Evolución Cósmica
Capítulo VIII del Bhagavad-Gītā Resumido
Un Resumen de Michael Dolan/Bhakti Vidhan
Mahayogi
Según Yamunacharya, “El Octavo Capítulo del
Bhagavad-Gita trata de las 3 divisiones de los buscadores auténticos: menciona
a los que buscan aiśvarya, o los que buscan conocimiento del ser indestructible
y aquellos que desean alcanzar al Supremo, o Bhagavan. Este capítulo explica el
conocimiento que serán alcanzadas y las cualidades que serán adquiridas por
estas tres distintas clases de aspirantes. (Gitasaṁgraha 12 aiśvaryākṣarayāthātmyaṁ
bhagavaccaraṇārthiṇām vedyopādeyabhāvānam astame bheda ucyate. ऐश्वर्याक्षरयाथात्म्यं भगवच्चरणार्थिणाम् वेद्योपादेयभावानम् अस्तमे भेद उच्यते)
Bhaktivedānta Swāmi titula el capítulo
“Alcanzando al Supremo,” en concordancia con el antiguo comentador
Yamunacharya. El traductor de Śrīdhara Mahārāja lo llama “La Senda de la
Libertad Absoluta.”
Arjuna le pide a Kṛṣṇa que defina los
términos, hasta ahora hemos visto la explicación de Brahmán y ātmā, o Dios y el
Ser. Él también está interesado en entender el karma, y las influencias sobrenaturales, especialmente aquellas de
los dioses Védicos. Empecemos con karma.
La palabra karma puede definirse de varias
maneras. Viene de la raíz Sánscrita kri que es el verbo “hacer.”
Normalmente pensamos del karma en términos
de acción y reacción; hablamos del buen karma y del mal karma. Karma también
significa “trabajo, acción, energía creadora.” Aquí, Kṛṣṇa asocia karma con
procreación. Dice que el karma es bhūta-bhāvodbhava-karo visargaḥ o “esa
energía procreadora a través de la cual los cuerpos materiales de las entidades
vivientes son creados.”
Hemos visto el significado de “karma-yoga” como trabajo
en sacrificio. Cuando el karma se
equilibra en el yoga a través del sacrificio puede dirigirse hacia la
dedicación o bhakti. Pero cuando el karma
es un fin en sí mismo, significa que las acciones se hacen perpetuas en la
cadena de nacimiento y muerte.
Aquí, Kṛṣṇa usa la palabra karma para describir toda la evolución
subjetiva de la consciencia a través de la cual las almas vivientes generan las
condiciones para la variedad de especies vivientes en el mundo cósmico con la
ayuda de una multitud de dioses y otros seres progenitores.
(bhūta-bhāvodbhava-karo visargaḥ karma-saṁjñitaḥ) Bhaktivedānta Swāmī traduce
esto, “la acción perteneciente al desarrollo de los cuerpos materiales de las
entidades vivientes es llamado karma…”
mientras que S.Radhakrishna dice, “karma
es el impulso creativo el cual es la parte central del patrón del cosmos, es la
expresión de Brahmán, el Espíritu Absoluto, el cual está por encima de la
diferenciación de sujeto y objeto”
De acuerdo al traductor del comentario de Śridhara
Mahārāja, el mundo visagra quiere
decir “creación,” y bhūta-bhāvodbhava-karo significa “quien cuya acción produce
los cuerpos humanos y las especies secundarias a través de la agencia de
elementos burdos y substancia material.”
S. Radhakrishna titula el capítulo, “el
Curso de la Evolución Cósmica,”
Kṛṣṇa continúa: “Adhibhutam o la
manifestación cósmica de tiempo y espacio es impermanente. La naturaleza física
o adhibhutam está sujeta a cambio en todo momento. Los propios elementos
físicos son transitorios y destructibles. La concepción de toda la experiencia
universal junto con todas las entidades vivientes, el sol, las estrellas, y la
luna junto con sus dioses es una forma cósmica de la divinidad llamada
adhidaivatam. Tal como los cuerpos materiales están habitados por el alma
espiritual individual, así habito Yo el cuerpo cósmico universal o forma
cósmica, adhidaivatam, como Paramātmā o alma Suprema. Como tal, Soy el sujeto
original al igual que el objeto de todo sacrificio, el Adhiyajña.
Aquí el Sánscrito es escueto, pero con
profundo significado: Adhibhuta se refiere a la naturaleza transitoria de los
elementos y al continuo espacio-tiempo que es akṣara, destructible, mutable,
perecedero. Aquellos que andan tras aiśvarya o la opulencia material y la
riqueza se frustrarán en su sacrificio. Alcanzarán únicamente resultados
temporales, ya que todo en el mundo es temporal.
Un intento más digno sería
ofrecer sacrificio al plano más elevado, adhidaivata, más allá de los bienes de
este mundo efímero. La mejor ofrenda se hará ante el sujeto de todo sacrificio,
el Adhiyajña, el Puruṣa Supremo, el Mismísimo Kṛṣṇa, En su Gīta-bhāṣya,
Ramanuja comenta, el Adhiyajña es una connotación de Dios; Ha de ser propiciado
en sacrificio, es decir, Dios, quien es el atman de los dioses que constituyen
su cuerpo, ha de ser propiciado mediante el sacrificio. Esto ha de ser conocido
comúnmente por los tres grupos de buscadores auténticos (materialistas,
espiritualistas, y quienes han tomado la senda de la dedicación) cuando llevan
a cabo cualquier sacrificio.
Kṛṣṇa le asegura a Arjuna, “Y, quienquiera
que, al momento de la muerte, abandona este cuerpo, recordándome únicamente a
Mí, de inmediato alcanza Mi naturaleza. De eso no hay duda.” Ya que la
convicción última de uno es determinada por los hábitos regulares en vida, uno
ha de recordar siempre a Dios, Kṛṣṇa, en el diario vivir. “Aquél que medita en
la Suprema Personalidad de Dios, cuya mente
se ocupa constantemente en recordarme, quien no se desvía de la senda,
Oh Arjuna, con seguridad me alcanza.”
Kṛṣṇa continúa describiendo los destinos
respectivos de las tres clases de religiosos: aquellos que luchan por la
ganancia kármica, quienes desean tener una recompensa en la próxima vida,
aquellos que buscan alivio espiritual de la ansiedad material, y aquellos que
desean entrar a una relación amorosa con Dios. Estos respectivamente son
llamados karmis, jñānīs, and bhaktas. La religión Kármica involucra la
adoración a Dios a cambio de algún beneficio material en esta vida o en la
próxima, Puesto que están apegados a adorar a cambio de una ganancia material,
los religiosos kármicos regresarán a disfrutar los beneficios de su sacrificio.
Puesto que no tienen interés en abandonar el mundo del nacimiento y la muerte
están condenados a renacer en samsara. Los jñānīs desean la liberación a través del
surgimiento de su existencia individual en el espíritu no diferenciado llamado
Brahmán. Ellos alcanzarán la liberación, pero a expensas de su propia
individualidad. Absortos en el espíritu infinito como gotas de agua que absorbe
el océano, ellos entrarán al Brahmán impersonal. Por otro lado, aquellos
devotos del Señor Supremo entrarán a su planeta divino en una forma espiritual,
llamada svarūpa. Al haber alcanzado el plano más elevado de la existencia
espiritual en devoción, los bhaktas podrán servir ahí en dedicación. Ellos nunca
regresan al mundo material.
Kṛṣṇa explica los parámetros del cosmos
material, calculando el marco del tiempo desde el principio hasta el fin del
universo en aproximadamente 311,000,000,000,000 de años de acuerdo a los
cálculos Védicos. El creador del universo, llamado Señor Brahma, es también
temporal y vive y muere con su creación. Las entidades vivientes toman
nacimiento y mueren una y otra vez en el ciclo del renacimiento hasta que
entienden la verdad revelada en los Vedas y explicada por Kṛṣṇa aquí en el Gītā.
Cuando un Brahma muere, otro renace y el
universo es creado de nuevo en un bucle infinito de 311,000,000,000,000 de
ciclos de creación universal. El mundo espiritual se halla por encima de los
universos de realidad cósmica manifestados y no manifestados. Esta Morada
Suprema es no manifestada e infalible. Kṛṣṇa dice, “Es el destino Supremo.
Cuando uno va allá, nunca regresa. Esa es Mi morada suprema.”
Bhaktivedānta Swāmī comenta: “La morada
suprema de la Personalidad de Dios, Kṛṣṇa, se describe en el Brahma-saṁhitā como cintāmaṇi-dhāma, un sitio en donde todos
los deseos son satisfechos. La suprema morada del Señor Kṛṣṇa conocida como
Goloka Vṛndāvana está repleta de piedras de toque. También hay unos árboles ahí
llamados ‘árboles de deseos’ que suministran todo tipo de alimentos que se les
pidan, y ahí están las vacas conocidas como vacas surabhi que proporcionan un
suministro ilimitado de leche. En esta morada, el Señor es servido por cientos
de miles de diosas de la fortuna (Lakṣmīs), y ahí es llamado Govinda, el dios
primaveral y la causa de todas las causas. El Señor acostumbra tocar Su flauta (venum
kvanantam). Su forma trascendental es la más atractiva en todos los mundos— Sus
ojos son como pétalos de loto y el color de su cuerpo es como el de las nubes.
Es tan atractivo y Su belleza sobrepasa a la de miles de cupidos. Viste ropa
color azafrán, una guirnalda alrededor de Su cuello y una pluma de pavorreal en
Su cabello. En el Gītā el Señor Kṛṣṇa otorga apenas un pedacito de su morada
personal (Goloka Vṛndāvana) la cual es el planeta supremo del reino espiritual.
Una descripción muy vívida está dada en el Brahma-saṁhitā. La literatura Védica
declara que no hay nada superior a la morada del Dios Supremo, que esa morada
es el destino último. Cuando uno lo alcanza, nunca regresa al mundo material.
La morada suprema de Kṛṣṇa y el propio Kṛṣṇa no son diferentes, ambos tienen la
misma cualidad. Esta tierra, Vṛndāvana, a noventa millas al sureste de Delhi,
es una réplica de esa suprema Goloka Vṛndāvana situada en el cielo espiritual.
Cuando Kṛṣṇa desciende a la tierra, Él juega en ese lugar en particular de la
tierra conocido como Vṛndāvana en el distrito de Mathurā, India.”
No comments:
Post a Comment
Note: Only a member of this blog may post a comment.