नारायणं नमस्कृत्य नरं चैव नरोत्तमम्
महाभरत
Mahābharata
Una versión de
Michael Dolan, B.V. Mahāyogi
La Historia Verdadera
de
Nala y Damayanti
Un Romance Hindu
de Mahābhārata
traducido por
Teresa Loret de Mola Tapanandini D.D.
LA DESESPERACIÓN DE YUDHISTHIRA
El sabio del bosque Brihad Aswa se sentó en
la posición de loto,
Miró a través de las copas plumadas de los
árboles hacia más allá del cielo azul.
Pudo ver una pareja de Kokil
revoloteando a través de las hojas mientras se acomodaban en una nueva rama.
“Oh nobel príncipe, no pierdas el corazón” dijo.
"Tu exilio ha sido duro. Se dice que para
quien una vez ha sido honrado, el deshonor es peor a la muerte. Muerte feliz la
del rey guerrero que muere en batalla."
"Muerte feliz la del rey guerrero que muere en batalla."
"La lenta muerte del destierro es peor que
una tortura. Exiliado de tu hogar, tu palacio y riqueza y de la adulación de
los ciudadanos de Hastinapura, has vagado descalzo por la tierra muchos años.
Vestido en piel de venado, la hermosa
Draupadī sólo tiene viento y lluvia por ornamentos. Después de los opulentos
festines en tu sacrificio Raja-suya los frutos del bosque son de hecho muy
humildes.
Brihadaswa dijo, "Tu hermano Bhīma tiene comezón por pelear.
Ahora incluso aprieta los puños, sedientos de la sangre de Dushasana.
"Pero el sufrimiento a menudo le ocurre a
los reyes más grandes. Recuerda a Rama, el más grande de todos los reyes. Su
exilio en el bosque, la pérdida de su reino se equiparaba a la tuya.
“Los ciudadanos de Ayodhya quemados de
angustia al verlo partir. Su esposa, Sita la que nació de la tierra, cruelmente
secuestrada. Su batalla con el demonio Ravana de diez cabezas es leyenda en
este bosque”.
El Destierro de Rama
Yudhiṣthira contestó, “Pero Rama era un
súper-humano, el propio Dios. ¿Cómo puede un simple mortal igualarse en
paciencia y grandeza con Rama? No puedes esperar que yo siga el ejemplo del
Señor Rama. Aún ahora la tierra resuena con su nombre.
Rama en Exilio
Yo soy un humilde rey,
nacido en la línea lunar de Bharata, E incluso cuando Rama regresó a Ayodhya,
fue bien recibido por su hermano. No tuvo que luchar contra príncipes
envidiosos, empeñados en robar su reino. Ravana era un demonio sobrenatural, y
Rama lo venció, pero Rama tuvo la ayuda del gran Hanumāna, él mismo estaba
bendecido por los dioses.
“Y ahora me ha abandonado el veloz Arjuna,
el asesino de los enemigos. No veo en qué es similar mi situación. Por favor
dame un ejemplo distinto que me consuele. Rama era virtuoso y no perdió su
reino apostando. He creado un gran pecado al vender a mis hermanos y esposa al
exilio.
El gran Rama nunca fue tan tonto como yo. Ayúdame a ajustar
adecuadamente mi visión o sino ayúdame, seguiré el consejo de Bhīma y me
conduciré hacia nuestra masacre. Tal vez es mejor morir peleando en el campo de
batalla como un héroe, asesinado por los hijos de Dhritarasthra que vagar sin
rumbo como un criminal en el bosque oscuro. ¿Cómo puedo comparar mi vida con la
de Rama?”
Hanuman, Lakshman, Sita, Rama
Yudhiṣthira calló. Bhihad Aswa lo miró
compasivo. “Por supuesto. No podemos imitar a los avatares del propio Dios. Y
sin embargo rama pasó el tiempo requerido exiliado en el bosque. Mantuvo su
palabra como lo hacen todos los grandes reyes. Tal vez no sigamos su ejemplo,
pero hemos de seguir la regla de Raja-raja, la ley de los reyes. Me limito a
citar el ejemplo que dan las escrituras.
Ram y Hanuman vs. Ravana, Bas Relieve, India
"Al escuchar la historia de Rama podemos
reflexionar en cómo incluso los grandes reyes sufrieron antes de establecer su
reino. Pero tal vez hay un ejemplo más cercano a esta situación. La historia de
los grandes reyes y sus tragedias puede acercarnos a entender. Tú naciste en la
grandeza, Yudhiṣthira.
Bhima, izquierda, Arjuna, derecho, Yudhisthira sentado con Draupadi, los gemelos Nakula y Sahadeva atrás
“Tú mismo nombre significa ‘quien es firme
en la guerra’. Una guerra no se gana simplemente por luchar en el campo de
batalla, sino en la preparación también. Ser firme en la guerra es ser firme en
la paz. Y sólo hay que ocuparse en la guerra después de que todas las
alternativas se hayan agotado. Deja que la línea de mi pensamiento continúe”,
dijo el sabio. Brihad Aswa hizo una pausa.
Elefantes de Guerra
Brinda Ashwa sorbió agua sagrada de un cuenco
pequeño hecho de hojas de loto. Respiró profundo el aire puro del bosque. Bhīma
había relajado sus puños y se sentó tranquilo a escuchar. Yudhiṣthira estaba
casi en trance mientras escuchaba, controlando su respiración.
BRIHAD ASHWA NARRA UNA HISTORIA MUY PARECIDA A LA DE YUDHISTHIRA Y LOS PANDAVA
“Escucha, te diré la historia de un gran
hombre, un rey talentoso como tú que cayó en una condición exacta a la tuya.
Estaba dotado de las más selectas virtudes, destacaba por sus habilidades en el
juego y la caza. Era un monarca virtuoso que perdió su reino a causa del vicio
del juego.
Nala el Rey
"Si bien era bendecido por los dioses, el
rey era también humano, nacido en tu línea. Él también perdió todo. Su
dificultad era aún mayor que la tuya. Humillado, maldecido, exiliado,
despreciado, ridiculizado y dado por muerto, cayó en los momentos más difíciles
y perdió toda esperanza. Pero tras sufrir grandes reveses, recuperó tanto como
su reino como su amor. Escucha con cuidado y te revelaré su historia”.
Para entonces Draupadī se unió a los
gemelos y todos los demás se reunieron ahí para escuchar a Brihad Ashwa.
Yudhiṣthira sonrió y dijo, “Te agradecemos
tus palabras compasivas. Por favor cuéntanos, oh sabio, la historia de Nala y
Damayanti”.
LA VERDADERA HISTORIA DE NALA EL REY
“El rey Nala era aficionado a los dados.
Fue engañado por Puskara y exiliado. Cuando Nala fue exiliado no tenía ni
hermanos ni amigos que le ayudaran. No tenía fortuna de reyes ni un cuenco
mágico como el que lleva con ella Draupadī.
Nala fue echado fuera, despojado de su
realeza, sus carros y elefantes, sus sirvientes y palacios, y vagaba solo en el
bosque tal como haces tú. Y aun así triunfó y su nombre vive en la historia.
Entonces, como otros grandes reyes que han estado en peores condiciones que las
tuyas, no haz de afligirte.
Y mientras Draupadī observaba, Yudhiṣthira
dijo, “Por favor, cuenta la historia completa. Eres un gran rishi de enorme
elocuencia dotado para el discurso. Me gustaría escuchar la historia del
ilustre Nala de principio a fin. Eso me dará gran consuelo, Por favor
continúa”.
Y Draupadī dijo, “Por favor, oh gran sabio,
dime de Damayanti. Cómo es que fue exiliada junto con su esposo, quien luego la
abandonó en el bosque”.
Brihad Aswa contempló al grupo ahí reunido
entre las sombras del viejo tamarindo y dijo, “muy bien, ya que tienen intenciones
de escuchar, voy a narrar esta historia tal como la escuché de mi mentor”.
“Nishadha es una tierra lejana. Puede
hallarse en el mero centro de Bharata-Varsha, en los valles de las montañas
Vindhya. Hace mucho tiempo, antes de la actual dinastía, ahí había un rey
célebre entre la gente conocida como Nishadhas. Su nombre era Virasena y era un
buen gobernante.
“Nala era su hijo y cuando Virasena murió
el Príncipe Nala se hizo rey. Nala era un hombre atractivo y gobernaba con
suavidad. Mientras aún era joven, era bien versado en la riqueza y la virtud.
Estaba dotado por los dioses. Entre sus opulencias no sólo estaba una gran
fortuna y su realeza, sino que también era físicamente hermoso. Como tus
hermanos Nakula y Sahadeva, Nala era hábil con los caballos. Podía hablar su
lenguaje para encantarlos. Y cuando cabalgaba, sus caballos iban veloces como
el viento.
Nala era un joven fuerte y apuesto y aunque
poseía un talento especial para los caballos, era también era respetado por los
hombres. Era la cabeza de muchos otros reyes que le seguían. Alto y brillante
como el sol, lideraba a la raza antigua llamada Nishadehas que vivían cerca del
reino de Vidarbha en donde Sita reinó en una ocasión como princesa.
“Nala era un poderoso guerrero, heroico y
atractivo como cupido. Amaba los juegos, especialmente el de los dados; amaba
ganar. Era el amo de un gran ejército de elefantes, carrozas, arqueros y
caballos. Era venerado por todos, puesto que era un alma grande que había
conquistado sus pasiones más bajas. Las mujeres de todas partes le adoraban y
admiraban tanto por su ingenio como por su hermosura. Era atlético y fuerte y
se movía con gracia y esplendor.
“Nala era un hombre de muchos dones: no
sólo era atlético y gracioso, sino que aparte tenía una serie de poderes
místicos. Algunos de estos poderes eran naturales y otros dados por los dioses.
De los dioses adquirió la habilidad de conjurar el fuego en cualquier sitio que
quisiera. Era invulnerable al fuego y no podía quemarse. No sólo podía crear
fuego, podía conjurar al agua a su antojo a través del tacto. Como era amo del
fuego y el agua, también era maestro en la cocina y los sabores. Hay muchos
shastras Védicos basados en sus instrucciones para enseñar el arte de cocinar”.
de Mahābhārata
traducido por
Teresa Loret de Mola Tapanandini D.D.
LA DESESPERACIÓN DE YUDHISTHIRA
El sabio del bosque Brihad Aswa se sentó en
la posición de loto,
Miró a través de las copas plumadas de los
árboles hacia más allá del cielo azul.
Pudo ver una pareja de Kokil
revoloteando a través de las hojas mientras se acomodaban en una nueva rama.
“Oh nobel príncipe, no pierdas el corazón” dijo.
"Tu exilio ha sido duro. Se dice que para
quien una vez ha sido honrado, el deshonor es peor a la muerte. Muerte feliz la
del rey guerrero que muere en batalla."
"Muerte feliz la del rey guerrero que muere en batalla." |
"La lenta muerte del destierro es peor que
una tortura. Exiliado de tu hogar, tu palacio y riqueza y de la adulación de
los ciudadanos de Hastinapura, has vagado descalzo por la tierra muchos años.
Vestido en piel de venado, la hermosa
Draupadī sólo tiene viento y lluvia por ornamentos. Después de los opulentos
festines en tu sacrificio Raja-suya los frutos del bosque son de hecho muy
humildes.
Brihadaswa dijo, "Tu hermano Bhīma tiene comezón por pelear.
Ahora incluso aprieta los puños, sedientos de la sangre de Dushasana.
"Pero el sufrimiento a menudo le ocurre a
los reyes más grandes. Recuerda a Rama, el más grande de todos los reyes. Su
exilio en el bosque, la pérdida de su reino se equiparaba a la tuya.
“Los ciudadanos de Ayodhya quemados de
angustia al verlo partir. Su esposa, Sita la que nació de la tierra, cruelmente
secuestrada. Su batalla con el demonio Ravana de diez cabezas es leyenda en
este bosque”.
El Destierro de Rama |
Yudhiṣthira contestó, “Pero Rama era un
súper-humano, el propio Dios. ¿Cómo puede un simple mortal igualarse en
paciencia y grandeza con Rama? No puedes esperar que yo siga el ejemplo del
Señor Rama. Aún ahora la tierra resuena con su nombre.
Rama en Exilio |
Yo soy un humilde rey,
nacido en la línea lunar de Bharata, E incluso cuando Rama regresó a Ayodhya,
fue bien recibido por su hermano. No tuvo que luchar contra príncipes
envidiosos, empeñados en robar su reino. Ravana era un demonio sobrenatural, y
Rama lo venció, pero Rama tuvo la ayuda del gran Hanumāna, él mismo estaba
bendecido por los dioses.
“Y ahora me ha abandonado el veloz Arjuna,
el asesino de los enemigos. No veo en qué es similar mi situación. Por favor
dame un ejemplo distinto que me consuele. Rama era virtuoso y no perdió su
reino apostando. He creado un gran pecado al vender a mis hermanos y esposa al
exilio.
El gran Rama nunca fue tan tonto como yo. Ayúdame a ajustar
adecuadamente mi visión o sino ayúdame, seguiré el consejo de Bhīma y me
conduciré hacia nuestra masacre. Tal vez es mejor morir peleando en el campo de
batalla como un héroe, asesinado por los hijos de Dhritarasthra que vagar sin
rumbo como un criminal en el bosque oscuro. ¿Cómo puedo comparar mi vida con la
de Rama?”
Hanuman, Lakshman, Sita, Rama |
Yudhiṣthira calló. Bhihad Aswa lo miró
compasivo. “Por supuesto. No podemos imitar a los avatares del propio Dios. Y
sin embargo rama pasó el tiempo requerido exiliado en el bosque. Mantuvo su
palabra como lo hacen todos los grandes reyes. Tal vez no sigamos su ejemplo,
pero hemos de seguir la regla de Raja-raja, la ley de los reyes. Me limito a
citar el ejemplo que dan las escrituras.
Ram y Hanuman vs. Ravana, Bas Relieve, India |
"Al escuchar la historia de Rama podemos
reflexionar en cómo incluso los grandes reyes sufrieron antes de establecer su
reino. Pero tal vez hay un ejemplo más cercano a esta situación. La historia de
los grandes reyes y sus tragedias puede acercarnos a entender. Tú naciste en la
grandeza, Yudhiṣthira.
Bhima, izquierda, Arjuna, derecho, Yudhisthira sentado con Draupadi, los gemelos Nakula y Sahadeva atrás |
“Tú mismo nombre significa ‘quien es firme
en la guerra’. Una guerra no se gana simplemente por luchar en el campo de
batalla, sino en la preparación también. Ser firme en la guerra es ser firme en
la paz. Y sólo hay que ocuparse en la guerra después de que todas las
alternativas se hayan agotado. Deja que la línea de mi pensamiento continúe”,
dijo el sabio. Brihad Aswa hizo una pausa.
Elefantes de Guerra |
Brinda Ashwa sorbió agua sagrada de un cuenco
pequeño hecho de hojas de loto. Respiró profundo el aire puro del bosque. Bhīma
había relajado sus puños y se sentó tranquilo a escuchar. Yudhiṣthira estaba
casi en trance mientras escuchaba, controlando su respiración.
BRIHAD ASHWA NARRA UNA HISTORIA MUY PARECIDA A LA DE YUDHISTHIRA Y LOS PANDAVA
“Escucha, te diré la historia de un gran
hombre, un rey talentoso como tú que cayó en una condición exacta a la tuya.
Estaba dotado de las más selectas virtudes, destacaba por sus habilidades en el
juego y la caza. Era un monarca virtuoso que perdió su reino a causa del vicio
del juego.
Nala el Rey |
"Si bien era bendecido por los dioses, el
rey era también humano, nacido en tu línea. Él también perdió todo. Su
dificultad era aún mayor que la tuya. Humillado, maldecido, exiliado,
despreciado, ridiculizado y dado por muerto, cayó en los momentos más difíciles
y perdió toda esperanza. Pero tras sufrir grandes reveses, recuperó tanto como
su reino como su amor. Escucha con cuidado y te revelaré su historia”.
Para entonces Draupadī se unió a los
gemelos y todos los demás se reunieron ahí para escuchar a Brihad Ashwa.
Yudhiṣthira sonrió y dijo, “Te agradecemos
tus palabras compasivas. Por favor cuéntanos, oh sabio, la historia de Nala y
Damayanti”.
LA VERDADERA HISTORIA DE NALA EL REY
“El rey Nala era aficionado a los dados.
Fue engañado por Puskara y exiliado. Cuando Nala fue exiliado no tenía ni
hermanos ni amigos que le ayudaran. No tenía fortuna de reyes ni un cuenco
mágico como el que lleva con ella Draupadī.
Nala fue echado fuera, despojado de su
realeza, sus carros y elefantes, sus sirvientes y palacios, y vagaba solo en el
bosque tal como haces tú. Y aun así triunfó y su nombre vive en la historia.
Entonces, como otros grandes reyes que han estado en peores condiciones que las
tuyas, no haz de afligirte.
Y mientras Draupadī observaba, Yudhiṣthira
dijo, “Por favor, cuenta la historia completa. Eres un gran rishi de enorme
elocuencia dotado para el discurso. Me gustaría escuchar la historia del
ilustre Nala de principio a fin. Eso me dará gran consuelo, Por favor
continúa”.
Y Draupadī dijo, “Por favor, oh gran sabio,
dime de Damayanti. Cómo es que fue exiliada junto con su esposo, quien luego la
abandonó en el bosque”.
Brihad Aswa contempló al grupo ahí reunido
entre las sombras del viejo tamarindo y dijo, “muy bien, ya que tienen intenciones
de escuchar, voy a narrar esta historia tal como la escuché de mi mentor”.
“Nishadha es una tierra lejana. Puede
hallarse en el mero centro de Bharata-Varsha, en los valles de las montañas
Vindhya. Hace mucho tiempo, antes de la actual dinastía, ahí había un rey
célebre entre la gente conocida como Nishadhas. Su nombre era Virasena y era un
buen gobernante.
“Nala era su hijo y cuando Virasena murió
el Príncipe Nala se hizo rey. Nala era un hombre atractivo y gobernaba con
suavidad. Mientras aún era joven, era bien versado en la riqueza y la virtud.
Estaba dotado por los dioses. Entre sus opulencias no sólo estaba una gran
fortuna y su realeza, sino que también era físicamente hermoso. Como tus
hermanos Nakula y Sahadeva, Nala era hábil con los caballos. Podía hablar su
lenguaje para encantarlos. Y cuando cabalgaba, sus caballos iban veloces como
el viento.
Nala era un joven fuerte y apuesto y aunque
poseía un talento especial para los caballos, era también era respetado por los
hombres. Era la cabeza de muchos otros reyes que le seguían. Alto y brillante
como el sol, lideraba a la raza antigua llamada Nishadehas que vivían cerca del
reino de Vidarbha en donde Sita reinó en una ocasión como princesa.
“Nala era un poderoso guerrero, heroico y
atractivo como cupido. Amaba los juegos, especialmente el de los dados; amaba
ganar. Era el amo de un gran ejército de elefantes, carrozas, arqueros y
caballos. Era venerado por todos, puesto que era un alma grande que había
conquistado sus pasiones más bajas. Las mujeres de todas partes le adoraban y
admiraban tanto por su ingenio como por su hermosura. Era atlético y fuerte y
se movía con gracia y esplendor.
“Nala era un hombre de muchos dones: no
sólo era atlético y gracioso, sino que aparte tenía una serie de poderes
místicos. Algunos de estos poderes eran naturales y otros dados por los dioses.
De los dioses adquirió la habilidad de conjurar el fuego en cualquier sitio que
quisiera. Era invulnerable al fuego y no podía quemarse. No sólo podía crear
fuego, podía conjurar al agua a su antojo a través del tacto. Como era amo del
fuego y el agua, también era maestro en la cocina y los sabores. Hay muchos
shastras Védicos basados en sus instrucciones para enseñar el arte de cocinar”.
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