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Thursday, September 17, 2015

Hipnosis Masiva: Como Construimos la Realidad; El Mundo Subjetivo



नारायणं नमस्कृत्य नरं चैव नरोत्तमम्

 देवीं सरस्वतीं चैव ततो जयम् उदीरयेत्





महाभारत
Mahābhārata

Michael Dolan, B.V. Mahāyogī
Hipnosis  Masiva

Bhagavad-Gītā

Capítulo 14

continuación…
Las Leyes de la Naturaleza material
BG 14.5

सत्त्वं रजस् तम इति
गुनः प्रकृति-सम्भवाः
निबध्नन्ति महाबाहो
देहे देहिनम् अव्ययम्

sattvaṃ rajas tama iti
gunaḥ prakṛti-sambhavāḥ
nibadhnanti mahābāho
dehe dehinam avyayam

“Sattva, rajas, y tamas son las “modalidades” o “cualidades” (guṇas) que caracterizan a prakriti o naturaleza material: la encarnación del alma se condiciona a estas cualidades cuando se involucra en el mundo de la explotación.”
Las guṇas son los componentes primarios de la naturaleza material y las bases de todas las substancias y situaciones en el mundo percibido de la explotación.” Las “cualidades” de la naturaleza material dependen de la perspectiva cognitiva del alma condicionada y no pueden existir sin la consciencia. Y sin embargo, una vez que de algún modo el alma ha sido condicionada por la tendencia hacia la explotación, las cualidades constitutivas de la naturaleza material le brindan la oportunidad de habitar en el interior de la ilusión hipnótica con mucho más detalle.
Considera la metáfora de una proyección holográfica.

¿Cómo está construida la realidad “imaginaria”? El mundo material frecuentemente ha sido comparado a un sueño. Cuando soñamos, estamos dormidos al “mundo real.” Gracias a la anestesia moderna, podemos dormir plácidamente mientras un doctor lleva a cabo una cirugía del corazón. Inconscientes a la realidad objetiva, vivimos en el mundo objetivo de la imaginación.
Pero un sueño es personal. Mi sueño y tu sueño son diferentes.
¿Cómo es posible que tengamos el mismo sueño?
Es una especie de “hipnosis masiva” en donde todos nos creemos la misma ilusión.


Es difícil de creer. Pero estamos constantemente involucrados en la suspensión de la incredulidad. Cuando deseamos escapar de las rutinas mundanas, tal vez leemos un libro. Mientras leemos, intentamos imaginar el mundo del autor. Leer es altamente subjetivo. En la lectura, cada uno tiene su idea propia de cuál es el aspecto del héroe, por ejemplo.


La gente frecuentemente esta insatisfecha cuando ve en película la versión de un libro, porque el actor de la película no es exacto al héroe que se imaginaron. De hecho, nos decepcionamos porque nos identificamos a nosotros mismos con el héroe.



Spiderman

Un medio más visual involucra la concepción del artista. Una novela gráfica o un libro de historietas está a un paso de eliminar el puro texto. Mientras nos proyectamos hacia el mundo de la fantasía y aventura y leemos la historieta, sacrificamos algo de la imaginación para compartir la idea de héroe del artista. Sabemos cómo se ven el Hombre Araña y Hulk, porque hemos visto la idea del artista.
Todavía podemos identificarnos con el héroe, pero tenemos una idea más específica de cómo luce. Podemos imaginarnos a nosotros volando  a través del cielo como Súperman, pero podemos ver más claramente la “S” en su uniforme azul.



Hay menos connotaciones involucradas; no tenemos que usar tanto nuestra imaginación. Pero la denotación está claramente establecida; podemos ver los detalles, para no tener que crear nuestra propia versión subjetiva. La así llamada “Realidad Objetiva” creada subjetivamente en confabulación con las tres modalidades quiere nuestra suspensión total de la incredulidad. No se supone que deberíamos de reflexionar sobre nada, sino simplemente aceptar el mundo percibido como la verdad absoluta.
Los escritos de Marshal Mcluhan en el siglo XX describen los distintos “Medios” en términos de “caliente” y “frío”. 



Él considera que tanto “media” como “tecnología” son funciones extendidas físicas, sociales, psicológicas de los seres humanos.  Por ejemplo, la rueda extiende nuestros pies, el teléfono extiende nuestra voz, la televisión nuestros ojos y oídos, la computadora expande nuestro cerebro y los medios electrónicos nuestra consciencia. Escrito en 1960  Mcluhan predice la llegada del internet.

“Rápidamente, nos aproximamos a la fase final de las extensiones del hombre- la simulación tecnológica de consciencia, cuando el proceso creativo de conocimiento sea extendido colectiva y corporativamente a toda la sociedad humana, al igual que hemos extendido ya nuestros sentidos y nervios a través de medios diversos.”

Su argumento vis-à-vis de medios de comunicación “caliente” vs. “frío” es interesante en términos de metáfora del universo holográfico. Mcluhan define como “caliente”, un medio que calienta el cerebro: que es un medio que por sí mismo es menos denotativo, deja algo a la imaginación. El radio “calienta” el cerebro, puesto que el escucha, tiene que calentar el cerebro para decodificar el mensaje.
El medio de comunicación “caliente” entonces será impreso, un libro, o radio, en el que el escucha, aparentemente pasivo suministra todas las imágenes en su cerebro. Escáneres topográficos cerebrales han demostrado que ciertas áreas del cerebro, por ejemplo, “se iluminan” cuando leemos una historia o imaginamos una melodía. El medio es “caliente” cuando ilumina el cerebro. Un buen ejemplo es la historia de Alicia en el País de las Maravillas, o “A través del Espejo,” en donde necesitamos envolver la cabeza en las adivinanzas, enigmas, rompecabezas, paradojas matemáticas, problemas de ajedrez, juegos de palabras y albures, todos los cuales calientan el cerebro. 


El esfuerzo mental requerido para solucionar el rompecabezas es recompensado con una “explosión montessoriana” de descubrimiento que acompaña al verdadero aprendizaje.
Por otro lado, un medio “frío” no provee tal descubrimiento. Nada se aprende y no se requiere esfuerzo alguno. No deja nada a la imaginación. Se nos proveen todas las imágenes. Un ejemplo sería la versión de Disney de Alicia en el País de las Maravillas, en donde se nos seduce con imágenes coloridas, dibujos animados, y canciones basadas en las ideas del libro, pero que no dejan sitio a la contemplación de su significado.
Volviendo a la idea de hipnosis masiva influenciada por las “modalidades de la naturaleza”, y de cómo estas tres cualidades o dimensiones  colorean nuestra vida y nos influyen, podemos considerar la metáfora de las proyecciones en 3D, creadas simultáneamente por el sujeto y el súper sujeto. Parece incuestionablemente real. Pero la consciencia ha pasado a través de una “consciencia confusa” para producir una especie de “hipnosis masiva.”

Considera una fiesta “rave” en donde miles de personas  drogadas con LSD o MDMA son sometidos a un espectáculo de hologramas en tercera dimensión. Poco de la imaginación o el pensamiento están involucrados. La capacidad subjetiva de cada miembro de la audiencia está disminuida por las drogas y el poderoso despliegue de medios hasta que la experiencia se hace total. Entre más poderoso y “frío” es el medio, más se atrapa cada individuo en una experiencia masiva orgánica, un evento “tribal.”
Tal vez este es un ejemplo extremo de “hipnosis de masas,” pero creo que funciona.
La “Propaganda” tiene un efecto similar en nuestra visión de realidad. Cuando una premisa falsa es repetida el suficiente tiempo y con la suficiente fuerza en numerosos “medios” nuestra visión del mundo se influye hasta el punto en que estamos listos para actuar. Este problema es explorado ampliamente en Orwell 1984. Como señala Jacques Ellul en su obra fundamental, “Propaganda,” nos suscribimos a la propaganda que pensamos que nos define, mientras que el trabajo del propagandista es adaptar el mensaje que se adapta a nuestras actitudes. Las modalidades de la naturaleza nos afectan de una manera similar: nos sentimos atraído hacia la explotación de un modo en particular y las modalidades encajan el objeto al sujeto dependiendo de nuestras actitudes.


 सत्त्वं रजस् तम इति
गुनः प्रकृति-सम्भवाः
निबध्नन्ति महाबाहो
देहे देहिनम् अव्ययम्

sattvaṃ rajas tama iti
gunaḥ prakṛti-sambhavāḥ
nibadhnanti mahābāho
dehe dehinam avyayam
“Satva, Rajas y Tamas son las “modalidades” o “cualidades” (guṇas) que caracterizan a prakṛti o naturaleza material: el alma encarnada queda condicionada a través de estas cualidades cuando se involucra en el mundo de la explotación.”
El punto es que las “modalidades de la naturaleza” no son fuerzas objetivas que nos forman; al contrario son producto de nuestra propia proyección subjetiva y realidad explotadora. Tienen que ver con una especie de “suspensión de incredulidad.” Sabemos que no somos Dios; sabemos que no somos los creadores del universo. Sabemos que la muerte es una fuerza inminente. Sabemos que no estaremos aquí para siempre. Sabemos que no somos todopoderosos. Aun así divierte el pretenderlo. Este mundo material es en efecto una especie de tierra de la fantasía en donde intentamos jugar a ser dioses.
Cuando leemos, construimos una especie de mundo de fantasía literario. Siempre he sido adicto a la lectura. Algunas veces mis padres decían “vive en su propio pequeño mundo.” Lectores del Señor de los Anillos crearon su propia versión de “Smaug el Dragón” o Frodo o Gandalf.
Los adictos a Harry Potter crean su propio Hogwarts, Pero como lectores nuestra imaginación íntima de un mundo literario particular es subjetiva. Una vez que se convierte en película, la experiencia del “mundo” particular se hace más objetiva en la medida de que millones de observadoras participan en la creación del evento imaginario.
Es bien conocido el fenómeno de la “Guerra de las Galaxias.” George Lucas ha creado un mundo imaginario con su propio lenguaje, leyes, política y mitología. “La Guerra de las Galaxias” ha sido vista por millones quienes saben exactamente como lucen Han Solo y Darth Vader. 


Star Wars
Yo asistí a un simulador de alta tecnología en 3D en los Estudios Universales en California que realmente me hizo sentir que volaba a toda velocidad a través de otros planetas.
Mientras que es fácil mirar fuera del libro y tener una conversación o responder a la puerta, dejando a un lado el mundo especial de la literatura fantástica, una película nos permite suspender nuestra incredulidad más forzadamente hacia el trance de la hipnosis masiva.


Hogwarts
Las películas ordinarias palidecen cuando nos dirigimos hacia la experiencia holográfica tridimensional. Sin embargo sabemos que todo es entretenimiento. Quien no puede distinguir entre la fantasía y la realidad es un candidato para el pabellón siquiátrico.
Aun así, la fantasía muere duramente. Y mientras suspendemos nuestra incredulidad en los placeres materiales, somos presa fácil de la mitología y la propaganda de anuncios que nos convencen de que la gratificación de los sentidos es equiparable a la felicidad. Nuestra inclinación hacia la fantasía y el entretenimiento impulsa una industria multibillonaria de dólares que se esfuerza en una experiencia de “realidad virtual” total.
Probablemente el viaje de “realidad virtual” más poderoso es el porno de internet, el cual provee experiencias sexuales pervertidas e imaginarias a millones de hombres de todo el mundo diariamente. Y la propaganda que emana de todas estas distintas formas de experiencia virtual sirve para dominarnos, sirve para adaptar nuestra consciencia individual sacrificada ante la sociedad. Cuando sometemos nuestra imaginación a estas “modalidades” o “medios” caemos en una clase de hipnosis colectiva diseñada para mantenernos en cierto estándar de vida, diseñado para hacernos creer en un producto, un país, o una figura política.
Karl Rove, el famoso operador político que guió a George Bush hacia la presidencia de los Estados Unidos  dijo un comentario que se hizo famoso “La Percepción es Realidad” George  Bush no era un héroe de guerra, de hecho desapareció de su unidad de la Guardia Nacional durante la guerra, Por otro lado, John Kerry, su oponente era un “héroe de guerra” comprobado, quien sirvió en combate en un bote en el río Mekong en Vietnam. No obstante, gracias  a la propaganda la gente estaba convencida de que Kerry era un cobarde y de que Bush era un héroe. Berkeley originó la expresión, y Samuel Butler, pateando una piedra dijo, “Refuto por esto a Berkeley.”
Bueno Samuel Butler ya no está con nosotros y la piedra que pateara no puede ser hallada en sitio alguno.  Mientras que la facilidad de objetar con el Idealismo Berkeliano, el meme de que “La Percepción es la Realidad” se mantiene muy vivo.
De acuerdo con Jacques Ellul, la propaganda es una especie de hipnosis colectiva que pretende involucrarnos en actividades sociales con el objetivo de servir al confort individual. La propaganda de la realidad virtual intenta una clase de control interno para mantener conforme a la fuerza social o nacional.
Todas estas formas de “entretenimiento” o “realidad virtual, sin embargo, son inútiles sin la suspensión voluntaria de la incredulidad. Tenemos que dejar de creer en la naturaleza divina e invertir la fe en la naturaleza material con el fin de disfrutar del mundo sensorial del sexo y la muerte.
Mientras pretendemos creer que creemos en la “realidad virtual” no tiene significado. El medio en particular de la “realidad virtual” pude variar de acuerdo a nuestras inclinaciones. El género de propagada o “modalidad” que nos ataca tiene que ver con nuestra estructura sicológica, afectada al mismo tiempo por nuestro nivel de consciencia espiritual.
De acuerdo con nuestra inversión particular en el mundo percibido o el “mundo de la explotación,” ciertas realidades se despliegan ante nosotros, coloreadas por nuestra propia consciencia nebulosa. Toda “realidad” es “virtual” en el sentido de que es percibida e interpretada de manera distinta de acuerdo a nuestras circunstancias, nuestra capacidad para la percepción sensorial, nuestras motivaciones o nuestro marco biológico.
Un perro ve los colores de forma distinta que los seres humanos; igual que las abejas. Un alma realizada ve a Dios en todas las cosas; un economista ve dinero nada más. El vaso medio lleno de un optimista, el medio vacío del pesimista, veneno al cínico, H2O al científico y el sabor de pureza del devoto de Kṛṣṇa. ¿Cuál es verdad?
Es difícil explicar cómo el mundo subjetivo se vuelve objetivo. ¿Son los conos y los bastones del globo ocular los que producen la visión? ¿O es un producto de las neuronas y la sinapsis del cerebro O es la propia visión una condición mental dependiente de la consciencia? Construir una explicación del origen del mundo subjetivo es así de difícil; de hecho es imposible para el materialista el explicar el origen de la visión. Lo mejor que uno puede hacer es tratar de obtener todos los mecanismos del ver. ¿Cómo funciona?
Entonces, aquí en el Capítulo 14º del Bhagavad-Gītā, Kṛṣṇa explica la mecánica cuántica de la consciencia.
सत्त्वं रजस् तम इति
गुनः प्रकृति-सम्भवाः
निबध्नन्ति महाबाहो
देहे देहिनम् अव्ययम्

sattvaṃ rajas tama iti
gunaḥ prakṛti-sambhavāḥ
nibadhnanti mahābāho
dehe dehinam avyayam
“Sattva, rajas, y tamas son las “modalidades” o “cualidades” (guṇas) que caracterizan a prakriti o naturaleza material: la encarnación del alma se condiciona a estas cualidades cuando se involucra en el mundo de la explotación.”
Las influencias tri-modales o guṇas facilitan la evolución subjetiva del proceso mental mientras que el mundo metafísico congela hacia el mundo físico a través de una suspensión o incredulidad.
Queremos creer en la realidad eterna de la naturaleza material; queremos creer que podemos continuar viviendo por siempre en el mundo material, explotando y disfrutando. Queremos continuar como sujetos, el centro del universo. Y puesto que nos aferramos a esta psicosis, estamos dispuestos a hacer cualquier cosa para perpetuarlo, incluso negar la propia existencia del ser.
La auto-negación es el núcleo de nuestra ilusión; nuestra determinación a explotar el mundo prospera a expensas de la consciencia de nuestro ser. Los “modos de la naturaleza,” son efectos sutiles de estados de la consciencia que se endurecen hacia la experiencia de acuerdo con nuestro talento hacia la auto-negación.
Las “modalidades de la naturaleza, son tres: Negación absoluta del ser es ignorancia, oscuridad, “tama.” Una consciencia parcial del ser es llamada rajas. Una consciencia menos nebulosa es llamada sattva. Otra manera de ver esto es ver a sattva como la luz del sol, raja, es la luz refractada a través del espectro del color en diversos tintes y matices, en el atardecer, tama es el crepúsculo, la sombra, la oscuridad y la relativa ausencia de luz.
Este es un acercamiento mucho más sutil al problema del bien y el mal que puede darnos el mundo Judeo-Cristiano-Islámico. Normalmente tendemos a pensar en los problemas éticos en dualidades de pecado y piedad, bien y mal, blanco y negro. Pero el Bhagavad-Gītā  no lee la moralidad en términos de blanco y negro, sino a todo color.
Nuestros pensamientos, palabras y hechos no han de ser clasificados exclusivamente como buenos o malos. Kṛṣṇa no predica “el infierno es caliente, y el pecado negro.” Él le dice a Arjuna que nuestros pensamientos, palabras y acciones evaden a una clasificación sencilla. Pensamientos, palabras y acciones hechas en la luz, con un mayor conocimiento espiritual son más sattvik; acciones coloreadas con ausencia de luz son más oscuras y rajarshik. Mientras que las acciones hechas en la oscuridad son tamasik. Lo mismo aplica a la variedad de especies: las especies elevadas están cerca de la iluminación, las especies degradadas viven en la oscuridad.
Al mismo tiempo, es difícil ser “satvik” y “vivir en la  modalidad de la bondad,” mientras continuamos trabajando bajo la ilusión de ser el centro del universo. La negación del ser es la raíz de nuestra estancia en el mundo material; la propia sattva-guna es una forma cubierta de la consciencia. La mera piedad materialista no es suficiente para romper las cadenas que nos atan a la rueda del nacimiento y muerte.
Igualmente importante es la idea de que nuestra existencia normal involucra una combinación compleja de estos tres elementos. Tal como el color conocido al ojo humano puede romperse en los tres colores primarios, turquesa, magenta y amarillo, en la misma forma los elementos de nuestra experiencia en este mundo pueden decodificarse con referencia a las tres distintas influencias en consciencia.
सत्त्वं रजस् तम इति
गुनः प्रकृति-सम्भवाः
निबध्नन्ति महाबाहो
देहे देहिनम् अव्ययम्

sattvaṃ rajas tama iti
gunaḥ prakṛti-sambhavāḥ
nibadhnanti mahābāho
dehe dehinam avyayam
“Sattva, rajas, y tamas son las “modalidades” o “cualidades” (guṇas) que caracterizan a prakriti o naturaleza material: la encarnación del alma se condiciona a estas cualidades cuando se involucra en el mundo de la explotación.”
Las modalidades de la naturaleza material comprenden en cierto sentido el ADN del universo, de acuerdo con el 14º Capítulo del Bhagavad-Gītā. Del mismo modo en que la secuencia lineal del ADN, cuya doble hélice determina las características genéticas, puede romperse hacia los nucleótidos A, C, G y T, similarmente la consciencia nebulosa que crea el universo holográfico de la explotación puede definirse a través de la triple ausencia o presencia de la “luz” espiritual.
La ausencia o presencia de iluminación condiciona nuestro apego a este mundo material de tal forma que estamos atados a la existencia material. Nuestro “karma” deja una impresión, un rastro, en el cuerpo mental. Es algo así como “la caja negra” de un avión. Cuando el avión cae del cielo y se estrella deja tras de sí una “caja negra” que explica las condiciones del avión al momento de su destrucción. Del mismo modo, nuestra alma arrastra consigo las impresiones kármicas, codificadas en términos de sattva, rajas y tamas, que determinan su posición en la próxima vida.
De este modo las “cualidades tri-modales” codifican un ADN kármico exacto para nuestra próxima experiencia de parto en la rueda del nacimiento y la muerte, de acuerdo con el nivel de consciencia inherente en el prakṛti- en conjunto con el ser. La jiva alma, condicionada por su “ADN kármico” se ata a un cuerpo particular según haya evolucionad a través del tiempo desde la propia prakṛti primordial.
Técnicamente hablando, entonces, la propia alma nunca se ata a través de las “modalidades de la naturaleza material.” Pero al dar su aprobación tácita a la participación en el mundo de la explotación, debido a la “suspensión de la incredulidad” en gran medida en la forma como lo hacemos cuando vemos un espectáculo de hologramas tridimensional, aceptamos que las modalidades influyan nuestra percepción de realidad virtual. Tan es así que la entidad viviente individual se ata dentro de las restricciones de la existencia corporal.
Bhaktivedānta Swāmī comenta, “La entidad viviente, a causa de que es trascendental, no tiene nada que ver con la naturaleza material. Sin embargo, a causa de que se ha condicionado por el mundo material, actúa bajo el hechizo de las tres modalidades de la naturaleza material. Porque las entidades vivientes tienen distintas clases de cuerpos, en términos  de los diferentes aspectos de la naturaleza, son inducidas a actuar de acuerdo con esa naturaleza. Esta es la causa de las variantes de felicidad y angustia.”




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