arjuna quiere ver.
Arjuna dice: “He escuchado Tu instrucción en asuntos espirituales confidenciales, que tan generosamente me has revelado, y mi ilusión se ha disipado. Oh el de los ojos de loto, he escuchado de Ti a detalle acerca de la aparición y desaparición de cada entidad viviente, cómo se realizan a través de Tus glorias inagotables. Oh la más grande de todas las personalidades. Oh forma suprema, a pesar de que veo ante mí Tu verdadera posición, deseo sin embargo ver cómo has entrado en esta manifestación cósmica. Deseo ver esa forma Tuya. Si crees que soy capaz de contemplar Tu forma cósmica, Oh mi Señor. Oh amo de todo poder místico, entonces enséñame generosamente tu ser universal.”
Arjuna ha iniciado el diálogo con Kṛṣṇa desde una posición de desconcierto. Abrumado con su identificación hacia su cuerpo, empieza pensando sólo acerca de sus deberes materiales y religiosos. Ahora, la ilusión de Arjuna se ha disipado. Acepta a Kṛṣṇa como el Mismísimo Señor Dios. Y sin embargo, siente curiosidad. Ahora que sus ojos se han abierto, quiere una presentación directa de Dios en Su forma soberana, de creador, sustentador y aniquilador de todas las entidades. Le pide a Kṛṣṇa que se revele completamente de ser posible. Arjuna desea ver la Forma Universal de Kṛṣṇa, no sólo para sí mismo, sino para convencer a otros. Pudiera considerarse que Arjuna no tiene un deseo personal de confirmación, pero quiere sentar un precedente para el futuro. Quienquiera que se plantee como Dios ha de mostrar su forma universal a la gente.
Kṛṣṇa explica que una visión de Dios es imposible para el ojo vegetativo ordinario, inaccesible a la percepción de esta naturaleza, pero le otorga a Arjuna visión divina. En este punto, Dios le permite a Arjuna ver su forma suprema y majestuosa, el fundamento de todo el universo, múltiple y multiforme, que gobierna todo.
El Señor Bendito dice: Mi querido Arjuna, oh hijo de Prtha, contempla ahora Mis opulencias, cientos de miles de variadas formas divinas, no limitadas al tiempo y espacio, multicolores como el mar. O mejor de los Bhāratas, contempla las distintas manifestaciones de  Ādityas, Rudras, y de todos los semidioses. Lo que quieras ver, puede verse de inmediato en este cuerpo. Esta forma universal puede mostrarte todo lo que desees ahora, al igual que cualquier cosa que desees en el futuro. Todo está aquí completamente. Aquí están la multitud de cosas que nadie ha visto ni escuchado antes. Pero no puedes verme con tus ojos actuales. Por ello, te doy ojos divinos, con los cuales puedes contemplar Mi opulencia mística.
Sañjaya dijo: “Oh Rey, tras decir esto, el Señor Supremo de todo poder místico, la Personalidad Original de Dios, manifestó Su forma universal ante Arjuna. Arjuna vio en esa forma universal  ilimitadas bocas e innumerables ojos. Era todo sorprendente. La forma estaba decorada con ornamentos deslumbrantes divinos y con muchas vestimentas.”
“Estaba enguirnaldado gloriosamente, había muchas fragancias untadas en su cuerpo. Todo era magnífico, expansivo totalmente, ilimitado. Esto fue visto por Arjuna. Si cientos de miles de soles se elevaran juntos en el cielo, tal vez se podrían semejar  a tu versión completa de la persona suprema en esa forma universal. En ese momento, Arjuna pudo ver la forma universal del Señor, la expansión ilimitada del universo situando en un sitio aunque dividido en muchos, muchos miles.
Entonces, perplejo y sorprendido, con el pelo erizado, Arjuna empezó a orar con las manos unidas, ofreció reverencias al Señor Supremo.”
Arjuna dijo, “Mi querido Señor Kṛṣṇa, veo ensamblados juntos en tu cuerpo a todos los semidioses y a varias otras entidades vivientes. Veo al creador el Señor Brahma sentado en una flor de loto al igual que al Señor Shiva y a muchos sabios y serpientes definidas, Oh Señor del universo, veo en tu cuerpo universal muchas, muchas formas- vientres, bocas, ojos- expandidas ilimitadamente. No tiene final, no tiene inicio, y no hay centro en todo ello. Tu forma adornada con varios motivos, mazos y discos, es difícil de ver  a causa de sus evidentes océanos, que son ardientes e inmensurables como el sol.
“Tú eres el objetivo primordial supremo, eres el mejor de todos los universos; eres inagotable y el más antiguo; eres el sustentador de la religión. La personalidad eterna de Dios. Eres el origen sin inicio, centro o final. Tienes numerosos brazos, y el sol y la luna se hallan entre tus grandes ojos ilimitados. Con tu propio resplandor calientas todos estos universos. Aunque eres uno, te extiendes a través del cielo y los planetas y entre todo el espacio. Oh grandioso, mientras contemplo esta terrible forma, veo que todo el sistema planetario está perplejo.
“Todos los dioses se inclinan ante ti y entran en ti. Están asombrados y con las manos unidas cantan los himnos Védicos. Las diferentes manifestaciones del señor Shiva, los  Ādityas, los Vasus, los Sādhyas, los Viśvadevas, los dos Aśvins, los Māruts, los antepasados y los Gandharvas, los Yakṣas, Asuras, y todos los dioses perfectos te contemplan asombrados. Oh el de los poderosos brazos, todos los planetas con sus dioses se perturban al ver tus miles de rostros, ojos, brazos, vientres, y piernas y tus dientes terribles, y así como ellos se conmocionan, así estoy yo impactado y empavorecido ante tus sorprendentes maravillas.
“Oh omnipenetrante Visnú, no puedo mantener más el equilibrio. Al ver tus colores radiantes llenar el cielo y al contemplar tus ojos y bocas, siento miedo. Oh Señor de señores, o refugio de los mundos, dame por favor tu gracia. No puedo mantener el balance al ver tus llameantes rostros y tus dientes terribles que parecen la propia muerte. En toda dirección estoy aturdido.” Todos los hijos de Dhṛtaraṣṭra junto con sus Reyes aliados y Bhiṣma, Droṇa y Karna, y todos nuestros soldados están apresurándose hacia tus bocas, sus cabezas aplastadas por tus dientes aterradores. Ve que algunos son aplastados entre tus dientes también.
“Tal como el río fluye hacia el mar, así los grandes guerreros se precipitan hacia tus bocas ardientes y perecen. Veo a toda la gente precipitarse a toda velocidad hacia tus bocas tal cual polillas- entrando en el fuego ardiente. ¡Oh, Viṣṇu!, te veo devorar a toda la gente por todas partes con Tus flameantes bocas. Cubriendo todo el universo con Tu refulgencia, Tú te manifiestas con terribles y abrasadores rayos.   ¡Oh, Señor de los señores!, ¡oh, Tú, el de esta forma tan feroz!, por favor dime quién eres. Te ofrezco mis reverencias y me inclino ante ti. Por favor, ten misericordia de mí. No sé qué quieres. Por favor dime qué es lo que tú quieres. “
El aspecto terrible del señor es revelado como el Tiempo, el destructor.
El Señor Bendito dijo, “El tiempo soy, destructor de los mundos, y he venido a capturar a todos. Con excepción tuya y de tus hermanos, todos los soldados aquí en ambos bandos morirán.
“Por ello levántate y prepárate para la lucha. Después de conquistar a todos tus enemigos disfrutaras de un reino floreciente. Por disposición mía ellos ya están condenados a morir, y tú, oh Arjuna, no eres sin un instrumento en esta lucha. El Señor bendito dijo, “Todos los grandes guerreros —Droṇa, Bhīṣma, Jayadratha, Karṇa— ya están destruidos. Simplemente pelea, y vencerás a tus enemigos.”
El Bhagavad-Gītā no es un argumento a favor de la violencia o la guerra. Aquí, Kṛṣṇa simplemente señala lo inevitable del conflicto y su solución. Es parte del plan de Dios. Se le señala a Arjuna que  incluso si él no pelea, todos los guerreros del campo de batalla serán destruidos. Era el plan de Dios. Aunque Arjuna no levante su arco, todos morirán de otra manera. De hecho, ellos ya estaban muertos. El tiempo es destrucción. Nadie puede detener a la muerte. Todas las manifestaciones se desvanecerán por la voluntad de Dios.
Por último, tras recibir la prueba ocular de esta revelación divina, Arjuna se exalta. Sañjaya le dice a Dhṛtaraṣṭra: “Oh Rey, tras escuchar estas palabras del Mismísimo Señor Dios, Arjuna tembló, aterrorizado ofreció reverencias con las manos unidas en oración y habló con voz temblorosa:
“Oh mi Dios, el mundo se llena de gozo al escuchar tu santo nombre y así todos son atraídos hacia ti. Mientras que seres perfectos te ofrecen oraciones  en homenaje, los ignorantes temen. Esas personas demoniacas huyen de aquí para allá. Sea. Oh grandioso, estás por encima incluso del creador del universo, el Señor Brahma, eres el maestro original. ¿Por qué no habrían de ofrecer oraciones a ti, oh ilimitado? Oh refugio del universo, eres la fuente invencible, la causa de todas las causas, trascendental a esta manifestación material.”
“Eres el origen de todos los dioses, el supremo. El mismísimo Señor Dios. Eres el único santuario de este mundo cósmico manifestado. Sabes todo, y estás en todo lo que es noble. Estás situado por encima de las modalidades materiales. Oh forma ilimitada: Toda esta manifestación cósmica está impregnada por ti.
¡Eres el aire, el fuego, el agua, y eres la luna! Eres el controlador supremo y el abuelo. ¡Por ello ofrezco a ti mis respetuosas reverencias mil veces, una y otra vez! ¡Te reverencio por el frente, por atrás, por los lados! ¡Oh poder ilimitado, eres el amo del poder sin límites! ¡Eres omnipenetrante, y por ello eres todo!
“En el pasado te he señalado como “Oh Kṛṣṇa,” “Oh Yadava.” “Oh mi amigo,” sin conocer Tus glorias. Por favor perdona cualquier cosa que haya hecho en mi locura o por afecto. Te he deshonrado tantas veces mientras nos relajábamos o mientras yacíamos en la misma cama o comíamos juntos, a veces solos y en ocasiones frente a tantos amigos. Por favor perdona todas mis ofensas.”
Aunque Kṛṣṇa está manifestado ante Arjuna en su forma universal, Arjuna recuerda su relación amistosa con Kṛṣṇa y por ello pide perdón y le solicita a Kṛṣṇa que lo excuse por todos los gestos informales que nacieron de la amistad. Admite que formalmente no sabía que Kṛṣṇa puede asumir tal forma universal, a pesar de que Kṛṣṇa se la ha explicado como su amigo íntimo. Aquí, Arjuna reconoce a Su amigo como a la Mismísima Divinidad.
Arjuna dice: “Eres el padre de toda la manifestación cósmica, el adorable líder, el maestro espiritual. Nadie es igual a Ti, nadie puede ser uno contigo. Dentro de los tres mundos, Eres inconmensurable.
“Tú eres el Señor Supremo, quien ha de ser adorado por todo ser viviente. Por ello, caigo a ofrecerte mis respetuosas reverencias y pido Tu misericordia. Por favor tolera los equívocos que pueda haber cometido contra ti y escúchame como un padre a su hijo, o un amigo a su amigo, o un amante a su amado.  Después de ver esta forma universal, que nunca antes había visto, me siento contento, pero al mismo tiempo tengo la mente perturbada por el temor. En consecuencia, por favor confiéreme Tu gracia y revélame de nuevo Tu forma como la Personalidad de Dios original, oh, Señor de los señores, oh, morada del universo.”
Y sin embargo la forma perfecta y las formas íntimas de Dios sólo se revelan a través de la devoción y la dedicación. En el análisis final, la forma universal de Kṛṣṇa no es muy importante. Los devotos que están situados correctamente en una relación trascendental con Kṛṣṇa son atraídos por sus características amorosas, no por un despliegue de sus opulencias carente de dios. Los compañeros de juegos de Kṛṣṇa, sus amigos y los padres de Kṛṣṇa son todos grandes devotos, no son conscientes de su posición como la Suprema Personalidad de Dios y no les agrada recordar Sus opulencias. Pero para demostrar Su posición ante el mundo, Kṛṣṇa revela Su Forma Universal a Arjuna. Ahora, Arjuna desea ver Su forma de cuatro brazos.
“Oh Señor, deseo verte en Tu forma de cuatro brazos, con un yelmo en la cabeza, y la maza, la rueda, la caracola y la flor de loto en las manos. Ansío verte en esa forma.
El Señor Bendito dijo: Mi querido Arjuna, contento te he mostrado esta forma universal en el interior del mundo materia a través de mi potencia interna. Nadie antes que tú ha visto esta forma ilimitada y notoriamente brillante. Oh el mejor de los guerreros Kuru, nadie antes que tú ha visto nunca Mi forma universal, pues no es a través del estudio de los Vedas, ni a través de los sacrificios, ni a través de caridades o actividades semejantes que es posible ver esta forma. Sólo tú la has visto. Tu mente se ha perturbado al ver esta terrible característica mía. Ahora se acabará. Devoto mío, ¡libérate de toda perturbación!  Con la mente pacificada ahora puedes ver la forma que deseas.”
Sañjaya dijo a Dhṛtaraṣṭra: La Suprema Personalidad de Dios, Kṛṣṇa, mientras así hablaba a Arjuna, manifestó Su forma real de cuatro brazos y al final mostró su forma de dos brazos, dándole valor al temeroso Arjuna.
Al final, Arjuna está aterrorizado. Quiere ver la forma de dos brazos del Señor, Y cuando al fin Kṛṣṇa se la muestra, le dice a Arjuna que esta naturaleza esencial de Dios, y su forma humana, sólo pueden ser vistas a través de bhakti.
Kṛṣṇa sabe que Arjuna no está interesado en ver la forma de cuatro brazos, pero debido a que Arjuna le pide ver su forma de cuatro brazos, Kṛṣṇa también le muestra de nuevo esta forma y después se muestra en su forma de dos brazos, y de este modo calma el terror de Arjuna de ver la forma destructiva del Propio Dios como el Tiempo y el Universo. Kṛṣṇa cambia de la forma universal hacia la forma de cuatro brazos de Nārāyaṇa y después a Su forma natural de dos manos. Esto indica que las formas de cuatro brazos y las otras formas antes mencionadas en la literatura Védica son emanaciones del Kṛṣṇa original de dos brazos.
Él es el original de todas las emanaciones. Kṛṣṇa se distingue incluso de estas formas, por no hablar de la concepción impersonal. En lo que se refiere a la forma de cuatro brazos de Kṛṣṇa se declara con claridad que incluso la más parecida forma de cuatro manos de Kṛṣṇa es también una expansión del Señor Supremo.
Cuando Arjuna vio a Kṛṣṇa en Su forma original, dijo. “Al ver esta forma humano, tan hermosa, mi mente se pacifica, y mi naturaleza original es restaurada.”
El Señor Bendito dice: “Mi querido Arjuna, la forma que ves ahora es muy difícil de ver. Aún los semidioses están siempre buscando la oportunidad de ver esta forma que les es tan querida. La forma que has visto con tus ojos trascendentales no puede entenderse simplemente estudiando los Vedas, ni llevando a cabo severas penitencias, ni dando caridad, ni a través de la adoración. No es a través de estos medios que alguien puede verme como Soy.
Mi querido Arjuna, sólo a través del servicio devocional íntegro puede alguien entender cómo Soy, así de pie ante ti, y pueden por ello verme directamente. Sólo de este modo puedes entrar en los misterios de Mi entendimiento. Mi querido Arjuna, quien está ocupado en Mi servicio devocional puro, libre de la contaminación de las actividades previas y de la especulación mental, quien es amistoso hacia todas las entidades vivientes, con seguridad viene a Mí.”
Yamunachara comenta que el 11º capítulo es una descripción de la presentación inmediata de Dios y nos enseña que la esencia de Dios sólo puede conocerse y alcanzarse a través de Bhakti.



El Corazon de la Enseñanza

नारायणं नमस्कृत्य नरं चैव नरोत्तमम्

 देवीं सरस्वतीं चैव ततो जयम् उदीरयेत्


महाभारत
Mahābhārata
Bhagavad-gītā 
Guia de Estudios
por Michael Dolan/ B.V. Mahāyogī
traducida por Tapanandini D.D. Teresa Loret de Mola

Capítulo 10

El Corazón de Bhagavad-Gītā


Yamunacharya dice, “para promover que se origine y se incremente el bhakti, el 10º capítulo establece a detalle el conocimiento de las variedades infinitas de las hermosas cualidades de Dios y la absoluta dependencia del universo en Dios.”
Kṛṣṇa le dice a Arjuna, “Oh Arjuna de brazos poderosos, escucha de nuevo la palabra de Dios. Escucha esto para tu beneficio: te dará gran gozo. El ejército de los Dioses no conoce mi origen. Ni los dioses ni los rishis me conocen por completo, porque soy el origen de los dioses y de los rishis de alma elevada. Aquel que me conoce como al Señor Supremo de los mundos, sin nacimiento o principio, no se confunde entre los mortales, está liberado de todos los pecados. La inteligencia, el conocimiento, la ausencia de desilusión, el perdón, la verdad, el auto-control, y la tranquilidad, el placer, el dolor, el nacimiento, la muerte, el temor y también la seguridad, la abstención de daño, la ecuanimidad de la mente, el contento, las austeridades ascéticas, la caridad, la fama y la infamia son todas cualidades diferentes de la naturaleza material las cuales Me tienen como su origen.”
“Los siete grandes rishis y los cuatro Maharishis anteriores a ellos, incluyendo los Manus, nacieron de mi mente. Todas las creaturas en este mundo surgen en última instancia de estos progenitores primarios. Quienquiera que sabe la verdad acerca de esto, entiende mi Poder y Gloria místicos. Quien conoce mi preeminencia y poder místico prontamente se ocupa en el servicio devocional y se dedica a Mí. De esto no hay duda.”
Soy el origen de todos los mundos, espirituales y materiales. Todo emana de Mí. El sabio quien se da cuenta de esto Me adora y se ocupa en el servicio devocional hacia Mí. Ellos me adoran con todo su corazón y se hacen devotos Mios. Absorben sus corazones en Mí, dedican sus vidas a Mí, se instruyen mutuamente acerca de Mí y recitan mis glorias. Aquellos que de verdad conocen las glorias de Dios disfrutan en escucharlos. Por ello están contentos y felices.”
Como hemos señalado, Kṛṣṇa aquí afirma su divinidad como una deidad monoteísta primordial, y describe la perfección del amor divino. Explica que el sabio quien entiende estos principios, dedica su ser a Kṛṣṇa. Estas almas realizadas experimentan ananda eterno o éxtasis trascendental al celebrar las glorias de Dios, Kṛṣṇa. Estas grandes almas están dotadas de conocimiento completo. Su destino último no es otro que la morada de Kṛṣṇa. Sin amor divino, las bendiciones de Kṛṣṇa son inconcebibles aún para los grandes científicos del conocimiento espiritual.
Los atributos de Dios se exploran en éste capítulo. Él es la morada última, la pureza y la verdad absoluta. Él es eterno, trascendental y la persona original. Mientras la opulencia de Dios es ilimitada, Kṛṣṇa nos da una pista en este capítulo de Sus Glorias. La palabra sánscrita, “Bhagavān” significa “Uno quien está dotado de todas las opulencias.”
Paraśara Muni ha definido la opulencia de Bhagavān como poder sublime, belleza excelsa, fortuna opulenta, renunciación absoluta, fama perfecta, y conocimiento divino. Cualquier aspecto de estas opulencias que sea hallado en nuestra experiencia no es sino mera imitación de las energías y la opulencia de Dios. En el 10º capítulo se aclara que Kṛṣṇa es la causa suprema de todas las causas y la esencia de todas las entidades vivientes. Arjuna acepta a Kṛṣṇa como el Supremo, pero aun así pide ver la forma universal ilimitada en el capítulo 11º.
Viśvanātha Cakravarti Thakur ha llamado a los versos de ocho a doce el catuh-sloki del Bhagavad-Gītā. Estos cuatro versos tienen un significado externo para los devotos practicantes y un significado interno para aquellos iniciados en los aspectos confidenciales del Kṛṣṇa-bhakti. El mejor representante de su pensamiento en el siglo XX fue Bhakti Rakṣaka Śrīdhara Dev  Goswāmī.
Vale la pena un vistazo más detallado a su comentario. Aquí el primero de los cuatro versos centrales del Bhagavad- Gītā:

ahaṁ sarvasya prabhavo
mattaḥ sarvaṁ pravartate
 iti matvā bhajante māṁ
bhudhā bhāva samanvitāḥ

अहं सर्वस्य प्रभवो
 मत्तः सर्वं प्रवर्तते
 इति मत्वा भजन्ते मां
भुधा भाव समन्विताः
(BG 10.8)
La traducción de Śrīdhara Maharaja es como sigue:
“Yo soy Kṛṣṇa, el Dulce Absoluto. Soy la raíz original del aspecto que abarca todo del Absoluto, el aspecto que impregna todo del absoluto y también del aspecto personal del absoluto – al amo de todas las potencias, quien comanda el respeto de todos – El Señor Nārāyaṇa de Vaikuṇṭha.

Los universos de flujo mundano y divino, todo intento de movimiento, los Vedas y las Escrituras aliadas que guían la adoración de todos- todas han sido iniciada por Mí únicamente. Al darse cuente de este tesoro escondido, las almas virtuosas son bendecidas con delicada inteligencia teísta sobrepasando los estándares de deber y abrazan la senda suprema de amor divino, rāga-mārga, y me adoran para siempre.
Sridhar Maharaja comenta lo siguiente: Los versos del 8-11 son los cuatro versos principales del Bhagavad-Gīta. La substancia ontológica de este libro está contenida en el interior de estos cuatro versos esenciales, empezando con el verso 8, ahaṁ sarvasya prabhavo...  Todo emana de mí.”

En el Śrīmad-Bhāgavatam, (1.2.11, las tres concepciones principales del absoluto están dadas como Brahmán, Paramātmā, y Bhagavān. El Brahmán es el aspecto del absoluto que lo abarca todo, Paramātmā es el aspecto  que impregna todo del Absoluto, y Bhagavān es la concepción personal del Absoluto. Se da la definición general de Bhagavān,

aiśvaryasya samagrasya vīrysasysa yaśasaḥ śriyaḥ
jñāna-vairāgyayoś caiva ṣaṇṇām bhaga itīṇganā
(Viṣṇu Purāṇa 6.5.47)
ऐश्वर्यस्य समग्रस्य वीर्य्सस्य्स यशसः श्रियः
ज्ञान-वैराग्ययोश् चैव षण्णाम् भग इतीण्गना
(विष्णु पुराण ..४७)
Bhagavān, El Señor Supremo, es por ello definido como “él quién es inseparablemente lleno de las seis cualidades inconcebibles de riqueza, poder, fama, belleza, conocimiento y renunciación.”
Las características de Bhagavān, como el señor Nārāyaṇa, es que todas las clases de potencias son controladas personalmente por él. Sin embargo Śrīla Jīva Goswāmī  ha dado una especial y particular interpretación. Bhagavān significa bhajanīya guṇa-viśiṣṭa. Su naturaleza es tal que quien sea que entre en contacto con ella no puede resistir el servirle, nadie puede resistir el sentimiento de adoración y adora a esta personalidad encantadora. Como el Señor Kṛṣṇa, atrae el amor de todos.
Por ello, la palabra sarvasya, indica el Señor Kṛṣṇa, “Yo soy svayam Bhagavān, el Señor supremo para sí mismo. Soy el origen no únicamente del Brahmán, el aspecto todo consciente, y Paramātmā el aspecto que lo impregna todo. También soy el origen del amo de todas las potencias, quien dirige el respeto de todos –el Señor Nārāyaṇa de Vaikuṇṭha.
En la siguiente línea, mattaḥ sarvaṁ pravartate “todo intento y movimiento se inicia en Mí, incluyendo los métodos a través de los cuales todos me adoran y sirven con devoción.”
nāyam ātmā pravacanena labhyo
na medhayā na bahunā śrutena
yam evaiṣa vṛṇute tena labhyas
tasyaiṣa ātmā vivṛnute tanūṁ svām
(Kaṭhopaniṣad 1.2.23)
नायम् आत्मा प्रवचनेन लभ्यो
मेधया बहुना श्रुतेन
यम् एवैष वृणुते तेन लभ्यस्
तस्यैष आत्मा विवृनुते तनूं स्वाम्
(कठोपनिषद् ..२३)
“El Señor no puede conocerse a través de la abundancia de lógica, inteligencia, estudio profundo de las Escrituras. Sino que se revela a Sí mismo personalmente al alma que ansiosa por ocuparse en el servicio devocional, lo alaba por su misericordia.”
De este modo, mattaḥ sarvaṁ pravartate—Yo soy el primero en revelarme al público, “adórame de esta forma.” Yo aparezco como guru, Ya que todo intento y movimiento fluyen desde Kṛṣṇa, incluyendo los métodos a través de los cuales él es adorado y servido, Kṛṣṇa también se revela a sí mismo como guru. Kṛṣṇa dice aquí, “Aparezco como el guru y a través de él, revelo la adoración apropiada para mi ser.” Yo muestro cómo adorarme. Apareciendo como guru.
En el Śrīmad-Bhāgavatam, el guru es descrito por el Señor como su propia manifestación directa.
ācāryaṁ māṁ vijānīyān
 nāvamanyeta karhicit
 na martya buddhyāsūeyeta
 sarva deva mayo guruḥ
(bhāg 11. 17.27)

आचार्यं मां विजानीयान्
नावमन्येत कर्हिचित्
मर्त्य बुद्ध्यासूएयेत
 सर्व देव मयो गुरुः
(भाग् ११. १७.२७)
El Señor Kṛṣṇa le dijo a su devoto Uddhava, “debes concebir al maestro espiritual genuino como a mi propio ser. Nunca lo deshonres. La naturaleza de gurudeva es todo lo que es santo, nunca debe envidiarse al atribuir sobre él concepción mundana de lugar, tiempo y circunstancia.
Además la mejor potencia del Señor es Śrīmatī Rādhārāṇi. Por supuesto, hay muchos asociados internos, pero la orden más elevada de servicios devocionales está representada en Śrīmatī Rādhārāṇi. El Señor  es por ello que dice aquí, “Todo intento y movimiento empieza en mí. Los métodos a través de los cuales todos me sirven se originan en Mí, Mi adoración es mostrada por Mí. ¿Cómo? Yo, como mi mejor potencia, me adoro a mí mismo.”
Kṛṣṇa dice, iti matvā bhajante māṁ, “entendiendo esta concepción, el devoto llegará a adorarme. Siempre bajo la dirección de mi mejor adoración- mi mejor potencia y representación –Śrīmatī Rādhārāṇi, o gurudeva. Cruzar a gurudeva, quien es la representación de su línea, la forma más elevada y deseable de servicio hacia mí no es posible.”  Rādhā-dāsyam, la servidumbre de Śrīmatī Rādhārāṇi, se indica aquí. Sólo aquellos quienes están bendecidos con inteligencia divina serán capaces de apreciar esto, no quienes adquieran inteligencia del ser de este cuartel de māyika, el mundo de la concepción errónea. En este verso la palabra   budhāḥ se refiere a sumedhasaḥ  como está descrito en el Śrīmad-Bhāgavatam (11.5.32): personas de inteligencia teística delicada se elevan desde la conexión directa con el plano trascendental.
La guía interior y la dirección que reciben es el resultado del sukṛti, mérito divino adquirido a través de la asociación con devotos puros.
La palabra bhāva-samanvitāḥ significa rāga-samanvitāh--anurāga—amor y atracción la cual es afín, no debido a un seguimiento estricto de las reglas de las escrituras, o derivado de la perdida y la ganancia, sino de bhāva, inspiración divina interior. La devoción elevada de este tipo es completamente libre de cálculo (jñāna-śunya bhakti) como la describió Śrīla Rūpa Goswāmī en el  Śrī Bhakti rasāmṛta-sindhu:
anyābhilāṣita śunyam
 jñāna karmādy anāvṛtam
 ānukūlena kṛṣṇānuśīlanaṁ bhaktir uttamā
(BRS 1.1.9)
आचार्यं मां विजानीयान् नावमन्येत कर्हिचित् मर्त्य बुद्ध्यासूएयेत सर्व देव मयो गुरुः
(भाग् ११. १७.२७)
“la devoción más elevada complace los deseos trascendentales del Señor Kṛṣṇa y está libre de toda cobertura de búsqueda basada en acción y conocimiento.”
La plataforma más singular y elevada de devoción se halla en la devoción espontánea conocida como rāga-marga En esa línea, guiado por un guru calificado, y de pureza elevada la dificultad gradualmente llegará a rendir servicio a un líder de uno de los grupos de los asociados personales de Kṛṣṇa. Quien sirve al Señor en sus pasatiempos de amistad, paternidad o como consorte (sakhya, vatsalya, or madhura-rasa.)
En Vṛndāvana el Señor es servido en devoción espontánea por sus amigos tales como Subala Sakhā, y por sus padres Nanda Mahārāja y mother Yaśoda.  Gopīs  como  Lalitā y Viśakhā le sirven en amor conyugal. Pero entre todos Sus asociados, y entre todas las gopīs,  la orden más elevada de servicio amoroso que se rinde al Señor es dado por Śrīmatī Rādhārāṇi. Por ello la aspiración de rāga-mārga  es el rendir servicio a Rādhārāṇi (Rādhā-dāsyam) Esta es la meta más elevada del Rūpānuga Gauḍiya Sampradāya,los seguidores de la devoción pura enseñada por Śrīla Rūpa Goswāmī Prabhupāda, en la línea del Señor Śrī Caitanya Mahāprabhu.




The Swan Messenger: Nala and Damanti 4

नारायणं नमस्कृत्य नरं चैव नरोत्तमम्


 देवीं सरस्वतीं चैव ततो जयम् उदीरयेत्


महाभरत
Mahābharata
As retold by
Michael Dolan, B.V. Mahāyogi


Nala and Damayanti

The Swan Messenger



Nala was smitten by thoughts of the lovely maiden Damayanti.  To clear his minds he would take his finest stallion to the royal gardens and walk through its tall mango trees and reflecting pools. 







One morning, just before dawn he rode his swift horse on the green plains outside the palace walls. An as he raced along he saw a flock of golden birds making for the royal groves and gardens. 


Curious, he followed their path. He saw the birds alight within the grove, near a reflecting pond covered with  lotus flowers. Leaving his horse he moved lightly within the grove, making not a sound.  

Hidden by the mango trees that circled the pond he saw the birds were swans, their wings feathered with gold that gleamed as they sported in the waters. And fascinated with their golden wings, Nala chased them, on a whim he chased after them. 

They fluttered their golden wings and flew above the trees. But one of the swans did not escape his grasp. Nala caught this golden swan, holding it to his breast.

And as Nala admired  its beauty, the swan turned to him and said, “O King, release me and I will do you a great service.” 

Nala laughed. “Why should I release you? With your golden wings you would make a nice addition to my garden. Stay with me here and grace my lotus pond with your beauty, and everyone will wonder at your golden wings.”

“Release me,” said the swan. “For I can help you.”

Nala smiled. “How can a simple bird like you help a prince of the realm?”


“I have often seen you walk here in this garden, early in the mornings. Sometimes you sigh and stare at the waters and cry out the name of Damayanti.”

“And what have you to do with Damayanti,” he said, stroking the bird’s neck gently and looking into its blacks eyes.

“We golden swans wander from one royal pond to another.  I have been to Vidarbha, the ancient kingdom of Sita. I have seen Damayanti, the young maiden who has captured your heart. She walks within the courtyards of her gardens early in the morning. There she says her prayers and does her morning meditation. 

“And sometimes as I gracefully float over the crystal waters of that reflecting pond where red lotuses grow I hear her pine for love. She says your name over and over as if it were a prayer, ‘O Nala.’ I know she is in love with you. But if you let me free, I shall fly over her courtyard walls and go to her. There I shall tell her of your love. I will bring her message to you. We swans also know what love is. Let me free and I shall sail over the trees and range the skies until I arrive at the palace of Damayanti. Reaching her gardens I will tell that maid of your charms until she is burning with love for you.”

“Very well,” said Nala, releasing the swan. The swan messenger thanked the king. He rose on golden wings and left that place. And joining his friends those brightly winged birds flew before the dawn through cloudless skies, to the land of Vidarbha and the palace of King Bhima. 

“Over the walls of the  palace the golden birds flew until they found a garden of tall trees and marble fountains within the courtyards of the King. There they splashed in the waters of a small pond, near where Damayanti was walking with her hand-maids in the early morning light. And the young Damayanti was delighted to see those graceful swans with golden wings playing in the crystal waters of the pond. She splashed the water by the banks of the pond and the swans playfully ran here and there. 

“Damayanti frolicked by the waterside, chasing the swans. Her nimble hand-maids giggled and ran as the flock of golden swans scattered. Each girl joined the game and chased her swan, as they all went in different directions. Damayanti herself ran after the largest golden bird, a messenger from her prince Nala. And that swan messenger led the virginal princess away from her hand-maids into a secluded copse of ashoka trees. 

“And just when she was about to catch him and gather him in her slender arms the swan turned to her. Shaking the water from his plumes he raised his beak and spoke in human language, saying, “O precious maid, Princess Damayanti of Vidarbha, hear me.”

The princess Damayanti was surprised to hear a swan with golden wings address her in human speech. She listened, shocked, her hair standing on end.

“Listen to me,” said the swan. “I come from the court of a great prince far away. This prince is lord of the Nishadhas. His name is Nala. This tall and noble monarch is equal to the gods in beauty. He is like cupid himself, handsome and strong, envied by gods, Gandharvas, and men. 

“O slender-waisted maiden,” the swan continued, “while he is a great king, a man of character, he is sad and melancholy. Indeed he thinks only of you. He is unmarried but wants to take you, O princess as his wife and make you his queen.

“If you take Nala as your husband, the two of you will join your kingdoms and rule far and wide. 

“We golden-winged swans have seen gods and men, and even celestial beings like Gandharvas and Nagas. But never have we seen one like unto Nala.  He is a jewel among men, a god among kings.

“You are a pearl among fair ladies.  Say the word and I shall return to King Nala now, together with this flock of golden swans. I shall carry your message of assent and assure the wedding arrangements. 

“Rest assured that if you agree, you and Nala shall live in  peace for many years, ruling the kingdoms of Nishadha and Vidarbha from your palaces surrounded by your loving children in great happiness. Nala is the pride of men and you are the pearl of damsels. The matchless gift of love shall be yours, and when the peerless Damayanti weds the unrivaled Nala all shall rejoice. Your union shall be blessed by all the gods. ”

The poetry of the swan’s words pierced Damayanti’s heart and made her head spin. She swooned. But when she awoke the swans were still there, sunning themselves in the garden with their golden wings radiant in the morning light.

She blushed. “I thought this was a dream,” she said.

"Only give your word and we shall seek out Nala." 

“No dream,” said the swan. “Only give your word and we shall seek out your husband Nala in his gardens and give him the good news. The engagement will be formalised”


Damayanti’s fair complexion flushed pink. She smiled. “So be it,” she said. “If it be my fate to join my life with that great prince, then I must follow my heart. Tell Nala that I will be his.”

“Indeed I shall, fair Damayanti,” said the golden messenger swan.

The golden swans, satisfied with their task, once again took to the skies. They soared over Vidarbha and returned to the land of the Nishadhas the way they had come. And arriving once again in the garden of the courtyard of Nala they alighted before that noble prince and told him everything. 


“She has accepted your hand, O Nala. You need not doubt her. She returns your love and would join her hand with yours in marriage.”